domingo, 30 de septiembre de 2012

Benedicto XVI: Debemos alegrarnos y no tener envidia de toda obra buena

En sus palabras previas al rezo del Ángelus, ante los peregrinos reunidos en Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI exhortó a los cristianos a “gozar por cada gesto e iniciativa de bien, sin envidias ni celos”.

Al referirse al Evangelio de hoy, el Santo Padre señala que Jesús no sólo no permitió que Juan impida a un hombre, que no era seguidor del Señor, expulsar demonios, sino que “aprovecha aquella situación para enseñar a sus discípulos que Dios puede obrar cosas buenas y hasta prodigiosas también más allá de su propio círculo”.

Jesús enseñó a sus discípulos, anotó el Papa, “que se puede colaborar a la causa del Reino Dios en distintos modos, aún ofreciendo un simple vaso de agua a un misionero”.

Benedicto XVI citó a San Agustín, quien escribió que “como en la Católica –es decir en la Iglesia- se puede encontrar lo que no es católico, así también fuera de la Católica puede haber algo de Católico”.

Por ello, el Santo Padre indicó que “los miembros de la Iglesia no tienen que probar celos, sino más bien alegrarse si alguien externo a la comunidad obra el bien en el nombre de Cristo, a condición que lo haga con intención recta y con respeto”.

“También en el interior de la Iglesia misma puede suceder, a veces, que cueste valorizar y apreciar, en un espíritu de profunda comunión, las cosas buenas realizadas por las distintas realidades eclesiales”, lamentó.

Sin embargo, exhortó el Papa, “todos tenemos que ser siempre capaces de apreciar y estimarnos mutuamente, alabando al Señor por la infinita ‘fantasía’ con la cual obra en la Iglesia y en el mundo”.

Benedicto XVI también se refirió a la “denuncia del apóstol Santiago contra los ricos deshonestos, que ponen sus seguridades en las riquezas acumuladas a fuerza de violencia”.

“Las palabras del apóstol Santiago, mientras advierten de la vana codicia de los bienes materiales, constituyen un fuerte llamamiento a usarlos en la perspectiva de la solidaridad y del bien común, obrando siempre con equidad y moralidad en todos los niveles”.

Citando a San Cesáreo de Arlés, el Papa dijo que “la riqueza no puede hacer el mal a un hombre bueno, porque la dona con misericordia, así como no puede ayudar a un hombre malo, mientras la conserve con avidez o la derroche disipándola”.

EL EVANGELIO Y SU PENSAMIENTO

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68

domingo 30 Septiembre 2012
Vigésimo sexto Domingo del tiempo ordinario
Santo(s) del día : San Jerónimo

Evangelio según San Marcos 9,38-43.45.47-48.

Juan le dijo: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros". 
Pero Jesús les dijo: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. 
Y el que no está contra nosotros, está con nosotros. 
Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. 
Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. 
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible. 
Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena. 
Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena, 
donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. 

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 

En el relato de hoy, Juan ve a Jesús como si fuera una Marca Registrada de los discípulos y lo quiere convertir en el monopolio de los violentos. ¡Cuánto parecido encierra con el relato del libro de los Números (Núm 11, 16-17. 24-29)! Es como si Juan fuera el nuevo Josué diciendo: “Moisés, señor mío, no se lo permitas”. Juan entorpece el camino de la sanación entregado por Dios a los hombres por medio de Jesús: “tratamos de impedírselo por que no es de los nuestros”. ¿Hay que ser de los nuestros para hacer obras buenas? ¿Desde cuándo Jesús es una marca registrada? ¿La sanación, la liberación, que Jesús nos da es monopolio de algunos o es para todos? 

Juan parece no entender que Jesús vino por todos y para todos y que, así como vino por todos y para todos, todos pueden invocar su santo Nombre. Jesús no es sólo de algunos, es de todos. Nosotros, al igual que Juan, muchas veces pensamos lo contrario, imaginamos que si “no es de los nuestros”, su tarea no sirve. Cuántas veces nos hemos encontrado con situaciones de autoritarismo, intolerancia, mezquindad, individualismo, egoísmo, chisme, manipulación, exclusión, marginación, etc., en nuestras comunidades eclesiales. Predicamos un Jesús que es para todos, pero cuando todos lo predican no nos gusta. 

Pero Jesús les dijo: “No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí” 

Como Josué, Juan parecía celoso por su maestro, Jesús le responde diciéndole que no hay problema, nadie va a hablar mal de él. Pero pareciera que el drama de Juan no es si alguien habla, o no, mal del Señor. El problema es que Juan está celoso porque pierde poder, celoso porque hablan mal de los discípulos. Cuantas veces nos pasa que alguien se cambia a una iglesia evangélica y allí se convierte, tal vez ha estado la vida entera en la nuestra y no recibió nada. ¡Qué mal habla eso de la Iglesia Católica! Otras veces alguien se cambia de grupo o institución. Antes no servía para nada, ahora es un genio, se convirtió en un súper-cristiano, años en nuestra comunidad y no servía para nada; ahora parece que todos sus dones han salido a la luz. 

Resulta interesante ver como Marcos pone este relato después de la curación del endemoniado epiléptico (Mc 9, 14-29), donde los discípulos no pudieron curarlo (versículo 18: “le pedí a tus discípulos que lo expulsaran pero no pudieron”), y ahora ¡aparece uno que en Nombre de Jesús expulsa a los demonios y no es de los nuestros! (v. 38). Parece que siempre la decisión de los violentos y mediocres es eliminar al que les haga sombra, en vez de crecer (ya lo había dicho el Señor en Mc 9, 29: “Esta clase de demonios se expulsa solo con la oración”). La enseñanza de Jesús hay que orientarla al hecho de que hay que crecer nosotros y no disminuir a los demás, hacernos más fuertes nosotros y no debilitar a los otros, ¡no les cortemos las piernas para que estén a nuestra altura de petisos, crezcamos nosotros para hacernos tan o más altos que ellos! 

Y el que no está contra nosotros, está con nosotros. 

El evangelio de san Mateo dice todo lo contrario: “El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama” (Mt 12, 30). Pero, si bien hay que complementarlos, notemos la diferencia: en Mateo Jesús dice conmigo, en cambio, en Marcos dice nosotros. También es notable que, en Marcos 9, 39, la referencia de Jesús es sólo a él (“No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí”) y no a la comunidad (nosotros). Jesús invita a ver a los demás como parte del grupo, de la comunidad y no como a enemigos a quienes hay que combatir. ¡Cuánto aprenderíamos, los seguidores de Cristo, si dejáramos de atacarnos mutuamente! ¡Cuánto ganaríamos si nos diéramos cuenta de que todos estamos con él –nosotros, dice el Señor! 

