miércoles, 30 de septiembre de 2009

La Iglesia influye si es "minoría creativa", asegura el Papa

Benedicto XVI está convencido de que la la Iglesia católica podrá incidir en el debate público en la medida en que sea una "minoría creativa". Así lo explicó a los periodistas que le acompañaban en la mañana de este sábado en el vuelo papal, de Roma a Praga, con quienes respondió a cinco preguntas que antes habían sido recogidas por el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede. Una de las preguntas constataba que, la República Checa, nación que el Papa visita entre el 26 y el 28 de septiembre, es "un país sumamente secularizado en el que la Iglesia católica es una minoría". "Yo diría que normalmente las minorías creativas determinan el futuro y, en este sentido, la Iglesia católica debe comprenderse como minoría creativa que tiene una herencia de valores que no son algo del pasado, sino una realidad muy viva y actual", aseguró el Santo Padre."La Iglesia debe estar presente en el debate público, en nuestra lucha por un auténtico concepto de libertad y de paz", afirmó. El Santo Padre considera que la contribución de la Iglesia debe tener lugar a tres niveles: intelectual, educativo y caritativo. Al afrontar el primer nivel, "el gran diálogo intelectual, ético y humano", subrayó en particular "el diálogo intelectual entre agnósticos y creyentes". "Ambos tienen necesidad del otro --subrayó--: el agnóstico no puede contentarse con no saber si Dios existe o no, debe estar en búsqueda y experimentar la gran herencia de la fe". Por otra parte, añadió, "el católico no puede contentarse con tener fe, debe estar en búsqueda de Dios, es más, en el diálogo con los demás vuelve a descubrir a Dios de manera más profunda". Al afrontar la contribución católica en el sector educativo, el pontífice constató que "la Iglesia tiene mucho que hacer y dar, en lo que se refiere a la formación". "Es un problema común a todo Occidente: la Iglesia tiene que actualizar, abrir al futuro su gran herencia", reconoció. Al presentar el desafío católico que plantea el tercer sector, la caridad, el Papa recordó que "la Iglesia siempre la ha tenido como signo de su identidad: salir en ayuda a los pobres, ser instrumento de la caridad". Como ejemplo de esta labor, el obispo de Roma presentó la Cáritas, que "hace muchísimo en las diferentes comunidades, en las situaciones de necesidad, y ofrece mucho también a la humanidad que sufre en los diferentes continentes, dando así un ejemplo de responsabilidad para los demás, de solidaridad internacional, que es también condición para la paz". Por Jesús Colina

El Papa a la ONU: Quienes abusan de los recursos deben pagar los costos

Benedicto XVI ha hecho un llamamiento a los gobiernos del mundo para exigir que quienes abusan de los recursos naturales carguen con los costos que esto supone, en vez de descargarlos sobre otros pueblos o las futuras generaciones. La firme reivindicación del pontífice ha resonado en el palacio de cristal de las Naciones Unidas de Nueva York, a través de un videomensaje en inglés, que fue transmitido durante la Cumbre sobre cambio climático, que se celebró el 22 de septiembre. En su intervención el Papa exige que "la comunidad internacional y cada gobierno den las señales adecuadas a sus ciudadanos y logren contrarrestar formas peligrosas de utilización del ambiente". "Los que agotan los recursos compartidos deben reconocerlo claramente y cargar con los costes económicos y sociales de ese hecho, que no deben recaer sobre otros pueblos o sobre las generaciones futuras", alerta el obispo de Roma. "La protección del ambiente y la salvaguardia de los recursos y del clima --subraya-- obliga a todos los responsables a aunar sus esfuerzos, respetando la ley y promoviendo la solidaridad con las regiones mas frágiles del mundo".
Pero el video del Papa, que fue grabado el pasado 26 de agosto durante la audiencia general de los miércoles, es un mensaje de esperanza. "Juntos podemos alcanzar un desarrollo humano integral beneficioso para todos los pueblos --dice--, en el presente y en el futuro, un desarrollo inspirado por los valores de caridad y verdad".

Para ello, según Benedicto XVI, "es esencial que el modelo actual de desarrollo global se transforme mediante la toma de conciencia de una responsabilidad más amplia y compartida con la creación: lo exigen no sólo factores ambientales, sino también el escándalo del hambre y la pobreza".

El Papa concluye invitando a los participantes en la cumbre de Naciones Unidas a afrontar las discusiones "de forma constructiva y con valor generoso".

"Todos estamos llamados a administrar responsablemente la creación y a utilizar sus recursos de forma que cada ser humano y cada comunidad viva con dignidad y atestigüe la alianza entre los seres humanos y el ambiente, que debería reflejar el amor creador de Dios", dice. La cumbre sobre el cambio climático se celebró con la vista puesta en la Conferencia de Copenhague de diciembre en la que habrán de renovarse los acuerdos de Kioto sobre limitación de emisiones de gases de efecto invernadero.

Benedicto XVI y la Economía de Comunión

La gente busca significado a su trabajo, formas de ayudar a los demás y defender el medio ambiente, sin que esto se oponga a generar beneficios, y Benedicto XVI ha señalado el camino, afirma un miembro de Economía de Comunión. John Mundell es presidente y fundador de Mundell y Asociados, una empresa de asesoría medioambiental con sede en Indianápolis. En esta entrevista con ZENIT, explica algunas razones por las que Benedicto XVI ha incorporado la Economía de Comunión, una red de negocios mundial en crecimiento, a su última encíclica, "Caritas in Veritate". --¿Cuáles son algunos de los principios básicos de la Economía de Comunión? --Mundell: Para comprender la Economía de Comunión, hay que comenzar por entender lo que significa la palabra "comunión" en el vocabulario de la Iglesia católica, y lo que implica una espiritualidad que incluya la comunión. ¿Cómo vivimos como "iglesia" o como pueblo unido, y qué significa esto? ¿Cómo cuadra esto en el mensaje y misión de Jesús? Cuando se empieza a comprender esto, la base fundamental de la Economía de Comunión, el resto surge como consecuencia natural. La Economía de Comunión nació de una idea surgida dentro del Movimiento Focolar y de su fundadora, Chiara Lubich, cuando en 1991 visitaba Brasil y la comunidad focolar local. La semana anterior había estado leyendo la encíclica de Juan Pablo II "Centesimus Annus", una reflexión a los cien años de la primera encíclica social de la Iglesia del Papa León XIII. Chiara estaba especialmente interesada en el tema de la implicación de la Iglesia en la esfera social del mundo. Además, al llegar a Brasil se percató de las necesidades de los pobres en la comunidad focolar local. Nuestra comunidad de allí tenía gente que era rica, pero también tenía gente que sufría y necesitaba ayuda en alimento, educación y abrigo. Lo que Clara vio es que, a pesar de que los focolares habían practicado una comunión de bienes durante los 50 años de su historia hasta aquel momento, a pesar loes esfuerzos individuales por compartir y ayudar a quienes estaban en necesidad dentro de nuestra propia comunidad, todavía nos quedábamos cortos, y era necesario hacer algo más. Así nació la idea de emprender negocios que pudieran funcionar, compartir beneficios y ayudar a los necesitados asociados a la comunidad. Desde 1991, este movimiento comenzó a extenderse en el mundo focolar, y 18 años después tenemos más de 750 negocios implicados en la Economía de Comunión. Es lago arraigado en la experiencia de los primeros cristianos, una comunidad que se decía que era una en corazón y en mente, donde no había personas necesitadas entre ellos. La idea de retomar aquella experiencia de los primeros cristianos dio lugar a esta forma de hacer negocios. La misión es promover una cultura del dar y de justicia social a través de estos negocios que están animados por el valor de la fraternidad universal. Estos negocios existen para dar beneficios, y están presentes en todos los continentes. Creo que estamos en 50 países. Cerca de la mitad de las organizaciones son negocios de servicios, un cuarto de ellos de fabricación, y el resto de venta al por menor. Los beneficios de estos negocios son puestos en común. Una parte de los beneficios se queda dentro de la empresa para ayudarla a crecer, porque sin capital las empresas pueden estancarse. Otra parte de los beneficios va a educar a la gente en esta cultura del dar, en esta actitud de la Economía de Comunión. Celebramos seminarios, conferencias y encuentros para propagar estas ideas. La última parte de los beneficios va directamente a los pobres, para ayudar en las necesidades básicas, alimento, abrigo, educación y cuidados sanitarios. Pero es un poco diferente que el regalo filantrópico de los beneficios. Tenemos relación con los pobres de cada localización geográfica, y sabemos de verdad todo sobre su vida. También se leve como social iguales en esta Economía de Comunión. De esta forma, cuando expresan sus necesidades, esto se considera como algo que tiene el mismo valor para nosotros que nuestro compartir nuestros recursos económicos. Alguien lo comparó a lo siguiente: no dar pescado a una persona, ni enseñarle a pescar, sino pescar con él. En la Economía de Comunión pescamos con ellos. No es algo que hagamos a parte o para ellos, es algo que hacemos juntos. Esto es un cambio de mentalidad total del concepto de responsabilidad social corporativa y de la noción clásica de negocios que ayudan a los pobres. --Mucha gente ve los valores del mundo de los negocios empresariales como opuestos a los de la caridad y justicia social cristianas. ¿Cómo han logrado que ambos sean capaces de funcionar de común acuerdo? --Mundell: Creo que esta idea de incorporar la misión social dentro de los negocios ya está madura y hemos visto mucho sobre esto en los últimos tres o cuatro años. Hemos visto un interés creciente en la idea de la responsabilidad social corporativa. Muchas organizaciones, incluso empresas del Fortune 500, se han vuelto más conscientes de sus responsabilidades sociales en sus operaciones comerciales. Hablan de un trasfondo triple: personas, planeta, beneficios. La personas, porque están interesadas en ayudar con los problemas sociales; planeta, porque quieren estar concienciados con el medio ambiente; beneficios, porque necesitan sostener sus negocios. Esta idea de la responsabilidad social corporativa está en el mundo laico, y la gente se está sumando a ella. Se dan cuenta de que deben a sus accionistas un rendimiento por sus inversiones, pero también se dan cuentan de que ser responsables corporativamente también es bueno para los negocios. Se podría decir que están siendo corporativamente responsables porque les es económicamente ventajoso. Pero creo que, no obstante, lo hacemos, y, sea cuál sea la motivación, es algo bueno. La Economía de Comunión puede considerarse como parte de este movimiento general de responsabilidad social corporativa, pero en realidad es mucho más que eso. Es un modelo diferente, porque, en la actual tendencia, hay un montón de negocios individuales que intentan funcionar bien, pero sin estar conectados a nada más. En la Economía de Comunión, incorporamos el modelo de las primeras comunidades cristianas, y actuamos como 750 negocios en una red que tiene relaciones globales. Estamos en contacto unos con otros, e intentamos funcionar de la misma forma. De este modo, podemos hacer circular las necesidades y el movimiento de recursos a diversos lugares del mundo que los requieran, basados en una forma colectiva de pensar. La Economía de Comunión podría denominarse una "forma colectiva de vivir nuestra espiritualidad", la espiritualidad focolar de la unidad sobre la que Juan Pablo II habló en las anteriores encíclicas. La espiritualidad de comunión influye en la forma en que actuamos como propietarios de negocios, porque nos centramos en las relaciones y en la persona humana como punto focal de la empresa. Desde un punto de vista cristiano, tenemos el potencial de desarrollar estas relaciones hasta el punto de que haya un amor mutuo. Y como Cristo dijo, "donde dos o tres estén reunidos en mí nombre, allí estoy yo en medio de ellos". De esta forma, podemos tener de verdad la presencia de Dios, de Cristo, en estas relaciones. Nuestro es un poco diferente, pero está dentro de la esfera de este discurso sobre empresas sociales, empresarios sociales o responsabilidades corporativas sociales. Ahora estamos dentro de este debate, especialmente ahora que el Papa ha mencionado la Economía de Comunión en la encíclica. --¿Cómo propagan estos negocios la postura de poner a la persona en el centro, promovida por la Economía de Comunión? --Mundell: Primero está simplemente la forma en que tratan a sus empleados, y actúan con sus clientes, sus competidores, y las personas que los rodean en sus negocios diarios. No piensan a corto plazo. No se aprovechan de una situación económica con un cliente, sino que más bien intentan tener una actitud evangélica de amor cuando interactúan con sus empleados y con los negocios locales. Se guían por la calidad, pero por la calidad no sólo para obtener beneficios, más bien se trata de ayudar al cliente de forma sincera, de lograr sus metas y objetivos. La gente que trabaja dentro de los negocios así como los clientes siente algo diferente. Algunas veces estos clientes pregunta: ¿Cuál es la motivación que está detrás de este negocio? Nunca he visto a gente actuar de esta forma". En segundo lugar, es la forma en que el negocio opera en su comunidad local. Por ejemplo, aquí en Indianápolis, vemos a muchos negocios que atraviesan dificultades en la crisis económica. Decidimos intentar no sólo mantenernos económicamente viables, sino también ayudar a estos otros pequeños negocios a intentar encontrar oportunidades para colaborar o aportarles trabajo. En tiempos difíciles como estos, ir más allá de uno mismo para ayudar alguien, incluso cuando no parece que esto ayude a tu propio negocio, es reconocido por la comunidad local. También hacemos cosas como labor en colegios y con iglesias locales. En Norteamérica hay un montón de buenos negocios que son activos a nivel local. También hacemos eso, pero intentamos ir más allá de lo que se espera para convertirnos en parte de la comunidad local. Por último, una cosa que hemos establecido es un programa internacional de internos, donde tenemos a jóvenes de todo el mundo que vienen y trabajan en estos negocios para intentar comprender cómo llevar adelante una organización de modo ético, con un cierto sistema de principios morales. Estos internos vienen de diversos campos, gestión, ingeniería, administración, etc. Vienen tanto a aprender el aspecto técnico, para ser mejores en lo que hacen, como también el aspecto empresarial, el corazón y el alma del negocio y cómo llevarlo adelante. Este programa se acaba de lanzar, en los últimos tres a cinco años. Este año nuestro negocio tiene cuatro internos, de Argentina, Brasil, Italia y España. Vinieron a aprender más sobre la labor medioambiental, pero también a comprender como funciona un negocio según los principios de que habla el Papa, cuando tienes un sentido de comunión y de relación como base del negocio. --¿Qué impacto ha tenido en otros países? --Mundell: En algunos países como Brasil y Filipinas, la Economía de Comunión ha tenido un impacto sustancial en la ayuda a los pobres, y ha sido reconocida por los organismos gubernamentales. El presidente de Brasil, por ejemplo, conoce la Economía de Comunión, porque ha ayudado a los pobres en las favelas, los barrios que rodean Sao Paulo, donde están las comunidades focolares. Enviamos muchos recursos allí de los negocios, y esto ha ayudado a emplear a los pobres y se ha convertido en un modelo sostenible. También tenemos un programa de microcréditos que está en marcha, que es relativamente nuevo, porque en los últimos dos o tres años hemos comprendido que no se trata sólo de lograr beneficios y donarlos. Lo importante es cómo se distribuyen, cómo anima, sigue y mantiene al pobre a salir de su pobreza hacia un futuro más sostenible. Este es el verdadero reto, hacer esto mientras se respeta su integridad y que no se considere que tiene el viejo estilo de los bienhechores.

