jueves, 29 de septiembre de 2011

Que el Señor nunca deje sin ayuda a los que confían en Él, dice el Papa al despedirse de Castel Gandolfo


Al despedirse esta mañana de las comunidades y autoridades de la localidad de Castel Gandolfo en donde transcurrió una temporada de reposo durante el verano europeo, el Papa Benedicto XVI expresó su esperanza de que "el Señor, rico en bondad y misericordia, que nunca deja sin su ayuda a quienes confían en Él".
A los presentes, entre los que se encontraban las fuerzas del orden y varias comunidades religiosas, el Santo Padre dijo que "en estos meses he podido admirar, una vez más, la diligencia y la generosa labor de tantas personas que se esfuerzan para garantizar la necesaria asistencia a mis colaboradores y a mí, así como a los invitados y los peregrinos que vienen a visitarme".
"Por todo ello, deseo expresar mi más profundo reconocimiento a cada uno de vosotros, que me habéis hecho posible una estancia serena", agregó.
El Papa dijo luego que "por mi parte, os aseguro que no dejaré de rezar por todos vosotros y por vuestras intenciones, y os pido que me recordéis en la oración. El Señor, rico en bondad y misericordia, que nunca deja sin su ayuda a quienes confían en Él, sea siempre vuestro firme apoyo".
Ayer por la tarde, el Pontífice se despidió de las personas que trabajan en las villas pontificias de Castel Gandolfo y les agradeció el servicio que desempeñan en la custodia de esos lugares.
Benedicto XVI afirmó que "en estos parajes se vive en continuo contacto con la naturaleza y en un clima de silencio. Me alegra esta circunstancia porque una y otro nos acercan a Dios: la naturaleza, en cuanto obra maestra salida de las manos del Creador; el silencio, porque nos permite pensar y meditar sin distracciones en lo esencial de nuestra existencia".
"En un ambiente como éste es más fácil encontrarse a sí mismo, escuchando la voz interior, podría decir, la presencia de Dios, que da sentido profundo a nuestra vida", agregó.
Finalmente el Papa Benedicto agradeció al personal de Castel Gandolfo sus oraciones y recordó que "el cristiano se distingue esencialmente por la oración y la caridad".
"La relación con el Señor en la oración alimenta nuestro espíritu y nos hace ser todavía más generosos y abiertos en la caridad hacia quienes la necesitan", concluyó.

Peter Seewald: El Papa triunfó con humildad sobre guerra mediática


En una entrevista concedida a la agencia católica kath.net y ofrecida a ACI Prensa para su publicación, el periodista católico alemán Peter Seewald, amigo del Papa Benedicto XVI y autor del libro-entrevista con el Pontífice "La Luz del Mundo", señaló que el reciente viaje Alemania fue una victoria de la humildad y el mensaje del Papa sobre la guerra mediática.
En la entrevista, Seewald describe la visita del Papa como "un pequeño milagro", porque "poco antes hubo una muy agresiva falange mediática de tipo anticlerical, muchas condenas adelantadas y un verdadero terrorismo de opinión. Todo hace recordar a la obra de George Orwell ‘1984’ en que se construye un enemigo imaginario, una pesadilla, para azuzar a la gente".
"Y sin embargo", continúa Seewald "a pesar de toda este increíble trabajo mediático se puso de pie una innumerable cantidad de gente, que no se dejó engañar".
"Se decía que los alemanes le darían la espalda y todas esas tonterías. Nada parece más ofensivo en nuestros tiempos que permanecer católicos. Como escribía la revista ‘Stern’ ‘a la breve euforia de los inicios siguió para la mayoría de alemanes un irreparable distanciamiento de su connacional’. Es como si se dijera que el mundo estaría muy bien y en orden, si es que el Vaticano dejara de existir".
Sin embargo, dice el periodista, cuya conversión al catolicismo se debió a un encuentro con el entonces Cardenal Ratzinger, "todos fuimos testigos de algo mucho mejor. ¿Dónde quedaron las masas de críticos y de los que protestarían? Nunca aparecieron. En cambio más de 350 mil personas sobrellevaron grandes sacrificios con tal de poder escuchar personalmente al Papa y participar con él en la Misa".
"Millones le siguieron por televisión. Los libros del Papa son solicitados como nunca antes. El programa ‘La palabra del domingo’ esta vez dirigida por el Papa, se convirtió por primera vez en la historia en un verdadero éxito de rating. Y de seguro pocas veces antes se ha escuchado en Alemania tanto de inteligente, sabio y verdadero, tanto de lo fundamental".
Según Seewald hoy en día "ya no es posible pasar por alto estas palabras. Son la medida, la piedra de toque para los subsiguientes debates y para la renovación de la Iglesia católica en Alemania". Interrogado sobre las "sombras" del viaje del Papa a Alemania el periodista insistió en la masiva campaña de los medios en su contra.
"No pocas veces se recordó al pueblo de Nazaret, que no deseaba escuchar al Profeta de su propia tierra. ‘Es que no hace ningún milagro’, fue el lamento de muchos medios. Ellos trabajan como locos en una indisposición anímica contra el Papa, predican una nueva fe sin valores, y al mismo tiempo vienen con quejas de que las personas le están dando las espaldas a la Iglesia Católica. Cuando en realidad sucede que son porcentualmente bastante menos los que se separan de ella, si lo comparamos con los partidos, industrias, asociaciones. O incluso con la Iglesia protestante".
Fue impresionante, en cambio, según Seewald, ver a Benedicto XVI "atravesar la brava jauría mediática, sin perder si quiera por un segundo la compostura".
"Sí resulta penoso", agrega, "que hayan sido muchos los que no aprovecharon esta oportunidad para siquiera por una vez mostrar una auténtica fraternidad cristiana. Una parte del protestantismo sigue todavía entendiéndose a sí mismo sobre todo como un partido anti-papal".
"Antes se consideraba al hombre de Roma el anti-Cristo, hoy se le considera el anti-moderno. Sin embargo mucho más significativo es esto: que después del encuentro con el Papa se mostraron sumamente contentos nos solo los representantes ortodoxos, judíos y musulmanes, sino también el presidente de la Iglesia evangélica en Alemania, quien luego del encuentro con Benedicto XVI, afirmó textualmente: ‘Estoy satisfecho’".
El entrevistador de kath.net pregunta al periodista a quién se refería el Papa Benedicto cuando en la vigilia con los jóvenes decía que "el daño a la Iglesia no viene de sus oponentes, sino de los cristianos mediocres".
Seewald responde "probablemente a usted y a mí. El Papa es un alentador y un constructor de puentes, pero también uno que advierte. Todo cristiano necesita siempre nuevos impulsos para no detenerse en su desarrollo, en su camino, su testimonio, su conducta cristiana".
Seewald dice más adelante en la entrevista que el Papa llegó a Alemania a evidenciar los problemas, porque "él no desea una paz ficticia sino una que sea verdadera. Así que es todo menos uno que adorne la situación con palabras bonitas y pretenda maquillar la seriedad de la situación con eventos masivos, como el teólogo (Hans) Küng y sus compañeros afirman".
El periodista lamentó también que, como preámbulo del encuentro juvenil en Friburgo, los organizadores locales dieron oportunidad para que los jóvenes votaran sobre diversas preguntas tales como el sacerdocio femenino y homosexualidad, eliminado cualquier actividad de preparación espiritual.
"Quien hace algo así", dice Seewald, "no ha entendido cómo son las cosas hoy en día. Tampoco ha percibido lo serio de la situación. Con estas cosas uno se convierte en aliado de los líderes de opinión que con temas de segunda o tercera categoría vienen desde hace decenios conduciendo a la Iglesia a su antojo habiendo ocasionado con ello básicamente un estancamiento espiritual. Hoy las cosas están de tal modo, que son muchas las personas que no conocen en absoluto su fe. No saben del Evangelio, los Sacramentos".
Sin embargo, considera Seewald, "el Papa dio las pautas apropiadas. La suerte de la fe y de la Iglesia, dijo claramente, se decide en el contexto de la liturgia y la Eucaristía. El verdadero cambio es posible solo mediante la transformación del corazón".
"Para decirlo de manera simple: el Sucesor de Pedro quiere conducir a las fuentes. Y estas no son las suyas propias o las del Vaticano, sino aquellas en las que mana el ‘agua viva’. Y que exista una Iglesia que protege y cuida estas fuentes nos debe hacer sentir felices y seguros".