De todas maneras es bueno que resuenen las palabras de Pablo: “...la mayor parte de los hermanos, a quienes mis cadenas han devuelto el coraje en el Señor, se han animado a proclamar sin temor la Palabra de Dios. Es verdad que algunos predican a Cristo llevados por la envidia y el espíritu de discordia, pero otros lo hacen con buena intención. Estos obran por amor, sabiendo que yo tengo la misión de defender el Evangelio. Aquellos, en cambio, anuncian a Cristo por espíritu de discordia, por motivos que no son puros, creyendo que así aumentan el peso de mis cadenas. Pero ¡qué importa! Después de todo, de uno u otra manera, con sinceridad o sin ella, Cristo es anunciado, y de esto me alegro y me alegraré siempre.” (Filipenses 1, 14-18) 

La gravedad del escándalo. 

Escandalizar es poner una piedra para que otro tropiece. Cuando escandalizamos a alguien le hacemos caer, tropezar, desmoronarse. ¡Cuántas veces hemos visto como los escándalos destruyen la credibilidad de las cosas de Dios! ¡Cuántas veces las comunidades quedan postradas por la fiebre del escándalo, quedan de rodillas ante la duda que el escándalo ha sembrado! ¡Por eso Jesús llama la atención “estos pequeños que creen en mí”! La fe es en Jesús, pero nosotros somos piedra de tropiezo cuando, entre Jesús y los pequeños, ponemos nuestro monopolio, nuestro egoísmo, nuestra mezquindad. 

La mano, el pie y el ojo son los miembros que pueden llevarnos al pecado. La mano, símbolo de nuestra tarea creativa, que debería usarse solamente para entregar, para compartir con el que no lo tiene, también la usamos para robar, para esconder y mezquinar, para tomar en vez de dar. El pie signo del discípulo que sigue al maestro, del caminante que se mueve para misionar y llevar la buena nueva a los hermanos, del que se deja iluminar por la Palabra de Dios (Sal 119, 105), también puede usarse para andar por el camino del mal, por la senda de los malvados (Salmo 1, 1). El ojo figura del orante (Mc 7, 34), del buscador de Dios (Sal 121, 1), puerta de entrada de la vida y la respuesta divina (Sal 13, 4); también puede usarse para mirar con ira, con maldad o para cometer adulterio (Mt 5, 28). 

Es obvio que Jesús no quiere que nos amputemos algún miembro de nuestro cuerpo, usa esta expresión para hacernos ver la gravedad de la tentación del pecado y la maldad. Más te vale..., dice el Señor.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Benedicto XVI dedica Jornada Mundial de Comunicaciones 2013 a Redes Sociales

El Papa Benedicto XVI eligió como tema para la 47 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en el contexto de la celebración del Año de la Fe, a las "Redes Sociales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización".

Esta reflexión responde a que uno de los desafíos actuales más importantes es precisamente la evangelización en un ambiente cada vez más digital, en la cual se han desarrollado y han adquirido una gran popularidad las redes sociales, impactando en la comunicación y en las relaciones interpersonales.

Las inquietudes planteadas ante esta situación incluyen si la tecnología puede ayudar a los hombres a encontrar a Cristo en la fe. La necesidad de presentar el Evangelio como respuesta perenne a la exigencia humana de sentido y de fe, debe emerger y abrirse camino a través de Internet.

La propuesta es humanizar y vitalizar el mundo digital, para usar Internet no como un “medio” de evangelización, sino evangelizar tomando en cuanta que la vida del hombre moderno también se expresa en la red.

La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, la única establecida desde el Concilio Vaticano II, se celebra anualmente el domingo anterior a la fiesta de Pentecostés, que este año será el 12 de mayo de 2013.

El mensaje del Papa Benedicto XVI para esta jornada se publicará el 24 de enero, con ocasión de la fiesta de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas.

Benedicto XVI se despide de Castel Gandolfo

29 Sep. .- Esta mañana, elPapa Benedicto XVI se despidió de la comunidad de Castel Gandolfo, donde pasó un tiempo dedicado al “estudio, oración y descanso”, y agradeció a todos por el cuidado y preocupación puestos en asegurarle hospitalidad en esa localidad.

El Santo Padre agradeció especialmente al Obispo de Albano (Italia), Mons. Marcello Semeraro, en cuya jurisdicción se encuentra Castel Gandolfo, y a las comunidades de religiosas y laicos locales, y les pidió que continúen haciéndole sentir su cercanía espiritual, incluso después de su partida.

El Papa también expresó su agradecimiento a las autoridades civiles, entre ellos al alcalde de Castel Gandolfo, y aseguró sus oraciones por las familias más necesitadas y los enfermos.

“Queridos hermanos y hermanas, os agradezco vuestra presencia hoy a este encuentro. El mejor modo para recordarnos es el de la oración: yo no dejaré de rezar por vosotros y por vuestras intenciones y confío que vosotros haréis lo mismo”.

Al concluir, Benedicto XVI confió a los pobladores de Castel Gandolfo “a la Virgen María, que veneramos en el mes de octubre como Reina del santo Rosario”, y pidió que ella sea siempre “con su mirada amorosa, la que acompañe y sostenga nuestros pasos en el camino de la justicia y la verdad”

Evangelización es tarea perenne, recuerda el Papa Benedicto XVI




El Papa Benedicto XVI señaló que la tarea de la Evangelización es perenne, en su mensaje a la Asamblea Plenaria del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) se reúne en Sankt-Gallen (Suiza) del 27 al 30 de septiembre.

En el texto firmado por el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, enviado al presidente del CCEE, Cardenal Cardenal Peter Erdo, se señala que el 1400 aniversario de la llegada a Suiza de San Galo, discípulo y compatriota de San Columbano, "invita a reflexionar sobre la tarea perenne de la evangelización y sobre su renovada urgencia".

El Papa afirma luego que "la experiencia de San Galo, como la de tantos otros protagonistas de la evangelización en las tierras europeas y en el mundo entero, enseña que el mensaje cristiano se siembra y se radica eficazmente allí donde se vive de forma auténtica y elocuente en una comunidad, de modo que la predicación sea sostenida por el testimonio de la caridad fraterna y animada por la oración común"

Por lo tanto, "la memoria de San Galo y de su obra, en vísperas de la Asamblea sinodal sobre la Nueva Evangelización, servirá como estímulo a la plenaria de este consejo para mirar con fe y esperanza –con la mirada de Cristo Señor– a la gran 'mies' que son los pueblos de Europa, siguiendo el curso del Concilio Ecuménico Vaticano II y de las enseñanzas de los sumos pontífices que lo han actuado".

