domingo, 26 de febrero de 2012

El Papa preside inicio de ejercicios espirituales en el Vaticano


 El Papa Benedicto XVI participó en la primera jornada de la semana de Ejercicios Espirituales, en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico Vaticano, junto a los miembros de la Curia Romana.
Los Ejercicios Espirituales, que incluyen varias jornadas de reflexión y deoración, se realizarán hasta el 3 de febrero, en que se culminarán con una meditación conclusiva.
La primera reflexión, sobre el tema de “La comunión del cristiano con Dios”, fue dirigida por el Arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo), Cardenal Laurent Monsengwo Pasinya.
Durante la semana, han sido suspendidas todas las audiencias, incluida la Audiencia General del miércoles 29 de febrero.
Horas antes, previamente al rezo del Ángelus, Benedicto XVI pidió a los fieles orar por la semana de Ejercicios Espirituales.

Ángelus dominical Cuaresma es tiempo para renovar relación con Dios, dice el Papa


El Papa Benedicto XVI resaltó que el tiempo de Cuaresma es propicio para renovar y fortalecer “nuestra relación con Dios, a través de la oración cotidiana, los gestos de penitencia y las obras de caridad fraterna”.
En su alocución previa al rezo del Ángelus, en la Plaza San Pedro frente a miles de fieles ahí reunidos, el Santo Padre hizo una exhortación a tener “la paciencia y la humildad de seguir cada día al Señor, aprendiendo a construir nuestra vida no fuera de Él o como si no existiera, sino en Él y con Él, porque es la fuente de la verdadera vida”.
Benedicto XVI hizo referencia al relato bíblico posterior al bautismo de Jesús en el Jordán, cuando se interna en el desierto durante cuarenta días.
“¿Qué puede enseñarnos este episodio? Como leemos en el Libro de la Imitación de Cristo, ‘el hombre jamás está totalmente exento de la tentación mientras vive, pero con la paciencia y con la verdadera humildad llegaremos a ser fuertes contra todo enemigo’”.
El Papa señaló que a continuación, “Jesús proclama que ‘el tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca’, anuncia que en Él sucede algo nuevo, Dios se dirige al hombre de modo inesperado, con una cercanía única, concreta, llena de amor”.
“Dios se encarna y entra en el mundo del hombre para tomar sobre sí el pecado, para vencer el mal y reconducir al hombre al mundo de Dios”, señaló.
Para el Santo Padre, “este anuncio está acompañado por la petición de corresponder a un don tan grande. En efecto, Jesús añade ‘Convertíos y creed en el Evangelio”; es la invitación a tener fe en Dios y a convertir cada día nuestra vida a su voluntad, orientando al bien todos nuestros pensamientos y acciones”.
Benedicto XVI también encomendó el camino cuaresmal a María Santísima, para contar con su protección "y nos ayude a imprimir en nuestro corazón y en nuestra vida las palabras de Jesucristo, para convertirnos a Él”.

Fidelidad al Evangelio se mide en la caridad, afirma el Papa


 El Papa Benedicto XVI recibió en audiencia a los representantes del Círculo San Pedro de Roma, a los que agradeció su labor y recordó que la fidelidad al Evangelio se mide también en la caridad y solicitud concretas hacia el prójimo, especialmente los más débiles y marginados.
En la audiencia realizada este viernes, el Papa recordó que "acaba de comenzar el camino cuaresmal. Este tiempo litúrgico nos invita a reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. (…) El testimonio que se da mediante la caridad toca de manera especial el corazón de los hombres; la nueva evangelización (…) requiere gran apertura de espíritu y sapiente disponibilidad hacia todos".
"La autenticidad de nuestra fidelidad al Evangelio se mide también según la atención y la solicitud concretas que manifestamos al prójimo, especialmente a los más débiles y marginados. La atención al otro implica desear su bien bajo todos los aspectos: físico, moral y espiritual. A pesar de que la cultura contemporánea parece haber perdido el sentido del bien y del mal, es preciso reafirmar con fuerza que el bien existe y vence".
"La responsabilidad hacia el prójimo significa entonces querer y hacer el bien del otro, deseando que se abra a la lógica del bien; interesarse por el hermano significa abrir los ojos a sus necesidades, superando la dureza de corazón que nos hace ciegos a los sufrimientos ajenos".
"Así, el servicio caritativo se convierte en una forma privilegiada de evangelización, a la luz de las enseñanzas de Jesús, que considerará lo que hagamos a nuestros hermanos, especialmente a los más pequeños y olvidados, como si se lo hubiéramos hecho a Él".
Benedicto XVI dijo que "es preciso armonizar nuestro corazón con el corazón de Cristo, para que la ayuda amorosa ofrecida a los demás se traduzca en compartir conscientemente sus sufrimientos y esperanzas, haciendo visible así tanto la misericordia infinita de Dios hacia cada hombre (…) como nuestra fe en Él. El encuentro con los demás y el abrir el corazón a sus necesidades son ocasiones de salvación y beatitud".
Durante el encuentro, los miembros del Círculo entregaron el óbolo para la caridad del Papa, recogido en las parroquias de Roma y que representan una ayuda ofrecida al Santo Padre para que pueda responder a las numerosas peticiones que llegan especialmente de los países más pobres.
El Círculo San Pedro fue fundado en Roma en 1869 por un grupo de jóvenes guiados por el Cardenal Iacobini. El Pontífice les encargó ejercer la caridad en favor de los pobres; tuvieron inicio así múltiples actividades caritativas y asistenciales en la diócesis de Roma.