El Papa recuerda su viaje a Alemania como gran fiesta de fe


Como es habitual después de cada uno de sus viajes, el Papa Benedicto XVI pasó revista en la audiencia general de este miércoles a su visita a su tierra natal, Alemania, que realizó entre el 22 y el 25 de septiembre, a la que definió como "una gran fiesta de fe".
En la Plaza de San Pedro y ante miles de fieles presentes, el Santo Padre comentó que en este viaje pudo percibir "cómo Dios confiere a nuestra vida el sentido más profundo, la verdadera plenitud".
El Papa pasó revista a las etapas y lugares de su viaje comenzando por la capital, Berlín, donde ante el Parlamento federal o Bundestag expuso "el fundamento del derecho y del libre Estado de derecho, es decir la medida de cualquier derecho, grabado por el Creador en la naturaleza misma de su creación".
A esa visita siguió el encuentro con los representantes de la comunidad judía en Alemania en la que tras recordar "las raíces comunes en la fe del Dios de Abraham, Isaac y Jacob" se resaltó "los frutos obtenidos hasta ahora en el diálogo entre la Iglesia católica y el Judaísmo en Alemania".
Asimismo, en el coloquio con los miembros de la comunidad musulmana, el se destacó "la importancia de la libertad religiosa para el desarrollo pacífico de la humanidad".
Benedicto XVI manifestó su alegría por la nutrida participación en la Misa celebrada en el Estadio Olímpico de Berlín, cuya homilía estuvo dedicada a "la importancia de estar unidos a Cristo por nuestras vidas personales de creyentes y por nuestro ser Iglesia, su Cuerpo místico".
En la segunda etapa de su viaje el Papa visitó la región de Turingia, la cuna del protestantismo. De ahí el "énfasis particular del ecumenismo en este viaje", en el que se encontró con los miembros del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana en Erfurt, donde Martin Lutero entró en la comunidad agustina y fue ordenado sacerdote.
En el ex convento Agustino de esa localidad, dijo el Papa, "nos dimos cuenta una vez más de la importancia de nuestro testimonio común de fe en Jesucristo en el mundo actual" y que "es necesario un esfuerzo conjunto hacia el camino de la unidad plena".
Benedicto XVI precisó que "sólo Cristo puede darnos esa unidad, y estaremos cada vez más unidos en la medida en que volvamos a Él y nos dejemos transformar por Él".
El Santo Padre recordó las vísperas celebradas en el santuario mariano de Etzelsbach, situado en la región de Eichsfeld, "una franja de tierra que siempre fue católica en las diversas vicisitudes de la historia y cuyos habitantes se opusieron siempre con valor a las dictaduras del nazismo y el comunismo".
Durante la Misa celebrada en la Domplatz de Erfurt el Papa habló de los santos patronos de Turingia: Santa Isabel, San Bonifacio y San Kilian, y subrayó "el ejemplo luminoso de quienes fueron testigos del Evangelio en los sistemas totalitarios" invitando a los fieles a "ser santos de hoy, válidos testigos de Cristo, y a transformar realmente el mundo".
"Fue conmovedor el breve encuentro con Mons. Hermann Scheipers, el último sacerdote vivo que sobrevivió al campo de concentración de Dachau. En Erfurt, también tuve la oportunidad de encontrar a algunas de las víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos, a quienes aseguré mi pesar y mi cercanía a su sufrimiento", continuó el Papa.
La arquidiócesis de Friburgo fue la última etapa del viaje apostólico. Allí tuvo lugar la vigilia de oración con los jóvenes. "Fui feliz de ver que la fe en mi país natal tiene un rostro joven, que está viva y tiene futuro –recordó Benedicto XVI–. Repetí a los jóvenes que el Papa confía en su colaboración: con la gracia de Cristo, son capaces de traer al mundo el fuego de Dios".
En el seminario de esa ciudad, el Papa, quiso mostrar a los seminaristas "la belleza y la grandeza de su vocación (...) y brindarles ayuda para seguir el camino con alegría y profunda comunión con Cristo".
Durante su encuentro con los representantes de las Iglesias ortodoxas y ortodoxas orientales el Papa insistió en que la tarea común de católicos y ortodoxos es "ser levadura para la renovación de nuestra sociedad".
La Misa en el aeropuerto turístico de Friburgo fue otro punto culminante de la visita pastoral, que ofreció al Papa Benedicto "la oportunidad de dar las gracias a todos los que trabajan en diversas áreas de la vida eclesial, especialmente a los muchos voluntarios y empleados de las iniciativas de caridad".
"Son ellos los que hacen posible las muchas ayudas que la Iglesia en Alemania ofrece a la Iglesia universal, especialmente en tierras de misión. También les recordé que su valioso servicio será siempre fecundo cuando se derive de una fe auténtica vivida en unión con los obispos y el Papa, en unión con la Iglesia".
"Por último, antes de regresar hablé a un millar de católicos comprometidos en la Iglesia y en la sociedad, sugiriéndoles algunas reflexiones sobre la acción de la Iglesia en una sociedad secularizada, y la invitación a estar libre de cargas materiales y políticas para ser más transparente a Dios"
Finalmente el Papa dijo que "este viaje apostólico me ha ofrecido una ocasión propicia oportunidad para encontrarme con los fieles de mi patria alemana, para confirmarlos en la fe, en la esperanza y el amor, y compartir con ellos la alegría de ser católico. Pero mi mensaje iba dirigido a todo el pueblo alemán, para invitar a todos a mirar con confianza al futuro. Es cierto: ‘Dónde está Dios, allí hay futuro’".
En su saludo en español el Santo Padre se dirigió de manera particular a "las Religiosas de la Compañía de Santa Teresa de Jesús que celebran su Capítulo General; a los fieles de las Diócesis de Teruel y Albarracín; a los peregrinos de la Arquidiócesis de Santo Domingo, junto a su Obispo Auxiliar; a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Medellín, así como a los demás grupos venidos de España, Colombia, Chile, República Dominicana, México y otros países latinoamericanos".
"Invito a todos -concluyó- a dar gracias al Señor por esta Visita Apostólica a Alemania, suplicándole que, cuanto he podido sembrar en estos días, ayude a percibir cada vez más cómo Dios ofrece a todos un futuro. Muchas gracias.
En declaraciones a ACI Prensa, la joven de 26 años Desiré Villalobos, natural de Costa Rica, explicó que puedo ver de cerca al Pontífice, "y sentimos tal emoción en el corazón que pensamos que se nos iba a salir. El Papa tiene que ser una persona tan santa, que la paz, el gozo, la fortaleza, la alegría de Dios está dentro de él y lo irradia, fue una gran bendición verlo".
Asimismo, la peregrina Elvira Alba de 53 años, natural de Colombia, compartió su emoción con ACI Prensa: "ver al Papa fue un sueño, algo muy maravilloso e importante en mi vida".

domingo, 25 de septiembre de 2011

María enseña a no tener miedo a decirle sí a Dios, recuerda el Papa en ángelus


Al concluir la Misa en la explanada del aeropuerto turístico de Friburgo (Alemania) y antes del rezo del ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI recordó hoy que la Virgen María enseña a no tener miedo a decirle "sí" a Dios.
En su reflexión, el Santo Padre explicó que la oración del Ángelus remite al comienzo histórico de la salvación. De acuerdo al plan de Dios la Virgen se convertiría luego de la Anunciación-Encarnación en Madre del Redentor.
"De esta forma, María pronuncia el gran ‘sí’. Este ‘sí’ para ser sierva del Señor es la afirmación confiada al designio de Dios y a nuestra salvación. Y, finalmente, María nos dice este ‘sí’ a nosotros, que bajo la cruz fuimos confiados como hijos suyos. Nunca pone en duda esta promesa".
Por eso, dijo el Papa, a María "se le llama feliz, más aún, bienaventurada porque creyó en el cumplimiento de lo que le había dicho el Señor. Recitando ahora el Ángelus, podemos unirnos al ‘sí’ de María y adherirnos con confianza a la belleza del plan de Dios y de la providencia que Él, en su gracia, nos ha reservado".
Entonces, concluyó el Santo Padre, "el amor de Dios se hará casi carne también en nuestra vida, tomará cada vez más forma. En medio de todas nuestras preocupaciones, no debemos tener miedo. Dios es bueno".
"Al mismo tiempo, podemos sentirnos sostenidos por la compañía de tantos fieles de todo el mundo que ahora rezan el Ángelus con nosotros, a través de la televisión y la radio", concluyó..