En particular, escribe el Cardenal Bertone, "será oportuno retomar la lección magistral del Siervo de Dios Pablo VI en la 'Evangelii nuntiandi' y las directrices del beato Juan Pablo II en la 'Novo millennio ineunte', naturalmente a la luz del magisterio del Santo Padre Benedicto XVI y en la perspectiva del Año de la Fe".

miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Papa a políticos católicos: Busquen el bien común en coherencia con la Iglesia


 En su saludo en castellano al finalizar la audiencia general de hoy, el Papa Benedicto XVI hizo un llamado a los políticos católicos a trabajar por el bien común de manera coherente con las convicciones de la Iglesia.
En su saludo en español, el Papa recordó "a los políticos católicos la necesidad de buscar generosamente el bien común de todos los ciudadanos, y de modo coherente con las convicciones propias de hijos de la Iglesia".
El Santo Padre dirigió esta exhortación dirigiéndose de manera particular al Presidente de la Cámara de Diputados de Chile, Nicolás Monckeberg Díaz, acompañado de un grupo de parlamentarios de visita en Roma.
El Papa también aprovechó para saludar a los peregrinos llegados a la Plaza de San Pedro provenientes de España, México, Panamá, Costa Rica, Chile, Puerto Rico, Colombia, Argentina y otros países latinoamericanos.
Finalmente Benedicto XVIque dedicó su catequesis a explicar la importancia de rezar en la liturgia de la Iglesia, alentó a celebrarla y vivirla "con actitud orante, uniéndonos al Misterio de Cristo y a su diálogo filial con el Padre".

Abrir y dirigir el corazón a Dios al rezar en la Liturgia de la Iglesia, exhorta el Papa


El Papa Benedicto XVI hizo hoy un especial llamado a los católicos a tener una disposición fundamental: dirigir el corazón y abrirlo dócilmente a Dios para rezar en la liturgia de la Iglesia.
En su habitual catequesis de la audiencia general celebrada esta mañana ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, el Papa reflexionó sobre la oración en la liturgia, un espacio "precioso" que es además "un ámbito privilegiado en el que Dios nos habla a cada uno de nosotros, aquí y ahora, y espera nuestra respuesta".
Tras recordar que liturgia significa originalmente "servicio de parte de y en favor del pueblo", el Papa resaltó el momento en el que el celebrante, durante la Misa, anima a levantar el corazón (Sursum corda) "fuera de la maraña de nuestras preocupaciones, de nuestros deseos, de nuestras angustias, de nuestra distracción".
"Nuestro corazón, la parte íntima de nosotros mismos, debe abrirse dócilmente a la Palabra de Dios, y recogerse en la oración de la Iglesia, para recibir su orientación hacia Dios de las palabras mismas que escucha y dice. La mirada del corazón debe dirigirse al Señor, que se encuentra entre nosotros: es una disposición fundamental".

martes, 25 de septiembre de 2012

Benedicto XVI nombra número récord de mujeres para Sínodo de los Obispos


 El Papa Benedicto XVInombró 29 mujeres de distintas partes del mundo para participar en la próxima Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se celebrará del 7 al 28 de octubre en Roma bajo el lema 'La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana'.
De esta forma, se alcanza un número récord de mujeres participantes en un Sínodo.
Así, el Pontífice nombró 45 expertos –diez de ellos, mujeres– y a 49 observadores –entre los que destacan 19 mujeres– que participarán también en el próximo Sínodo.
Además, el Papa nombró además a 36 Padres Sinodales procedentes de las conferencias episcopales de todo el mundo, entre los que figuran 12cardenales, 20 arzobispos y obispos y cuatro sacerdotes.
Los tres presidentes delegados serán el Arzobispo de Hong Kong, Cardenal John Tong Hon; el Arzobispo de Guadalajara (México) Cardenal Francisco Robles Ortega y el Arzobispo de Kinshasa de la República Democrática del Congo, Cardenal Laurent Monsengwo Pasinya.
Por otra parte, el relator general será el Arzobispo de Washington, Cardenal Donald William Wuerl, y el secretario especial, el Arzobispo de Montpellier, Mons. Pierre-Marie Carré.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Dar testimonio de Cristo y promover Año de la Fe, exhorta el Papa


En un mensaje enviado a los Obispos de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) en ocasión de su asamblea plenaria que se realiza en Lourdes, el Papa Benedicto XVIalentó a los prelados a dar testimonio de Cristo en la vida cotidiana y a impulsar el Año de la Fe que ha convocado (octubre 2012 – noviembre 2013).
En el texto dirigido al Presidente de la CEF y firmado por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre hace votos para "¡que el testimonio dado por las personas consagradas sea cada vez más significativo, en una sociedad fuertemente marcada por la secularización y la indiferencia religiosa, así como por una gran sed de espiritualidad!".
El Papa, señala la nota de Radio Vaticana, encomienda los trabajos de la asamblea de los Obispos de Francia y comparte los principales puntos del programa de trabajo de esta reunión, de los que ha sido informado por los mismos obispos y que se centran en la necesidad de reimpulsar la vida espiritual en las diócesis.
Tras resaltar que "en el corazón de esta renovación, la vitalidad de la vida consagrada, en todas sus diferentes formas, ocupa un lugar especial",Benedicto XVI señala la importancia de la participación en la Eucaristía, como necesidad indispensable para el dinamismo de la vida cristiana.
El texto resalta luego la esperanza de que "la preparación del Año de la Fe, que el Santo Padre acaba de promulgar, sea también una nueva oportunidad para encontrar los medios adecuados con el fin de celebrar en sus diócesis, de manera digna y fecunda, la Eucaristía".
Así permitirán "a los que creen en Jesucristo, poder revigorizar su adhesión al Evangelio y su testimonio de vida cristiana", afirma.
Finalmente el Papa encomienda a la Virgen de Lourdes en la gruta de Masasabielle los trabajos de los Obispos de Francia, al tiempo que les otorga su bendición apostólica.