La sociedad necesita personas “creyentes y creíbles”, afirma el Papa

Benedicto XVI afirmó que la sociedad necesita hoy personas “con temor de Dios y coherentes”, en la homilía en la Misa de la fiesta de San Wenceslao, patrón de la nación checa, celebrada este lunes en la explanada de la via Melnik, en la ciudad de Stará Boleslav, La misa se celebró en presencia de 45 mil personas, entre ellas el presidente del país – a quien el Papa felicitó por su santo - y especialmente un nutrido grupo de jóvenes. Stará Boleslav es el lugar donde san Wenceslao, soberano de los checos, murió mártir a manos de su hermano Boleslao, en el año 935. Poniendo el ejemplo del santo, el Papa afirmó que “hoy se necesitan personas que sean “creyentes” y “creíbles”, dispuestas a difundir en cada ámbito de la sociedad esos principios e ideales cristianos en los que se inspira su acción”. Y continuó: “Esto es la santidad, vocación universal de todos los bautizados, que empuja a cumplir el propio deber con fidelidad y valentía, mirando no el propio interés egoísta, sino el bien común, y buscando en todo momento la voluntad divina”. En el último día de su viaje apostólico a la República Checa, el Papa reconoció la dificultad de este objetivo, pero destacó que los santos muestran que puede lograrse. Su ejemplo, destacó, “nos anima a los que nos llamamos cristianos a ser creíbles, es decir, coherentes con los principios de la fe que profesamos”. En su homilía, iniciada con un saludo al Presidente de la República y a todo el pueblo checo en el día de su fiesta nacional, recordó algunos hechos de la vida del mártir. “El joven soberano Wenceslao se mantuvo fiel a las enseñanzas evangélicas que le había impartido su santa abuela, la mártir Ludmilla”, explicó. “Siguiéndolas, aún antes de comprometerse en la construcción de una convivencia pacífica dentro de la Patria y con los países limítrofes, se empeñó en propagar la fe cristiana, llamando a sacerdotes y construyendo iglesias”, prosiguió. También recordó que el mártir, “animado por el espíritu evangélico, llegó a perdonar incluso al hermano, que había atentado contra su vida”. El pontífice subrayó que este rey santo “tuvo el valor de anteponer el reino de los cielos a la fascinación del poder terrenal”. Para Benedicto XVI, su lección de vida fue que “no basta, de hecho, parecer buenos y honrados, hay que serlo realmente; y bueno y honrado es aquel que no cubre con su yo la luz de Dios, no se pone delante a sí mismo, sino que deja ver a Dios a través suyo”. “¿En nuestros días la santidad es aún actual” o “no es más bien un tema poco atrayente e importante?”, se preguntó. “¿No se buscan hoy más el éxito y la gloria de los hombres? ¿Cuánto dura, sin embargo, y cuanto vale el éxito terrenal?”. “El valor auténtico de la existencia humana no se mide sólo con los bienes terrenales y los intereses pasajeros –indicó-, porque no son las realidades materiales las que apagan la sed profunda de sentido y de felicidad que hay en el corazón de cada persona”. Además de señalar que el “éxito terrenal” tiene escaso valor, recordó la caída, en el siglo pasado, de muchos poderosos que negaban a Dios. “Quien negaba y sigue negando a Dios y, en consecuencia, no respeta al hombre, parece tener la vida fácil y conseguir un éxito material –advirtió-. Pero basta rascar la superficie para constatar que, en estas personas, hay tristeza e insatisfacción”. El Santo Padre destacó que sólo quien tiene “en el corazón el santo “temor de Dios”, tiene confianza también en el hombre y emplea su existencia en construir un mundo más justo y más fraterno”.

La unidad de los cristianos mostrará a Europa sus raíces, dice el Papa

Benedicto XVI ha dado este domingo un fuerte impulso a la unidad de los cristianos, separados en diferentes confesiones, pues está convencido de que su comunión mostrará con más evidencia a Europa sus raíces.
Fue la consigna que el Santo Padre dejó a los representantes de las Iglesias cristianas presentes en la República Checa con quienes se reunió en la tarde, en la Sala del Trono del Arzobispado de Praga.
Según el Papa la unidad de los cristianos es necesaria para que Europa redescubra sus raíces, "no porque se hayan marchitado", advirtió. "¡Al contrario! Es por el hecho de que siguen -de manera tenue pero al mismo tiempo fecunda-- ofreciendo al continente el apoyo espiritual y moral que permite establecer un diálogo significativo con personas de otras culturas y religiones". Por eso confesó que reza "para que estas iniciativas ecuménicas den fruto no sólo para continuar el camino de la unidad de los cristianos, sino por el bien de toda la sociedad europea".De hecho, el Papa reconoció que en estos momentos surgen en Europa "nuevos intentos orientados a marginar la influencia del cristianismo en la vida pública, en ocasiones con el pretexto de que sus enseñanzas son dañinas para el bienestar de la sociedad". El Papa reconoció que "este fenómeno nos pide que nos detengamos a reflexionar". Es más, pidió una "autocrítica de la edad moderna" y una "autocrítica del cristianismo moderno", "en particular sobre la esperanza que pueden ofrecer a la humanidad". Para hacer este examen de conciencia, planteó esta pregunta: "¿qué tiene que decir el Evangelio a la República Checa y más en general a toda Europa, en un período marcado por la difusión de diferentes visiones del mundo?". "El cristianismo puede ofrecer mucho a nivel práctico y moral, porque el Evangelio siempre impulsa a hombres y mujeres a ponerse al servicio de sus hermanos y hermanas. Pocos podrían contradecirlo."Cuando Europa escucha la historia del cristianismo, está escuchando su misma historia --aclaró--. Sus nociones de justicia, libertad y responsabilidad social, junto a las instituciones culturales y jurídicas establecidas para defender estas ideas y transmitirlas a las generaciones futuras, están plasmadas en su herencia cristiana. En realidad, la memoria del pasado anima sus aspiraciones futuras". Tras el encuentro con los representantes cristianos, el Papa se dirigió al castillo de Praga para reunirse con los representantes del mundo académico checo.


