domingo, 30 de octubre de 2011

El Papa a católicos: Cristo es coherente y fiel Maestro de amor


En su reflexión previa al ángelus de este domingo, el Papa Benedicto XVI propuso aCristo como auténtico, coherente y fiel Maestro de amor a quien los católicos deben seguir e imitar en la vida cotidiana para dar un testimonio eficaz.
En la Plaza de San Pedro y ante miles de fieles, el Santo Padre recordó que en la liturgia de hoy, "el apóstol Pablo nos invita a acercarnos al Evangelio ‘no como palabra de hombres, sino como lo que es verdaderamente, Palabra de Dios’. De este modo podemos recibir con fe las amonestaciones que Jesús dirige a nuestra conciencia, para asumir un comportamiento acorde a ellas".
En el Evangelio, prosiguió, el Señor "reprocha a los escribas y fariseos, que tenían en la comunidad un papel de maestros, porque su conducta estaba abiertamente en contraste con la enseñanza que proponían a los demás con rigor".
"La actitud de Jesús es exactamente la opuesta a la de ellos: Él es el primero que practica el mandamiento del amor, el que enseña a todos, y puede decir ‘porque mi yugo es suave y ligera mi carga’ y nos ayuda a llevarla junto a Él".
El Papa resaltó luego que Cristo, el Señor, "¡es nuestro verdadero y único Maestro! Estamos, por lo tanto, llamados a seguir al Hijo de Dios, el Verbo encarnado que expresa la verdad de su enseñanza a través de la fidelidad a la voluntad del Padre, mediante el don de sí mismo".
Benedicto XVI destacó además que "Jesús condena firmemente también la vanagloria y observa que ‘obrar para ser vistos por los hombres’ coloca a la persona en manos de la aprobación humana, socavando los valores en los que se basa la autenticidad de la persona".
"Queridos amigos, el Señor Jesús se ha presentado al mundo como siervo, despojándose totalmente de sí mismo y ‘abajándose’ hasta dar sobre la cruz la más elocuente lección de humildad y de amor".
Del ejemplo de Cristo, concluyó el Santo Padre, "brota la propuesta de vida: ‘quien entre ustedes es el más grande debe ser el siervo de todos’. Invoquemos la intercesión de María Santísima y oremos, en particular, por cuantos en la comunidad cristiana están llamados al ministerio de la enseñanza para que puedan dar siempre testimonio con sus obras de las verdades que transmiten con la palabra".
En español el Papa dijo que el Señor "nos exhorta a comportarnos siempre con rectitud de espíritu, entregándonos de corazón al servicio de nuestros hermanos como verdaderos hijos de Dios".
Finalmente alentó a pedirle a "la Virgen María, nuestra Madre celestial, que interceda por nosotros para que, cada vez más unidos interiormente a Cristo, sepamos dar un testimonio eficaz de su amor. Feliz domingo".

Salvaguardar a toda costa tesoro del matrimonio, exhorta el Papa


En su discurso esta mañana a los obispos de Angola y Sao Tomé en visita ad limina en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI hizo un enérgico llamado para salvaguardar, a toda costa, "el tesoro precioso" delmatrimonio cristiano y el derecho a lavida inherente a todo ser humano.
En su discurso el Santo Padre dijo que en este país africano que visitó en 2009 existen una serie de desafíos a los que toca responde coherentemente: "el primero es el llamado ‘amigamento’ (concubinato) que contradice el plan de Dios para la procreación y la familia humana".
El Papa indicó que esta situación afecta a la familia, cuyo "valor es insustituible para la sociedad" y alentó a los prelados a que ayuden "a las parejas casadas a adquirir la madurez humana y espiritual necesaria para asumir de modo responsable su misión de cónyuges y padres cristianos".
Es necesario recordarles, dijo, "que el amor esponsal debe ser único e indisoluble, como la alianza entre Cristo y su Iglesia. Este tesoro precioso debe ser salvaguardado, a toda costa".
Otro desafío que enfrentan los angoleños es la división del corazón de los bautizados "entre el cristianismo y las religiones tradicionales africanas. Afligidos por los problemas de la vida, no dudan en recurrir a prácticas incompatibles con el seguimiento de Cristo".
El Papa se refirió con especial preocupación a un "efecto abominable" de esta situación que llega a la "marginación e incluso al asesinato de niños y ancianos, a la que son condenados por falsos dictámenes de brujería".
"Recordando que la vida humana es sagrada en todas sus fases y situaciones, prosigan, queridos obispos, alzando la voz a favor de las víctimas", exhortó el Santo Padre.
Subrayando que este es un problema regional, el Pontífice aseguró que "es oportuno un esfuerzo continuo de las comunidades eclesiales probadas por esta calamidad, buscando determinar el significado profundo de tales prácticas e identificar los riesgos pastorales y sociales que conllevan y de lograr un método que conduzca a su definitiva erradicación, con la colaboración de los gobiernos y de la sociedad civil".
Benedicto XVI se refirió también a la tarea de los prelados de la transmisión de la fe, en el marco de su próximo viaje a Benin y recordó que "la primera y específicacontribución de la Iglesia es la proclamación del Evangelio de Cristo".
El Evangelio, recordó el Pontífice, "es el principal y primer factor de desarrollo" que además permite a los cristianos superar "las presiones de las costumbres de la sociedad en la que viven" y a "renunciar –con la gracia del bautismo– a las tendencias dañinas imperantes y a caminar contracorriente guiados por el espíritu de las Bienaventuranzas".
El Papa Benedicto también trató el tema de las etnias en Angola, que genera divisiones entre sus pobladores. "En la Iglesia –explicó– como nueva familia de todos los que creen en Cristo, no hay lugar para ningún tipo de división".
Tras recordar que el Beato Juan Pablo II alentaba a hacer de la Iglesia "la casa y la escuela de la comunión", Benedicto XVI dijo que "en torno al altar se reúnen los hombres y mujeres de tribus, lenguas y naciones distintas, compartiendo el mismo cuerpo y la misma sangre de Jesús Eucaristía, y se convierten en hermanos y hermanas realmente consanguíneos".
"Este vínculo de hermandad es más fuerte que aquel de nuestras familias terrenales y que aquel de las tribus".
"Sí, amados pastores de Angola, Sao Tomé y Príncipe, forman un pueblo de hermanos, que desde aquí abrazo y saludo", concluyó.