Asamblea general de Pontificia Academia para la Vida El Papa: Matrimonio es único “lugar” digno para procreación


 En el marco de la 18° asamblea general de la Pontificia Academia para la Vida en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI afirmó que “la unión del hombre y la mujer en esa comunidad de amor y vida que es el matrimonio, es el único ‘lugar’ digno de la vocación a la existencia de un nuevo ser humano, que es siempre un don”.
“La dignidad humana y cristiana de la procreación, de hecho, no consiste en un 'producto', sino en su relación con el acto conyugal, expresión del amor de los cónyuges, de su unión no sólo biológica sino también espiritual”.
En su discurso dirigido a los más de 200 participantes en la asamblea, que abordará este año el asunto del “Diagnóstico y tratamiento de la infertilidad”, el Santo Padre remarcó que este tema, además de su importancia humana y social, “tiene un valor científico peculiar, y expresa la posibilidad real de undiálogo fecundo entre la investigación ética y biomédica”.
Benedicto XVI felicitó a los profesionales presentes por optar, antes que por el problema de la infertilidad de la pareja, por volver a “considerar, cuidadosamente, la dimensión moral, buscando caminos para una correcta evaluación de diagnóstico y terapia para corregir las causas de la infertilidad”.
“Este enfoque se mueve por el deseo no sólo de dar un hijo a la pareja, sino para restaurar su fertilidad a los recién casados y toda la dignidad de ser responsables de sus propias decisiones reproductivas, para ser colaboradores de Dios en la generación de un nuevo ser humano”.
El Papa les manifestó a los científicos su deseo de fomentar la honestidad intelectual de su trabajo, que es “expresión de una ciencia que mantiene despierto el espíritu de buscar la verdad en el servicio del auténtico bien humano, y que evita el riesgo de ser una práctica puramente funcional”.
El Santo Padre lamentó que “el cientificismo y la lógica de la ganancia parecieran hoy dominar el campo de la infertilidad y de la procreación humana, alcanzando a limitar también muchas otras áreas de la investigación”.
“La Iglesia presta mucha atención al sufrimiento de las parejas con infertilidad, cuida de ellas, y justamente por ello, anima la investigación médica”.
Benedicto XVI remarcó que “las legítimas aspiraciones de procrear de una pareja que se encuentra en una condición de infertilidad deben encontrar, con la ayuda de la ciencia, una respuesta que respete plenamente su dignidad de personas y esposos”.
Sin embargo, el Santo Padre señaló que la ciencia no siempre es capaz de responder a los deseos de muchos matrimonios, por lo que les recordó a aquellos que tienen una condición de infertilidad que esta no es una frustración a su vocación matrimonial.
“Donde la ciencia no ha encontrado una respuesta, la respuesta que da la luz viene de Cristo”.
Finalmente el Papa exhortó a los profesionales presentes a no ceder nunca “a la tentación de tratar el bien de las personas reduciéndolo a un mero problema técnico. La indiferencia de la conciencia frente a lo verdadero y el bien representa una peligrosa amenaza para un auténtico progreso científico”
“La gente tiene confianza en ustedes que sirven a la vida, tiene confianza en su compromiso y apoyo a quienes necesitan consuelo y esperanza”.

Evangelio de fin de semana


¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6,68

domingo 26 Febrero 2012

Primer Domingo de Cuaresma Santo(s) del día : San Néstor 

Evangelio según San Marcos 1,12-15.



En seguida el Espíritu lo llevó al desierto, 
donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían. 
Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: 
"El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia". Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Leer el comentario del Evangelio por : Orígenes (v. 185-253), sacerdote y teólogo 
Comentario al Cantar de los cantares, Tercero II, 27-33; SC 376 

«Se ha cumplido el tiempo: el Reino de Dios está cerca»
        De hecho, la vida de los mortales está plagada de lazos de ofensas y de redes de engaños... Y como quiera que estas redes las había tendido el enemigo por todas partes y en ellas había envuelto a casi todos, era necesario que viniese uno que fuera más fuerte y mayor que ellas, para que las triturase y así dejase expedito el camino para cuantos le sigan. Por esta razón también el Salvador, antes de unirse con la Iglesia, fue tentado por el diablo... para vencer las redes y poder mirar por ellas y, a través de ellas, llamar hacia sí a la Iglesia, con el fin, sin duda alguna, de enseñarla y mostrarle que no se debe venir a Cristo por el ocio y los placeres, sino a través de muchas tribulaciones y pruebas.
        Por eso no hubo nadie que pudiera vencer semejantes redes, porque, como está escrito, todos pecaron (Rm 3,23)... Por eso únicamente nuestro Señor y Salvador Jesucristo no cometió pecado (1P 2,22)., sin embargo el Padre le hizo pecado por nosotros, para que en la carne semejante a la del pecado y a causa del pecado condenase al pecador.
Vino, pues, a estas redes, pero únicamente él no se vio envuelto por ellas, antes al contrario él las rompió y las trituró, y dio así a su Iglesia confianza para atreverse ya a quebrar los lazos, atravesar por las redes y decir toda animosa: Nuestra alma se escapó cual pájaro del lazo de los cazadores: el lazo se rompió y nosotros quedamos libres (Sal. 123,7).. 
        Pero, ¿quién quebrantó los lazos, sino el único al que ellos no pudieron atrapar? Efectivamente, aunque él también estuvo sujeto a la muerte, voluntariamente, que no forzado por el pecado, como nosotros, él fue el único libre entre los muertos  (Sal. 87,6 LXX).. Y por que fue libre entre los muertos, una vez vencido el que tenía el imperio de la muerte, arrancó la cautividades que subsistía para la muerte. Y no sólo él mismo se resucitó de entre los muertos, sino que junto con él resucitó a los que estaban cautivos de la muerte y junto con él los hizo sentar en los cielos (Ef 2,5s). Por eso, subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad (Ef 4,8).