Dios no es "peligro" para nadie y todos pueden llegar a Él, dice el Papa


 En el videomensaje que envió a los participantes del "Patio de los Gentiles", el encuentro con no creyentes promovido por el Pontificio Consejo para la Cultura, el Papa Benedicto XVI afirmó que la cuestión de Dios no constituye un peligro para la vida humana, debe estar presente en sus interrogantes fundamentales, y todos están en capacidad de buscarlo y encontrarlo para descubrir la verdad del ser humano.
En el mensaje proyectado en pantallas gigantes en las afueras de la Catedral de Notre-Dame en París en donde se realizó el evento el viernes 25 de marzo, el Santo Padre exclamó: "¡La cuestión de Dios no es un peligro para la sociedad, no pone en peligro la vida humana! La cuestión de Dios no debe estar ausente de los grandes interrogantes de nuestro tiempo".
Seguidamente resaltó la necesidad del diálogo entre fe y razón para llegar a la verdad, con valentía para poder alcanzar también la libertad.
El Santo Padre explicó luego que "las religiones no pueden tener miedo de una laicidad justa, una laicidad abierta que permita a cada uno y a cada una vivir lo que cree, de acuerdo con su conciencia. Si se trata de construir un mundo de libertad, igualdad y fraternidad, creyentes y no creyentes tienen que sentirse libres de ser, iguales en sus derechos de vivir su vida personal y comunitaria con fidelidad a sus convicciones, y tienen que ser hermanos entre sí".
"Una de las razones de ser de este Patio de los Gentiles es la de actuar a favor de esta fraternidad más allá de las convicciones, pero sin negar las diferencias. Y, todavía más profundamente, reconociendo que solo Dios, en Cristo, libera interiormente y nos permite reencontrarnos en la verdad como hermanos".
"La primera actitud que hay que tener o las acciones que podéis realizar conjuntamente –continuó el Papa– es respetar, ayudar y amar a todo ser humano, porque es criatura de Dios y en un cierto modo el camino que conduce a Él".
"Siguiendo lo que vivís esta noche, contribuid a derribar las barreras del miedo del otro, del extranjero, de aquel que no se os parece, miedo que nace a menudo de la ignorancia mutua, del escepticismo o de la indiferencia. Procurad estrechar los lazos con todos los jóvenes sin distinción, es decir, sin olvidar los que viven en la pobreza o en la soledad, los que sufren por culpa del paro, padecen una enfermedad o se sienten al margen de la sociedad".
Benedicto XVI manifestó luego que "no es sólo vuestra experiencia de vida lo que podéis compartir, también vuestro modo de acercaros a la oración. Creyentes y no creyentes, presentes en este patio de lo Desconocido, estáis invitados a penetrar también en el espacio sagrado, franquear el magnífico pórtico de Notre-Dame y entrar en la catedral para hacer un rato de oración. Esta oración será para algunos de vosotros una oración a un Dios conocido en la fe, pero también puede ser para otros una oración al Dios Desconocido".
El Papa alentó luego a abrir el corazón a Dios y expresó su alegría por el encuentro recordando la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Madrid en agosto de este año: "el Dios que los creyentes aprenden a conocer os invita a descubrirlo y vivirlo siempre más. ¡No tengáis miedo! En el camino de un nuevo mundo que recorréis juntos, sed buscadores del Absoluto y buscadores de Dios, también vosotros para quienes Dios es el Dios Desconocido".
"Y que Aquel, que ama a cada uno y cada una de vosotros, os bendiga y os guarde. Él cuenta con vosotros para cuidar de los demás y el futuro, ¡y vosotros podéis contar con Él!", concluyó.

Defender vida y familia no es retrógrado sino profético, dice el Papa a Obispos de Francia


 En su discurso  a los Obispos de Francia que están en Roma en su visita ad limina, elPapa Benedicto XVI señaló que defender la vida y la familia "no es para nada retrógrado sino profético".
El Santo Padre resaltó "la interdependencia entre el desarrollo de la persona y el desarrollo de la sociedad misma y del hecho que la familia, que es el fundamento de la vida social, se ve amenazada en muchos lugares, por una concepción defectuosa de la naturaleza humana".
"Defender la vida y la familia en la sociedad, no es para nada retrógrado sino profético, ya que conlleva la promoción de valores que permitan el pleno desarrollo de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios", afirmó.
Benedicto XVI explicó que en este campo "tenemos un verdadero desafío que afrontar" y recordó lo que ha escrito en la encíclica Sacramentum Caritatis:
"El bien que la Iglesia y toda la sociedad esperan del Matrimonio, y de la familia fundada en él, es demasiado grande como para no ocuparse a fondo de este ámbito pastoral específico. Matrimonio y familia son instituciones que deben ser promovidas y protegidas de cualquier equívoco posible sobre su auténtica verdad, porque el daño que se les hace provoca de hecho una herida a la convivencia humana como tal".
Las palabras del Papa tienen especial resonancia cuando en Francia el presidente François Hollande ha ofrecido legalizar las uniones homosexuales y cuyo debate se realiza actualmente. Esta medida ha recibido el rechazo de los Obispos que además promovieron, a nivel nacional, una gran jornada deoración por la vida y la familia el pasado 15 de agosto y que se han seguido manifestando a favor del auténtico matrimonio.
En su discurso a los prelados hoy, el Papa recordó que Francia "tiene una larga tradición espiritual y misionera, hasta el punto de que fue calificada por el Beato Juan Pablo II como 'educadora de los pueblos' Los desafíos de una sociedad ampliamente secularizada nos llaman ahora a buscar una respuesta con valor y optimismo, ofreciendo con audacia e inventiva la novedad permanente del Evangelio".
"Con esta perspectiva y para estimular a los fieles del mundo entero he convocado el Año de la fe (...) invitando a una conversión auténtica y renovada al Señor, único Salvador del mundo", señaló.
Benedicto XVI se refirió a los deberes del Obispo como Buen Pastor, con sus fieles y sacerdotes, exhortándoles a tener con estos últimos "una especial solicitud (...) en particular con los que han sido ordenados recientemente y los que son ancianos o están necesitados". El Papa elogió las iniciativas de los prelados franceses para ayudar espiritual, intelectual y materialmente a sus más estrechos colaboradores y recordó también la escasez de "obreros del Evangelio en nuestros días". "Por eso –dijo– es necesario rezar y hacer que se rece para esta intención, mientras os animo a seguir con gran atención la formación de los seminaristas".
"La solución de los problemas pastorales diocesanos que se presentan, no debe limitarse a cuestiones de organización, por muy importantes que sean, ya que existe el peligro de acentuar la búsqueda de la eficacia con una suerte de 'burocratización de la pastoral", centrándose en las estructuras y los programas, que pueden pasar a ser (...) de uso exclusivo de los miembros de dichas estructuras".
El Santo Padre resaltó que "la evangelización exige, en cambio, partir del encuentro con el Señor en un diálogo establecido en la oración y, después, concentrarse en el testimonio, para ayudar a nuestros contemporáneos a volver a descubrir los signos de la presencia de Dios".
El Santo Padre agradeció la generosidad de los laicos llamados a participar en oficios y funciones de la Iglesia, advirtiendo al mismo tiempo que es necesario recordar, por una parte, que su misión específica es "la animación cristiana de las realidades temporales en las que actúan por su propia iniciativa y de forma independiente, a la luz de la fe y la enseñanza de la Iglesia".
"Por tanto, es necesario salvaguardar la diferencia entre el sacerdocio común de todos los fieles y el sacerdocio ministerial de los que están ordenados para servir a la comunidad; una diferencia que es no sólo de grado sino de naturaleza. Por otra parte hay que tener plena fidelidad al depósito de la fe enseñada por el Magisterio auténtico y profesada por la Iglesia entera".
Benedicto XVI habló sobre una de las patrona de Francia, Santa Juana de Arco, de quien este año se celebra el sexto centenario del nacimiento y señaló que "uno de los aspectos más originales de su santidad es precisamente el vínculo entre experiencia mística y misión política", exhortando a los obispos a proponerla como "modelo de santidad laica al servicio del bien común".
Otra de las tareas del Obispo es "defender la unidad de la Iglesia, toda entera, en la porción del Pueblo de Dios que le ha sido confiada, aunque en su seno se expresen legítimamente sensibilidades diferentes que merecen una igual solicitud pastoral".
En ese ámbito el Papa se refirió a las "expectativas específicas de las nuevas generaciones que requieren una adecuada catequesis para que encuentren su lugar en la comunidad de los creyentes" y recordó la presencia de tantos jóvenes franceses, acompañados por sus pastores en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid, un signo "del nuevo dinamismo de la fe que abre las puertas a la esperanza".
Para concluir el Papa manifestó su apoyo al programa Diaconía 2013, que insta a las comunidades diocesanas y locales, y a todos los creyentes a "colocar en el centro del dinamismo eclesial el servicio a los hermanos, sobre todo a los más frágiles".
"Que el servicio al hermano, enraizado en el amor de Dios suscite en todos vuestros fieles la voluntad de contribuir, cada uno en medida de sus fuerzas, a hacer de la humanidad en Cristo, una única familia, fraternal y solidaria", finalizó.