Encuentro por la paz:El Papa en Asís: Religión no justifica violencia ni terrorismo


El Papa Benedicto XVI viajó hoy a la ciudad italiana de Asís con ocasión de la Jornada de reflexión, oración y diálogo titulada "Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz" con representantes de distintas religiones. Allí exhortó a todos a trabajar por la paz y combatir la violencia y el terrorismo.
Al llegar a la Basílica de Santa María de los Ángeles de Asís, el Papa fue recibido por una delegación de los franciscanos. Posteriormente, el Presidente Pontificio Consejo Justicia y Paz, Cardenal Peter Turkson, saludó a los participantes y presentó un video conmemorativo delprimer encuentro de Asís en 1986 promovido por el Beato Juan Pablo II.
Entre los líderes religiosos que intervinieron en el encuentro están Bartolomé I, Arzobispo ortodoxo de Constantinopla; el arzobispo de Canterbury y Primado de la Comunión Anglicana, Rowan Douglas Williams; el secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias, Olav Fykse Tveit; el rabino del Gran Rabinato de Israel, David Rosen; el representante de la hinduistas, Acharya Shri Shrivatsa Goswami; y el Secretario general de la Conferencia Internacional de las Escuelas Islámicas, Kyai Haji Hasyim Muzadi.
En su discurso, el Papa Benedicto XVI señaló que aunque actualmente "no haya a la vista amenazas de una gran guerra, el mundo está desafortunadamente lleno de discordia. No se trata sólo de que haya guerras frecuentemente aquí o allá; es que la violencia en cuanto tal siempre está potencialmente presente, y caracteriza la condición de nuestro mundo".
Benedicto XVI explicó luego que existen dos formas de violencia. La primera de ellas es el terrorismo, que "es a menudo motivado religiosamente y que, precisamente el carácter religioso de los ataques sirve como justificación para una crueldad despiadada, que cree poder relegar las normas del derecho en razón del ‘bien’ pretendido. Aquí, la religión no está al servicio de la paz, sino de la justificación de la violencia".
Sobre este tema el Santo Padre admitió que "también en nombre de la fe cristiana se ha recurrido a la violencia en la historia. Lo reconocemos llenos de vergüenza" pero precisó luego que "es absolutamente claro que éste ha sido un uso abusivo de la fe cristiana, en claro contraste con su verdadera naturaleza".
Por ello, dijo, "es tarea de todos los que tienen alguna responsabilidad de la fe cristiana el purificar constantemente la religión de los cristianos partiendo de su centro interior, para que –no obstante la debilidad del hombre– sea realmente instrumento de la paz de Dios en el mundo".
Benedicto XVI explicó luego que un segundo tipo de violencia nace como "consecuencia de la ausencia de Dios, de su negación, que va a la par con la pérdida de humanidad".
"El ‘no’ a Dios ha producido una crueldad y una violencia sin medida, que ha sido posible sólo porque el hombre ya no reconocía norma alguna ni juez alguno por encima de sí, sino que tomaba como norma solamente a sí mismo. Los horrores de los campos de concentración muestran con toda claridad las consecuencias de la ausencia de Dios".
La decadencia del hombre se manifiesta, prosiguió, en "la adoración de Mamón, del tener y del poder, se revela una anti-religión, en la cual ya no cuenta el hombre, sino únicamente el beneficio personal".
"El deseo de felicidad degenera, por ejemplo, en un afán desenfrenado e inhumano, como se manifiesta en el sometimiento a la droga en sus diversas formas. Hay algunos poderosos que hacen con ella sus negocios, y después muchos otros seducidos y arruinados por ella, tanto en el cuerpo como en el ánimo".
De esta forma, "la violencia se convierte en algo normal y amenaza con destruir nuestra juventud en algunas partes del mundo. Puesto que la violencia llega a hacerse normal, se destruye la paz y, en esta falta de paz, el hombre se destruye a sí mismo".
El Papa se refirió también a quienes, por n haber recibido el don de poder creer, buscan honestamente la verdad y cuestionan a ateos y creyentes.
"Despojan a los ateos combativos de su falsa certeza, con la cual pretenden saber que no hay un Dios, y los invitan a que, en vez de polémicos, se conviertan en personas en búsqueda, que no pierden la esperanza de que la verdad exista y que nosotros podemos y debemos vivir en función de ella".
Pero también, dijo el Papa, "llaman en causa a los seguidores de las religiones, para que no consideren a Dios como una propiedad que les pertenece a ellos hasta el punto de sentirse autorizados a la violencia respecto a los demás. Estas personas buscan la verdad, buscan al verdadero Dios, cuya imagen en las religiones, por el modo en que muchas veces se practican, queda frecuentemente oculta".
El Santo Padre señaló que esta búsqueda de los que están tras la verdad es "también una llamada a los creyentes a purificar su propia fe, para que Dios –el verdadero Dios– se haga accesible".
"Por eso he invitado de propósito a representantes de este tercer grupo a nuestro encuentro en Asís, que no sólo reúne representantes de instituciones religiosas. Se trata más bien del estar juntos en camino hacia la verdad, del compromiso decidido por la dignidad del hombre y de hacerse cargo en común de la causa de la paz, contra toda especie de violencia destructora del derecho".
Finalmente el Papa aseguró que "la Iglesia Católica no cejará en la lucha contra la violencia, en su compromiso por la paz en el mundo. Estamos animados por el deseo común de ser ‘peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz’.