Benedicto XVI: san Wenceslao, el vencido que venció


Ofrecemos a continuación la homilía pronunciada hoy por el Papa Benedicto XVI, en la Eucaristía celebrada en la vía Melnik, en Stará Boleslav, con motivo de la fiesta nacional de san Wenceslao, patrón de la República Checa, donde el Santo Padre se encuentra estos días de Visita Apostólica.

****** Señores cardenales, venerados hermanos en el Episcopado y en el Sacerdocio, queridos hermanos y hermanas, queridos jóvenes, con gran alegría os encuentro esta mañana, mientras se va concluyendo mi viaje apostólico a la amada República Checa. Dirijo a todos mi cordial saludo, de modo particular al cardenal arzobispo, al que estoy agradecido por las palabras que me ha dirigido en vuestro nombre, al principio de la celebración eucarística. Mi saludo se extiende también a los otros cardenales, a los obispos, a los sacerdotes y a las personas consagradas, a los representantes de los movimientos y de las asociaciones laicales y especialmente a los jóvenes. Saludo con deferencia al señor Presidente de la República, al que presento un cordial augurio con ocasión de su fiesta onomástica; augurio que quiero extender a todos aquellos que llevan el nombre de Wenceslao, y a todo el pueblo checo en el día de su fiesta nacional. Esta mañana nos reúne en torno al altar el recuerdo glorioso del mártir san Wenceslao, del que he podido venerar su reliquia, antes de la Santa Misa, en la basílica dedicada a él. Él derramó su sangre sobre vuestra tierra y su águila, elegida por vosotros como símbolo de esta visita – lo ha recordado hace poco vuestro cardenal arzobispo – constituye el emblema histórico de la noble nación checa. Este gran santo, que a vosotros os gusta llamar “eterno” Príncipe de los Checos, nos invita a seguir fielmente a Cristo, nos invita a ser santos. Él mismo es modelo de santidad para todos, especialmente para cuantos guían la suerte de las comunidades y de los pueblos. Pero nos preguntamos: ¿en nuestros días la santidad es aún actual? ¿O no es más bien un tema poco atrayente e importante? ¿No se buscan hoy más el éxito y la gloria de los hombres? ¿Cuánto dura, sin embargo, y cuanto vale el éxito terrenal? El siglo pasado – y esta tierra vuestra ha sido testigo de ello – ha visto caer a no pocos poderosos, que parecían haber alcanzado alturas casi inalcanzables. De repente se encontraron privados de su poder. Quien negaba y sigue negando a Dios y, en consecuencia, no respeta al hombre, parece tener la vida fácil y conseguir un éxito material. Pero basta rascar la superficie para constatar que, en estas personas, hay tristeza e insatisfacción. Sólo quien conversa en el corazón el santo “temor de Dios” tiene confianza también en el hombre y emplea su existencia en construir un mundo más justo y más fraterno. Hoy se necesitan personas que sean “creyentes” y “creíbles”, dispuesta a difundir en cada ámbito de la sociedad esos principios e ideales cristianos en los que se inspira su acción. Esto es la santidad, vocación universal de todos los bautizados, que empuja a cumplir el propio deber con fidelidad y valentía, mirando no al propio interés egoísta, sino al bien común, y buscando en todo momento la voluntad divina. En el pasaje evangélico hemos escuchado, al respecto, palabras muy claras: “¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?” (Mt 16,26). Nos estimula así a considerar que el valor auténtico de la existencia humana no se mide sólo con los bienes terrenales y los intereses pasajeros, porque no son las realidades materiales las que apagan la sed profunda de sentido y de felicidad que hay en el corazón de cada persona. Por esto Jesús no duda en proponer a sus discípulos el camino “estrecho” de la santidad: “Quien pierda su vida por mí, la encontrará” (v. 25). y con decisión nos repite esta mañana: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (v. 24). Ciertamente es un lenguaje duro, difícil de aceptar y de poner en práctica, pero el testimonio de los santos y de las santas nos asegura que es posible a todos, si uno se fía y se confía a Cristo. Su ejemplo nos anima a los que nos llamados cristianos a ser creíbles, No basta de hecho parecer buenos y honrados, hay que serlo realmente. Y bueno y honrado es aquel que no cubre con su yo la luz de Dios, no se pone delante a sí mismo, sino que deja ver a Dios a través suya. Esta es la lección de vida de san Wenceslao, que tuvo el valor de anteponer el reino de los cielos a la fascinación del poder terrenal. Su mirada no se despegó nunca de Jesucristo, que sufrió por nosotros, dejándonos un ejemplo, para que sigamos sus huellas, como escribe san Pedro en la segunda lectura proclamada hace poco. Como dócil discípulo del Señor, el joven soberano Wenceslao se mantuvo fiel a las enseñanzas evangélicas que le había impartido su santa abuela, la mártir Ludmilla. Siguiéndolas, aún antes de comprometerse en la construcción de una convivencia pacífica dentro de la Patria y con los países limítrofes, se empeñó en propagar la fe cristiana, llamando a sacerdotes y construyendo iglesias. En la primera “narración” paleoeslava se lee que “socorría a los ministros de Dios y embelleció muchas iglesias” y que “beneficiaba a los pobres, vestía a los desnudos”, daba de comer a los hambrientos, acogía a los peregrinos, precisamente como quiere el Evangelio. No toleraba que se hiciera injusticia a las viudas, amaba a todos los hombres, fueran ricos o pobres”. Aprendió del Señor a ser “misericordioso y piadoso” (Salmo respon.)y animado de espíritu evangélico llegó a perdonas incluso al hermano, que había atentado contra su vida. Justamente, por tanto, lo invocáis como “Heredero” de vuestra nación y, en un canto muy conocido por vosotros, le pedís que ésta no perezca. Wenceslao murió mártir por Cristo. Es interesante notar que el hermano Boleslao consiguió, matándolo, apoderarse del trono de Praga, pero la corona que seguidamente se imponían sobre la cabeza sus sucesores no llevaba su nombre. Lleva en cambio el nombre de Wenceslao, testimoniando de que “el trono del rey que juzga a los pobres en la verdad permanecerá firme para siempre” (cfr Oficio de lecturas de hoy). Este hecho se juzga como una maravillosa intervención de Dios, que no abandona a sus fieles: “el inocente vencido venció al cruel vencedor igualmente a Cristo sobre la cruz (cfr La leyenda de san Wenceslao), y la sangre del mártir no pedía odio y venganza, sino perdón y paz. Queridos hermanos y hermanas, demos gracias juntos, en esta Eucaristía, al Señor por haber dado a vuestra patria y a la Iglesia a este santo soberano. Oremos al mismo tiempo para que, como él, también nosotros caminemos con paso firme hacia la santidad. Ciertamente es difícil, porque la fe siempre está expuesta a múltiples desafíos, pero cuando uno se deja atraer por Dios que es Verdad, el camino se hace decidido, porque se experimenta la fuerza de su amor. Que nos obtenga esta gracia la intercesión de san Wenceslao y de los otros santos protectores de las Tierras Checas. Que nos proteja y asista siempre María, Reina de la Paz y Madre del Amor, Amén. [Traducción de la versión italiana por Inma Álvarez ©Libreria Editrice Vaticana]

Benedicto XVI: Con el Evangelio, un porvenir de solidaridad

Publicamos la alocución de Benedicto XVI tras haber celebrado la eucaristía en la explanada que se encuentra junto al aeropuerto de Brno en la República Checa.
* * * ¡Queridos hermanos y hermanas!Hemos llegado al final de esta solemne celebración y la hora del mediodía nos invita a la oración del Ángelus. Estoy feliz de rezarla aquí, en el corazón de Moravia, región fraternalmente unida a la de Bohemia, tierra marcada por muchos siglos de fe cristiana, que evoca el origen de la valiente misión de los santos Cirilo y Metodio. Cuando, hace veinte años, Juan Pablo II decidió visitar Europa central y oriental después de la caída del totalitarismo comunista, quiso comenzar su viaje pastoral desde Velehrad, centro de los famosos congresos unionistas precursores del ecumenismo entre los pueblos eslavos, y conocido en todo el mundo cristiano. Vosotros recordáis además otra visita suya, la de 1995 a Svatý Kopeček, cerca de Olomouc, con el inolvidable encuentro con los jóvenes. Quisiera retomar idealmente la enseñanza de mi venerado predecesor e invitaros a seguir siendo fieles a vuestra vocación cristiana y al Evangelio para construir juntos un porvenir de solidaridad y de paz. La tierra de Moravia tiene muchos santuarios marianos, que multitudes de peregrinos visitan durante todo el año. En este momento quisiera dirigirme en peregrinación espiritual ante la montaña boscosa de Hostýn, donde veneráis a la Virgen como vuestra protectora. Que María mantenga encendida la fe de todos vosotros, la fe alimentada también por numerosas tradiciones populares que hunden sus raíces en el pasado, pero que justamente tenéis el cuidado de conservar para que nunca falte el calor de la convivencia familiar en los pequeños pueblos y en las ciudades. A veces se constata, con cierta nostalgia, que el ritmo de la vida moderna tiende a cancelar algunas huellas de un pasado rico de fe. Es importante, sin embargo, no perder de vista el ideal que las costumbres tradicionales expresaban, y sobre todo se debe mantener el patrimonio espiritual heredado de vuestros antepasados, para custodiarlo y, aún más, hacer que responda a las exigencias de los tiempos presentes. Os ayude en ello la Virgen María, a la cual renuevo la consagración de vuestra Iglesia y de toda la nación checa.

martes, 29 de septiembre de 2009

Cardenal Cipriani: "Abramos un diálogo entre el progreso y la religión"