Como Jesús, fieles deben vivir humildad, conversión y fe en Dios, dice el Papa en Misa en Friburgo


En la homilía de la Misa que celebró esta mañana en la explanada del aeropuerto turístico de Friburgo (Alemania), el Papa Benedicto XVI explicó que Dios nunca fuerza al hombre a seguirlo pese a ser Todopoderoso, y que cada fiel debe vivir su vida cristiana como Jesús: con humildad, conversión y profunda fe en Dios.
Ante los miles de fieles presentes llegados también de otros países cercanos como Polonia, Rusia, Francia y Suiza, y en presencia de los obispos de las 27 diócesis de Alemania, el Santo Padre dijo que Dios ejerce su poder de manera distinta a los hombres:
"Él mismo ha puesto un límite a su poder al reconocer la libertad de sus criaturas. Estamos alegres y agradecidos por el don de la libertad. Sin embargo, cuando vemos las cosas tremendas que suceden por su causa, nos asustamos", prosiguió.
Dios, que quiere la salvación de todos y cada uno, necesita que las personas abran sus corazones para que su misericordia obre en las personas, hace falta "que estemos dispuestos a abandonar el mal, a superar la indiferencia y a dar cabida a su Palabra. Dios respeta nuestra libertad. No nos coacciona".
Sobre la parábola del Evangelio de Mateo en la que se ve la respuesta de los hijos del dueño de la viña, en el que el que dijo "sí" termina por no ir, y el que dijo "no", sí va a trabajar en la viña, el Papa explicó que el mensaje de este pasaje "es claro: no cuentan las palabras, sino las obras, los hechos de conversión y de fe".
Las duras palabras de Jesús a los fariseos en las que advierte que las prostitutas están más adelantadas en la fe que ellos, continuó el Papa, pueden traducirse ahora "más o menos así: los agnósticos que no encuentran paz por la cuestión de Dios; las personas que sufren a causa de nuestros pecados y tienen deseo de un corazón puro, están más cercanos al Reino de Dios que los fieles rutinarios, que ya solamente ven en la Iglesia el boato, sin que su corazón quede tocado por la fe".
"De este modo, la palabra de Jesús nos debe hacer reflexionar, es más, nos debe impactar a todos. Sin embargo, esto no significa en modo alguno que todos los que viven en la Iglesia y trabajan en ella deban ser considerados alejados de Jesús y del Reino de Dios. No, absolutamente no".
El Papa agradeció luego la inmensa labor de ayuda que realiza la Iglesia en Alemania, de manera altamente eficaz en todo el mundo, y precisó que este servicio exige "un corazón abierto, que se deja conmover por el amor de Cristo, y así presta al prójimo que nos necesita más que un servicio técnico: amor, con el que se muestra al otro el Dios que ama, Cristo".
"Queridos amigos, en último término, la renovación de la Iglesia puede llevarse a cabo solamente mediante la disponibilidad a la conversión y una fe renovada", añadió el Santo Padre.
Benedicto XVI dijo que en la parábola también se puede ver a un "tercer hijo" que no se menciona, que responde "sí" y hace "sí" a la voluntad de Dios: Cristo.
El Señor es ejemplo de humildad y obediencia a Dios. Como Él, explicó el Papa, "así sus discípulos deben obedecer a Dios y tener entre ellos un mismo sentir. Queridos amigos, con Pablo me atrevo a exhortaros: Dadme esta gran alegría estando firmemente unidos a Cristo".
El Pontífice dijo también que "la Iglesia en Alemania superará los grandes desafíos del presente y del futuro y seguirá siendo fermento en la sociedad" si es que los fieles "tienen alta la antorcha de una fe inalterada y dejan que ella ilumine sus ricos conocimientos y capacidades".
"La Iglesia en Alemania seguirá siendo una bendición para la comunidad católica mundial, si permanece fielmente unida a los sucesores de San Pedro y de los Apóstoles, si de diversos modos cuida la colaboración con los países de misión y se deja también ‘contagiar’ en esto por la alegría en la fe de las iglesias jóvenes".
El Santo Padre dio luego una definición de la vida cristiana: "es una pro-existencia: un ser para el otro, un compromiso humilde para con el prójimo y con el bien común".
"Queridos fieles, la humildad es una virtud que hoy no goza de gran estima, pero los discípulos del Señor saben que esta virtud es, por decirlo así, el aceite que hace fecundos los procesos de diálogo, fácil la colaboración y cordial la unidad".
Benedicto XVI refirió luego que "Humilitas, la palabra latina para ‘humildad’, está relacionada con humus, es decir con la adherencia a la tierra, a la realidad. Las personas humildes tienen los pies en la tierra. Pero, sobre todo, escuchan a Cristo, la Palabra de Dios, que renueva sin cesar a la Iglesia y a cada uno de sus miembros".
Finalmente el Papa animó a pedir a "Dios el ánimo y la humildad de avanzar por el camino de la fe, de alcanzar la riqueza de su misericordia y de tener la mirada fija en Cristo, la Palabra que hace nuevas todas las cosas, que para nosotros es ‘Camino, Verdad y Vida’, que es nuestro futuro. Amén".

El Papa a seminaristas: Aprender a usar la razón es esencial para difundir la fe


En sus palabras improvisadas a un grupo de seminaristas con quienes se encontró ayer en el Seminario de Friburgo (Alemania), el Papa Benedicto XVI les recordó que es esencial aprender a usar la razón para difundir la fe.
El encuentro se realizó en la Capilla de San Carlos Borromeo en el citado seminario, en donde unos 60 seminaristas escucharon con mucha atención las palabras del Santo Padre que por primera vez durante su pontificado llega a esta región alemana.
Según informa el Vatican Information Service, luego de la adoración del Santísimo Sacramento y de la presentación del Arzobispo de Friburgo y Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Robert Zollitsch, el Papa dirigió a los seminaristas un discurso improvisado.
En sus palabras el Santo Padre animó a los seminaristas, indica la nota del VIS, a "profundizar en sus estudios ya que en nuestra época la relación entre fe y razón asume una importancia capital y, por tanto, aprender a utilizar la razón es fundamental para difundir la fe".
El Santo Padre también habló de la importancia del discernimiento, de la fidelidad y de la oración y subrayó la necesidad de la experiencia comunitaria, es decir, de la vida en comunidad y de la escucha de los demás, para vivir en la fe.
Según afirmó el vocero vaticano y Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, las palabras del Papa fueron una exhortación para los seminaristas durante el tiempo de formación y sobre la manera de vivirlo.

El Papa a jóvenes: Sean santos brillantes que iluminen con Cristo al mundo sombrío