Evangelio de fin de semana


¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


domingo 30 Octubre 2011

XXXI Domingo del Tiempo Ordinario A


Santo(s) del día : San Alonso Rodriguez,  Sor Haydée Ramos
Evangelio según San Mateo 23,1-12.
"Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; 
ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar 'mi maestro' por la gente. En cuanto a ustedes, no se hagan llamar 'maestro', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen 'padre', porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco 'doctores', porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías. Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros, porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado". 


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Pascasio Radbert (hacia 849) monje benedictino 

«Si yo, que soy el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, vosotros debéis hacer lo mismo unos con otros.» (Jn 13,14)
        «Quien se humilla será ensalzado» (Lc 14,11) Cristo no sólo encargó a los discípulos no dejarse llamar maestros y no querer ocupar los primeros puestos en los banquetes ni aspirar a otros honores, sino que él mismo dio en su persona el ejemplo y es modelo de toda humildad. Aunque el nombre de Maestro no le corresponde por complacencia sino por derecho de naturaleza, porque «todo subsiste en él y para él» (Col 1,17) por su encarnación nos ha comunicado una enseñanza que nos conduce a todos a la verdadera vida y, porque él es mayor que nosotros, nos ha «reconciliado con Dios» (Rm 5,10). Tal como nos dijo: «No aspiréis a honores, no dejéis que os llamen maestros» también dijo «yo no vivo preocupado por mi honor. Hay uno que se preocupa de eso» (Jn 8,50). Fijad vuestra mirada en mí, «el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por todos.» (Mt 20,28)
        Ciertamente, en este pasaje del evangelio, el Señor instruye no sólo a los discípulos sino también a los jefes de la Iglesia, encargándoles que no se dejen arrastrar por la avidez de los honores. Al contrario, que «el que quiera ser grande entre vosotros», sea el primero en hacerse siervo de todos, como él. (cf Mt 20, 26-27)



miércoles, 26 de octubre de 2011

El Papa: Que exposición del Libro Católico en Argentina sea fuente de luz


El Papa Benedicto XVI saludó al Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, y a los organizadores de la 13° Exposición del Libro Católico, y deseó que el evento contribuya con ser una "fuente de luz", tan necesaria en la actualidad.
Según informó este martes la agencia AICA, el Papa dijo que hace "fervientes votos para que dicha muestra proporcione y favorezca una más amplia gama de lecturas sólidas y formativas que sean, especialmente en la época actual, fuente de luz para las inteligenciasy fuerza liberadora frente al error que desorienta y esclaviza".
La Exposición ha sido declarada de interés nacional por la Secretaría General de la Presidencia de la Nación y se realizará del 31 de octubre al 13 de noviembre. Según la convocatoria, durante estos días "miles de visitantes podrán hojear, leer y mirar unos 10.000 buenos libros para recuperar el importante hábito de leer".
El evento será inaugurado el lunes 31 por Mons. Aguer, junto al intendente de La Plata, Pablo Bruera; el secretario de Cultura y Educación, José Antonio Cipollone; y el fundador y presidente de la Exposición, Manuel Outeda Blanco.

El Papa nombra relator general y secretario para Sínodo de los Obispos de 2012


La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer que el Papa Benedicto XVInombró a quienes serán relator general y secretario especial de la asamblea del Sínodo de los Obispos que se realizará en octubre de 2012 en el Vaticano para tratar el tema de la Nueva Evangelización.
El Santo Padre ha designado al Cardenal Donald Wuerld, Arzobispo de Washington (Estados Unidos) como relator general de este importante evento.
La tarea del relator general es introducir y sintetizar lo expuesto por los obispos, ayudando así en las conversaciones y en la clarificación de las líneas de pensamiento.
El Papa nombró al Arzobispo de Montpellier (Francia), Mons. Pierre-Marie Carre, como secretario especial del Sínodo.
Entre sus tareas está supervisar y preparar documentos, proporcionar información pública y editar las conclusiones del Sínodo.
La 13° Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos se celebrará en el Vaticano del 7 al 28 de octubre de 2012 sobre el tema: "La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana".
En marzo de este año se presentó los lineamientos para este evento, publicado en 8 idiomas: latín, francés, inglés, italiano, polaco, portugués, español y alemán.
El texto incluye un cuestionario general relacionado con los argumentos tratados, cuyas 71 respuestas deben ser enviadas a la secretaría general del Sínodo, a más tardar el 1 de noviembre de 2011. La síntesis de las respuestas formará el "Instrumentum laboris" o documento de trabajo del Sínodo.