EL EVANGELIO Y SU PENSAMIENTO


¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68

domingo 23 Septiembre 2012
Vigésimo quinto Domingo del tiempo ordinario
Santo(s) del día : San Fournet, San Pío Pietrelcina 

Evangelio según San Marcos 9,30-37.

Al salir de allí atravesaron la Galilea; Jesús no quería que nadie lo supiera, 
porque enseñaba y les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará". 
Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas. 
Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: "¿De qué hablaban en el camino?". 
Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande. 
Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: "El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos". 
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: 
"El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado". 


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 



Leer el comentario del Evangelio por : 
San Máximo de Turín (?-v. 420), obispo 
Sermón 58 ; PL 57, 363 

“El que acoge a un niño en mi nombre, me acoge a mi”

Nosotros, todos los cristianos, somos el cuerpo del Cristo y sus miembros, dice el apóstol Pablo (1Co 12,27). En la resurrección de Cristo, todos sus miembros resucitaron con él, y mientras él pasaba de los infiernos a la tierra, nos hace pasar a nosotros de la muerte a la vida.

La palabra "pascua" en hebreo quiere decir paso o partida. ¿Este misterio no es el paso del mal al bien? ¡Y qué paso! Del pecado a la justicia, del vicio a la virtud, de la vejez a la infancia. Hablo aquí de la infancia que significa sencillez, no de la edad.
Porque las virtudes, también, tienen sus edades. Ayer la decrepitud del pecado nos ponía sobre nuestra decadencia. Pero la resurrección de Cristo nos hace renacer en la inocencia de los niños. La sencillez cristiana hace suya la infancia.

El niño no tiene rencor, no conoce el fraude, no se atreve a golpear. Así, este niño que es el cristiano, no se enfurece si se le insulta, no se defiende si se le despoja, no devuelve los golpes si se le golpea. El Señor hasta exige que rece por sus enemigos, que le entregue la túnica y el manto a los ladrones, y que presente la otra mejilla a los que lo abofetean (Mt 5,39s). La infancia de Cristo sobrepasa la infancia de los hombres... Ésta debe su inocencia a su debilidad, la otra a su virtud. Y es digna de más elogios todavía: su rechazo al mal, emana de su voluntad, no de su impotencia.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Papa pide a comunidad internacional soluciones viables para paz en Siria


Previo al rezo del Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI reiteró desde el Líbano su llamado a la comunidad internacional y a los países árabes para que den soluciones viables a la violencia en Siria, y llamó a cristianos y musulmanes a pedir a María que interceda por la paz y "el silencio de las armas" en este país.
"¿Por qué tanto horror? ¿Por qué tanta muerte? Apelo a la comunidad internacional. Apelo a los países árabes de modo que como hermanos, propongan soluciones viables que respeten la dignidad de toda persona humana, sus derechos y su religión", expresó desde el City Center Waterfront de Beirut.
Benedicto XVI dijo que "desgraciadamente, el ruido de las armas continúa escuchándose, así como el grito de las viudas y de los huérfanos. La violencia y el odio invaden sus vidas, y las mujeres y los niños son las primeras víctimas".
"Quien quiere construir la paz debe dejar de ver en el otro un mal que debe eliminar. No es fácil ver en el otro una persona que se debe respetar y amar, y sin embargo es necesario, si se quiere construir la paz, si se quiere la fraternidad", afirmó.
Por ello, Benedicto XVI invitó a dirigirse "a María, Nuestra Señora del Líbano, en torno a la cual se encuentran los cristianos y los musulmanes. Pidámosle que interceda ante su divino Hijo por vosotros y, en particular, implorando el don de la paz para los habitantes de Siria y los países vecinos".
"María, que es nuestra Madre, comprende nuestras preocupaciones y necesidades. Con los patriarcas y los obispos aquí presentes, encomiendo a Oriente Medio bajo su materna protección", añadió.
El Santo Padre pidió a Dios que "conceda a vuestro país, a Siria y a Oriente Medio el don de la paz de los corazones, el silencio de las armas y el cese de toda violencia. Que los hombres entiendan que todos son hermanos".
"Que con la ayuda de Dios nos convirtamos, trabajando con ardor por instaurar la paz necesaria para una vida armoniosa entre hermanos, no importa su proveniencia o convicciones religiosas", finalizó.