En la homilía de la Vigilia que pronunció esta noche (hora local) ante miles de jóvenes reunidos en la Feria de Friburgo, el Papa Benedicto XVI alentó a todos los presentes a tener "la osadía de ser santos brillantes, en cuyos ojos y corazones reluzca el amor de Cristo, llevando así luz al mundo" que vive en la oscuridad.
El Santo Padre llegó a la Feria de Friburgo aproximadamente a las 07:00 p.m. en medio de un gran ambiente de fiesta en donde estaban jóvenes y adultos provenientes de diversas zonas de Alemania, así como algunos jóvenes políticos.
La Celebración comenzó con el saludo del Arzobispo de Friburgo, Mons. Robert Zollitsch, y el testimonio de 9 jóvenes provenientes de diversos ámbitos.
Luego se realizó la "ceremonia de la luz" en la que el Papa encendió 9 antorchas, portadas por los que dieron su testimonio, con las que luego se encendió las velas poco a poco a todos los presentes hasta iluminar toda la explanada de la Feria.
Luego de la lectura del Evangelio de Mateo en la que el Señor recuerda que los cristianos son la luz del mundo, el Papa leyó su homilía. Al comenzar dijo que "he pensado con gozo todo el día en esta noche, en la que estaría aquí con vosotros, unidos en la oración", frase que fue respondida con una gran ovación.
Benedicto XVI reconoció que "puede haber en nuestro entorno tiniebla y oscuridad y, sin embargo, vemos una luz: una pequeña llama, minúscula, que es más fuerte de la oscuridad, en apariencia poderosa e insuperable".
"Cristo, resucitado de entre los muertos, brilla en el mundo, y lo hace de la forma más clara, precisamente allí donde según el juicio humano todo parece sombrío y sin esperanza.
Él ha vencido a la muerte, vive, y la fe en Él, como una pequeña luz, penetra todo lo que es oscuridad y zozobra", subrayó el Papa.
El Pontífice dijo luego a los jóvenes que "la luz no se queda sola. A su alrededor se encienden otras luces" lo que explica que "ninguno llega a creer si no está sostenido por la fe de los otros y, por otra parte, con mi fe, contribuyo a confirmar a los demás en la suya. Nos ayudamos recíprocamente a ser ejemplos los unos para los otros, compartimos con los otros lo que es nuestro, nuestros pensamientos, nuestras acciones y nuestro afecto".
El Papa recordó luego que ante esta realidad, "no debemos silenciar el hecho de que el mal existe. Lo vemos en tantos lugares del mundo; pero lo vemos también, y esto nos asusta, en nuestra vida. Sí, en nuestro propio corazón existe la inclinación al mal, el egoísmo, la envidia, la agresividad".
"Queridos amigos, el apóstol San Pablo, se atreve a llamar ‘santos’ en muchas de sus cartas a sus contemporáneos, los miembros de las comunidades locales. Con ello, se subraya que todo bautizado es santificado por Dios, incluso antes de poder hacer obras buenas y actos concretos".
En el Bautismo, prosiguió, "el Señor enciende por decirlo así una luz en nuestra vida, una luz que el catecismo llama la gracia santificante. Quien conserva dicha luz, quien vive en la gracia, es ciertamente santo".
Cristo, dijo el Papa Benedicto, "no exige acciones extraordinarias, quiere, en cambio, que su luz brille en vosotros. No os llama porque sois buenos y perfectos, sino porque Él es bueno y quiere haceros amigos suyos".
"Sí, vosotros sois la luz del mundo, porque Jesús es vuestra luz. Vosotros sois cristianos, no porque hayáis cosas especiales y extraordinarias, sino porque Él, Cristo, es vuestra vida. Sois santos porque su gracia actúa en vosotros".
Seguidamente el Pontífice resaltó que "esta asamblea brilla en los diversos sentidos de la palabra: en la claridad de innumerables luces, en el esplendor de tantos jóvenes que creen en Cristo. Una vela puede dar luz solamente si la llama la consume. Sería inservible si su cera no alimentase el fuego".
"Permitid que Cristo arda en vosotros, aun cuando ello comporte a veces sacrificio y renuncia. No temáis perder algo y quedaros al final, por así decirlo, con las manos vacías.
Tened la valentía de usar vuestros talentos y dones al servicio del Reino de Dios y de entregaros vosotros mismos, como la cera de la vela, para que el Señor ilumine la oscuridad a través de vosotros".
Finalmente el Papa Benedicto XVI exhortó a tener "la osadía de ser santos brillantes, en cuyos ojos y corazones reluzca el amor de Cristo, llevando así luz al mundo. Confío que vosotros y tantos otros jóvenes aquí en Alemania sean llamas de esperanza que no queden ocultas. "Vosotros sois la luz del mundo". Amén".

Crisis de la Iglesia en Occidente es crisis de fe agravada por el relativismo, alerta el Papa


En su discurso a los representantes del Consejo del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZDK por sus siglas en alemán), el Papa Benedicto XVI señaló que la crisis de la Iglesia en Occidente es una crisis de fe, agravada por el relativismo campante que afecta también a quienes dicen saber dónde está la verdad o el sentido de la vida.
En su discurso el Papa se refirió al programa exposure del ZDK, con el que se ayuda a diversas iniciativas y comunidades en los países en vías de desarrollo. Una de las iniciativas que promueve hace que miembros del programa vivan en esos lugares a los que van a ayudar para conocer más de cerca su realidad.
El Santo Padre dijo que si Alemania fuera un destino de este programa, las personas que llegarían a este país, "con una mirada sin prejuicios, constatarían también mucha pobreza, pobreza en las relaciones humanas y en el ámbito religioso".
Benedicto XVI dijo luego que "vivimos en un tiempo caracterizado en gran parte por un relativismo subliminal que penetra todos los ambientes de la vida. A veces, este relativismo llega a ser batallador, dirigiéndose contra quienes afirman saber dónde se encuentra la verdad o el sentido de la vida".
Esta realidad, dijo, se plasma en el excesivo individualismo, en la imposibilidad de la renuncia o el sacrificio, en la disminución del "compromiso altruista por el bien común, en el campo social y cultural, o a favor de los necesitados. Otros ya no son idóneos para unirse de manera incondicional a un partner".
"Ya casi no se encuentra el valor de prometer fidelidad para toda la vida; el valor de optar y decir: ‘yo ahora te pertenezco totalmente’, o de buscar con sinceridad la solución de los problemas comprometiéndose con decisión por la fidelidad y la veracidad", prosiguió.El Papa dijo que actualmente "muchos carecen de la experiencia de la bondad de Dios" lo que debe cuestionar a los católicos.
Sobre la situación de Alemania, Benedicto XVI dijo que "la Iglesia está organizada de manera óptima. Pero, detrás de las estructuras, ¿se encuentra la fuerza espiritual correspondiente, la fuerza de la fe en un Dios vivo? Debemos decir sinceramente que hay un desfase entre las estructuras y el Espíritu".
"Y añado: La verdadera crisis de la Iglesia en el mundo occidental es una crisis de fe. Si no llegamos a una verdadera renovación en la fe, toda reforma estructural será ineficaz", precisó el Papa..
El Pontífice resaltó también que las personas necesitan poder expresar su nostalgia interior para lo cual "estamos llamados a buscar nuevos caminos de evangelización, caminos que podrían ser pequeñas comunidades donde se vive la amistad que se profundiza regularmente en la adoración comunitaria de Dios".
"Resulta claro que todos tienen necesidad de este alimento de amor, de la amistad concreta con los otros y con Dios. Pero sigue siendo importante la relación con la sabia vital de la Eucaristía, porque sin Cristo no podemos hacer nada".
Finalmente el Papa Benedicto XVI hizo votos para que "el Señor nos indique el camino para ser siempre luz del mundo y para mostrar a nuestro prójimo el camino hacia el manantial donde pueden satisfacer su más profundo deseo de vida".

El Papa: Católicos y ortodoxos deben buscar unidad plena y defender la vida y la familia


En su discurso a un grupo de representantes ortodoxos en el Seminario de Friburgo (Alemania), el Papa Benedicto XVI alentó a buscar la plena unidad entre esta comunidad y la Iglesia Católica, defendiendo al mismo tiempo valores esenciales como el derecho a la vida, el matrimonio entre un hombre y una mujer y la familia.
Antes del encuentro con los ortodoxos, el Santo Padre se reunió con el excanciller federal alemán, Helmut Kohl, quien estuvo acompañado de su esposa. Fue recibido por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, el Arzobispo de Friburgo, Mons. Robert Zollitsch y el Nuncio en Alemani, Mons. Jean-Claude Périsset.
Seguidamente el Papa se encontró con 15 representantes ortodoxos y ortodoxos orientales, en un encuentro en el que también participaron varios obispos y cardenales.
El discurso del Papa vino luego de las palabras de Mons. Zollitsch y del Presidente de la Conferencia Episcopal Ortodoxa en Alemania, el metropolita Augoustinos.
Benedicto XVI comenzó su alocución repitiendo "lo que ya he dicho en otras ocasiones: entre las Iglesias y las comunidades cristianas, teológicamente, la Ortodoxia es la más cercana a nosotros; católicos y ortodoxos poseen la misma estructura de la Iglesia de los orígenes. Por ello, podemos esperar que no esté muy lejano el día en que de nuevo podamos celebrar juntos la Eucaristía".
El Papa dijo que es "importante continuar el trabajo para aclarar las diferencias teológicas, porque su superación es indispensable para el restablecimiento de la plena unidad, que deseamos y por la que oramos".
El Santo Padre resaltó luego la importancia del testimonio de Dios que deben dar católicos y ortodoxos, ante la "actual tendencia de nuestro tiempo, en que son bastantes los que quieren, por así decir, ‘liberar’ de Dios a la vida pública".
Ambas comunidades, prosiguió, deben comprometerse "juntas en la protección de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural".
"La fe en Dios, creador de la vida, y el permanecer absolutamente fieles a la dignidad de cada persona fortalece a los cristianos para oponerse con ardor a cualquier intervención que manipule y seleccione la vida humana".
Por otra parte, subrayó el Papa, "conociendo como cristianos el valor del matrimonio y de la familia, nos preocupa, porque es importante, preservar de toda interpretación errónea la integridad y la singularidad del matrimonio entre un hombre y una mujer".
Finalmente el Papa invitó a mirar a la Virgen María, "la Hodegetria, la ‘guía del camino’, que es venerada también en Occidente bajo el título de ‘Nuestra Señora del Camino’. La Santísima Trinidad ha dado a María, la Virgen Madre, a la humanidad, para que Ella, con su intercesión, nos guíe a través del tiempo y nos indique el camino hacia el cumplimiento".
"A Ella nos encomendamos y presentamos nuestra petición de llegar a ser en Cristo una comunidad cada vez más íntimamente unida, para alabanza y gloria de su Nombre. Dios os bendiga a todos", concluyó.