El Papa exhorta a acoger a migrantes y rechazar el racismo


El Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes presentó este martes el mensaje escrito por el Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado 2012, en el que pide acoger al extranjero, rechazar el racismo, y la involucración de los laicos en la transmisión del Evangelio.
El mensaje se titula "Migraciones y nueva evangelización" y fue presentado por el Presidente del Pontificio Consejo, Mons. Antonio Maria Vegliò; el Secretario, Mons. Joseph Kalathiparambil; y el Subsecretario, P. Gabriele Ferdinando Bentoglio.
Mons. Vegliò indicó que en el mensaje, el Papa afirma que la nueva evangelización se dirige a los trabajadores migrantes, los refugiados y los estudiantes internacionales; en un contexto social en el que "la mezcla de nacionalidades y religiones crece de manera exponencial".
"Ante este desafío, la Iglesia necesita revisar sus métodos, sus expresiones y su lenguaje, renovando su impulso misionero. Una ‘nueva’ evangelización que no modifica los contenidos y los valores del mandato misionero transmitidos por la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio", afirmó.
El Prelado indicó que las migraciones ofrecen la oportunidad de evangelizar a las personas que llegan de otras regiones y no han encontrado aún a Cristo. También pidió no olvidar a los numerosos cristianos que migran a países donde son minoría. Dijo que en todos estos casos se debe "implicar necesariamente al laicado y apoyarse en el diálogo a todos los niveles".
Por su parte, Mons. Kalathiparambil señaló que según las últimas estadísticas del ACNUR, cuatro de cada cinco refugiados son acogidos por países en vías de desarrollo. A la vez, en muchos países del primer mundo crece la hostilidad hacia estas personas.
En ese sentido, llamó a los cristianos a ver en los refugiados "el rostro de Cristo que nos hace a todos hermanos y hermanas". "La acogida puede ser definida como el signo de reconocimiento de la Iglesia, y es la característica fundamental de la solicitud pastoral por los migrantes y los refugiados, junto al rechazo de cualquier sentimiento o manifestación de xenofobia y racismo", afirmó.
Finalmente, el P. Bentoglio indicó que para el 2025 podría haber siete millones de estudiantes internacionales en todo el mundo. Dijo que la educación debe velar por la "formación integral de la persona y a la transmisión de valores como el sentido de la responsabilidad individual y social, el trabajo ético, la solidaridad con toda la familia humana más allá de la pertenencia a una nación".
El P. Bentoglio anunció que del 30 de noviembre al 3 de diciembre se celebrará en Roma el III congreso mundial de la pastoral para los estudiantes internacionales, bajo el lema "Estudiantes internacionales y encuentro de las culturas".

sábado, 22 de octubre de 2011

La guerra denigra la dignidad humana, denuncia Benedicto XVI


El Papa Benedicto XVI recordó que la guerra denigra la dignidad humana al recibir esta mañana en audiencia a los participantes del sexto Convenio Internacional de los Ordinarios Militares y el tercer Curso Internacional de Formación de Capellanes Militares para el Derecho Humanitario.
Desde la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Santo Padre afirmó que “bajo los ojos de todos como en los devastadores sufrimientos producidos por la guerra, la dignidad humana es a menudo denigrada y la paz es turbada”.
El Santo Padre recordó al Beato Juan Pablo II – de quien hoy celebramos su memoria - y su Costituzione Apostolica Spirituali militum por la que se da a los Ordinarios Militares “la posibilidad de promover una acción pastoral cada vez más adaptada y mejor organizada para una parte importante del pueblo de Dios, es decir los militares y sus familias”.
Asimismo recordó las palabras del Beato Wojtyla tras el atentado del 11 de septiembre a las torres gemelas de Nueva York: “La verdadera paz es fruto de la justicia, virtudmoral y garantía legal que vigila bajo el total respeto de los derechos y deberes y sobre la igual distribución de beneficios y oportunidades. Pero la justicia humana es siempre frágil e imperfecta, expuesta a los límites y a los egoísmos personales y de grupo, debe incluir y, en cierto sentido completarse con el perdón que sana y restablece en profundidad las relaciones humanas”.
Benedicto XVI animó a los Ordinarios Militares a “garantizar a los hombres y a las mujeres de las Fuerzas Armadas a un existencia espiritual que responda a todas las exigencias de una vida cristiana coherente y misionera. Se trata de formar a cristianos que tengan una fe profunda, que vivan una práctica convencida de la religión, y que sean auténticos testimonios de Cristo en su ambiente”, exhortó.
Además, indicó que es fundamental que los Obispos y los Capellanes Militares se sientan responsables del anuncio del Evangelio y de la administración de losSacramentos donde quiera que haya militares y familiares.
El Santo Padre consideró que el reto de los Ordinarios Militares es evangelizar el mundo militar “haciendo posible el encuentro con Jesucristo y la santidad de vida a la que todos los hombres son llamado”.
“La vida militar de un cristiano, en efecto va en relación con el primero y el más grande de los mandamientos, aquel del amor a Dios y al prójimo, porque el militar cristiano está llamado a realizar una síntesis por la que sea posible ser también militares por amor, cumpliendo el ministerium pacis inter arma”.
Benedicto XVI indicó que la primera característica del soldado debe ser la caridad para socorrer a las víctimas de terremotos y de aluviones, a los refugiados de la guerra, poniendo a disposición del más débil el propio coraje.
Finalmente, el Santo Padre impartió su bendición y recordó que sin Jesús no se puedo hacer nada, y animó a los presbíteros y diáconos a “propiciar un favorecimiento general del corazón, requisito de aquella paz universal a la que todo el mundo aspira”.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Aunque el hombre lo olvide Dios permanece fiel, dice el Papa