viernes, 24 de febrero de 2012

Aprender contenidos de la fe para combatir "analfabetismo religioso", pide el Papa


El Papa Benedicto XVI alentó a los católicos a reapropiarse de los contenidos de la fe paracombatir el "analfabetismo religioso" de muchos actualmente y hacer conocido a Dios con humildad.
En el tradicional encuentro al inicio de la Cuaresma con los párrocos y sacerdotes de Roma, ciudad de la que es Obispo, el Santo Padre meditó sobre un fragmento de la Carta de San Pablo a los Efesios.
En el texto el Apóstol alienta a vivir "una vida digna de la vocación a la que habéis sido llamados, con toda humildad y mansedumbre, (…) sobrellevándoos unos a otros con caridad, continuamente dispuestos a conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz".
El Papa explicó que la primera llamada que han recibido los sacerdotes es la del bautismo; la segunda, la vocación de pastores al servicio de Cristo. "El gran sufrimiento de la Iglesia de hoy en Europa y en Occidente es la falta de vocaciones sacerdotales; pero el Señor llama siempre, falta la escucha", dijo.
"Nosotros hemos escuchado su voz y debemos estar atentos a la voz del Señor también para los demás, ayudándoles para que la oigan y así la llamada sea aceptada".
La primera de las virtudes que debe acompañar la vocación, según señala San Pablo, es la humildad, la virtud de los seguidores de Cristo, quien "siendo igual a Dios, se ha humillado, aceptando el papel de siervo y obedeciendo hasta lacruz. Este es el camino de la humildad del Hijo que debemos imitar".
"Lo contrario de la humildad es la soberbia, raíz de todos los pecados. La soberbia es arrogancia, quiere sobre todo poder, apariencia no tiene intención de agradar a Dios, sino de agradarse a sí mismo, de ser aceptado e incluso venerado por los demás".
La soberbia, refirió el Santo Padre, "pone el 'yo' en el centro del mundo: se trata del 'yo' soberbio que todo lo sabe. Ser cristiano quiere decir superar esta tentación originaria, que está en el núcleo del pecado original: ser como Dios, pero sin Dios".
Frente a ello, "la humildad es, sobre todo, verdad. Reconociendo que soy un pensamiento de Dios, de la construcción de su mundo, y soy insustituible precisamente así, en mi pequeñez, solo de este modo, soy grande".
"Aprendamos a ser realistas de esta manera: no queramos aparentar, sino agradar a Dios y hacer lo que ha pensado de cada uno de nosotros y para nosotros, y así aceptaremos también a los demás".
Aceptarse a sí mismo, dijo el Papa, "y aceptar al otro van juntos: solo aceptándome a mí mismo como parte del gran tejido divino puedo aceptar también a los demás, que forman conmigo la gran sinfonía de la Iglesia y de la Creación". Y se aprende también a aceptar la propia posición en la Iglesia, sabiendo que "cada pequeño servicio es grande a los ojos de Dios".
La falta de humildad destruye la unidad del Cuerpo de Cristo. Asimismo, la unidad no puede crecer sin el conocimiento de la fe: "Un gran problema de la Iglesia actual es la falta de conocimiento de la fe, el 'analfabetismo religioso'.Con este analfabetismo no podemos crecer".
Por eso, exhortó el Santo Padre, "debemos reapropiarnos de los contenidos de la fe, no como un paquete de dogmas y mandamientos, sino como una realidad única que se revela en toda su profundidad y belleza. Debemos hacer lo posible por actuar una renovación catequística, para que la fe sea conocida,de modo que Dios sea conocido, Cristo sea conocido, la verdad sea conocida y crezca la unidad en la verdad".
En este punto, Benedicto XVI advirtió que no se puede vivir en una "niñez de la fe": muchos fieles no han ido más allá de la primera catequesis, con lo que "no pueden exponer como adultos, con competencia y convicción profunda, la filosofía de la fe, la gran sabiduría, la racionalidad de la fe" para iluminar a los demás.
Es por ello necesaria una "fe adulta", que no quiere decir, como se ha entendido en los últimos decenios, emancipada del Magisterio de la Iglesia; cuando se abandona el Magisterio, el resultado es "la dependencia de las opiniones del mundo, de los dictados de los medios de comunicación".
Por el contrario, precisó el Papa, "la auténtica emancipación consiste en liberarse de estas opiniones, en la libertad de los hijos de Dios. Debemos rezar mucho al Señor para que nos ayude a emanciparnos y a ser libres en este sentido, con una fe realmente adulta que pueda ayudar también a los demás a llegar a la verdadera perfección en comunión con Cristo".
"Hoy día, el concepto de verdad está bajo sospecha, porque se asocia al de violencia. Lamentablemente, en la historia ha habido episodios en los que se trataba de defender la verdad con la violencia. Sin embargo, las dos son contrarias. La verdad no se impone con otros medios que no sean ella misma. Puede llegar solo mediante su propia luz. Pero tenemos necesidad de la verdad".
"Sin verdad –prosiguió– nos quedamos ciegos en el mundo, no tenemos un camino, El gran don de Cristo es precisamente que vemos el rostro de Dios y (…) conocemos el fondo, lo esencial de la verdad en Cristo".
El Papa resaltó que "donde está la verdad, nace la caridad. Gracias a Dios, podemos verlo a lo largo de los siglos: a pesar de los hechos negativos, los frutos de la caridad han estado siempre presentes en la cristiandad, y están también presentes hoy".
Lo vemos, concluyó, "en los mártires, en tantas religiosas, frailes y sacerdotes que sirven humildemente a los pobres, los enfermos, que son presencia de la caridad de Cristo. Y son así el gran signo de que aquí está la verdad".

