martes, 27 de marzo de 2012

Benedicto XVI a jóvenes: Testimonien rostro alegre y feliz de la fe

El Papa Benedicto XVI aseguró a los jóvenes que solo Dios que es amor da la verdadera alegría al corazón, y les pidió testimoniar el rostro alegre y feliz de la fe también ante quienes piensan equivocadamente que la vida cristiana es "algo aburrido y cansado". Así lo indicó en su mensaje por la 27º Jornada Mundial de la Juventud que este año se celebra el 1 de abril, Domingo de Ramos, a nivel diocesano y que lleva como título un pasaje de la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses: "¡Alegraos siempre en el Señor!" En el texto dado a conocer hoy, el Papa recuerda con cariño la JMJ Madrid 2011, que se celebró en agosto, y agradece "a Dios por los muchos frutos que ha suscitado en aquellas jornadas y que en el futuro seguirán multiplicándose entre los jóvenes y las comunidades a las que pertenecen. Ahora nos estamos dirigiendo ya hacia la próxima cita en Río de Janeiro en el año 2013, que tendrá como tema ‘¡Id y haced discípulos a todos los pueblos!’ El Santo Padre explica que la alegría "es un elemento central de la experiencia cristiana. También experimentamos en cada Jornada Mundial de la Juventud una alegría intensa, la alegría de la comunión, la alegría de ser cristianos, la alegría de la fe". "Esta es una de las características de estos encuentros. Vemos la fuerza atrayente que ella tiene: en un mundo marcado a menudo por la tristeza y la inquietud, la alegría es un testimonio importante de la belleza y fiabilidad de la fe cristiana¨, añade. Benedicto XVI explica luego que" la aspiración a la alegría está grabada en lo más íntimo del ser humano. Más allá de las satisfacciones inmediatas y pasajeras, nuestro corazón busca la alegría profunda, plena y perdurable, que pueda dar ‘sabor’ a la existencia". "Y esto vale sobre todo para vosotros, porque la juventud es un período de un continuo descubrimiento de la vida, del mundo, de los demás y de sí mismo. Es un tiempo de apertura hacia el futuro, donde se manifiestan los grandes deseos de felicidad, de amistad, del compartir y de verdad; donde uno es impulsado por ideales y se conciben proyectos". Ante los diversos desafíos y las dificultades que encuentran los jóvenes, el Papa señala que la alegría sí es posible y que su fuente siempre, ya sea grande o pequeña, es Dios. "Dios nos ha creado a su imagen por amor y para derramar sobre nosotros su amor, para colmarnos de su presencia y su gracia. Dios quiere hacernos partícipes de su alegría, divina y eterna, haciendo que descubramos que el valor y el sentido profundo de nuestra vida está en el ser aceptados, acogidos y amados por Él, y no con una acogida frágil como puede ser la humana, sino con una acogida incondicional como lo es la divina: yo soy amado, tengo un puesto en el mundo y en la historia, soy amado personalmente por Dios". "Y si Dios me acepta, me ama y estoy seguro de ello, entonces sabré con claridad y certeza que es bueno que yo sea, que exista¨, agrega. Este amor pleno de Dios para el hombre, prosigue el Santo Padre, se plasma en Jesucristo, que se entrega por ese amor para salvar a todos del mal, del pecado y de la muerte. Pero Jesús no se queda allí, resucita como había prometido y hace brotar una profunda alegría que "es fruto del Espíritu Santo que nos hace hijos de Dios, capaces de vivir y gustar su bondad, de dirigirnos a Él con la expresión ‘Abba’, Padre. La alegría es signo de su presencia y su acción en nosotros". El Papa recuerda luego el deber de conservar en el corazón la alegría cristiana: "encontrar y conservar la alegría espiritual surge del encuentro con el Señor, que pide que le sigamos, que nos