Con Dios nuestro futuro está asegurado, dice el Papa Benedicto en Friburgo


En su saludo a los fieles reunidos en la Munsterplatz de Friburgo en la zona sur de Alemania, el Papa Benedicto XVI aseguró que con Dios "nuestro futuro está asegurado" porque Él da sentido a la vida y la lleva a la plenitud.
Luego de visitar la Catedral gótica dedicada a María Nuestra Señora y acompañado del Arzobispo de Friburgo y Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Robert Zollitsch, el Papa salud{o a los fieles a quienes agradeció su cálida acogida.
El Papa dijo que "como Sucesor del Apóstol Pedro, al que el Señor encomendó el encargo de confirmar a los hermanos, vengo gustoso a estar con vosotros para rezar juntos, para proclamar la Palabra de Dios y celebrar la Eucaristía".
"Os pido que recéis para que estos días sean fructíferos, de modo que Dios confirme nuestra fe, fortalezca nuestra esperanza y acreciente nuestro amor", prosiguió.
Benedicto XVI hizo luego votos para que "lleguemos a ser nuevamente conscientes del amor que Dios nos tiene y de su bondad, de forma que, con fe plena, nos pongamos a nosotros mismos en sus manos, así como todo lo que motiva nuestro corazón y es importante para nosotros".
"En Él, nuestro futuro está asegurado. Él da sentido a nuestra vida y puede llevarla a plenitud. El Señor os acompañe en la paz y os haga mensajeros de la alegría", concluyó.

Aunque sean pocos, los santos cambian el mundo, dice el Papa en Misa en Erfurt


Al presidir esta mañana (hora local) una Misa en la Domplatz de Erfurt ante unas 50 mil personas, el Papa Benedicto XVI explicó que los santos, aunque sean pocos, cambian el mundo con su testimonio público, a partir del don de la fe y desde la Iglesia Católica a la que pertenecen.
En una mañana soleada en la que se celebró la liturgia para venerar a la patrona local, Santa Isabel de Turingia (conocida también como Santa Isabel de Hungría) en medio de un clima de fiesta, el Papa fue recibido por el entusiasmo de los fieles y el tañido de las campanas de la Catedral.
En su homilía, el Papa recordó la historia de Erfurt del siglo XX, que tuvo que sufrir dos dictaduras: la nazi hace 70 años y la comunista hace 30 como parte de la República Democrática Alemana que hacía parte del bloque de la Cortina de Hierro donde la religión era reprimida.
Como resultado de ello, dijo, "actualmente, la mayoría de la gente en esta tierra vive lejana de la fe en Cristo y de la comunión de la Iglesia".
Sin embargo, aseguró Benedicto XVI, los últimos 20 años "presentan también experiencias positivas: un horizonte más amplio, un cambio más allá de las fronteras, una confiada certeza de que Dios no nos abandona y nos conduce por nuevos caminos. ‘Donde está Dios, allí hay futuro’".
El Santo Padre describió luego que la fe debe ir más allá de la libertad social lograda luego de la caída del Muro de Berlín. Es necesario por ello "buscar las raíces profundas de la fe y de la vida cristiana".
Benedicto XVI agradeció la fidelidad de los católicos, sacerdotes y laicos, que ante situaciones difíciles se mantuvieron firmes en la fe, durante la Segunda Guerra Mundial y en la dictadura comunista.
"Especialmente en Eichsfeld, muchos católicos resistieron a la ideología comunista. Que Dios les recompense abundantemente la perseverancia en la fe. El testimonio valiente y la confianza paciente en la providencia de Dios son como una semilla valiosa que promete un fruto abundante para el futuro".
El Papa pasó revista a los santos que brillaron en estas tierras, como Santa Isabel de Turingia llegada de Hungría, San Bonifacio que nació en Inglaterra y murió mártir, y San Kilian que era originario de Irlanda; además de los santos Eoban y Adelar.
"¿Qué es lo que estos santos tienen en común? ¿Cómo podemos describir y hacer fecunda para nosotros su particular forma de vida? Sí, los santos nos muestran que es posible y bueno vivir de manera radical la relación con Dios, poner a Dios en primer lugar y no como una realidad más entre otras"
El Pontífice dijo luego que la fe es el don que permite este vivir la santidad y que debe ser vivida dentro de la Iglesia, no solo de manera personal.
"En este sentido, se resalta lo importante que es el intercambio espiritual que se extiende a través de toda la Iglesia universal. Si nos abrimos a toda fe, en la historia entera y en los testimonios de toda la Iglesia, entonces la fe católica tiene futuro también como fuerza pública en Alemania".
Al mismo tiempo, prosiguió, "las figuras de los santos que he recordado nos muestran la gran fecundidad de una vida santa, de ese amor radical por Dios y por el prójimo. Los santos, aunque sólo sean pocos, también cambian el mundo".
El Papa resaltó luego que "no queremos escondernos en una fe solamente privada, sino que queremos usar de manera responsable la libertad lograda".
"Como los santos Kilian, Bonifacio, Adelar, Eoban e Isabel di Turingia, queremos salir como cristianos al encuentro de nuestros conciudadanos, e invitarlos a descubrir con nosotros la plenitud de la Buena Nueva".
Finalmente el Santo Padre hizo votos para que el tañido de la "Gloriosa" campana de la Catedral de Erfurt "nos aliente a hacer visible y audible, según el ejemplo de los santos, el testimonio de Cristo en el mundo en que vivimos".
Al finalizar la Misa y entre los aplausos de los fieles, se hizo sonar la famosa campana de la Catedral de Erfurt, la campana más grande del mundo que oscila libremente y que fue inaugurada en 1497. Mide dos metros y medio de alto.
El Papa luego se trasladó al aeropuerto de Erfurt, y a las 11:50 a.m. emprendió el vuelo hacia Friburgo para aterrizar en el aeropuerto de Lahr poco antes de las 1:00 p.m. en donde realizará una serie de actividades entre las que destaca la Vigilia de oración con los jóvenes.
Aunque sean pocos, los santos cambian el mundo desde la Iglesia, dice el Papa en Misa en Erfurt
ERFURT.- Al presidir esta mañana (hora local) una Misa en la Domplatz de Erfurt ante unas 50 mil personas, el Papa Benedicto XVI explicó que los santos, aunque sean pocos, cambian el mundo a partir del don de la fe y desde la Iglesia Católica a la que pertenecen.
En una mañana soleada en la que se celebró la liturgia para venerar a la patrona local, Santa Isabel de Turingia (conocida también como Santa Isabel de Hungría) en medio de un clima de fiesta, el Papa fue recibido por el entusiasmo de los fieles y el tañido de las campanas de la Catedral.
En su homilía, el Papa recordó la historia de Erfurt del siglo XX, que tuvo que sufrir dos dictaduras: la nazi hace 70 años y la comunista hace 30 como parte de la República Democrática Alemana que hacía parte del bloque de la Cortina de Hierro donde la religión era reprimida.
Como resultado de ello, dijo, "actualmente, la mayoría de la gente en esta tierra vive lejana de la fe en Cristo y de la comunión de la Iglesia".
Sin embargo, aseguró Benedicto XVI, los últimos 20 años "presentan también experiencias positivas: un horizonte más amplio, un cambio más allá de las fronteras, una confiada certeza de que Dios no nos abandona y nos conduce por nuevos caminos. ‘Donde está Dios, allí hay futuro’".
El Santo Padre describió luego que la fe debe ir más allá de la libertad social lograda luego de la caída del Muro de Berlín. Es necesario por ello "buscar las raíces profundas de la fe y de la vida cristiana".
Benedicto XVI agradeció la fidelidad de los católicos, sacerdotes y laicos, que ante situaciones difíciles se mantuvieron firmes en la fe, durante la Segunda Guerra Mundial y en la dictadura comunista.
"Especialmente en Eichsfeld, muchos católicos resistieron a la ideología comunista. Que Dios les recompense abundantemente la perseverancia en la fe. El testimonio valiente y la confianza paciente en la providencia de Dios son como una semilla valiosa que promete un fruto abundante para el futuro".
El Papa pasó revista a los santos que brillaron en estas tierras, como Santa Isabel de Turingia llegada de Hungría, San Bonifacio que nació en Inglaterra y murió mártir, y San Kilian que era originario de Irlanda; además de los santos Eoban y Adelar.
"¿Qué es lo que estos santos tienen en común? ¿Cómo podemos describir y hacer fecunda para nosotros su particular forma de vida? Sí, los santos nos muestran que es posible y bueno vivir de manera radical la relación con Dios, poner a Dios en primer lugar y no como una realidad más entre otras"
El Pontífice dijo luego que la fe es el don que permite este vivir la santidad y que debe ser vivida dentro de la Iglesia, no solo de manera personal.
"En este sentido, se resalta lo importante que es el intercambio espiritual que se extiende a través de toda la Iglesia universal. Si nos abrimos a toda fe, en la historia entera y en los testimonios de toda la Iglesia, entonces la fe católica tiene futuro también como fuerza pública en Alemania".
Al mismo tiempo, prosiguió, "las figuras de los santos que he recordado nos muestran la gran fecundidad de una vida santa, de ese amor radical por Dios y por el prójimo. Los santos, aunque sólo sean pocos, también cambian el mundo".
El Papa resaltó luego que "no queremos escondernos en una fe solamente privada, sino que queremos usar de manera responsable la libertad lograda".
"Como los santos Kilian, Bonifacio, Adelar, Eoban e Isabel di Turingia, queremos salir como cristianos al encuentro de nuestros conciudadanos, e invitarlos a descubrir con nosotros la plenitud de la Buena Nueva".
Finalmente el Santo Padre hizo votos para que el tañido de la "Gloriosa" campana de la Catedral de Erfurt "nos aliente a hacer visible y audible, según el ejemplo de los santos, el testimonio de Cristo en el mundo en que vivimos".
Al finalizar la Misa y entre los aplausos de los fieles, se hizo sonar la famosa campana de la Catedral de Erfurt, la campana más grande del mundo que oscila libremente y que fue inaugurada en 1497. Mide dos metros y medio de alto.
El Papa luego se trasladó al aeropuerto de Erfurt, y a las 11:50 a.m. emprendió el vuelo hacia Friburgo para aterrizar en el aeropuerto de Lahr poco antes de las 1:00 p.m. en donde realizará una serie de actividades entre las que destaca la Vigilia de oración con los jóvenes.