miércoles, 22 de febrero de 2012

MIÉRCOLES DE CENIZA....


 En el inicio de laCuaresma hoy, Miércoles de Ceniza, el Papa Benedicto XVI 
reflexionó sobre este tiempo de preparación para la Pascua y exhortó
 a ver que el Señor da a los fieles la victoria a pesar de 
las zozobras de la vida.
Ante casi 8 mil fieles presentes en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Santo Padre exhortó, hablando en español, a que "durante la Cuaresma, a imitación del Señor, sintamos cómo Dios fortalece nuestro espíritu y nos da la victoria, pese a las zozobras de la vida presente".
Benedicto XVI alentó además a que en Cuaresma los fieles encuentren "nuevo valor para aceptar con paciencia y fe cualquier situación de dificultad, aflicción y de prueba, sabiendo que el Señor hará surgir de las tinieblas el nuevo día".
"Y si somos fieles a Jesús siguiéndolo por el camino de la Cruz, el claro mundo de Dios, el mundo de la luz, la verdad y la alegría, nos será dado de nuevo".
El Papa explicó que en la Iglesia antigua, la Cuaresma era el tiempo en el que los catecúmenos iniciaban su camino de fe y conversión para recibir el bautismo.
Poco a poco, todos los fieles fueron invitados a vivir este periodo de renovación espiritual. De este modo, "la participación de toda la comunidad en los diversos pasajes del itinerario cuaresmal subraya una dimensión importante de la espiritualidad cristiana: gracias a la muerte y resurrección de Cristo, laredención alcanza no a unos pocos, sino a todos".
El Papa explicó que "el tiempo que precede la Pascua es un tiempo de 'metanoia', el tiempo del cambio, del arrepentimiento; el tiempo que identifica nuestra vida y toda nuestra historia con un proceso de conversión que se pone en marcha ahora para encontrar al Señor al final de los tiempos".
La Iglesia denomina este tiempo "Cuadragésima", tiempo de cuarenta días, con una referencia precisa a la Sagrada Escritura, ya que "cuarenta es el número simbólico con el que el Antiguo y el Nuevo Testamento representan los momentos principales de la experiencia de fe del Pueblo de Dios".
"Es una cifra que expresa el tiempo de la espera, de la purificación, del retorno al Señor, de la conciencia de que Dios es fiel a sus promesas, (…) un tiempo dentro del que es preciso decidirse a asumir las propias responsabilidades sin aplazarlas ulteriormente. Es el tiempo de las decisiones maduras".
Noé transcurre 40 días en el arca a causa del diluvio, y luego ha de esperar otros 40 antes de poder bajar a tierra firme. Moisés permanece 40 días en el monte Sinaí para recoger los Mandamientos. El pueblo hebreo peregrina 40 años por el desierto, y goza luego de otros 40 de paz bajo el gobierno de los Jueces.
En el Nuevo Testamento, Jesús se retira a orar al desierto durante 40 días antes de iniciar la vida pública, y, después de la resurrección, instruye a los discípulos durante 40 días antes de ascender al Cielo.
La liturgia de la Cuaresma, señaló el Papa, "tiene como fin favorecer uncamino de renovación espiritual –a la luz de esta larga experiencia bíblica– y, sobre todo, de imitación de Jesús, que en los 40 días que pasó en el desierto nos enseñó a vencer la tentación con la Palabra de Dios".
"Jesús se dirige al desierto para estar en profunda unión con el Padre. Esta dinámica es una constante en la vida terrena de Jesús, que busca siempre momentos de soledad a fin de rezar al Padre y permanecer en íntima y exclusiva comunión con Él, para volver luego en medio de la gente".
En este tiempo de "desierto", continuó el Santo Padre, "Jesús es asaltado por la tentación y las seducciones del maligno, quien le propone una vía mesiánica alejada del proyecto de Dios porque pasa a través del poder, el éxito, el dominio, en lugar de pasar por el amor y el don total en la Cruz".
Benedicto XVI señaló que la Iglesia peregrina por el "desierto" del mundo y de la historia, formado por el aspecto negativo de la realidad: "la pobreza de palabras de vida y de valores, el secularismo y la cultura materialista, que encierran a la persona en el horizonte mundano de la existencia sin ninguna referencia a lo trascendente".
"En este ambiente, el cielo sobre nosotros es oscuro, porque está cubierto por las nubes del egoísmo, la incomprensión y el engaño. No obstante, también para la Iglesia de hoy el tiempo del desierto puede transformarse en tiempo de gracia, ya que tenemos la certeza de que, incluso de la roca más dura, Dios puede hacer brotar agua viva que refresca y restaura".
Al término de la catequesis, Benedicto XVI saludó en varios idiomas a los peregrinos; hablando en polaco, subrayó que "el ayuno y la oración, la penitencia y las obras de misericordia" son los principales medios para preparar la celebración de la Pascua.
El Papa dio también una especial bienvenida a los fieles del Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Walsingham, erigido hace poco más de un año, dentro del territorio de Inglaterra y Gales, para los grupos de sacerdotes y fieles anglicanos que desean entrar en plena comunión con la Iglesia Católica.