decidamos con determinación, poniendo toda nuestra confianza en Él". "Queridos jóvenes –exhorta Benedicto XVI– no tengáis miedo de arriesgar vuestra vida abriéndola a Jesucristo y su Evangelio; es el camino para tener la paz y la verdadera felicidad dentro de nosotros mismos, es el camino para la verdadera realización de nuestra existencia de hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza". Buscar al Señor, dice luego el Papa, "significa también acoger su Palabra, que es alegría para el corazón" y afirma que "la Palabra de Dios hace que descubramos las maravillas que Dios ha obrado en la historia del hombre y que, llenos de alegría, proclamemos en alabanza y adoración: ‘venid, aclamemos al Señor… postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro’". El Papa luego hace una reflexión sobre lo que significa la alegría del amor de Dios, y la alegría de convertirse verdaderamente al Señor, alentando a vivir la voluntad del Altísimo a través del cumplimiento de los 10 Mandamientos. "Cumpliéndolos encontramos el camino de la vida y de la felicidad. Aunque a primera vista puedan parecer un conjunto de prohibiciones, casi un obstáculo a la libertad, si los meditamos más atentamente a la luz del Mensaje de Cristo, representan un conjunto de reglas de vida esenciales y valiosas que conducen a una existencia feliz, realizada según el proyecto de Dios". El Santo Padre lamenta que "cuántas veces, en cambio, constatamos que construir ignorando a Dios y su voluntad nos lleva a la desilusión, la tristeza y al sentimiento de derrota. La experiencia del pecado como rechazo a seguirle, como ofensa a su amistad, ensombrece nuestro corazón". Benedicto XVI exhorta además a los jóvenes a vivir siempre la alegría, también en las pruebas, como las que vivieron el Beato Pier Giorgio Frassati y la joven Beato Chiara "Luce" Badano que nunca se entristeció pese a vivir una dolorosa enfermedad; o el amado Beato Papa Juan Pablo II quien dio una lección de alegría en medio del sufrimiento de la enfermedad.. Finalmente el Papa Benedicto XVI exhorta a los jóvenes a ser testigos de esa alegría, a anunciar el Evangelio de Cristo a todos en todo el mundo. "A veces se presenta una imagen del Cristianismo como una propuesta de vida que oprime nuestra libertad, que va contra nuestro deseo de felicidad y alegría. Pero esto no corresponde a la verdad. Los cristianos son hombres y mujeres verdaderamente felices, porque saben que nunca están solos, sino que siempre están sostenidos por las manos de Dios". "Sobre todo vosotros, jóvenes discípulos de Cristo, tenéis la tarea de mostrar al mundo que la fe trae una felicidad y alegría verdadera, plena y duradera. Y si el modo de vivir de los cristianos parece a veces cansado y aburrido, entonces sed vosotros los primeros en dar testimonio del rostro alegre y feliz de la fe". El Papa alienta a llevar la nueva a evangelización a todos los ámbitos: "llevadla a vuestras familias, a vuestras escuelas y universidades, a vuestros lugares de trabajo y a vuestros grupos de amigos, allí donde vivís". "Veréis que es contagiosa. Y recibiréis el ciento por uno: la alegría de la salvación para vosotros mismos, la alegría de ver la Misericordia de Dios que obra en los corazones. En el día de vuestro encuentro definitivo con el Señor, Él podrá deciros: ‘¡Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor!’ Finalmente el Santo Padre hace votos para que "la Virgen María os acompañe en este camino" ya que ella "respondió plenamente al amor de Dios dedicando a Él su vida en un servicio humilde y total. Es llamada «causa de nuestra alegría» porque nos ha dado a Jesús. Que Ella os introduzca en aquella alegría que nadie os podrá quitar".