Líbano ha mostrado al mundo a cristianos y musulmanes reunidos en paz, afirma el Papa en mensaje final


En su mensaje de despedida desde el aeropuerto internacional "Rafiq Hariri", el Papa Benedicto XVI agradeció la acogida recibida por fieles y autoridades civiles y religiosas, y aseguró que en estos días donde la violencia ha reinado en Medio Oriente, el mundo ha visto a los cristianos y musulmanes libaneses "reunidos para celebrar la paz".
"El mundo árabe y el mundo entero habrán visto, en estos momentos de turbación, a los cristianos y a los musulmanes reunidos para celebrar la paz", afirmó el Papa minutos antes de partir del Líbano, a donde llegó para entregar la Exhortación Apostólica Post-sinodal Ecclesia in Medio Oriente.
El Santo Padre agradeció "a Dios por estas ocasiones que Él ha permitido, por los importantes encuentros que he podido tener, y por la oración de todos por todos los libaneses y el Medio Oriente, cualquiera que sea el origen o la confesión religiosa de cada uno".
Benedicto XVI recordó que cuando Salomón pidió a Hirán de Tiro que erigiera una casa como morada del Nombre de Dios, un santuario para la eternidad, este "envió madera proveniente de los cedros del Líbano. Paneles de madera de cedro con guirnaldas de flores esculpidas revestían el interior del templo. El Líbano estaba presente en el Santuario de Dios".

"Que el Líbano de hoy, sus habitantes, pueda seguir estando presente en el santuario de Dios. Que el Líbano continúe siendo un espacio donde los hombres y las mujeres puedan vivir en armonía y en paz los unos con los otros para dar al mundo, no sólo el testimonio de la existencia de Dios, primer tema del pasado Sínodo, sino también el de la comunión entre los hombres, cualquiera que sea su sensibilidad política, comunitaria o religiosa, segundo tema de dicho Sínodo", exhortó el Papa.
El Santo Padre pidió a Dios para que este país siga viviendo en paz "y resista con valentía todo lo que pueda destruirla o minarla. Deseo que el Líbano siga permitiendo la pluralidad de las tradiciones religiosas, sin dejarse llevar por la voz de aquellos que se lo quieren impedir".
"Le deseo que fortalezca la comunión entre todos sus habitantes, cualquiera que sea su comunidad o su religión, rechazando resueltamente todo lo que pueda llevar a la desunión y optando con determinación por la fraternidad. He aquí las flores que agradan a Dios, las virtudes posibles y que convendría consolidar enraizándolas más", expresó.
El Santo Padre aseguró que "la Virgen María, venerada con tierna devoción por los fieles de las confesiones religiosas aquí presentes, es un modelo seguro para avanzar con esperanza por el camino de una fraternidad vivida y auténtica".
"El Líbano lo ha entendido bien al proclamar desde hace algún tiempo el 25 de marzo como día festivo, permitiendo así a todos sus habitantes vivir con más serenidad su unidad. Que la Virgen María, cuyos antiguos santuarios son tan numerosos en vuestro país, siga acompañándoos e inspirándoos", expresó.

EL EVANGELIO Y SU PENSAMIENTO

Evangelio según San Marcos 8,27-35.

Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?". 
Ellos le respondieron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas". 
"Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro respondió: "Tú eres el Mesías". 
Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. 
Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; 
y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. 
Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres". 
Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. 
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará. 

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 

Es raro encontrarnos con Jesús preguntando por la “opinión” ajena. Casi como interesado en el “qué dirán”. Algunos llaman a esta situación “la crisis de Cesarea”, invitando a contemplar a Jesús como dubitativo, inseguro, de su tarea en el mundo. No nos cae mal que haya sido así. Lo normal es que vayamos ajustando nuestros objetivos en la vida, y dudar o pedir opinión ajena sobre nuestra conducta en un modo de clarificar “qué” y “por qué” tenemos que hacer esto o lo otro. 

Por otro lado, la pregunta de Jesús tal vez no apunte a un estado de “crisis” interior, sino más bien a captar “como” llega el mensaje que él está predicando. Una cosa es dudar de quién se es y otra muy distinta querer saber como llega lo que uno está hablando o haciendo. Al preguntar así, Jesús se asegura de dar en el blanco. Si la respuesta no es la adecuada al mensaje proclamado habrá que ajustar la predicación para que los destinatarios comprendan mejor lo que se quiere decir. El paso a Cesarea de Filipo marca que ha terminado la misión en Galilea, por lo tanto una “evaluación” parece necesaria. 

V. 28. Las respuestas invitan a considerar que la gente que escucha y ve las cosas que dice y hace Jesús lo entiende como un “profeta escatológico”, es decir, Jesús vendría, en la mente de esas personas, en nombre de Dios, a predicar la conversión ante el fin de los tiempos, que es inminente. El pueblo Judío esperaba que se diera ese fin de los tiempos, el fin del mundo, y que un profeta enviado por Dios lo anunciara para que el pueblo fiel se convirtiera de su pecado y entrara a la vida eterna. Juan Bautista predicó de ese modo y Elías fue el profeta que Dios no dejó morir, sino que se llevó al cielo en un carro de fuego… era lógico que las gentes pensaran que volvería a predicar la conversión para la salvación final de los Judíos. 

V. 29. Pero Jesús da una vuelta de rosca: está bien lo que piensan los demás… y ustedes ¿qué piensan? Ante esta pregunta algunos de nosotros podríamos pensar que Jesús está tomando examen a sus discípulos, pero no es así. Lo que hace el Señor es respetarlos como personas, ellos también tienen derecho a expresar sus opiniones, no son meros testigos, también son protagonistas. Pedro, en nombre de todos, responde lo que ellos piensan: “Tu eres el Mesías”. La respuesta de Pedro es más cierta y adecuada que la de la gente, pero la imagen del Mesías en esa época, era la del salvador Nacional, es la imagen del Héroe popular, del caudillo que guía a las masas a la revolución. Implica el triunfo de una nación sobre otras y, aunque teñida de una visión espiritual, apenas se eleva de la imagen de un guerrero que quiere liberar a la Patria de los que la oprimen. 

V. 30. Jesús se pone firme, de eso no se habla con los demás. Él sabe que puede hacer eso… y mucho más. Sabe que puede liberar al pueblo de cualquier esclavitud… pero sobre todo puede liberarlo de la esclavitud del pecado, que es la que lleva a la muerte. Él sabe que puede con cualquier rey o emperador terreno… pero sobre todo puede contra las potestades espirituales, sobre el poder del mal. Por eso “ordena” el silencio, para no confundir a los que escuchen esas palabras. La misión del “Mesías” como la entiende Jesús es la de redimir a la humanidad y no solo salvar a un pueblo. 