El Papa en Vísperas: María ayuda a entender que la vida debe ser respuesta al amor de Dios


En la homilía de las Vísperas Marianas que presidió ante unos 90 mil fieles en el Santuario Mariano de Etzelsbach en donde destacaban muchas banderas polacas por la cercanía a esa nación, el Papa Benedicto XVI señaló que la Madre de Dios "quiere hacernos comprender que toda nuestra vida debe ser una respuesta al amor rico en misericordia de nuestro Dios".
Antes de comenzar la oración y acompañado de un gran coro, el Obispo de Erfurt, Mons. Joachim Wanke se dirigió al Papa y le dijo que "lo saludamos en este santuario de peregrinación mariana. Recordamos aquellas muchas generaciones que han honrado a la Virgen en este lugar", frase que fue respondida por la ovación de los presentes.
"Es un evento especial que el Sucesor de Pedro rece con nosotros en Eichsfeld. Santo Padre, le damos de corazón la bienvenida. Con todo derecho se le puede llamar a este sitio el lugar de María. En ella han encontrado los hombres de todos los tiempos auxilio y consuelo", dijo luego el Prelado.
A su turno, una joven dirigió unas palabras al Papa. Señaló que "hay muchos cambios en el mundo y la Iglesia. También los cristianos buscamos nuevos caminos. Estos carteles detrás del altar dan testimonio de que nos preocupan las almas y el futuro de los hombres. Le pedimos su oración y bendición en estas nuevas vías que buscamos".
El Pontífice bendijo luego a esta joven junto a otros más de la comunidad católica de esta zona que durante muchos años estuvo en la República Democrática Alemana, cuando hacía parte del bloque ruso en donde la religión era reprimida en la llamada Cortina de Hierro.
El Papa recibió luego algunos regalos como una cruz y un cuadro de la Cáritas local.
La homilía del Papa
En su reflexión, el Santo Padre agradeció primeramente ver cumplido su "deseo de visitar Eichsfeld y de dar gracias con vosotros a la Virgen María en Etzelsbach", a lo que la multitud respondió con fuertes aplausos.
El Papa recordó que en este lugar "María nos da seguridad y nuevas fuerzas" y alentó a vivir la amistad especial con ella. "En dos dictaduras impías que han tratado de arrancar a los hombres su fe tradicional, las gentes de Eichsfeld estaba convencida de encontrar aquí, en el santuario de Etzelsbach, una puerta abierta y un lugar de paz interior", dijo.
Benedicto XVI afirmó luego que "nuestra confianza en la intercesión eficaz de la Madre de Dios y nuestra gratitud por la ayuda continuamente experimentada llevan consigo de algún modo el impulso a dirigir la reflexión más allá de las necesidades del momento".
"¿Qué quiere decirnos verdaderamente María cuando nos salva del peligro? Quiere ayudarnos a comprender la amplitud y profundidad de nuestra vocación cristiana. Con maternal delicadeza, quiere hacernos comprender que toda nuestra vida debe ser una respuesta al amor rico en misericordia de nuestro Dios", continuó el Santo Padre.
"Como si (María) nos dijera: entiende que Dios, que es la fuente de todo bien y no quiere otra cosa que tu verdadera felicidad, tiene el derecho de exigirte una vida que se abandone sin reservas y con alegría a su voluntad, y se esfuerce en que los otros hagan lo mismo".
El Papa resaltó luego que "cuando los cristianos se dirigen a María en todos los tiempos y lugares, se dejan guiar por la certeza espontánea de que Jesús no puede rechazar las peticiones que le presenta su Madre"
"Y se apoyan en la confianza inquebrantable de que María es también Madre nuestra; una Madre que ha experimentado el sufrimiento más grande de todos, que se da cuenta de todas nuestras dificultades y piensa en modo materno cómo superarlas".
El Papa hizo luego una reflexión sobre la imagen de la Virgen de Etzelsbach, en la que María sostiene al Crucificado como en la Piedad. La posición del Cuerpo de Cristo, permite ver que "los corazones de Jesús y de su Madre se dirigen uno al otro, se acercan el uno al otro. Se intercambian recíprocamente su amor".
"Sabemos que el corazón es también el órgano de la sensibilidad más delicada para el otro, así como el órgano de la íntima compasión. En el corazón de María encuentra cabida el amor que su divino Hijo quiere ofrecer al mundo".
El Santo Padre dijo luego que "no es la autorrealización la que lleva a la persona a su verdadero desarrollo, aspecto que hoy es propuesto como modelo de la vida moderna, pero que fácilmente puede convertirse en una forma de egoísmo refinado. Es, sobre todo, la actitud del don de sí mismo, que se orienta hacia el corazón de María y con ello hacia el corazón del Redentor".
Tras recordar que en la Cruz Jesús entregó a los hombres como Madre a María, el Papa Benedicto dijo que efectivamente "en la vida pasamos por vicisitudes alternas, pero María intercede por nosotros ante su Hijo y nos comunica la fuerza del amor divino".
"‘Donde está Dios, allí hay futuro’. En efecto: donde dejamos que el amor de Dios actúe totalmente sobre la vida, allí se abre el cielo", dijo luego.
Allí, concluyó el Papa, "es posible plasmar el presente, de modo que se ajuste cada vez más a la Buena Noticia de nuestro Señor Jesucristo. Allí, las pequeñas cosas de la vida cotidiana alcanzan su sentido y los grandes problemas encuentran su solución".
Al finalizar la homilía el Papa presidió un breve momento de adoración al Santísimo Sacramento y antes de retirarse dejó a los pies de la Virgen de Etzelsbach, uno de sus rosarios pontificios como ofrenda.