lunes, 26 de marzo de 2012

Que la Iglesia sea “semilla de esperanza” para América Latina, pide Benedicto XVI a obispos

Desde la Catedral de León, el Papa Benedicto XVI hizo un llamado a los obispos de América Latina y el Caribe a trabajar para que la Iglesia Católica siga siendo “semilla de esperanza” en el continente y pidió que “reine un espíritu de comunión entre sacerdotes, religiosos y laicos, evitando divisiones estériles, críticas y recelos nocivos”. En la homilía que pronunció durante el rezo de las Vísperas, el Papa explicó que “no hay motivos, pues, para rendirse al despotismo del mal. Y pidamos al Señor Resucitado que manifieste su fuerza en nuestras debilidades y penurias”. Tras afirmar que “esperaba con gran ilusión este encuentro” con los obispos, el Papa admitió que “la situación actual de sus diócesis plantea ciertamente retos y dificultades de muy diversa índole. Pero, sabiendo que el Señor ha resucitado, podemos proseguir confiados, con la convicción de que el mal no tiene la última palabra de la historia, y que Dios es capaz de abrir nuevos espacios a una esperanza que no defrauda”. El Santo Padre señaló que “tampoco faltan preocupaciones por la carencia de medios y recursos humanos, o las trabas impuestas a la libertad de la Iglesia en el cumplimiento de su misión”. “Ustedes no están solos en los contratiempos, como tampoco lo están en los logros evangelizadores. Todos estamos unidos en los padecimientos y en la consolación. Sepan que cuentan con un lugar destacado en la plegaria de quien recibió de Cristo el encargo de confirmar en la fe a sus hermanos, que les anima también en la misión de hacer que nuestro Señor Jesucristo sea cada vez más conocido, amado y seguido en estas tierras, sin dejarse amedrentar por las contrariedades”. Benedicto XVI recordó que “la fe católica ha marcado significativamente la vida, costumbres e historia de este Continente” y evocó la labor de los “insignes y abnegados misioneros, que lo proclamaron con audacia y sabiduría. Ellos lo dieron todo por Cristo, mostrando que el hombre encuentra en él su consistencia y la fuerza necesaria para vivir en plenitud y edificar una sociedad digna del ser humano”. El Santo Padre pidió que “las iniciativas que se realicen con motivo del Año de la fe deben estar encaminadas a conducir a los hombres hacia Cristo, cuya gracia les permitirá dejar las cadenas del pecado que los esclaviza y avanzar hacia la libertad auténtica y responsable”. El Pontífice hizo un llamado a “cuidar con gran esmero de los seminaristas” y mantener “la cercanía a los presbíteros, a los que nunca debe faltar la comprensión y el aliento de su Obispo y, si fuera necesario, también su paterna admonición sobre actitudes improcedentes”. Asimismo, pidió valorar y acompañar las diversas formas de vida consagrada y llamó a dar “una atención cada vez más especial se debe a los laicos más comprometidos en la catequesis, la animación litúrgica, la acción caritativa y el compromiso social”. Aseguró que la formación en la fe de los laicos “es crucial para hacer presente y fecundo el evangelio en la sociedad de hoy. Y no es justo que se sientan tratados como quienes apenas cuentan en la Iglesia, no obstante la ilusión que ponen en trabajar en ella según su propia vocación, y el gran sacrificio que a veces les supone esta dedicación”. “En todo esto, es particularmente importante para los Pastores que reine un espíritu de comunión entre sacerdotes, religiosos y laicos, evitando divisiones estériles, críticas y recelos nocivos”, afirmó. El Papa invitó a los obispos a “ser vigías que proclamen día y noche la gloria de Dios, que es la vida del hombre. Estén del lado de quienes son marginados por la fuerza, el poder o una riqueza que ignora a quienes carecen de casi todo. La Iglesia no puede separar la alabanza de Dios del servicio a los hombres. El único Dios Padre y Creador es el que nos ha constituido hermanos: ser hombre es ser hermano y guardián del prójimo. En este camino, junto a toda la humanidad, la Iglesia tiene que revivir y actualizar lo que fue Jesús: el Buen Samaritano, que viniendo de lejos se insertó en la historia de los hombres, nos levantó y se ocupó de nuestra curación”. “Queridos hermanos en el Episcopado, la Iglesia en América Latina, que muchas veces se ha unido a Jesucristo en su pasión, ha de seguir siendo semilla de esperanza, que permita ver a todos cómo los frutos de la resurrección alcanzan y enriquecen estas tierras”. Finalmente, pidió que “la Madre de Dios, en su advocación de María Santísima de la Luz, disipe las tinieblas de nuestro mundo y alumbre nuestro camino, para que podamos confirmar en la fe al pueblo latinoamericano en sus fatigas y anhelos, con entereza, valentía y fe firme en quien todo lo puede y a todos ama hasta el extremo”.