Al presidir la catequesis de la Audiencia General esta mañana ante unas 20 mil personas en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI instó a recordar que "mientras que el hombre olvida fácilmente, Dios permanece fiel".
El Santo Padre explicó que "la memoria se convierte en fuerza de la esperanza. La memoria nos dice: Dios existe, Dios es bueno, su misericordia es eterna. Y así la memoria abre hasta en la oscuridad de un día, de un momento, de un camino hacia el futuro: Es la luz y la estrella que nos guía. También tenemos un recuerdo del bien, del amor misericordioso y eterno de Dios".
A través del Salmo 135, llamado el "Gran Hallel" –el himno de alabanza a Dios que se cantaba tras la cena de Pascua y que probablemente recitó también Jesús en la Última Cena– el Papa invitó a proclamar las maravillas que Dios ha hecho a lo largo de la historia de salvación, respondiendo a modo de letanía con el motivo de la alabanza: "Porque es eterna su misericordia".
El Papa recordó que "la historia de Israel está atravesada por momentos de alegría, de plenitud de vida, de conciencia de la presencia de Dios y de su salvación, pero también está marcada por episodios de pecado, por periodos de penosa oscuridad y de profunda aflicción. Y han sido muchos los adversarios de los que el Señor ha liberado a su pueblo".
En el salmo se recuerdan estos acontecimientos, en especial el exilio en Babilonia, con la destrucción de Jerusalén, "cuando Israel parecía haber perdido todo, incluso su propia identidad, también la confianza en el Señor. Pero Dios se acuerda y libera. La salvación de Israel y de todos los hombres está ligada a la fidelidad del Señor".
"Mientras que el hombre olvida fácilmente, Dios permanece fiel: su memoria es el cofre precioso que guarda esa ‘misericordia eterna’ que canta nuestro salmo", añadió.
Benedicto XVI dijo luego que "después del periodo oscuro de la persecución nazi y comunista, Dios nos liberó, demostró que él es bueno, que tiene fuerza, que su misericordia siempre vale", y este recuerdo de la bondad de Dios "nos ayuda, nos convierte en estrellas de la esperanza".
"Si hoy estoy en la oscuridad de la noche oscura, mañana Él me liberará porque su misericordia es eterna".
El Santo Padre invitó a ver la creación como "un gran don de Dios del cual vivimos, en el cual Él se revela en su bondad y en su grandeza. Y por tanto, tener presente la creación como don de Dios es un punto que nos une a todos".
Benedicto XVI explicó además que con la creación, Dios se manifiesta en toda su bondad y belleza, se compromete con la vida. Y este amor eterno de Dios implica "fidelidad, misericordia, bondad, gracia, ternura".
El salmo concluye recordando que Dios da alimento a todas las criaturas, "cuidando la vida y dando pan. (…). En la plenitud de los tiempos, el Hijo de Dios se hace hombre para dar la vida, para la salvación de cada uno de nosotros, y se entrega como pan en el misterio eucarístico para hacernos entrar en su alianza que nos hace hijos. A tanto llega el amor bondadoso de Dios y la sublimidad de su ‘eterna misericordia’".
Finalmente, el Papa saludó con afecto a los peregrinos de lengua española, llegados hoy desde España, México, Panamá. "Invito a todos a cantar con gozo la alabanza al Señor por el amor eterno que nos tiene", concluyó.