El Papa en celebración ecuménica: Tarea de cristianos es testimoniar a Dios vivo


En la homilía de la celebración ecuménica en la iglesia del antiguo Convento de los Agustinos de Erfurt, el Papa Benedicto XVI afirmó que la tarea actual de los cristianos es dar testimonio de Dios vivo a un mundo cada vez más secularizado.
En el evento participaron unas 300 personas durante la cual el obispo evangélico Friedrich Weber leyó el Salmo 146 en la traducción alemana de Martin Lutero y la presidenta del Sínodo de la Iglesia Evangélica Alemana, Katrin G. Eickhardt, pronunció un breve saludo. El Papa rezó la Oración por la Unidad de los Cristianos y el Cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos leyó la Oración Sacerdotal de Jesús, del Evangelio de San Juan.
Seguidamente el Santo Padre citó una cita del Evangelio de San Juan en la que Cristo habla al Padre: "No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos". Así, continuó el Papa, "en el Cenáculo, lo ha dicho Jesús al Padre, según el Evangelio de Juan. Él intercede por las futuras generaciones de creyentes. Mira más allá del Cenáculo hacía el futuro. Ha rezado también por nosotros y reza por nuestra unidad".
"Esta oración de Jesús no es simplemente algo del pasado. Él está siempre ante el Padre intercediendo por nosotros, y así está en este momento entre nosotros y quiere atraernos a su oración".
Ante los desafíos actuales, prosiguió, "en un encuentro ecuménico, no debemos lamentar solo las divisiones y las separaciones, sino agradecer a Dios por todos los elementos de unidad que ha conservado para nosotros y que continuamente nos da. Gratitud que debe ser al mismo tiempo disponibilidad para no perder la unidad alcanzada, en medio de un tiempo de tentación y de peligros".
"Creemos –dijo luego el Papa– que Dios nos ha hablado y se ha hecho uno de nosotros. La tarea común que actualmente tenemos, es dar testimonio de este Dios vivo".
Benedicto XVI afirmó también que en medio de la "ausencia de Dios" se hace evidente que "el hombre, en el hybris del poder, en el vacío del corazón y en el ansia de satisfacción y de felicidad, ‘pierde’ cada vez más la vida".
"La sed de infinito está presente en el hombre de tal manera que no se puede extirpar. El hombre ha sido creado para relacionarse con Dios y tiene necesidad de Él. En este tiempo, nuestro primer servicio ecuménico debe ser el testimoniar juntos la presencia del Dios vivo y dar así al mundo la respuesta que necesita", aseguró el Santo Padre.
"Queridos amigos, ¡fortifiquémonos en está fe! ¡Ayudémonos recíprocamente a vivirla! Esta es una gran tarea ecuménica que nos introduce en el corazón de la oración de Jesús", exhortó.
Tras alentar a defender al hombre siempre y en toda circunstancia ante amenazas como la eutanasia, el Papa Benedicto XVI explicó que "sin el conocimiento de Dios, el hombre se hace manipulable. La fe en Dios debe concretarse en nuestro común trabajo por el hombre".
Esta tarea de los cristianos exige de todos y cada uno la seria disposición de amar como Dios ama en quienes se hace "creíble el amor de Dios. Personas así son un signo importante para la verdad de nuestra fe".
El Papa explicó luego que "la fe de los cristianos no se basa en una ponderación de nuestras ventajas y desventajas. Una fe autoconstruida no tiene valor. La fe no es una cosa que nosotros excogitamos o concordamos. Es el fundamento sobre el cual vivimos. La unidad no crece mediante la ponderación de ventajas y desventajas, sino profundizando cada vez más en la fe mediante el pensamiento y la vida".
"De esta forma, en los últimos 50 años, y en particular también en la visita del Papa Juan Pablo II, hace 30 años, ha crecido mucho la comunión de la cual podemos estar agradecidos", agregó.
"Juntos podemos agradecer al Señor por el camino de la unidad por el que nos ha conducido, y asociarnos en humilde confianza a su oración: Haz, que todos seamos uno, como Tú eres uno con el Padre, para que el mundo crea que Él te ha enviado", concluyó.

Una fe pensada y vivida de modo nuevo salvará al cristianismo, dice el Papa a evangélicos


En su discurso esta mañana a los representantes de la Iglesia Evangélica Alemana (IEA) en el convento agustino de Erfurt en donde vivió Martín Lutero, el Papa Benedicto XVI señaló que "una fe pensada y vivida de un modo nuevo" será la que salve al cristianismo en medio de un mundo secularizado.
Después de visitar la Catedral de Erfurt, el Santo Padre se desplazó en automóvil hasta el antiguo convento de los Agustinos de la misma ciudad, en donde fue recibido por el Presidente de la IEA, Nikolaus Schneider, y por la Presidenta de la Iglesia Evangélica de Turingia, Ilse Junkermann, quienes lo acompañaron a la sala capitular, la única del edificio que se ha mantenido intacta desde los tiempos de Lutero.
En su discurso, el Papa hizo un análisis de lo que guió el camino de Lutero durante el siglo XVI. "Para él, la teología no era una cuestión académica, sino una lucha interior consigo mismo, y luego esto se convertía en una lucha sobre Dios y con Dios", dijo.
Seguidamente destacó que la pregunta que lo guió: "¿Cómo puedo tener un Dios misericordioso?" "No deja de sorprenderme que esta pregunta haya sido la fuerza motora de su camino. ¿Quién se ocupa actualmente de esta cuestión, incluso entre los cristianos? ¿Qué significa la cuestión de Dios en nuestra vida, en nuestro anuncio?"
Ante los propios males y pecados que contribuyen poco a poco a los grandes males del mundo como la droga, el ansia de poder y tener o la violencia, Benedicto XVI explicó que el mal "no es una nimiedad. No podría ser tan poderoso, si nosotros pusiéramos a Dios realmente en el centro de nuestra vida".
"La pregunta: ¿Cómo se sitúa Dios respecto a mí, cómo me posiciono yo ante Dios? Esta pregunta candente de Martín Lutero debe convertirse otra vez, y ciertamente de un modo nuevo, también en una pregunta nuestra. Pienso que esto sea la primera cuestión que nos interpela al encontrarnos con Martín Lutero".
Luego de recordar que el pensamiento de Lutero era cristocéntrico, el Papa explicó que "lo más necesario para el ecumenismo es sobre todo que, presionados por la secularización, no perdamos casi inadvertidamente las grandes cosas que tenemos en común, aquellas que de por sí nos hacen cristianos y que tenemos como don y tarea".
Tras alentar el "testimonio común del Dios de Jesucristo en este mundo, el Santo Padre, dijo que ante una nueva forma de cristianismo "de escasa densidad institucional, con poco bagaje racional, menos aún dogmático, y con poca estabilidad" es necesario cuestionarse sobre aquello que debe permanecer y lo que debe cambiar "ante la cuestión de nuestra opción fundamental en la fe".
Otra característica a tenerse en cuenta en la secularización, tan marcada en Alemania, en donde "la ausencia de Dios en nuestra sociedad se nota cada vez más, la historia de su revelación, de la que nos habla la Escritura, parece relegada a un pasado que se aleja cada vez más. ¿Acaso es necesario ceder a la presión de la secularización, llegar a ser modernos adulterando la fe?"
"Naturalmente, la fe tiene que ser nuevamente pensada y, sobre todo, vivida, hoy de modo nuevo, para que se convierta en algo que pertenece al presente", precisó.
"Ahora bien, a ello no ayuda su adulteración, sino vivirla íntegramente en nuestro hoy. Esto es una tarea ecuménica central. En esto debemos ayudarnos mutuamente, a creer cada vez más viva y profundamente".
Por ello, dijo, "no serán las tácticas las que nos salven, las que salven el cristianismo, sino una fe pensada y vivida de un modo nuevo, mediante la cual Cristo, y con Él, el Dios viviente, entre en nuestro mundo".
Finalmente el Papa dijo que "como los mártires de la época nazista propiciaron nuestro acercamiento recíproco, suscitando la primera apertura ecuménica, del mismo modo también hoy la fe, vivida a partir de lo íntimo de nosotros mismos, en un mundo secularizado, será la fuerza ecuménica más poderosa que nos congregará, guiándonos a la unidad en el único Señor".

Evangelio de fin de semana.


¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


domingo 25 Septiembre 2011. XXVI Domingo del Tiempo Ordinario A

Santo(s) del día : Santo Niño de la Guardia († 1489)

Evangelio según San Mateo 21,28-32.
"¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: 'Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña'.
El respondió: 'No quiero'. Pero después se arrepintió y fue.
Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: 'Voy, Señor', pero no fue.
¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?". "El primero", le respondieron. Jesús les dijo: "Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios.
En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por : Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein, (1891-1942), carmelita descalza, filósofa, mártir, co-patrona de Europa
Meditación para la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz

Obedientes al Padre, siguiendo al Hijo
        "¡Qué se haga tu voluntad!" (Mt 6,10) En esto ha consistido, toda la vida del Salvador. Vino al mundo para cumplir la voluntad del Padre, no sólo con el fin de expiar el pecado de desobediencia por su obediencia (Rm 5,19), sino también para reconducir a los hombres hacia su vocación en el camino de la obediencia.
        No se da a la voluntad de los seres creados, ser libre por ser dueño de sí mismo. Está llamada a ponerse de acuerdo con la voluntad de Dios. Si acepta por libre sumisión, entonces se le ofrece también participar libremente en la culminación de la creación. Si se niega, la criatura libre pierde su libertad. La voluntad del hombre todavía tiene libre albedrío, pero se deja seducir por las cosas de este mundo que le atraen y poseen en una dirección que la aleja de la plenitud de su naturaleza, como Dios manda y que han abolido la meta que se ha fijado en su libertad original. Además de la libertad original, pierde la seguridad de su resolución. Se vuelve cambiante e indecisa, desgarrada por las dudas y los escrúpulos, o endurecida en su error.
        Frente a esto, no hay otro remedio que el camino de seguir a Cristo, el Hijo del hombre, que no sólo obedecía directamente al Padre  del cielo, sino que se sometió también a los hombres que representaban la voluntad del Padre. La obediencia tal como Dios quería, nos libera de la esclavitud  que nos causan las cosas creadas y nos devuelve a la libertad. Así también el camino hacia la pureza de corazón.

lunes, 19 de septiembre de 2011

El Papa recibe a astronautas que dialogaron con él desde el espacio


El Papa Benedicto XVI recibió esta mañana a un grupo de astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) con quienes dialogó el pasado 21 de mayo, en la histórica conexión que unió por primera vez a un Pontífice con miembros de una misión de este tipo desde el espacio.
El encuentro se realizó en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, en donde el Santo Padre pasa unos días de reposo.
Entre los presentes estuvieron los italianos Roberto Vittori y Paolo Nespoli quienes le devolvieron la medalla de plata que tiene el fresco de la Creación de Miguel Ángel que adorna el techo de la Capilla Sixtina en el Vaticano y que los acompañó en la Estación Espacial.
El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, explicó que entre los regalos que hicieron los astronautas al Papa estaba un atlas del universo y un cuadro con una foto de la estación espacial, de la bandera vaticana y la bandera de la NASA.
El presidente de la Agencia Espacial Italiana, Enrico Saggese, y el director general de la Agencia Espacial Europea, Jean-Jacques Dordain, declararon sentirse muy emocionados y honrados porque el Papa los ha recibido, mostrando que los vuelos espaciales "son el símbolo de paz y cooperación internacional que preparan el futuro de la humanidad".
El 21 de mayo de este año, el Papa Benedicto XVI conversó sobre diversos temas con los astronautas de la EEI.
En aquella oportunidad el Papa comentó a Vittori que estar en la EEI, además de servir para la investigación científica, es "una aventura del espíritu humano, un poderoso estímulo para reflexionar sobre el origen y el futuro de universo y la humanidad. A menudo los creyentes miran el cielo ilimitado y meditan sobre el creador de todo, pensando en el misterio de su grandeza".

Cristianos deben ser siempre promotores de justicia y paz, dice el Papa


Al recibir esta mañana al sexto grupo de Obispos de la India en visita ad limina, el Papa Benedicto XVI señaló que los cristianos deben ser promotores de la justicia y la paz en esta nación, así como amantes de la verdad sobre Dios y el ser humano.
En su discurso en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, el Papa recordó que "la India cuenta –como parte de su rica y antigua herencia– con una amplia y notable presencia cristiana que ha contribuido a la sociedad y beneficiado la cultura de innumerables maneras, enriqueciendo así en ese país las vidas de un sinfín de ciudadanos y no solamente de los católicos".
"La Iglesia en la India, por encima de todo, proclama su fe y amor a la sociedad en general, y pone esta afirmación en práctica a través del interés por todos los aspectos de la vida espiritual o material de los demás", prosiguió.
En particular, dijo luego el Papa, "la Iglesia Católica es amiga de los pobres. Al igual que Cristo, acoge sin excepción a todos los que se acercan a ella para escuchar el mensaje divino de paz, esperanza y salvación. Más aún, obedeciendo al Señor, sigue haciéndolo sin distinción de ‘tribu, lengua pueblo y nación’, pues en Cristo, ‘somos un solo cuerpo’".
"Por tanto, es imperativo que el clero, los religiosos y catequistas de vuestras diócesis estén atentos a las diversas circunstancias lingüísticas, culturales y económicas de aquellos a quienes sirven".
Seguidamente Benedicto XVI advirtió que "hay que tener en cuenta los desafíos que la naturaleza misionera de la Iglesia conlleva. Debéis estar siempre preparados para extender el Reino de Dios y seguir las huellas de Cristo, que fue incomprendido, despreciado, falsamente acusado y que sufrió por amor a la verdad".
"No os asustéis cuando vuestro ministerio y el de vuestros sacerdotes y religiosos se vea sometido a esas pruebas. Nuestra creencia en la certeza de la resurrección de Cristo nos da la confianza y el coraje para hacer frente a todo lo que nos depare el destino y a seguir adelante en la construcción del Reino de Dios", exhortó.
El Santo Padre recordó que la Iglesia en India conmemoró hace poco el 25º aniversario de la primera visita apostólica de Juan Pablo II a ese país, y rememoró los encuentros de su antecesor con los líderes de otras religiones.
"Manifestando su respeto personal hacia sus interlocutores, este bendito Papa dio un auténtico testimonio de la importancia del diálogo interreligioso", dijo Benedicto XVI.
El Papa alentó luego a los obispos a "proseguir los esfuerzos de la Iglesia para promover el bienestar de la sociedad india, mediante la atención constante a la promoción de los derechos fundamentales –derechos compartidos por toda la humanidad–; y a invitar a los cristianos y los seguidores de otras tradiciones religiosas a asumir el desafío de afirmar la dignidad de todos los seres humanos".
Finalmente Benedicto XVI elevó sus oraciones "para que los seguidores de Cristo en la India sigan siendo promotores de la justicia, portadores de paz, personas de diálogo respetuoso, y amantes de la verdad sobre Dios y sobre el ser humano".

El Papa: Mi viaje a Alemania no es "show" ni turismo religioso, quiero que vuelvan a Dios


En un mensaje televisivo a sus compatriotas transmitido ayer, el Papa Benedicto XVI explicó que su viaje a Alemania entre el 22 y el 25 de septiembre, "no es turismo religioso y menos aún un show" sino un esfuerzo para que "Dios regrese a nuestro horizonte".
Así lo aseguró el Papa en su mensaje transmitido durante la "Wort zum Sonntag" de la televisión pública alemana ARD, difundida ayer sábado por la tarde.
En el video-mensaje Benedicto XVI recorrió algunos de los encuentros que sostendrá como el del Bundestag o Parlamento alemán en Berlín y el encuentro ecuménico en Erfurt, en la "iglesia agustiniana donde Lutero inició su camino".
Al respecto, dijo, "no esperamos ningún evento sensacional: de hecho, la verdadera grandeza del evento consiste propiamente en esto, que en este lugar podremos pensar juntos, escuchar la Palabra de Dios y rezar, y así estaremos íntimamente cerca y se manifestará un verdadero ecumenismo".
Sobre su viaje, el Pontífice dijo que "todo esto no es turismo religioso, y menos aún un ‘show’. ¿De qué se trata? Lo dice el lema de estos días: ‘Donde está Dios, ahí hay futuro’. Debería tratarse del hecho de que Dios regrese a nuestro horizonte, este Dios muy seguido totalmente ausente, pero del cual tenemos necesidad".
A quienes cuestionan a Dios "porque no podemos tocarlo como un utensilio o tomarlo en la mano como cualquier objeto", el Papa alentó a "desarrollar de nuevo la capacidad de la percepción de Dios, capacidad que existe en nosotros. Podemos intuir algo de la grandeza de Dios en la grandeza del cosmos. Podemos utilizar el mundo a través de la técnica, porque ello es construido de manera racional".
"En la gran racionalidad del mundo podemos intuir el espíritu creador del cual esto proviene, y en la belleza de la creación podemos intuir algo de la belleza, de la grandeza, de la bondad de Dios".
Benedicto XVI aseguró además que "en la Palabra de la Sagrada Escritura podemos sentir la palabra de vida eterna que no viene simplemente de los hombres, sino que viene de Él, y en ella sentimos su voz. Y finalmente, vemos casi a Dios también en el encuentro con las personas que han sido tocadas por Él".
"No pienso solamente en los grandes: de Pablo a Francisco de Asís, hasta la Madre Teresa; sino que pienso en tantas personas simples de las cuales ninguno habla", añadió.
"Sin embargo, cuando los encontramos, de ellos emana algo de bondad, de sinceridad, alegría, y nosotros sabemos que ahí está Dios y que Él nos toca también a nosotros".
Finalmente el Papa dijo que "en estos días queremos empeñarnos en volver a ver a Dios, en volver nosotros mismos a ser personas por medio de las cuales entre al mundo la luz de la esperanza, que es luz que viene de Dios y que nos ayuda a vivir".