domingo, 19 de febrero de 2012

El Papa recibe a nuevo embajador de Uruguay en Vaticano


 El nuevo embajador de Uruguay ante la Santa Sede, el diplomático Daniel Edgardo Ramada Piendibene, fue recibido el viernes 16 de febrero por el Papa Benedicto XVIcon motivo de la presentación de sus cartas credenciales.
El encuentro tuvo lugar durante una audiencia privada en el Palacio Apostólico de Roma, donde el nuevo embajador le obsequió al Santo Padre el tradicional mate realizado con calabaza uruguaya.
Daniel Ramada nació en 1950, está casado y tiene tres hijos. Estudió en el colegio del Sagrado Corazón de los padres Jesuitas en Montevideo y cursó en el Instituto de Estudios Humanísticos y Clásicos de la Compañía de Jesús en calidad de novicio y junior (1966-1968).
Profesor de historia, derecho, ciencias políticas, filosofía social y sociología. Es miembro fundador del Centro de Investigaciones Sociales de Montevideo, del cual fue jefe del Departamento de Investigaciones y director.
Ha sido asesor de la Conferencia Episcopal del Uruguay, profesor en la Pontificia Universidad Católica de Paraná, en Brasil, y fundador del proyecto "Patrística Latinoamericana–siglos XVI-XVIII" del Instituto de Teología Patrística Latinoamericana.
Desarrolló actividades en el área diplomática primero como consejero para la industria farmacéutica en la embajada uruguaya en Brasil, fue miembro de la Comisión para el Comercio Exterior de la Cámara de la Industria del Uruguay y asesor del Grupo Técnico del Mercosur para salud y alimentación.

El Papa: En la Iglesia Católica Dios abre al mundo a la fe y el amor


El Papa Benedicto XVI señaló que la Iglesia Católica, liderada por el Sucesor de San Pedro, el Papa, es el lugar en donde Dios se encuentra con el mundo para abrirlo a la fe y el amor que necesitan las personas para ser plenamente felices.
Con ocasión de la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, que se celebra el 22 de febrero pero que fue adelantada para este domingo, y un día después dehaber creado 22 nuevos cardenales, el Santo Padre indicó que "la Iglesia es verdaderamente ella misma en la medida en que deja trasparentar al Otro, con la ‘O’ mayúscula, del cual proviene y al cual conduce".
"La Iglesia es el lugar donde Dios ‘llega’ a nosotros, y desde donde nosotros ‘partimos’ hacia él; ella tiene la misión de abrir más allá de sí mismo ese mundo que tiende a creerse un todo cerrado y llevarle la luz que viene de lo alto, sin la cual sería inhabitable".
En la homilía de la Misa que celebró en la Basílica de San Pedro junto a los nuevos cardenales, el Papa explicó que la verdadera fe está orientada al amor, pues "una fe egoísta no es una fe verdadera. Quien cree en Jesucristo y entra en el dinamismo del amor que tiene su fuente en la Eucaristía, descubre la verdadera alegría y, a su vez, es capaz de vivir según la lógica de este don".
"Todo en la Iglesia se apoya sobre la fe: los sacramentos, la liturgia, la evangelización, la caridad. También el derecho, también la autoridad en la Iglesia se apoya sobre la fe".
Benedicto XVI precisó que "la Iglesia no se da a sí misma las reglas, el propio orden, sino que lo recibe de la Palabra de Dios, que escucha en la fe y trata de comprender y vivir".
Al referirse a la Cátedra de San Pedro, Benedicto XVI subrayó que aquella "está puesta con gran realce en este lugar, porque aquí está la tumba del apóstol Pedro, pero también tiende hacia el amor de Dios".
"La gran cátedra de bronce contiene un sitial de madera del siglo IX, que por mucho tiempo se consideró la cátedra del apóstol Pedro, y que fue colocada precisamente en ese altar monumental por su alto valor simbólico. Ésta, en efecto, expresa la presencia permanente del Apóstol en el magisterio de sus sucesores", recordó.
El Papa indicó que "el sillón de san Pedro, podemos decir, es el trono de la verdad, que tiene su origen en el mandato de Cristo después de la confesión en Cesarea de Filipo. La silla magisterial nos trae a la memoria de nuevo las palabras del Señor dirigidas a Pedro en el Cenáculo: ‘Yo he pedido por ti, para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te recobres, da firmeza a tus hermanos’".
Benedicto XVI señaló también que "la gran Cátedra está apoyada sobre los Padres de la Iglesia. Los dos maestros de oriente, san Juan Crisóstomo y san Atanasio, junto con los latinos, san Ambrosio y san Agustín, representando la totalidad de la tradición y, por tanto, la riqueza de las expresiones de la verdadera fe en la santa y única Iglesia".
El Papa dijo a los nuevos cardenales que "la nueva dignidad que se os ha conferido quiere manifestar el aprecio por vuestro trabajo fiel en la viña del Señor, honrar a las comunidades y naciones de las cuales procedéis y de las que sois dignos representantes de la Iglesia, confiaros nuevas y más importantes responsabilidades eclesiales y, finalmente, pediros mayor disponibilidad para Cristo y para toda la comunidad cristiana".
Al recordar el Evangelio de hoy, Benedicto XVI indicó que este "presenta a Pedro que, movido por una inspiración divina, expresa la propia fe fundada en Jesús, el Hijo de Dios y el Mesías prometido".
"En respuesta a esta límpida profesión de fe, que Pedro confiesa también en nombre de los otros apóstoles, Cristo les revela la misión que pretende confiarles, la de ser la ‘piedra’, la ‘roca’, el fundamento visible sobre el queestá construido todo el edificio espiritual de la Iglesia".
Según explicó el Papa, "esta expresión de ‘roca-piedra’ no se refiere al carácter de la persona, sino que sólo puede comprenderse partiendo de un aspecto más profundo, del misterio: mediante el cargo que Jesús les confía,Simón Pedro se convierte en algo que no es por ‘la carne y la sangre’".
"Este pasaje evangélico que hemos escuchado, encuentra una más reciente y elocuente explicación en un elemento artístico muy notorio que embellece esta Basílica Vaticana: el altar de la Cátedra", señaló.
Benedicto XVI indicó que "cuando se recorre la grandiosa nave central, una vez pasado el crucero, se llega al ábside y nos encontramos ante un grandioso trono de bronce que parece suelto, pero que en realidad está sostenido por cuatro estatuas de grandes Padres de la Iglesia de Oriente y Occidente. Y, sobre el trono, circundado por una corona de ángeles suspendidos en el aire, resplandece en la ventana ovalada la gloria del Espíritu Santo".
"¿Qué nos dice este complejo escultórico, fruto del genio de Bernini? Representa una visión de la esencia de la Iglesia y, dentro de ella, del magisterio petrino", concluyó.