"Estamos en un gran desarrollo tecnológico y una verdadera crisis de valores espirituales. Este desequilibrio es el que está generando tantos problemas sociales, políticos, de paz y de entendimiento entre las naciones", expresó este domingo el cardenal Juan Luis Cipriani durante la Santa Misa en la Basílica Catedral de la capital peruana. El arzobispo de Lima manifestó que los cambios tan rápidos que vemos en la sociedad actual, si queremos que sean positivos hay que afirmar con más profundidad la verdad: el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios; Jesucristo, segunda persona de la Santísima Trinidad, se hizo hombre para que el hombre pudiera alcanzar a Dios y levantó la dignidad humana al nivel de la divinidad. "Por tanto, el hombre es un ser creado a imagen y semejanza de Dios; y, todos los cambios científicos, políticos, económicos y técnicos tienen que seguir estando al servicio de ese centro de la creación, la persona humana", afirmó el cardenal Cipriani. Señaló que "la persona es el único ser que ama y es capaz de crear en ese amor un hogar, de llevar la enfermedad y el dolor con serenidad, de colaborar con Dios en la procreación de una nueva vida, de morir para vivir y vemos en esa cruz de Cristo la señal de la grandeza de la dignidad que tenemos, Jesús entrega su vida por amor". "¿Cómo va la formación en los colegios y en las universidades, esa formación integral en donde el centro de la persona es el espíritu y todas las tecnologías que se aprenden son simples herramientas al servicio de esa persona?, preguntó el pastor de Lima. "Cuando se cambia y se quiere que esa herramienta sea el fin, se destruye la persona; y, cuando la persona no quiere usar su inteligencia para descubrir nuevas tecnologías está haciendo traición a la grandeza que Dios le ha dotado", dijo. El cardenal Cipriani mencionó que en estos tiempos de cambios tecnológicos y de globalización; cuanto más cambios, más profundo debe ser el cimiento, más debe ser la cercanía a Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, y más respeto debe haber por la creación. "Que los cambios sean una maravilla porque estarán al servicio de la solidaridad, del bienestar, de la felicidad y la unidad de todo el género humano, es una tarea pendiente", afirmó el Arzobispo de Lima. Al concluir, el cardenal Cipriani pidió no tener miedo de abrir ese diálogo del desarrollo y el progreso con Dios, la fe y la religión. La Santa Misa contó con la presencia de las principales autoridades académicas de la Universidad Tecnológica del Perú, como el presidente fundador Ing. Roger Amuruz Gallegos y el rector Dr. Enrique Bedoya Sánchez, con ocasión del XII aniversario de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP). Asimismo, estuvieron presentes en la Eucaristía un grupo de expositores del Congreso Internacional Universitario sobre Redes Sociales "Link, únete a la red", organizado por el Arzobispado de Lima, que se llevó a cabo el último viernes 25 y sábado 26 de setiembre en la Universidad de Lima.

El desarrollo de África es estratégico para la Iglesia

“África es un continente culpablemente olvidado” y para la Iglesia es un enorme desafío pastoral. “O el catolicismo sale adelante en África o corre el riesgo de sufrir demasiado”, dijo monseñor Crepaldi en un congreso dedicado a este continente, celebrado en Roma. Monseñor Giampaolo Crepaldi, arzobispo de Trieste y secretario saliente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, intervino el 24 de septiembre en Roma en el congreso titulado “Por una revolución verde en África. El desarrollo es el nuevo nombre de la Paz”. Organizado por el Ateneo Pontificio “Regina Apostolorum” (APRA) y la Universidad Europea de Roma (UER), con el patrocinio del Consejo Nacional de Investigaciones (Cnr) de Italia, el encuentro contó con la intervención de científicos y agricultores africanos, así como directivos del Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Tras recordar que, entre los 50 países más pobres del mundo, 35 son africanos, monseñor Crepaldi subrayó que, “para la solución de problemas tan complejos y profundos como los que afligen a África, no hay soluciones unívocas y simplistas. Pero no podemos ignorar los muchos beneficios que derivarían del empleo de técnicas de producción agrícola innovadoras, capaces de estimular y sostener a los agricultores africanos”. “Ya hoy –afirmó el arzobispo de Trieste- gracias a la utilización de semillas oportunamente mejoradas a través de técnicas que intervienen sobre su patrimonio genético, están promoviendo un creciente y difundido progreso, como demuestran interesantes estudios”. Según monseñor Crepaldi, “la biotecnología no debe ser divinizada ni demonizada. La técnica y, en consecuencia, la biotecnología, es una cosa buena pero puede ser usada mal”; es por tanto necesario que, como toda actividad humana, “la economía, la política, etcétera, sea guiada por la moral”. Para el prelado, “la biotecnología ha producido concretamente un gran desarrollo en muchos sectores como la medicina, la farmacología, la zootecnia, etc, que si es correctamente utilizado, podrá resolver muchas de las cuestiones sociales del mundo actual”. Tras el saludo del rector del APRA, padre Pedro Barrajon LC y del padre Paolo Scarafoni LC, rector de la UER, el padre Gonzalo Miranda, ex decano de la Facultad de Bioética, leyó el mensaje que monseñor Jude Taddeo Okolo, nuncio apostólico en la República Centroafricana de Chad, envió al profesor Giusepe Ferrai en relación al congreso. “Gracias por el envío del mensaje sobre vuestro encuentro –escribe monseñor Jude Taddeo Okolo–. Siempre agradecemos que alguien piense concretamente en nosotros. Tratamos de colaborar en lo posible”. “Aquí, en la República Centroafricana –explica el nuncio- tenemos tierra en abundancia (6,25 habitantes por cada kilómetro cuadrado; la población es de 3.895.139 habitantes esparcidos en una superficie de cerca de 622.984 kilómetros cuadrados), tenemos lluvia constante, tenemos sol, el terreno es fértil. ¿Hay alguien que quiera echarnos una mano? Tenemos también proyectos realistas, apoyados por las parroquias, con vistas a la autofinanciación de las comunidades de base”. Monseñor Okolo relata: “También yo, personalmente, he ido al campo dos veces para echar una mano, también para hacer ejercicio físico, después del trabajo de despacho” y añade: “Nuestra producción este año ha sido abundante, pero en relación a lo que hemos plantado”. “Tras vuestro seminario –escribe--, agradeceríamos el recibir también resultados y consejos prácticos que nos puedan ayudar. Os damos las gracias por anticipado. Sabed que la gente aquí se empeña, pero… hay dificultades. Los años pasados soportando a los rebeldes han destruído las motivaciones”. En este contexto, el padre Gonzalo Miranda lc, profesor de la Facultad de Bioética del “Regina Apostolorum”, explicó que “África es el continente más rico en materias primas del mundo, pero es también aquél en el que más gente muere de hambre y enfermedades”. Por esto, añadió, “la revolución verde y el uso de las biotecnologías vegetales son expresión de todo lo mejor que hoy se puede hacer en el campo agrícola”. De la importancia de la formación y de la difusión de técnicas agrícolas apropiadas, capaces de usar lo mejor posible los recursos, habló Eric Kueneman, directivo del Servicio Cultivos y Pastos de la FAO, quien habló de cómo el programa llevado a cabo en Burkina Faso desde 2001 “Farmer’s Field Schools” (Escuelas para Agricultores) ha formado a más de diez mil agricultores en el cultivo de vegetales, arroz y algodón, con especial énfasis en una mejor gestión de los infestantes. Charles H. Riemenschneider, director del centro de inversiones de la FAO, precisó que, para alcanzar una producción de alimentos adecuada en la zona subsahariana, harán falta once mil millones de dólares de inversión al año. En este sentido, Sylvester Oikeh, de AATF (Fundación Africana de Tecnología Agrícola), ente sin ánimo de lucro que lucha por la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza en el África subsahariana, afirmó que “en África, los beneficios producidos por las tecnologías OGM ya han sido demostrados”. En Sudáfrica, en condiciones en las que el agua de lluvia es la única fuente de riego, el maiz modificado genéticamente ha aumentado la producción en un 11%, con un beneficio de 35 dólares más por hectárea. En Burkina Faso, ensayos de campo con el algodón modificado han reducido en dos tercios la cantidad de pesticidas utilizados y han aumentado la producción en un 15%, promoviendo el bienestar de los agricultores y del ambiente y favoreciendo la prosperidad. Según Emmanuel Tambi, director de políticas regionales del FARA (Foro para la Investigación Agrícola en África), “para que la agricultura en África se convierta en verdadero motor de desarrollo es indispensable lograr incrementar la productividad con una tasa superior a la del crecimiento de la población”. “Lamentablemente –añadió Tambi--, hoy este es un objetivo todavía lejano: en África, el aumento de la producción remite todavía a la necesidad de dedicar una mayor superficie a la agricultura, en lugar de un uso mejor de las áreas ya cultivadas”. Motlatsi Musi, agricultor de Sudáfrica, relató su experiencia con el cultivo del maiz Bt, una variedad genéticamente modificada que contiene una proteína insecticida proveniente de la bacteria del suelo Bacillus thuringiensis. “Con las semillas convencionales lograba obtener cinco toneladas de maiz por hectárea –relató--. Pero los agricultores que no tienen la posibilidad de usar tractores, con las semillas convencionales tienen sólo una producción media de 1,5 toneladas por héctárea. Ahora, con las semillas OGM, obtengo siete toneladas por hectárea: y además bajan los costes de producción gracias a la disminución de los tiempos de mano de obra y del coste de los pesticidas”. “Incluso en la eventualidad de una oscilación de los precios del mercado –añadió Musi--, la ventaja económica del cultivo de semillas OGM estaría de todos modos asegurado”. De Burkina Faso, François Traorè, presidente de la Unión Nacional de Productores de Algodón, resumió la experiencia de la experimentación en el país que ha llevado en 2008 al primer año de cultivo comercial del algodón genéticamente modificado. “En la región de Burkina Faso, cerca del 90% de la población vive de la agricultura –relató--. La producción de algodón contribuye por sí sola al sustento de cerca de tres millones de personas (más del 20% de la población) asegurando a los pequeños productores los recursos primarios para vivir y garantizar la enseñanza elemental a los propios hijos”. “En 2003, Burkina Faso inició la experimentación sobre el terreno del algodón OGM para verificar su eficacia y el impacto medioambiental y en 2007 se dieron a conocer los primeros resultados –añadió Traorè--, un aumento de la producción de entre el 35 y el 48%, una reducción de los tratamientos (de seis a dos al año) y una reducción de los costes en un 62%”. “En junio de 2008, las autoridades competentes autorizaron la comercialización de las semillas de algodón OGM y fueron sembradas 15.000 hectáreas con dos variedades de algodón”. Para Traorè, por tanto, “no permitir a los africanos usar semillas OGM es un crimen contra la humanidad”. Por Antonio Gaspari, traducido del italiano por Nieves San Martín