lunes, 17 de octubre de 2011

El Papa presenta motu proprio Porta Fidei sobre el Año de la Fe


La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer esta mañana la Carta Apostólica en forma motu proprio Porta Fidei en la que el Papa Benedicto XVI convoca a un Año de la Fe.
El Santo Padre anunció ayer el Año de la Fe que se iniciará el 11 de octubre de 2012, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
En el documento que se ha hecho público hoy el Santo Padre señala que "’la puerta de la fe’, que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros.
"Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida".
El Papa recuerda luego un pasaje de la homilía del inicio de su pontificado, en la que afirmaba que "la Iglesia en su conjunto, y en ella sus pastores, como Cristo han de ponerse en camino para rescatar a los hombres del desierto y conducirlos al lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquel que nos da la vida, y la vida en plenitud".
"Sucede hoy con frecuencia –continúa el Papa en el motu proprio– que los cristianos se preocupan mucho por las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso, al mismo tiempo que siguen considerando la fe como un presupuesto obvio de la vida común. De hecho, este presupuesto no sólo no aparece como tal, sino que incluso con frecuencia es negado".
"Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa deuna profunda crisis de fe que afecta a muchas personas".
El Papa explica también que "debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido como sustento a todos los que son sus discípulos".
Benedicto XVI recuerda luego que el 11 de octubre de 2012, cuando se inicie el Año de la Fe, también se celebrarán 20 años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, documento fruto del pontificado del Beato Juan Pablo II, que desea se difunda, estudie y promueve intensamente durante este tiempo de gracia.
El Año de la Fe, continúa, "es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados".
"Con su amor, Jesucristo atrae hacia sí a los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia y le confía el anuncio del Evangelio, con un mandato que es siempre nuevo".
Por eso, escribe el Papa, "también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe. El compromiso misionero de los creyentes saca fuerza y vigor del descubrimiento cotidiano de su amor, que nunca puede faltar".
"La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo. Nos hace fecundos, porque ensancha el corazón en la esperanza y permite dar un testimonio fecundo: en efecto, abre el corazón y la mente de los que escuchan para acoger la invitación del Señor a aceptar su Palabra para ser sus discípulos".
El Santo Padre subraya también su esperanza de que este Año "suscite en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza. Será también una ocasión propicia para intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía, que es ‘la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y también la fuente de donde mana toda su fuerza’".
"En este sentido, quisiera esbozar un camino que sea útil para comprender de manera más profunda no sólo los contenidos de la fe sino, juntamente también con eso, el acto con el que decidimos de entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios. En efecto, existe una unidad profunda entre el acto con el que se cree y los contenidos a los que prestamos nuestro asentimiento".
Benedicto XVI recuerda asimismo que "el cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él. Y este «estar con él» nos lleva a comprender las razones por las que se cree".
"La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree. La Iglesia en el día de Pentecostés muestra con toda evidencia esta dimensión pública del creer y del anunciar a todos sin temor la propia fe. Es el don del Espíritu Santo el que capacita para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso".
El Papa destaca luego que muchas personas buscan sinceramente una respuesta para la vida, lo que constituye un ‘preámbulo’ de la fe, "porque lleva a las personas por el camino que conduce al misterio de Dios".
"La misma razón del hombre, en efecto, lleva inscrita la exigencia de ‘lo que vale y permanece siempre’. Esta exigencia constituye una invitación permanente, inscrita indeleblemente en el corazón humano, a ponerse en camino para encontrar a Aquel que no buscaríamos si no hubiera ya venido. La fe nos invita y nos abre totalmente a este encuentro".
A lo largo de este Año, prosigue el Santo Padre, "será decisivo volver a recorrer la historia de nuestra fe, que contempla el misterio insondable del entrecruzarse de la santidad y el pecado. Mientras lo primero pone de relieve la gran contribución que los hombres y las mujeres han ofrecido para el crecimiento y desarrollo de las comunidades a través del testimonio de su vida, lo segundo debe suscitar en cada uno un sincero y constante acto de conversión, con el fin de experimentar la misericordia del Padre que sale al encuentro de todos".
El Papa asegura además que "la fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permite a la otra seguir su camino".
"En efecto, muchos cristianos dedican sus vidas con amor a quien está solo, marginado o excluido, como el primero a quien hay que atender y el más importante que socorrer, porque precisamente en él se refleja el rostro mismo de Cristo. Gracias a la fe podemos reconocer en quienes piden nuestro amor el rostro del Señor resucitado".
Lo que el mundo necesita hoy, afirma el Papa Benedicto, "de manera especial es el testimonio creíble de los que, iluminados en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, son capaces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera, ésa que no tiene fin".
Finalmente el Santo Padre señala que "nosotros creemos con firme certeza que el Señor Jesús ha vencido el mal y la muerte. Con esta segura confianza nos encomendamos a él: presente entre nosotros, vence el poder del maligno, y la Iglesia, comunidad visible de su misericordia, permanece en él como signo de la reconciliación definitiva con el Padre".

Anunciar Evangelio con fe activa, esperanza firme y ardiente caridad, alienta el Papa


Al presidir el Ángelus esta mañana, el Papa Benedicto XVI alentó a todos los católicos a anunciar siempre el Evangelio con fe activa, esperanza firme y ardiente caridad.
Desde el balcón del Palacio Apostólico ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa alentó a los fieles "a identificarse cada día más con Jesucristo, para que con fidelidad a los compromisos bautismales y con la fuerza del Espíritu Santo,difundan la Buena Noticia del Evangelio".
Este anuncio que constituye una tarea fundamental de todo cristiano, debe hacerse "con fe activa, esperanza firme y ardiente caridad. Encomendemos esta misión, siempre nueva, a la ayuda y protección de la Madre de Dios, María Santísima".
En su meditación en italiano el Papa recordó que "en la Liturgia de este domingo se lee lo que San Pablo escribió a los Tesalonicenses: ‘Nuestro Evangelio no se difundió entre ustedes solo por medio de la palabra, sino también con la potencia del Espíritu Santo y con profunda convicción’".
"Que estas palabra del Apóstol de las gentes sea augurio y programa para los misioneros de hoy día –sacerdotes, religiosos y laicos– comprometidos con anunciar a Cristo a quien no lo conoce, o a quien lo ha reducido a un simple personaje histórico", y que la Virgen María "ayude a cada cristiano a ser un válido testimonio del Evangelio", señaló.
El Santo Padre recordó luego el anuncio que hizo en la Misa que celebró esta mañana sobre la realización del Año de la Fe entre octubre de 2012 y noviembre de 2013, conmemorando los 50 años de la inauguración del Concilio Vaticano II.
"Considero que, transcurrido medio siglo de la apertura del Concilio, ligada a la feliz memoria del Beato Juan XXIII, sea oportuno recordar la belleza y la centralidad de la fe, la exigencia de reforzarla y profundizarla a nivel personal y comunitario, y hacerlo en perspectiva no tanto celebrativa, sino más bien misionera, en la óptica, justamente, de la misión ‘ad gentes’ y de la nueva evangelización", explicó Benedicto XVI.
El Santo Padre se refirió también al encuentro "Nuevos evangelizadores para la nueva evangelización" al que asistieron unas ocho mil personas y que concluyó hoy con la Celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro.
El Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, fue el principal promotor de la iniciativa, cuya finalidad fue el profundizar dentro un renovado anuncio del Evangelio en los países de antigua tradición cristiana, y proponer al mismo tiempo algunos testimonios y experiencias significativas.
El Papa señaló que el Beato Juan Pablo II, "en la estela del Concilio Vaticano II y de aquel que puso en marcha su actuación –el Papa Pablo VI– fue en efecto, un incansable defensor de la misión ‘ad gentes’, es decir hacia los pueblos y a los territorios donde el Evangelio todavía no ha echado raíces y un mensajero de la nueva evangelización".