El Papa: Sean fieles al mensaje de Cristo para que llegue a toda la Tierra


 El Papa Benedicto XVI alentó a vivir la fidelidad al mensaje de Cristo y a colaborar con los nuevoscardenales y con quienes tienen una mayor responsabilidad en el anuncio del Evangelio para hacer que llegue a todos los rincones de la tierra.
En sus palabras previas al rezo del ángelus con los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa señaló que "este domingo es particularmente festivo aquí en el Vaticano, a causa del Consistorio, que tuvo lugar ayer, en el cual he creado 22 nuevos cardenales".
Por esto, dijo Benedicto XVI, "los invito a unir también vuestra oración por estos venerados hermanos, que ahora están más comprometidos a colaborar conmigo en la guía de la Iglesia universal y a dar testimonio del Evangelio hasta el sacrificio de la propia vida".
En español el Santo Padre se dirigió de manera particular a los "obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles han venido para acompañar a los nuevos Cardenales. Acompañadlos también con la oración y la colaboración en su nueva responsabilidad".
En la celebración de la Cátedra de San Pedro, que este año se ha adelantado a este domingo porque el día 22 es Miércoles de Ceniza, el Santo Padre invitó "a todos a ser fieles al mensaje de Cristo transmitido por los Apóstoles y a tener presentes en la plegaria a cuantos han recibido el ministerio de hacer llegar la luz del Evangelio a través de los tiempos en todos los rincones de la tierra".
En italiano el Papa explicó que el color rojo del hábito cardenalicio simboliza la voluntad de entregar la propia vida en el cumplimiento de su misión, y recordó las palabras de Jesús a sus apóstoles: "el que quiera ser el primero que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud’.
El Pontífice explicó luego que "la ‘Cátedra’ es la silla reservada al Obispo, de donde deriva el nombre ‘Catedral’ dado a la Iglesia en donde, en efecto, el Obispo preside la liturgia y enseña al pueblo".
La Cátedra de San Pedro, "representada en el ábside de la Basílica Vaticana por una imponente escultura del Bernini, es símbolo de la especial misión de Pedro y de sus Sucesores de apacentar el rebaño de Cristo teniéndolo unido en la fe y en la caridad".
Benedicto XVI dijo que "tal especial compromiso de servicio es dado a la comunidad romana y a su Obispo por el hecho de que en esta ciudad han vertido su sangre los Apóstoles Pedro y Pablo, así como otros numerosos mártires".
"De este modo, volvemos al testimonio de la sangre y de la caridad. La Cátedra de Pedro, por lo tanto, es signo de autoridad, pero aquella de Cristo, basada en la fe y en el amor".
Tras encomendar a los nuevos cardenales a la protección de la Virgen, el Papa hizo votos para que Santa María "me ayude y ayude a mis colaboradores a trabajar incansablemente por la unidad del pueblo de Dios y a anunciar a todas las gentes el mensaje de salvación, cumpliendo humildemente y con coraje el servicio de la verdad en la caridad".