El Papa a los sacerdotes: usad los medios de comunicación

“El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la palabra” es el tema escogido por Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2010. El Mensaje para la Jornada Mundial de la 44ª de las Comunicaciones Sociales se dirige especialmente a los sacerdotes, en este Año Sacerdotal y tras la celebración de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Les invita a “considerar los nuevos medios como un poderoso recurso para su ministerio al servicio de la Palabra y quiere dirigir una palabra de aliento para afrontar los retos derivados de la nueva cultura digital”. Así lo señala un comunicado del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales que anuncia el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, publicado por la Oficina de Información de la Santa Sede este martes 29 de septiembre, fiesta de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel. “Si los nuevos medios se conocen y valoran adecuadamente, pueden ofrecer a los sacerdotes y a todos los agentes de pastoral una riqueza de datos y contenidos que antes eran de difícil acceso, y facilitan formas de colaboración y de crecimiento de comunión impensables en el pasado”, explica el Consejo Pontificio. El comunicado destaca que “gracias a los nuevos medios, los que predican y dan a conocer el Verbo de la vida pueden llegar, con palabras, sonidos e imágenes –verdadera y expresiva gramática expresiva de la cultura digital- a individuos y a comunidades enteras de todos los continentes”. Ello permite “crear nuevos espacios de conocimiento y de diálogo y llegar a proponer y a realizar itinerarios de comunión”. “Si se usan sabiamente, con la ayuda de expertos en tecnología y cultura de la comunicación, los nuevos medios pueden así convertirse para los sacerdotes y para todos los agentes de pastoral en un válido y eficaz instrumento de verdadera y profunda evangelización y comunión”, indica. Y augura: “Serán una nueva forma de evangelización para que Cristo llegue lejos en los caminos de nuestras ciudades y, ante las puertas de nuestras casas, diga nuevamente: Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”. El comunicado también recuerda que “la responsabilidad principal del sacerdote es anunciar la Palabra de Dios hecha carne, hombre, historia, convirtiéndose así en signo de esa comunión que Dios realiza con el hombre”. La eficacia de este ministerio requiere, por tanto, que el sacerdote viva una relación íntima con Dios, radicada en un amor profundo y en un conocimiento vivo de las Sagradas Escrituras, “testimonio” escrito de la Palabra divina. En 2009, la anterior Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales ha estado dedicada al tema "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad". En su mensaje para aquella ocasión, el Papa invitaba “a todos los que emplean las nuevas tecnologías de la comunicación, en especial los jóvenes, a utilizarlas de una manera positiva y a comprender el gran potencial de esos medios para construir lazos de amistad y solidaridad que pueden contribuir a un mundo mejor”. La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales es la única celebración mundial que convocó el Concilio Vaticano II, y se celebra en casi todos los países del mundo el domingo precedente a Pentecostés.

Creado el Teléfono de la Oración

La Comunidad Familia, Evangelio y Vida, creada este año 2009, pone a disposición de todo el mundo el nuevo servicio de Teléfono de la Oración a partir de este martes 29 de septiembre. Se puede llamar al Teléfono de la Oración todos los días de las 10 de la mañana hasta las 11 de la noche en España para pedir oración personalmente. Varias personas estarán rezando en la hora de atención telefónica. Quien responda a las llamadas escuchará a quienes solicitan oración y rezará por las intenciones que hayan planteado. El teléfono para España es: 938103137 y si se llama desde otro país, hay que poner delante los prefijos internacionales que indique la compañía telefónica. El telefóno de la oración es anónimo y gratuito. Sólo se paga el coste de establecimiento de llamada y de duración que determinan las tarifas de las empresas telefónicas de cada usuario. La Comunidad Familia, Evangelio y Vida no ingresa ninguna cantidad de dinero por este servicio. Por Internet también se puedes solicitar oración hablando a través del programa Skype, llamando a una de estas dos direcciones: comunidadfamiliaevangelioyvida2, comunidadfamiliaevangelioyvida1 Las llamadas entre ordenadores que disponen del programa Skype son gratuitas y sin ningún coste. El Teléfono de la Oración dispone de dos ordenadores con el programa correpondiente para atender a las llamadas por este medio. Quien no disponga del programa Skype puede descargarlo gratuitamente. La Comunidad Familia, Evangelio y Vida edita dos páginas de evangelización: un blog y una página web con el titulo “Escuchar la Voz del Señor”. Desde la web se puede apreciar su trabajo, quiénes son y los grupos de oración que se están creando. La dirección de la web es: http://www.caminocatolico.org/web/.

La sociedad necesita personas “creyentes y creíbles”, afirma el Papa


Benedicto XVI afirmó que la sociedad necesita hoy personas “con temor de Dios y coherentes”, en la homilía en la Misa de la fiesta de San Wenceslao, patrón de la nación checa, celebrada este lunes en la explanada de la via Melnik, en la ciudad de Stará Boleslav, La misa se celebró en presencia de 45 mil personas, entre ellas el presidente del país – a quien el Papa felicitó por su santo - y especialmente un nutrido grupo de jóvenes. Stará Boleslav es el lugar donde san Wenceslao, soberano de los checos, murió mártir a manos de su hermano Boleslao, en el año 935. Poniendo el ejemplo del santo, el Papa afirmó que “hoy se necesitan personas que sean “creyentes” y “creíbles”, dispuestas a difundir en cada ámbito de la sociedad esos principios e ideales cristianos en los que se inspira su acción”. Y continuó: “Esto es la santidad, vocación universal de todos los bautizados, que empuja a cumplir el propio deber con fidelidad y valentía, mirando no el propio interés egoísta, sino el bien común, y buscando en todo momento la voluntad divina”. En el último día de su viaje apostólico a la República Checa, el Papa reconoció la dificultad de este objetivo, pero destacó que los santos muestran que puede lograrse. Su ejemplo, destacó, “nos anima a los que nos llamamos cristianos a ser creíbles, es decir, coherentes con los principios de la fe que profesamos”. En su homilía, iniciada con un saludo al Presidente de la República y a todo el pueblo checo en el día de su fiesta nacional, recordó algunos hechos de la vida del mártir. “El joven soberano Wenceslao se mantuvo fiel a las enseñanzas evangélicas que le había impartido su santa abuela, la mártir Ludmilla”, explicó. “Siguiéndolas, aún antes de comprometerse en la construcción de una convivencia pacífica dentro de la Patria y con los países limítrofes, se empeñó en propagar la fe cristiana, llamando a sacerdotes y construyendo iglesias”, prosiguió. También recordó que el mártir, “animado por el espíritu evangélico, llegó a perdonar incluso al hermano, que había atentado contra su vida”. El pontífice subrayó que este rey santo “tuvo el valor de anteponer el reino de los cielos a la fascinación del poder terrenal”. Para Benedicto XVI, su lección de vida fue que “no basta, de hecho, parecer buenos y honrados, hay que serlo realmente; y bueno y honrado es aquel que no cubre con su yo la luz de Dios, no se pone delante a sí mismo, sino que deja ver a Dios a través suyo”. “¿En nuestros días la santidad es aún actual” o “no es más bien un tema poco atrayente e importante?”, se preguntó. “¿No se buscan hoy más el éxito y la gloria de los hombres? ¿Cuánto dura, sin embargo, y cuanto vale el éxito terrenal?”. “El valor auténtico de la existencia humana no se mide sólo con los bienes terrenales y los intereses pasajeros –indicó-, porque no son las realidades materiales las que apagan la sed profunda de sentido y de felicidad que hay en el corazón de cada persona”. Además de señalar que el “éxito terrenal” tiene escaso valor, recordó la caída, en el siglo pasado, de muchos poderosos que negaban a Dios. “Quien negaba y sigue negando a Dios y, en consecuencia, no respeta al hombre, parece tener la vida fácil y conseguir un éxito material –advirtió-. Pero basta rascar la superficie para constatar que, en estas personas, hay tristeza e insatisfacción”. El Santo Padre destacó que sólo quien tiene “en el corazón el santo “temor de Dios”, tiene confianza también en el hombre y emplea su existencia en construir un mundo más justo y más fraterno”.

Estar abiertos a la belleza para reflejar la belleza divina, pide el Papa

Benedicto XVI invitó a estar abiertos a la belleza, a todas las personas congregadas en el aeropuerto de Stará Ruzyně de Praga para despedirle al concluir su viaje apostólico a la República Checa este lunes por la tarde. “Si nuestros ojos permanecen abiertos a la belleza de la creación de Dios y nuestras mentes a la belleza de su verdad, entonces podremos verdaderamente esperar seguir siendo jóvenes y construir un mundo que refleje algo de la belleza divina, de modo que ofrezca inspiración a las futuras generaciones para hacer otro tanto”, dijo. Para introducir este pensamiento, el Santo Padre pronunció un dicho atribuido a Franz Kafka, “Quien mantiene la capacidad de ver la belleza, no envejece nunca”. En su discurso de despedida de la República Checa, el Santo Padre destacó que “la Iglesia en este país ha sido verdaderamente bendecida con un extraordinario ejército de misioneros y de mártires, como también de santos contemplativos, entre los que quisiera recordar particularmente a santa Inés de Bohemia, cuya canonización, hace veinte años, fue mensajera de la liberación de este país de la opresión atea”. También realizó un repaso y una breve valoración de los encuentros más significativos del viaje apostólico que empezó el sábado. Conservaré la memoria de los momentos de oración que he podido transcurrir junto con los obispos, los sacerdotes y los fieles de este país”, dijo. “Ha sido especialmente conmovedor, esta mañana, celebrar la misa en Stará Boleslav, lugar del martirio del joven duque Wenceslao, y venerarle ante su tumba el pasado sábado, dentro de la majestuosa catedral que domina el panorama de Praga”, confesó. Y continuó: “Ayer en Moravia, donde los santos Cirilo y Metodio dieron comienzo a su misión apostólica, pude reflexionar, en orante acción de gracias, sobre los orígenes del cristianismo en esta región y, efectivamente, en todas las tierras eslavas”. “Mi encuentro de ayer con los representantes de las otras comunidades cristianas me ha confirmado la importancia del diálogo ecuménico en esta tierra que ha sufrido tanto las consecuencias de la división religiosa en el tiempo de la guerra de los Treinta Años –destacó-. Mucho se ha hecho ya para curar las heridas del pasado”. Subrayó su encuentro del domingo con los representantes de las universidades del país, afirmando que la comunidad académica “tiene un papel importante que llevar a cabo, mediante una búsqueda de la verdad sin compromisos”. Finalmente, señaló: “He sido particularmente feliz de encontrar a los jóvenes y e animarles a construir sobre las mejores tradiciones del pasado de esta nación, de modo particular sobre la herencia cristiana”. El Papa también dedicó palabras de agradecimiento a todas las personas que han participado y colaborado en la buena marcha de su visita, desde el Presidente de la República Checa hasta todos los fieles que han rezado por sus buenos frutos, pasando por autoridades, voluntarios, etcétera.

martes, 22 de septiembre de 2009

Benedicto XVI invoca la ayuda de Dios sobre los "portadores de paz"

El Papa invocó hoy la ayuda divina sobre cuantos "cada día se empeñan en construir en el mundo solidaridad, reconciliación y paz", en su mensaje de condolencia por la muerte de seis militares italianos el pasado 17 de septiembre en Kabul (Afganistán).
El funeral por los seis paracaidistas se celebró este lunes en Roma, en la basílica de San Pablo Extramuros, en presencia del primer ministro Silvio Berlusconi y de sus ministros, así como de las altas autoridades del Estado. En el telegrama de condolencias, que firma el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, el Papa se mostró "profundamente dolorido por el trágico atentado terrorista en Kabul en el que perdieron la vida, junto con numerosos civiles, seis militares italianos". El pontífice mostró su cercanía a los familiares, a la Iglesia castrense y a todo el país, invocando la ayuda de "Dios, fuente inagotable de esperanza y fuerza en el bien" , para los que "trabajan cada día" por la reconciliación y la paz".