El Papa anuncia "Año de la Fe" para 2012


En la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la Basílica de San Pedro, el Papa Benedicto XVI anunció para el año 2012 el "Año de la Fe" que se extenderá hasta 2013.
El Santo Padre hizo el anuncio durante la Eucaristía conclusiva del encuentro "Nuevos evangelizadores para la nueva evangelización" que se realizó el fin de semana en el Vaticano en el que participaron, entre otros, el tenor italiano Andrea Bocelli y la hermana Verónica Berzosa.
Esta hermana es fundadora de Iesu Communio, la nueva comunidad de religiosas de clausura que surgió en la localidad española de Lerma, que asombró al mundo con un "boom" de vocaciones que reunió a unas 150 hermanas en pocos años.
El Papa explicó que este Año de la Fe comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad deCristo Rey del Universo.
El Concilio Vaticano II es uno de los eventos más importantes en la historia de laIglesia. Se realizó 1962 y 1965 congregando a obispos de todo el mundo. Produjo un cuerpo de doctrina que busca promover la fe católica, renovar la vida de los fieles, adaptar la liturgia y alentar la presencia de los laicos.
Al anunciar el Año de la Fe, el Papa dijo que este tiempo busca "dar un renovado impulso a la misión de toda la Iglesia, para conducir a los hombres lejos del desierto en el cual muy a menudo se encuentran en sus vidas a la amistad con Cristo que nos da su vida plenamente".
Este Año de la Fe, dijo el Santo Padre, "será un momento de gracia y de compromiso por una cada vez más plena conversión a Dios, para reforzar nuestra fe en Él y para anunciarlo con gozo al hombre de nuestro tiempo".
Los detalles de este Año de la Fe serán explicados en los próximos días por Benedicto XVI a través de una carta apostólica.
El Papa recordó luego en el Ángelus que uno de sus predecesores, el Siervo de Dios Pablo VI, también convocó a un Año de la Fe similar, en 1967, al cumplirse 1900 años del martirio de San Pedro y San Pablo.

Misión de la Iglesia es hablar al mundo de Dios, recuerda el Papa


En la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la Basílica de San Pedro al concluir el encuentro "Nuevos evangelizadores para la nueva evangelización", elPapa Benedicto XVI señaló que lamisión de la Iglesia es hablar de Dios a todo el mundo.
Según señala la nota de Radio Vaticana, el Santo Padre reflexionó en su homilía sobre el texto evangélico en el que Jesús responde a los fariseos "Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".
El Papa explicó que "esta palabra de Jesús es muy rica de contenido antropológico, y no se puede reducir solamente al ámbito político. La Iglesia, por tanto, no se limita a recordar a los hombres la justa distinción entre la esfera de autoridad de César y la de Dios, entre el ámbito político y el religioso".
"La misión de la Iglesia, como la de Cristo, es esencialmente hablar de Dios, recordar su soberanía, recordar a todos, especialmente a los cristianos que han perdido su propia identidad, el derecho de Dios sobre lo que le pertenece, es decir, nuestra propia vida".
Benedicto XVI explicó también que Dios es el Señor de la historia y siempre propone una respuesta auténtica a la situación de los seres humanos que "después de la nefasta estación de los imperios totalitarios del siglo XX, tienen necesidad de reencontrar una mirada total del mundo y del tiempo, una mirada verdaderamente libre, pacifica".
Esta mirada, recordó, es la que "el Concilio Vaticano II ha transmitido en sus documentos, y que mis predecesores, el siervo de Dios Pablo VI y el beato Juan Pablo II, han ilustrado con su Magisterio".
Benedicto XVI subrayó que todo fiel debe hacer parte de la tarea de la nueva evangelización, para lo cual es imprescindible rezar constantemente y vivir en comunión con los hermanos.
Además, dijo, "cada misionero del Evangelio debe siempre tener presente esta verdad: es el Señor que tocó los corazones con su Palabra y su Espíritu, llamando a las personas a la fe y a la comunión en la Iglesia".
"La evangelización para ser eficaz, tiene necesidad de la fuerza del Espíritu, que anima el anuncio e infunde en quien lo lleva aquella ‘plena certeza’ de la cual nos habla el Apóstol" San Pablo.
Volviendo a las palabras de Cristo sobre lo que corresponde a Dios y al César, el Papa indicó que con esta valiosa expresión Jesús muestra que Él "en efecto, es verdadero y enseña el camino de Dios según la verdad. Él mismo es este ‘camino de Dios’, que estamos llamados a recorrer. Podemos recordar las palabras de Jesús, en el Evangelio de Juan: ‘Yo soy el camino, la Verdad y la vida’".
"Los nuevos evangelizadores están llamados a caminar en primera fila en este Camino que es Cristo, para hacer conocer a los otros la belleza del Evangelio que dona la vida. Y en este camino, no se camina solo, sino que en compañía: una experiencia de comunión y de fraternidad que se ofrece a cuantos encontramos, para hacer partícipes a los demás nuestra experiencia de Cristo y de su Iglesia".
Así, dijo el Papa Benedicto XVI, "el testimonio, junto al anuncio, puede abrir el corazón de cuantos buscan la verdad, para que puedan alcanzar el sentido de su propia vida".
Benedicto XVI también explicó que si las palabras de Jesús sobre las monedas, en las que estaba acuñada la imagen del César, también son una referencia clara a la imagen y semejanza de Dios que cada persona tiene al haber sido creada por Él.
Por eso, recuerda las palabras de San Agustín al respecto: "si el César reclama su propia imagen tallada en la moneda –afirma-¿no exigirá Dios del hombre la imagen divina esculpida en él?. Y más aún: ‘Como se vuelve a dar a César la moneda, así se vuelve a dar a Dios el alma iluminada y esculpida por la luz de su rostro… Cristo en efecto vive en el interior del hombre’".
"Queridos hermanos y hermanas, ustedes están entre los protagonistas de la nueva evangelización que la Iglesia ha emprendido y lleva adelante, con dificultad, pero con el mismo entusiasmo de los primeros cristianos".
Finalmente el Papa aseguró sus oraciones por quienes se empeñan en la tarea de la nueva evangelización y propuso como ejemplo a la Virgen María, de quien se debe aprender a ser alegres, humildes y "al mismo tiempo valerosos; sencillos y prudentes; equilibrados y fuertes, no con la fuerza del mundo, sino con la de la verdad".