El Papa crea 22 nuevos cardenales para la Iglesia: Pide rezar por ellos y por él


El Papa Benedicto XVI creó a 22 nuevos cardenales para la Iglesia Católica, entre quienes están un brasileño, un estadounidense, un canadiense y dos españoles, y pidió a todos los fieles rezar por los nuevos purpurados y por él, "para regir con humilde firmeza el timón de la Santa Iglesia".
En la Basílica de San Pedro y ante los nuevos cardenales, el Papa presidió el rito de imposición de la birreta, la entrega de anillo cardenalicio y la entrega del título que a partir de ahora tendrá cada uno de los nuevos cardenales.
El Santo Padre hizo una profunda reflexión sobre las palabras de Cristo a Pedro cuando le anuncia que será el primer Papa y que se leyeron al iniciar el rito: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia".
Benedicto XVI explicó que "las palabras que Jesús dirige a Pedro resaltan claramente el carácter eclesial del acontecimiento de hoy. Los nuevos cardenales, en efecto, mediante la asignación del título de una iglesia de esta Ciudad o de una diócesis suburbicaria, son insertados con todo derecho en la Iglesia de Roma, guiada por el Sucesor de Pedro, para cooperar estrechamente con él en el gobierno de la Iglesia universal".
"En el cumplimiento de su peculiar servicio de ayuda al ministerio petrino, los nuevos purpurados estarán llamados a considerar y valorar los acontecimientos, los problemas y criterios pastorales que atañen a la misión de toda la Iglesia" para lo cual tendrán de ejemplo la entrega hasta el sacrificio extremo de Pedro, Príncipe de los Apóstoles.
La imposición de la birreta roja, dijo el Papa, "ha de ser entendida también con este mismo significado. A los nuevos cardenales se les confía el servicio del amor: amor por Dios, amor por su Iglesia, amor por los hermanos con una entrega absoluta e incondicionada, hasta derramar su sangre si fuera preciso, como reza la fórmula de la imposición de la birreta e indica el color rojo de las vestiduras".
"Además, se les pide que sirvan a la Iglesia con amor y vigor, con la transparencia y sabiduría de los maestros, con la energía y fortaleza de los pastores, con la fidelidad y el valor de los mártires. Se trata de ser servidores eminentes de la Iglesia que tiene en Pedro el fundamento visible de la unidad".
El Papa analizó luego el pasaje en el que Santiago y Juan le piden a Jesús sentarse junto a Él. En el texto evangélico se ve que no comprenden la lógica del servicio y de la entrega; ya que "el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por la multitud".
"Estas palabras iluminan con singular intensidad el Consistorio público de hoy. Resuenan en lo más profundo del alma y representan una invitación y un llamamiento, un encargo y un impulso especialmente para vosotros, queridos y venerados hermanos que estáis a punto de ser incorporados al Colegio cardenalicio".
Dirigiéndose a los nuevos cardenales, el Papa hizo votos para que "el don total de sí ofrecido por Cristo sobre la cruz sea para vosotros principio, estímulo y fuerza, gracias a una fe que actúa en la caridad. Que vuestra misión en la Iglesia y en el mundo sea siempre y sólo ‘en Cristo’, que responda a su lógica y no a la del mundo, que esté iluminada por la fe y animada por la caridad que llegan hasta nosotros por la Cruz gloriosa del Señor".
"En el anillo que en unos instantes os entregaré, están representados los santos Pedro y Pablo, con una estrella en el centro que evoca a la Virgen. Llevando este anillo, estáis llamados cada día a recordar el testimonio de Cristo hasta la muerte que los dos Apóstoles han dado con su martirio aquí en Roma, fecundando con su sangre la Iglesia".
"Al mismo tiempo, el reclamo a la Virgen María será siempre para vosotros una invitación a seguir a aquella que fue firme en la fe y humilde sierva del Señor". añadió.
El Papa pidió rezar por los nuevos cardenales, "para que en ellos se refleje de modo vivo nuestro único Pastor y Maestro, el Señor Jesús, fuente de toda sabiduría, que indica a todos el camino".
"Y pedid también por mí –concluyó– para que pueda ofrecer siempre al Pueblo de Dios el testimonio de la doctrina segura y regir con humilde firmeza el timón de la santa Iglesia".
Los nuevos cardenales creados hoy por el Papa son (del Vaticano): Mons. Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; Mons. Joao Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; Mons. Manuel Monteiro de Castro, Penitenciario Mayor de la Santa Sede; Mons. Giuseppe Bertello, Presidente de la Gobernación del Vaticano; Mons. Domenico Calcagno, Presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.
Forman parte de este grupo también Mons. Giuseppe Versaldi, Presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos; Mons. Santos Abril y Castello, Arcipreste de la Basílica Papal de Santa María la Mayor); Mons. Edwin FrederikO'Brien, Gran Maestro de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén; Mons. Antonio Maria Vegliò, Presidente del Pontificio Consejo de la Pastoral para Migrantes e Inmigrantes; y Mons. Francesco Coccopalmerio, Presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos.
Los demás cardenales son: Mons. Giuseppe Betori, Arzobispo de Florencia (Italia), Mons. George Alencherry, Arzobispo Mayor de los Sirios Malabares (India), Mons. Thomas Christopher Collins, Arzobispo de Toronto (Canadá); Mons. Willem Jocoby Eijk, Arzobispo de Utrecht (Países Bajos); Mons, JohnTong Hon, Obispo de Hong Kong (China); Mons. Rainer Maria Woelki, Arzobispo de Berlín (Alemania); Mons. Timothy Michael Dolan, Arzobispo de Nueva York (Estados Unidos); y Mons. Dominik Duka, Arzobispo de Praga (República Checa).
Además de estos 18 obispos, el Papa creó cuatro nuevos cardenales mayores de 80 años, que por esta razón no podrán participar en el siguiente cónclave.
Ellos son: Su Beatitud Lucian Muresan, Arzobispo Mayor de Fagaras y Alba Iulia de los rumanos (Rumania); Mons. Julien Ries, sacerdote de la diócesis de Namur y profesor emérito de historia de las religiones en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica); P. Prosper Grech, O.S.A., docente emérito de varias universidades romanas y consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe; y P. Karl Becker, S.J., docente emérito de la Pontificia Universidad Gregoriana y también consultor de la mencionada Congregación