La Santa Sede pide pasos concretos hacia el desarme nuclear

Hacen falta "pasos serios y concretos" hacia la no proliferación y el desarme de las armas nucleares, no sólo para enfrentarse eficazmente al terrorismo nuclear, sino también para hacer realidad "una cultura de la vida y de la paz capaz de promover de manera eficaz el desarrollo humano integral de los pueblos".
Lo recordó el arzobispo Marcelo Sánchez Sorondo, jefe de la delegación de la Santa Sede, en su intervención en la 53 Conferencia General de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA), que tuvo lugar en Viena, Austria, del 15 al 18 de septiembre.
Al comienzo de su discurso, el prelado señaló, entre los desafíos que la sociedad de hoy puede y debe afrontar, también el aumento de la demanda de energía y el mercado negro de material nuclear.
"A fin de hacer realidad una convivencia humana verdaderamente libre -explicó el prelado, citando palabras de Benedicto XVI en la encíclica Caritas in Veritate- es necesario defender y promover incansablemente un verdadero desarrollo humano de alcance universal entre los saberes y las operatividades".
En este área, el arzobispo argentino subrayó entre las prioridades de la AIEA "la de urgir y aumentar en todo el mundo la aportación de la energía atómica a las causas de la paz y de la prosperidad".
"Pero también --añadió-- orientar los conocimientos nucleares hacia otros campos como la medicina, la agricultura, la seguridad alimentaria, el acceso al agua potable, actividades estas que hay que inscribir en un marco más amplio de desarrollo, que ponga en el centro a la persona humana, contemplando repercusiones importantes no sólo para las generaciones presentes sino también para las futuras".
El arzobispo Sorondo invitó a los estados a perseguir como fin último el bien común de los pueblos y no el poder nacional, ya sea económico o militar.
"La Santa Sede --concluyó el arzobispo-- nota con satisfacción algunas señales positivas de la voluntad de poner de nuevo el desarme nuclear en el centro del debate internacional sobre paz y seguridad".
Señales por tanto positivas, en su opinión, con vistas a la VIII Conferencia de revisión del Tratado de no proliferación de las armas nucleares, prevista para 2010 en Nueva York, cuando la comunidad internacional sea "llamada a poner en acción pasos concretos, transparentes y convincentes".
El Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP), que contiene el único compromiso vinculante de desarme nuclear en un tratado multilateral y da además a todos los signatarios el derecho de desarrollar programas pacíficos para producir energía nuclear con fines civiles, se convirtió en ley internacional en 1970.
Durante largo tiempo, hubo cinco estados con armas nucleares: Estados Unidos, Reino Unido, Unión Soviética, Francia y China. Desde entonces, India, Israel y Pakistán han desarrollado armas nucleares y permanecen como los únicos países fuera del Tratado.
Los 188 gobiernos que han ratificado el Tratado se encuentran cada cinco años en la Conferencia de revisión para evaluar su aplicación.
Hoy en el mundo existen más de 26.000 cabezas nucleares y algunos países anhelan todavía entrar en el "club nuclear".
El 18 de septiembre, por primera vez en casi veinte años, la AIEA aprobó una resolución que pide a Israel que se adhiera a Tratado de no Proliferación Nuclear y que abra todos sus emplazamientos nucleares a las inspecciones.

Discurso de Benedicto XVI a los obispos nombrados en el último año

Publicamos a continuación el discurso pronunciado este lunes por Benedicto XVI al recibir en audiencia en Castel Gandolfo a los prelados ordenados en los últimos doce meses, que han participado en el encuentro promovido por las Congregaciones para los Obispos y para las Iglesias Orientales.
* * * ¡Queridos hermanos en el Episcopado! Gracias de corazón por vuestra visita, con ocasión del congreso promovido para los obispos que han emprendido hace poco su ministerio pastoral. Estas jornadas de reflexión, de oración y de puesta al día, son verdaderamente propicias para ayudaros, queridos Hermanos, a familiarizaros mejor con las tareas que estáis llamados a asumir como Pastores de comunidades diocesanas; son también jornadas de convivencia amistosa que constituyen una experiencia singular de esa collegialitas affectiva que une a todos los obispos en un único cuerpo apostólico, junto con el Sucesor de Pedro, "perpetuo y visible fundamento de la unidad" (Lumen gentium, 23). Agradezco al cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos, por las corteses palabras que me ha dirigido en vuestro nombre; saludo al cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, y expreso mi reconocimiento a cuantos de varias formas colaboran en la organización de este encuentro anual. Este año, vuestro congreso se inserta en el contexto del Año Sacerdotal, proclamado por el 150° aniversario de la muerte de san Juan María Vianney. Como he escrito en la Carta enviada para la ocasión a todos los sacerdotes, este año especial "quiere contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes para un testimonio evangélico más fuerte e incisivo en el mundo de hoy". La imitación de Jesús Buen Pastor es, para todo sacerdote, el camino obligatorio de la propia santificación y la condición esencial para ejercer responsablemente el ministerio pastoral. Si esto vale para los presbíteros, vale aún más para nosotros, queridos Hermanos Obispos. Es más, es importante no olvidar que una de las tareas esenciales del obispo es precisamente el de ayudar, con el ejemplo y con el apoyo fraterno, a los sacerdotes a seguir fielmente su vocación, y a trabajar con entusiasmo y amor en la viña del Señor. A propósito de esto, en la Exhortación postsinodal Pastores gregis, mi venerado predecesor Juan Pablo II observó que el gesto del sacerdote, cuando pone sus propias manos en las manos del obispo en el día de su ordenación presbiteral, compromete a ambos: el sacerdote y el obispo. El nuevo presbítero elige confiarse al obispo y, por su parte, el obispo se compromete a custodiar estas manos n.47). Bien mirado, esta es una tarea solemne que se configura para el obispo como responsabilidad paterna en la custodia y promoción de la identidad sacerdotal de los presbíteros confiados a sus cuidados pastorales, una identidad que vemos hoy por desgracia sometida a dura prueba por la creciente secularización. El obispo por tanto - prosigue la Pastores gregis - "buscará siempre actuar con sus sacerdotes como padre y hermano que les ama, les acoge, les corrige, les conforta, busca su colaboración y, en la medida de lo posible, se preocupa por su bienestar humano, espiritual, ministerial y económico" (Ibidem, 47). De modo especial, el obispo está llamado a alimentar en los sacerdotes la vida espiritual, para favorecer en ellos la armonía entre la oración y el apostolado, mirando al ejemplo de Jesús y de los apóstoles, a quienes Él llamó ante todo para que "estuvieran con él" (Mc 3,14). Una condición indispensabile para que produzca frutos de bien es, de hecho, que el sacerdote permanezca unido al Señor; aquí está el secreto de la fecundidad de su ministerio: sólo si se incorpora a Cristo, verdadera Vid, produce fruto. La misión de un presbítero y, con mayor razón, la de un obispo, comporta hoy una cantidad de trabajo que tiende a absorberlo continua y totalmente. Las dificultades aumentan y las incumbencias se multiplican, también porque estamos ante realidades nuevas y crecientes exigencias pastorales. Con todo, la atención a los problemas de cada día y las iniciativas dirigidas a conducir a los hombres por el camino de Dios, no deben jnunca distraernos de la unión íntima y personal con Cristo. Estar a disposición de la gente no debe disminuir u ofuscar nuestra disponibilidad hacia el Señor. El tiempo que el sacerdote y el obispo consagran a Dios en la oración es siempre el mejor empleado, porque la oración es el alma de la actividad pastoral, la "linfa" que le infunde fuerza, es el apoyo en los momentos de incertidumbre y la fuente inextinguible de fervor misionero y de amor fraterno hacia todos. En el centro de la vida sacerdotal está la Eucaristía. En la Exhortación Apostólica Sacramentum caritatis he subrayado cómo "la Santa Misa es formativa en el sentido más profundo del término, en cuanto que promueve la conformación a Crsito y refuerza al sacerdote en su vocación" (n. 80). Que la celebración eucarística ilumine por tanto vuestra jornada y la de vuestros sacerdotes, imrpimiendo su gracia y su influjo espiritual en los momentos tristes o alegres, agitados o en reposo, de acción y de contemplación. Un modo privilegiado de prolongar en la jornada la misteriosa acción santificadora de la Eucaristía es recitar devotamente la Liturgia de las Horas, como también la adoración eucarística, la lectio divina y la oración contemplativa del Rosario. El snato Cura de Ars nos enseña cuán preciosos son la empatía del sacerdote con el Sacrificio eucarístico y la educación de los fieles en la presencia eucarística y en la comunión. Con la Palabra y los Sacramentos - recordé en la Carta a los sacerdotes - san Juan María Vianney edificó a su pueblo. El Vicario General de la diócesis de Belley, en el momento del nombramiento como párroco de Ars, le había dicho: "¡No hay mucho amor de Dios en esa parroquia, pero vos se lo pondréis!". Y aquella parroquia se transformó. Queridos nuevos obispos, gracias por el servicio que hacéis a la Iglesia con dedicación y amor. Os saludo con afecto y os aseguro mi constante apoyo unido a la oración para que "vayáis y déis fruto, y que vuestro fruto permanezca" (Jn 15,16). Por ello invoco la intercesión de María Regina Apostolorum, e imparto de corazón sobre vosotros, sobre vuestros sacerdotes y sobre vuestras comunidades diocesanas una especial