V. 31. Las aclaraciones de Jesús acerca de su sufrimiento alejan las falsas expectativas de los discípulos y los llevan a empezar a entender de manera más profunda que el misterio de la vida es más grande que las ilusiones infantiles que todos tenemos. El sueño del héroe inmaculado, del que puede ser lastimado pero no sufre, del autosuficiente (tan popular en películas de acción norteamericanas); no se cumple en la vida real y Jesús lo sabe. El sufrimiento, el rechazo, la muerte y la resurrección son el “camino” que se debe transitar para llegar a la perfección. Incluso es un proceso psicológico que debemos atravesar si queremos madurar en nuestra vida individual: Cualquier cambio positivo trae el sufrimiento por abandonar actitudes anteriores que ya estaban grabadas en nuestro corazón y transformadas en hábitos, en costumbres. El rechazo es natural, el cambio de criterios, y por ello de conductas, lleva al alejamiento de muchos que nos rodeaban y a la consiguiente desconfianza de tantos que no creen en nuestro cambio (“¿Habrá cambiado?”). La muerte: Una nueva vida no se logra sin la muerte de la anterior. La resurrección: La muerte de la forma de oruga conlleva que en la crisálida se haga la transformación de la mariposa. En el proceso de transformación las cosas fluyen cambiando las apariencias, modelando las actitudes, pero manteniendo la fuerza de la vida. Jesús acepta, pese a su inocencia, ser Él el artífice de nuestra transformación (de muerte a vida; de pecado a gracia) entregándose para la salvación de todos. 

V. 32. Pedro no entiende, parece que cree que haber respondido bien una pregunta del cuestionario lo convierte en profesor, lo transforma en maestro espiritual. Las ilusiones, propias y personales, de Pedro son traspasadas con tanta fuerza a la persona de Jesús que el apóstol, ciego y decepcionado, no logra entender nada, no respeta la alteridad, los límites, de Jesús; y se arroga el derecho de querer determinar la conducta del Salvador. Pedro pretende dar vuelta atrás a la historia de salvación: pretende ponerse en el lugar de Dios y así manejar con sus pequeñísimos intereses personales, o grupales, la historia de toda la humanidad, de toda la creación. ¡Pobre Pedro! 

V. 33. El gesto de Jesús es educativo: “mirando a sus discípulos”, implica que la lección es para todos. ¡Retírate!: Con estas palabras Jesús desliga a Pedro de su llamado vocacional, es como si le dijera: “Así no podés seguirme, mejor volvé a tus cosas de pescador y andate de aquí”, supongo que Pedro se debe haber quedado perplejo con esta respuesta, realmente un balde de agua fría: él, que había respondido bien, ahora es dejado afuera por su conducta interesada. Al ponerlo atrás le está indicando su lugar: Pedro es “discípulo” y no “maestro”. El deseo de triunfo y dominio vienen de las fuerzas del mal, Satanás es la imagen que Jesús elige para mostrarle lo equivocado que Pedro está. En vez de obrar como discípulo-servidor se está convirtiendo en poderoso dominador y esclavizador de los demás. La frase final es un refuerzo que complementa lo antes dicho: “Aquí las cosas se hacen como Dios manda, si no estás de acuerdo estás pensando como un simple mortal y, lamentablemente, no sós de los nuestros”. 

V. 34. El tema de la renuncia se volverá crucial en la vida del cristiano. Renunciar a todo intento de ejercer el poder como modo de conseguir lo “mío” y no de servir al prójimo es la marca personal del que sigue a Jesucristo. La cruz que se carga mira el futuro de la vida del cristiano normal: muchos identifican la cruz con sus sufrimientos, con sus dolores; pero, en un sentido mucho más profundo, la cruz “es sufrir por ser cristiano”, la cruz significa compartir el dolor de Jesús por salvar la humanidad, por servir para un mundo sin fronteras, sin pobres, sin pecado. El seguimiento será la clave de la historia del cristianismo, la búsqueda del creyente es ser como su maestro y no al revés (usar al Maestro para mi servicio). Hasta que no aprendamos a renunciar y a cargar la cruz, no podremos llamarnos seguidores de Cristo. 

V. 35. “¿Por qué voy a temer en los momentos de peligro, cuando me rodea la maldad de mis opresores, de esos que confían en sus riquezas y se jactan de su gran fortuna? No, nadie puede rescatarse a sí mismo ni pagar a Dios el precio de su liberación, para poder seguir viviendo eternamente sin llegar a ver el sepulcro: el precio de su rescate es demasiado caro, y todos desaparecerán para siempre” (Sal 49, 7-10). Entre el SER y el TENER el ser humano siempre decidirá por el SER. A eso apunta el Señor cuando nos habla de este modo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