Evangelio de fin de semana



¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



domingo 19 Febrero 2012


Séptimo Domingo del tiempo ordinario


Santo(s) del día : San Conrado 

Evangelio según San Marcos 2,1-12.

Unos días después, Jesús volvió a Cafarnaún y se difundió la noticia de que estaba en la casa. 

Se reunió tanta gente, que no había más lugar ni siquiera delante de la puerta, y él les anunciaba la Palabra. Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres. 

Y como no podían acercarlo a él, a causa de la multitud, levantaron el techo sobre el lugar donde Jesús estaba, y haciendo un agujero descolgaron la camilla con el paralítico.

Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados". 

Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior: 

"¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?" Jesús, advirtiendo en seguida que pensaban así, les dijo: "¿Qué están pensando? 

¿Qué es más fácil, decir al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate, toma tu camilla y camina'? 

Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". 

El se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos. La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: "Nunca hemos visto nada igual". 

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Pedro Crisólogo (v. 406-450), obispo de Rávena, doctor de la Iglesia 
Sermón 50; PL 52, 339 

«Sólo Dios, puede perdonar los pecados»

        "Hijo mío, tus pecados te son perdonados".Por estas palabras, Cristo quiso ser reconocido como Dios mientras todavía se escondía a los ojos humanos bajo el aspecto de un hombre. A causa de las manifestaciones de su poder y sus milagros, se le comparaba con los profetas; y sin embargo era gracias a él y gracias a su poder, que ellos también habían hecho milagros. Conceder el perdón de los pecados no está en poder del hombre; es la marca propia de Dios. Así es como Jesús comenzaba a descubrir su divinidad en el corazón de los hombres - y esto provoca la rabia en los fariseos que replican: "¡Blasfema! ¿Quién puede borrar los pecados, si no sólo Dios?"

        ¡Tú, fariseo, crees que sabes y eres sólo un ignorante! ¡Crees que celebras a tu Dios y no lo reconoces! ¡Crees que das testimonio, y das golpes! ¿Si es Dios quien absuelve los pecados, por qué no admites la divinidad de Cristo? Si pudo conceder el perdón de un solo pecado, es pues él quien borra los pecados del mundo entero: "Este es el cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo" (Jn 1,29). Para que puedas comprender su divinidad, escúchalo – ya que él penetró el fondo de tu ser. Míralo: él alcanzó la profundidad de tus pensamientos. Acepta, al que desnuda las intenciones secretas de tu corazón.


miércoles, 15 de febrero de 2012

El Papa recibe al Atlético de Madrid en el Vaticano


Una delegación de futbolistas del Atlético de Madrid (España), dirigida por su capitán, el colombiano Luis Amaranto Perea, viajó a Roma y participó en la audiencia general del Papa Benedicto XVI.
Emocionado por el encuentro, el colombiano Amaranto Perea, explicó a los periodistas que fue un acto "muy emotivo, y aunque corto, el Papa nos ha deseado mucha suerte".
"Para nosotros y para mí en especial, éste es un momento muy lindo porque nunca en mi vida pensé en estar tan cerca de una persona tan importante", agregó.
Durante el encuentro, los futbolistas recordaron junto al Santo Padre la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011 y el partido homenaje que dedicaron a los miles de peregrinos en el Estadio Vicente Calderón en agosto del año pasado.
Por su parte, el presidente del equipo, Enrique Cerezo, hizo entrega al Santo Padre de un lingote con los tres escudos que el club ha tenido a lo lardo de su historia, una camiseta firmada por toda la plantilla, un monolito recuerdo de la JMJ, y dos reproducciones en miniatura de las dos copas que el equipo ganó durante el año 2010.
El equipo "está bendecido para todo, jugar bien, meter goles y que la gente vaya al estadio", explicó finalmente Cerezo a los periodistas.
Al término del encuentro, en la Plaza de San Pedro, unos de los seguidores del club, el joven Cristian Pineda, explicó a ACI Prensa, que "ver al Papa ha sido y siempre es, una ayuda para todos los que somos católicos y queremos ser alguna manera imitadores de Cristo".
El equipo madrileño se encuentra en Roma para jugar el jueves la Europa League contra el Lazio de Roma.
El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, acompañó a la delegación del Atlético de Madrid formada por algo más de 80 personas.