El Papa a los nuevos obispos: sed ejemplo para vuestros sacerdotes

Benedicto XVI invitó este lunes a los obispos ordenados en el último año a "ser hombres de oración" y "padres para los sacerdotes", durante la audiencia concedida en Castel Gandolfo. Benedicto XVI recibió, como es costumbre, a los obispos recién consagrados, que cada año son invitados a Roma para recibir ayuda y asesoramiento en su nueva misión eclesial, y a tener su primera experiencia de "colegialidad afectiva", "que une a todos los obispos en un único cuerpo apostólico, junto con el sucesor de Pedro". El congreso es organizado por la Congregación para los Obispos y por la Congregación para las Iglesias Orientales, presididas por los cardenales Giovanni Battista Re y Leonardo Sandri respectivamente. El Papa quiso resaltar la coincidencia de su congreso con el Año Sacerdotal, explicando que "lo que vale para los presbíteros, vale aún más para nosotros los obispos". "Es importante no olvidar que una de las tareas esenciales del obispo es precisamente la de ayudar, con el ejemplo y con el apoyo fraterno, a los sacerdotes a seguir fielmente su vocación, y a trabajar con entusiasmo y amor en la viña del Señor", les exhortó. El gesto del sacerdote, "cuando pone sus propias manos en las manos del obispo en el día de su ordenación presbiteral, compromete a ambos: el sacerdote y el obispo", explicó el Papa.Esta "tarea solemne" del obispo de "custodiar y promover la identidad sacerdotal de los presbíteros confiados a sus cuidados pastorales", es más importante hoy en que "esta identidad está por desgracia sometida a dura prueba por la creciente secularización"."De modo especial, el obispo está llamado a alimentar en los sacerdotes la vida espiritual, para favorecer en ellos la armonía entre la oración y el apostolado", advirtió el Papa. Ante todo, subrayó la importancia de la oración en la vida de los sacerdotes y de los obispos: "la atención a los problemas de cada día y las iniciativas dirigidas a conducir a los hombres por el camino de Dios, no deben nunca distraernos de la unión íntima y personal con Cristo"."El tiempo que el sacerdote y el obispo consagran a Dios en la oración es siempre el mejor empleado, porque la oración es el alma de la actividad pastoral, la "linfa" que le infunde fuerza, es el apoyo en los momentos de incertidumbre y la fuente inextinguible de fervor misionero y de amor fraterno hacia todos", añadió el Papa. En este sentido, les pidió especialmente cuidar la celebración diaria de la Eucaristía, la Liturgia de las Horas, la lectio divina, el rezo del rosario y la adoración eucarística. "En el centro de la vida sacerdotal está la Eucaristía", concluyó el Papa . Ésta debe "iluminar por vuestra jornada y la de vuestros sacerdotes, imprimiendo su gracia y su influjo espiritual en los momentos tristes o alegres, agitados o en reposo, de acción y de contemplación".

Los católicos irlandeses deben promover la defensa de la vida en Europa

Los católicos irlandeses tienen el deber siempre de defender la vida de los no nacidos y de los más débiles, recuerdan los obispos del país, aclarando que pueden votar en conciencia "sí" o "no" al Tratado de Lisboa. "Una cuestión de valores" es el título del comunicado emitido por el Comité de presidencia de la Conferencia de Obispos de Irlanda, emitido con motivo del referéndum, que se celebrará el 2 de octubre en el país, para ratificar o no el acuerdo, ante el rechazo de la primera votación, en mayo de 2008. El Tratado de Lisboa sustituye a la Constitución para Europa tras el fracasado tratado constitucional de 2004. De lograrse la ratificación del texto de 250 páginas, la Unión Europea tendrá personalidad jurídica propia para firmar acuerdos internacionales a nivel comunitario. Ante todo, el comunicado del episcopado subraya la diferencia entre política y religión y añade: "Si bien no tratamos de alinearnos con una posición del debate sobre el referéndum, queremos dejar claro que un católico, en conciencia, puede votar 'sí' o 'no'"."Exhortamos a los cristianos a considerar con atención el contenido del Tratado; también queremos subrayar la responsabilidad que todos nosotros tenemos a la hora de votar y de hacerlo prestando atención no sólo a nuestro interés personal o de grupo, sino el bien de todos los ciudadanos y de toda la comunidad". "La Unión Europea no es sólo un mercado común; debe ser una comunidad de valores. Una cuestión de valores. Hacemos un llamamiento a todos los representantes elegidos en el país y en Europa a promover y asegurar el respeto de los valores que han edificado la civilización y la cultura europeas, valores como el derecho fundamental a la vida y la protección de los más débiles de nuestra sociedad". "El Tratado de Lisboa no socava las protecciones legales existentes en Irlanda para los niños no nacidos. Es nuestra responsabilidad, como ciudadanos de Irlanda y ciudadanos de la Unión Europea, promover con vigor el 'evangelio de la vida', como lo describió Juan Pablo II en su encíclica 'Evangelium Vitae'". "Como ciudadanos de Irlanda, tenemos la responsabilidad de hacer que nuestras voces sean escuchadas sobre el tipo de Europa en el que queremos vivir. No sería la primera vez que Irlanda a desempeñado este papel", aseguran.

Benedicto XVI: Urge el diálogo ecuménico e interreligioso en Oriente Medio

Ofrecemos a continuación el texto del discurso de Benedicto XVI a los patriarcas y arzobispos mayores de las Iglesias orientales católicas, durante la reunión que mantuvieron el sábado 19 de septiembre en la Sala de la Roca del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.
* * * Señores cardenales,beatitudes,venerados patriarcas y arzobispos mayores:Os saludo a todos cordialmente y os agradezco por haber acogido la invitación a participar en este encuentro: a cada uno de vosotros os doy mi abrazo fraterno de paz. Saludo al cardenal Tarcisio Bertone, mi Secretario de Estado, y al cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, junto al Secretario y a los demás colaboradores del dicasterio.Damos gracias a Dios por esta reunión de carácter informal, que nos permite escuchar la voz de las Iglesias a las que vosotros servís con admirable abnegación, y de reforzar los vínculos de comunión que les unen a la Sede Apostólica. El encuentro de hoy me trae a la mente el del 24 de abril de 2005 ante la tumba de san Pedro. Entonces, al inicio de mi pontificado, quise emprender una peregrinación ideal al corazón del Oriente cristiano: peregrinación que hoy conoce otra etapa significativa y que es mi intención proseguir. En diversas circunstancias habéis solicitado un contacto más frecuente con el Obispo de Roma para hacer cada vez más firme la comunión de vuestras Iglesias con el Sucesor de Pedro y para examinar juntos, en cada ocasión, eventuales temáticas de particular importancia. Propuesta esta renovada también en la última Plenaria del Dicasterio para las Iglesias Orientales y en las Asambleas Generales del Sínodo de los Obispos.En cuanto a mí, advierto como deber primordial promover esa sinodalidad tan querida a la eclesiología oriental, y saludada con aprecio por el Concilio Ecuménico Vaticano II. La estima que la Audiencia conciliar reservó a vuestras Iglesias en el Decreto "Orientalium Ecclesiarum", y que mi venerado predecesor Juan Pablo II reafirmó sobre todo en la Exhortación apostólica "Orientale Lumen", la comparto plenamente, junto al augurio de que las Iglesias Orientales católicas "florezcan" para cumplir "con renovado vigor apostólico la misión a ellas confiada... de promover la unidad de todos los cristianos, especialmente orientales, según el decreto sobre el ecumenismo..." ("Orientalium Ecclesiarum", 1). El horizonte ecuménico está a menudo conectado con el interreligioso. En estos dos ámbitos toda la Iglesia tiene necesidad de la experiencia de convivencia que vuestras Iglesias han madurado desde el primer milenio cristiano.Venerados hermanos, en este encuentro fraterno, desde vuestras intervenciones surgirán ciertamente esas problemáticas que os acosan, y que podrán encontrar orientaciones adecuadas en las sedes competentes. Quisiera aseguraros que estáis constantemente en mi pensamiento y en mi oración. No olvido, en particular, el llamamiento a la paz que pusisteis en mis manos al final de la Asamblea del Sínodo de los Obispos del pasado octubre. Y, hablando de paz, el pensamiento va, en primer lugar, a las regiones de Oriente Medio. Aprovechó por tanto la ocasión para anunciar la celebración de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para Oriente Medio, convocada por mí, y que se celebrará del 10 al 24 de octubre de 2010, sobre el tema: /La Iglesia católica en Oriente Medio: comunión y testimonio. "La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma" (Hechos 4, 32).Mientras auguro que la reunión de hoy aporte los frutos esperados, invocando la maternal intercesión de María Santísima, os bendigo de corazón a vosotros y a todas las Iglesias Orientales católicas

Asesinado en Amazonia un misionero italiano

El sacerdote italiano Ruggero Ruvoletto fue asesinado el pasado sábado por la mañana en su parroquia de Santa Evelina en la periferia de Manaos, en el nordeste de Brasil.Tras las primeras reconstrucciones, la policía ha hablado de un posible intento de robo, pero la hipótesis parece poco convincente porque en la iglesia se han robado solo unos cincuenta reales (alrededor de unos 15 euros), mientras que no se han llevado otro dinero de la vivienda del sacerdote. Algunos testigos afirman haber visto a dos "desconocidos" huir con algunos objetos pertenecientes al religioso. Según recoge la agencia misionera Misna, por ahora las fuerzas del orden han arrestado a tres personas sospechosas de estar implicadas en el asesinato. La identidad de los tres y el presunto móvil aún no se conocen. Ruggero Ruvoletto había nacido el 23 de marzo de 1957 en Galta di Vigonovo (Venecia), en la diócesis de Padua, y había sido ordenado sacerdote en 1982 por el obispo Filippo Franceschi, de quien había sido Secretario, durante todo su episcopado (1982-1988). Había estudiado después eclesiología en Roma y había vuelto a la diócesis en agosto de 1994, ocupándose durante casi un año de la Pastoral social y del trabajo como delegado episcopal. Fue nombrado Director del Centro Misionero diocesano desde 1995 hasta 2003. En julio de hace seis años había partido para Brasil, como misionero fidei donum, en la diócesis de Itaguaì en Mangaratiba junto con el sacerdote Orazio Zecchin.El año siguiente se había reunido con Francesco Biasin, entonces consagrado obispo de la diócesis de Pesqueira, en el nordeste de Brasil, para participar en un proyecto de presencia misionera en la periferia de Manaos, querido por las diócesis locales. La periferia de Manaos, afirma una nota de la diócesis de Padua, es "un lugar de frontera entre la ciudad y la selva, donde la criminalidad es particularmente agresiva y últimamente se habían registrado varios asaltos. El mismo Ruggero había participado recientemente en una manifestación para pedir mayor seguridad". Tras la noticia del asesinato, centenares de habitantes del suburbio de Manaos se congregaron en torno a la parroquia para rendir homenaje a los restos del misionero italiano, que será sepultado en su país natal. Este domingo por la mañana, el obispo de Padua, monseñor Antonio Mattiazzo, recordó que el fallecido "se consumió muchísimo por la misión. Era hombre y sacerdote de ánimo bueno, sereno, siempre sonriente y de una disponibilidad total".