domingo, 16 de octubre de 2011

Evangelio de fin de semana.



¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


domingo 16 Octubre 2011XXIX Domingo del Tiempo Ordinario A


Santo(s) del día : Santa Margarita María Alacoque

Evangelio según San Mateo 22,15-21.
Los fariseos se reunieron entonces para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones.
Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie. Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?". Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: "Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa? Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto". Ellos le presentaron un denario. Y él les preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?". Le respondieron: "Del César". Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios".

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Lorenzo de Brindisi (1559-1619) capuchino, doctor de la Iglesia -Sermón para el 22 domingo después de Pentecostés

Ser imagen de Dios  

        «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.» Hay que dar a cada uno lo que le toca. He aquí una palabra llena de sabiduría y de ciencia celestial. Nos enseña que hay dos maneras de poder, el uno terreno y humano, el otro del cielo y divino... Nos enseña que debemos atenernos a dos obediencias, una a las leyes humanas y la otra a las leyes divinas... Hay que pagar al César la moneda que lleva su efigie y la inscripción del César, a Dios lo que ha sido sellado con el sello de su imagen y semejanza: «Haz brillar, Señor, sobre nosotros la luz de tu rostro.» (Sal 4,7)
         Hemos sido creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26). Eres hombre, ¡oh cristiano! Eres la moneda del tesoro divino, una moneda que lleva el sello y la inscripción del emperador divino. Por tanto, pregunto con Cristo: «¿De quién son esta imagen y esta inscripción?» Tú respondes: «De Dios.» Yo te respondo: ¿Por qué, entonces, no das a Dios lo que es suyo?»
         Si queremos ser realmente imagen de Dios, debemos asemejarnos a Cristo, ya que él es la imagen de la bondad de Dios y la «impronta de su ser». (Hb 1,3) Y Dios «nos ha destinado a ser imágenes de su Hijo» (Rm 8,29). Cristo dio al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Observó de manera perfecta los preceptos que contienen las tablas de la ley divina «haciéndose obediente hasta la muerte en cruz» (cf Fl 2,8) y así fue levantado a lo más alto de los cielo.

lunes, 3 de octubre de 2011

Evangelio de fin de semana.

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



domingo 02 Octubre 2011

XXVII Domingo del Tiempo Ordinario A

Santo(s) del día : Santos Ángeles Custodios

Evangelio según San Mateo 21,33-43.
Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos.
Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon.
El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera.
Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: 'Respetarán a mi hijo'.
Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia".
Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?".
Le respondieron: "Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo".
Jesús agregó: "¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?
Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por : San Basilio (hacia 330-379), monje y obispo de Cesarea, en Capadocia, doctor de la Iglesia
Homilía 5 sobre el Hexaemerón, 6

Dar fruto

        El Señor no cesa de comparar las almas humanas a las viñas: «Mi amigo tenía una viña en un fértil collado» (Is 5,1); «Planté una viña y la rodeé de una cerca» (Mt 21,33). Evidentemente que Jesús llama su viña a las almas humanas, que las ha cercado, como con una clausura, con la seguridad que dan sus mandamientos y la guarda que les proporcionan sus ángeles, porque «el ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege» (Sl 33,8). Seguidamente plantó alrededor nuestro como una empalizada poniendo en la Iglesia «en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros» (1C 12,28). Además, por los ejemplos de los santos hombres de otros tiempos, hace elevar nuestro pensamiento sin dejar que caiga en tierra donde serían pisados. Quiere que los ardores de la caridad, como los zarcillos de una vid, nos aten a nuestro prójimo y nos hagan descansar en él. Así, manteniendo constantemente nuestra deseo hacia el cielo, nos levantaremos como vides que trepan hasta las más altas cimas.
        Nos pide también que consintamos en ser escardados. Ahora bien, un alma está escardada cuando aleja de ella las preocupaciones del mundo que no son más que una carga para nuestros corazones. Así, el que aleja de sí mismo el amor carnal y esta atado a las riquezas o que tiene por detestable y menospreciable la pasión por esta miserable y falsa gloria ha sido, por decirlo así, escardado, y respira de nuevo, desembarazado ya de la carga inútil de las preocupaciones de este mundo.
        Pero, para mantenernos en la misma línea de la parábola, es preciso que no produzcamos únicamente madera, es decir, que vivamos con ostentación, ni que busquemos ansiosamente la alabanza de los de fuera. Es necesario que demos fruto reservando nuestras obras para ser mostradas tan sólo al verdadero propietario de la viña.