No hay oraciones inútiles y Dios responde a todas, explica el Papa


El Papa Benedicto XVI explicó que no hay oraciones inútiles y Dios, que es Amor y Misericordia infinitos, siempre responde a todas aunque a veces esa respuesta es misteriosa.
En su catequesis de la audiencia general de hoy realizada en el Aula Pablo VI ante miles de fieles presentes, el Santo Padre prosiguió con su reflexión sobre la oración en el libro del Apocalipsis, y resaltó que las oraciones son como incienso "cuya dulce fragancia se ofrece (…) a Dios".
"Debemos estar seguros –dijo el Papa– que no hay oraciones superfluas, inútiles; ninguna se pierde. Y éstas encuentran respuesta, aunque a veces misteriosa, porque Dios es Amor y Misericordia infinita".
El incienso en el Apocalipsis, continuó, "es un simbolismo que nos dice cómo todas nuestras oraciones –con todas las limitaciones, la pobreza, la fatiga, la sequedad, las imperfecciones que puedan tener– son purificadas y alcanzan el corazón de Dios".
Benedicto XVI dijo además que "Dios no es indiferente a nuestras súplicas, interviene y hace sentir su poder y su voz en la tierra, hace temblar y altera el sistema del Maligno".
"A menudo, frente al mal se tiene la sensación de no poder hacer nada, pero es precisamente nuestra oración la respuesta primera y más efectiva que podemos dar y que hace más fuerte nuestro compromiso diario en la difusión del bien. El poder de Dios hace fecunda nuestra debilidad".
El Santo Padre explicó también que "el Apocalipsis nos dice que la oración alimenta en cada uno de nosotros y en nuestras comunidades esta visión de luz y de profunda esperanza: nos invita a no dejarnos vencer por el mal, sino avencer el mal con el bien, a mirar a Cristo Crucificado y Resucitado que nos asocia a su victoria".
"La Iglesia vive en la historia, no se cierra sobre sí misma, sino que afronta con valentía su camino en medio de las dificultades y el sufrimiento, afirmando con fuerza que el mal que no es definitivo no vence al bien, que la oscuridad no oculta el esplendor de Dios".
A continuación el Papa subrayó que "como cristianos no podemos ser nunca pesimistas; sabemos que en el camino de nuestra vida a menudo encontramos violencia, mentira, odio, persecución, pero eso no nos desanima".
"Especialmente, la oración nos enseña a ver los signos de Dios, su presencia y acción. Es más, nos enseña a ser nosotros mismos luces de bien, que difunden esperanza e indican que la victoria es de Dios".
Uno de los símbolos del Apocalipsis, un personaje de tal belleza que no es descrito por San Juan, representa a "Dios Todopoderoso, que no se ha quedado encerrado en su cielo, sino que se ha acercado al hombre, estableciendo una alianza con él; Dios hace escuchar en la historia, de forma misteriosa pero real, su voz simbolizada por rayos y truenos".
Otros dos símbolos son el libro que contiene el plan de Dios y el Cordero que representa a Jesús Resucitado, que es el único capaz de "abrir el texto e iluminarlo (…) Y es precisamente el Cordero, Cristo muerto y Resucitado, que poco a poco abre los sellos y revela el plan de Dios, el sentido profundo de la historia".
El Papa resalta luego que "la oración es como una ventana abierta que nos permite mantener nuestra mirada dirigida hacia Dios, no sólo para recordarnos la meta hacia la cual nos dirigimos, sino también para permitir que la voluntad de Dios ilumine nuestro camino terrenal y nos ayude a vivirlo con intensidad y el compromiso".
"¿Cómo guía el Señor a la comunidad cristiana para una lectura más profunda de la historia? En primer lugar, invitándola a que considere con realismo el presente que estamos viviendo".
Benedicto XVI explica que "hay males que el hombre cumple, como la violencia, que nace del deseo de poseer, de prevalecer los unos sobre los otros, hasta llegar a matarse (…), o la injusticia, porque los hombres no respetan las leyes que se han dado (…)".
"A estos se añaden los males que el hombre tiene que sufrir, como la muerte, el hambre, las enfermedades (…). Ante estas realidades, muchas veces dramáticas, la comunidad eclesial está invitada a no perder nunca la esperanza, a creer firmemente que la aparente omnipotencia del Maligno se choca con la verdadera omnipotencia que es la de Dios".
El Papa afirma también que "el Libro del Apocalipsis, a pesar de la complejidad de los símbolos, nos sumerge en una oración muy rica, a través de la cual oímos, alabamos, agradecemos, contemplamos al Señor, le pedimos perdón".
Su estructura, de gran oración litúrgica, concluye, "es también un fuerte llamado a redescubrir la carga extraordinaria y el poder transformador que tiene la Eucaristía. En particular, me gustaría invitar con fuerza a ser fieles a laSanta Misa del domingo, en el Día del Señor. ¡El Domingo, es el verdadero centro de la semana! Gracias".

El Papa a cristianos: Sean constructores de paz y reconciliación en Medio Oriente


A dos días de su viaje al Líbano que realizará del viernes 14 al domingo 16 de septiembre, elPapa Benedicto XVI alentó a los cristianos de todo Medio Oriente a ser constructores de paz y agentes de reconciliación.
En sus palabras finales luego de la audiencia general de este miércoles, el Santo Padre agradeció a Dios por la riqueza de la fe en el Líbano, "que sólo podrá proseguir si vive en la paz y en la reconciliación permanente. Por ello, exhorto a todos los cristianos de Oriente Medio, a los que nacieron allí y a los que han llegado luego, a ser constructores de paz y agentes de reconciliación".
El Papa comentó también que le "alegra este viaje apostólico. Me permitirá encontrar a numerosos componentes de la sociedad libanesa: responsables civiles y religiosos, fieles católicos de diversos ritos y otros cristianos, musulmanes y drusos de esta región".
Benedicto XVI alentó a pedir "a Dios que fortifique la fe de los cristianos del Líbano y de Medio Oriente, colmándolos de esperanza".
"Agradezco a Dios por su presencia y aliento a la Iglesia toda a la solidaridad, con el fin de que pueda seguir testimoniando a Cristo en esas tierras benditas y buscando la comunión en la unidad".
El Papa también agradeció "a Dios por todas las personas y todas las instituciones que, de múltiples maneras, ayudan en este sentido. La historia de Medio Oriente nos enseña el papel importante y a menudo primordial jugado por las diferentes comunidades cristianas en el diálogo interreligioso e intercultural".
Para concluir su especial llamado hecho en francés, el Santo Padre pidió a Dios que dé "a esta región del mundo la paz tan anhelada, en el respeto de las legítimas diferencias ¡Que Dios bendiga al Líbano y Medio Oriente! ¡Que Dios bendiga a todos!"

domingo, 9 de septiembre de 2012

Benedicto XVI: No ignoro drama de Medio Oriente y voy allá a promover reconciliación


El Papa Benedicto XVI señaló este mediodía que no ignora la dramática situación de Medio Oriente, región a la que irá el próximo fin de semana, concretamente al Líbano, para promover la paz y la reconciliación ante los conflictos como el que golpea duramente a Siria.
En su saludo en francés a los peregrinos luego del rezo del ángelus en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, el Santo Padre dijo que "en los siguientes días (del 14 al 16 de septiembre) iré al Líbano (limítrofe con Siria) en viaje apostólico para firmar la Exhortación Apostólica postsinodal, fruto de la asamblea especial para Medio Oriente del Sínodo de los Obispos, celebrado en octubre de 2010".
"Tendré la feliz ocasión de encontrarme con el pueblo libanés y sus autoridades, así como con los cristianos de ese querido país y quienes llegue de países vecinos. No ignoro la situación con frecuencia dramática vivida por los pueblos de esta región golpeada desde hace tiempo por incesantes conflictos", afirmó Benedicto XVI.
El Papa también dijo que comprende "la angustia de muchos en Medio Oriente golpeados cotidianamente por sufrimientos de todo tipo que afectan tristemente, y a veces mortalmente, su vida personal y familiar".
"Expreso mi preocupación por aquellos que buscan un espacio de paz, para seguir su vida familiar y profesional y que experimentan la precariedad del exilio. Si bien es difícil encontrar soluciones a los diferentes problemas que golpean a la región, no nos podemos resignar a la violencia y a la exasperación de las tensiones".
El Santo Padre resaltó luego que "el compromiso por un diálogo y por la reconciliación debe ser prioritario para todas las partes implicadas, y debe ser sostenido por la comunidad internacional, siempre más consciente de la importancia para todo el mundo de una paz estable y durable en toda la región".
Para concluir, el Pontífice dijo que "mi viaje apostólico al Líbano, y por extensión a todo Medio Oriente, se coloca bajo el signo de la paz al retomar la palabra de Cristo: ‘Os doy mi paz’. ¡Que Dios bendiga al Líbano! ¡Que Dios os bendiga a todos!"