lunes, 21 de septiembre de 2009

Benedicto XVI: María y el sacerdote

Publicamos la intervención que pronunció Benedicto XVI el 12 de agosto durante la audiencia general que concedió a los peregrinos en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo.
* * * Queridos hermanos y hermanas:Es inminente la celebración de la solemnidad de la Asunción de la santísima Virgen, el sábado próximo, y estamos en el contexto del Año sacerdotal; por eso deseo hablar del nexo entre la Virgen y el sacerdocio. Es un nexo profundamente enraizado en el misterio de la Encarnación. Cuando Dios decidió hacerse hombre en su Hijo, necesitaba el "sí" libre de una criatura suya. Dios no actúa contra nuestra libertad. Y sucede algo realmente extraordinario: Dios se hace dependiente de la libertad, del "sí" de una criatura suya; espera este "sí". San Bernardo de Claraval, en una de sus homilías, explicó de modo dramático este momento decisivo de la historia universal, donde el cielo, la tierra y Dios mismo esperan lo que dirá esta criatura.
El "sí" de María es, por consiguiente, la puerta por la que Dios pudo entrar en el mundo, hacerse hombre. Así María está real y profundamente involucrada en el misterio de la Encarnación, de nuestra salvación. Y la Encarnación, el hacerse hombre del Hijo, desde el inicio estaba orientada al don de sí mismo, a entregarse con mucho amor en la cruz a fin de convertirse en pan para la vida del mundo. De este modo sacrificio, sacerdocio y Encarnación van unidos, y María se encuentra en el centro de este misterio.
Pasemos ahora a la cruz. Jesús, antes de morir, ve a su Madre al pie de la cruz y ve al hijo amado; y este hijo amado ciertamente es una persona, un individuo muy importante; pero es más: es un ejemplo, una prefiguración de todos los discípulos amados, de todas las personas llamadas por el Señor a ser "discípulo amado" y, en consecuencia, de modo particular también de los sacerdotes.
Jesús dice a María: "Madre, ahí tienes a tu hijo" (Jn 19, 26). Es una especie de testamento: encomienda a su Madre al cuidado del hijo, del discípulo. Pero también dice al discípulo: "Ahí tienes a tu madre" (Jn 19, 27). El Evangelio nos dice que desde ese momento san Juan, el hijo predilecto, acogió a la madre María "en su casa". Así dice la traducción italiana, pero el texto griego es mucho más profundo, mucho más rico. Podríamos traducir: acogió a María en lo íntimo de su vida, de su ser, "eis tà ìdia", en la profundidad de su ser.
Acoger a María significa introducirla en el dinamismo de toda la propia existencia -no es algo exterior- y en todo lo que constituye el horizonte del propio apostolado. Me parece que se comprende, por lo tanto, que la peculiar relación de maternidad que existe entre María y los presbíteros es la fuente primaria, el motivo fundamental de la predilección que alberga por cada uno de ellos. De hecho, son dos las razones de la predilección que María siente por ellos: porque se asemejan más a Jesús, amor supremo de su corazón, y porque también ellos, como ella, están comprometidos en la misión de proclamar, testimoniar y dar a Cristo al mundo. Por su identificación y conformación sacramental a Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, todo sacerdote puede y debe sentirse verdaderamente hijo predilecto de esta altísima y humildísima Madre.
El Concilio Vaticano II invita a los sacerdotes a contemplar a María como el modelo perfecto de su propia existencia, invocándola como "Madre del sumo y eterno Sacerdote, Reina de los Apóstoles, Auxilio de los presbíteros en su ministerio". Y los presbíteros -prosigue el Concilio- "han de venerarla y amarla con devoción y culto filial" (cf. Presbyterorum ordinis, 18).
El santo cura de Ars, en quien pensamos de modo particular este año, solía repetir: "Jesucristo, cuando nos dio todo lo que nos podía dar, quiso hacernos herederos de lo más precioso que tenía, es decir, de su santa Madre" (B. Nodet, Il pensiero e l'anima del Curato d'Ars, Turín 1967, p. 305). Esto vale para todo cristiano, para todos nosotros, pero de modo especial para los sacerdotes.
Queridos hermanos y hermanas, oremos para que María haga a todos los sacerdotes, en todos los problemas del mundo de hoy, conformes a la imagen de su Hijo Jesús, dispensadores del tesoro inestimable de su amor de Pastor bueno.
¡María, Madre de los sacerdotes, ruega por nosotros!
[Al final de la audiencia, el Santo Padre saludó a los peregrinos en varios idiomas.
En español, dijo:] Queridos peregrinos de lengua española. Agradezco vuestra visita y os saludo muy cordialmente, en particular a los jóvenes de la Comunidad Misionera de Villaregia, venidos de Perú y México. Pido al Señor que la estancia en la sede de Pedro sea una ocasión para alentar el compromiso de ser verdaderos testigos del Evangelio en el mundo de hoy, como lo fueron los primeros Apóstoles que nos transmitieron con su palabra y su ejemplo de vida el mensaje salvador de Jesucristo.

Benedicto XVI: "El domingo es un bien para el hombre"

Benedicto XVI alienta a no perder el sentido del domingo, tanto para creyentes como no creyentes, por considerar que "es un bien para el hombre". El pontífice tocó el argumento este domingo, al saludar en francés a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano con motivo del Ángelus, en momentos en los que en Europa, y particularmente en Francia, se multiplican las propuestas para extender el trabajo dominical, en particular en tiendas y grandes superficies. "El domingo es un bien para el hombre --aseguró el Santo Padre--. En efecto, este día santo es para los cristianos día de oración que les permite retomar energías espirituales y sostener su vida con la escucha y la meditación de la Palabra de Dios, alimentándose del Cuerpo de Cristo". "El domingo es al mismo tiempo un día de descanso y expansión merecidos para encontrarse en familia o entre amigos". Y el Papa concluyó con estas palabras: "¡Aliento a cada uno a vivir este momento de gracia que es el descanso dominical!".

Benedicto XVI: El "sí" de María y el "sí" de cada hombre y mujer

Publicamos la intervención que pronunció Benedicto XVI el domingo, 16 de agosto, al rezar el Ángelus junto a los peregrinos congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo.
* * *Queridos hermanos y hermanas: Celebramos ayer la gran fiesta de la Asunción de María al Cielo y hoy leemos en el Evangelio estas palabras de Jesús: "Yo soy el pan vivo bajado del cielo" (Juan 6, 51). No podemos permanecer indiferentes ante esta correspondencia, que gira en torno al símbolo del "cielo": María ha sido "elevada" al lugar del que su Hijo había "bajado". Naturalmente este lenguaje, que es bíblico, expresa con términos figurativos algo que no entra completamente en el mundo de nuestros conceptos e imágenes. Pero, ¡detengámonos un momento a reflexionar! Jesús se presenta como el "pan vivo", es decir, el alimento que contiene la vida misma de Dios y es capaz de darla a quien come de Él, el verdadero alimento que da vida, que alimenta profundamente. Jesús dice: "si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar es mi carne por la vida del mundo" (Juan 6, 51).
Pues bien, ¿de quién ha tomado el Hijo de Dios su "carne", su humanidad concreta y terrenal? La tomó de la Virgen María. Dios tomó de Ella el cuerpo humano para entrar en nuestra condición mortal. A su vez, al final de la existencia terrena, el cuerpo de la Virgen fue llevado al cielo por parte de Dios e hizo que entrara en la condición celestial. Es una especie de intercambio en el que Dios siempre toma la iniciativa, pero en cierto sentido, como hemos visto en otras ocasiones, tiene también necesidad de María, del "sí" de la criatura, de su carne, de su existencia concreta, para preparar la materia de su sacrificio: el cuerpo y la sangre para ofrecerla en la Cruz como instrumento de vida eterna y, en el sacramento de la Eucaristía, como alimento y bebida espirituales.
Queridos hermanos y hermanas: lo que le sucedió a María es válido también, de manera diferente aunque real, para todo hombre y mujer, porque Dios nos pide a cada uno de nosotros que le acojamos, que pongamos a disposición nuestro corazón y nuestro cuerpo, toda nuestra existencia, nuestra carne --dice la Biblia--, para que Él pueda habitar en el mundo. Nos llama a unirnos a Él en el sacramento de la Eucaristía, Pan partido para la vida del mundo, para formar juntos la Iglesia, su Cuerpo histórico. Y si nosotros decimos "sí", como María, en la misma medida de este nuestro "sí" tiene lugar también para nosotros y en nosotros este misterioso intercambio: quedamos asumidos en la dignidad de Aquél que ha asumido nuestra humanidad. La Eucaristía es el medio, el instrumento de esta transformación recíproca, que tiene siempre a Dios como fin y como actor principal: Él es la Cabeza y nosotros los miembros; Él es la Vid, y nosotros los sarmientos, quien come de este Pan y vive en comunión con Jesús, dejándose transformar por Él y en Él, queda salvado de la muerte eterna: ciertamente muere como todos, participando también en el misterio de la pasión y de la Cruz de Cristo, pero ya no es esclavo de la muerte y resucitará el último día para gozar de la fiesta eterna con María y todos los santos.
Este misterio, esta fiesta de Dios comienza aquí abajo: es misterio de fe, de esperanza y de amor, que se celebra en la liturgia, especialmente eucarística, y se expresa en la comunión fraterna y en el servicio al prójimo. Pidamos a la Virgen santa que nos ayude a alimentarnos siempre con fe del Pan de vida eterna para experimentar ya en la tierra la alegría de Cielo.
[Tras rezar el Ángelus, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:] Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana y a quienes se unen a ella a través de la radio y la televisión. Que la contemplación continua del misterio de Cristo acreciente en nosotros el amor a sus preceptos y la esperanza en sus promesas, para que nuestro corazón no se deje vencer por las dificultades cotidianas sino que esté anclado en la fe en el Hijo de Dios que tiene "palabras de vida eterna".