domingo, 25 de marzo de 2012

La verdadera devoción a María nos acerca siempre a Jesús, recuerda Benedicto XVI

Antes de presidir el rezo del Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI recordó desde México que “la verdadera devoción a la Virgen María nos acerca siempre a Jesús”. Ante más de 600.000 personas reunidas en el Parque Bicentenario al pie del monumento a Cristo Rey, el Santo Padre recordó a la Virgen de Guadalupe, “honrada con fervor desde hace siglos, como signo de reconciliación y de la infinita bondad de Dios para con el mundo”. “Mis Predecesores en la Cátedra de san Pedro la honraron con títulos tan entrañables como Señora de México, celestial Patrona de Latinoamérica, Madre y Emperatriz de este Continente. Sus fieles hijos, a su vez, que experimentan sus auxilios, la invocan llenos de confianza con nombres tan afectuosos y familiares como Rosa de México, Señora del Cielo, Virgen Morena, Madre del Tepeyac, Noble Indita”. El Santo Padre pidió a los fieles no olvidar “que la verdadera devoción a la Virgen María nos acerca siempre a Jesús, y ‘no consiste ni en un estéril y transitorio sentimentalismo, ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe verdadera, que nos lleva a reconocer la excelencia de la Madre de Dios y nos inclina a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes’ (Lumen gentium, 67). Amarla es comprometerse a escuchar a su Hijo, venerar a la Guadalupana es vivir según las palabras del fruto bendito de su vientre”. “En estos momentos en que tantas familias se encuentran divididas o forzadas a la migración, cuando muchas padecen a causa de la pobreza, la corrupción, la violencia doméstica, el narcotráfico, la crisis de valores o la criminalidad, acudimos a María en busca de consuelo, fortaleza y esperanza. Es la Madre del verdadero Dios, que invita a estar con la fe y la caridad bajo su sombra, para superar así todo mal e instaurar una sociedad más justa y solidaria”, agregó. Benedicto XVI puso “nuevamente bajo la dulce mirada de Nuestra Señora de Guadalupe a este País y a toda Latinoamérica y el Caribe”. “Confío a cada uno de sus hijos a la Estrella de la primera y de la nueva evangelización, que ha animado con su amor materno su historia cristiana, dando expresión propia a sus gestas patrias, a sus iniciativas comunitarias y sociales, a la vida familiar, a la devoción personal y a la Misión continental que ahora se está desarrollando en estas nobles tierras”. “En tiempos de prueba y dolor, ella ha sido invocada por tantos mártires que, a la voz de ‘viva Cristo Rey y María de Guadalupe’, han dado testimonio inquebrantable de fidelidad al Evangelio y entrega a la Iglesia. Le suplico ahora que su presencia en esta querida Nación continúe llamando al respeto, defensa y promoción de la vida humana y al fomento de la fraternidad, evitando la inútil venganza y desterrando el odio que divide. Santa María de Guadalupe nos bendiga y nos alcance por su intercesión abundantes gracias del Cielo”.

Benedicto XVI a los niños: Si dejamos que el amor de Cristo cambie nuestro corazón, podremos cambiar el mundo

El Papa Benedicto XVI dirigió un emotivo saludo a los niños de México desde la Plaza de la Paz de la ciudad de Guanajuato. Ante miles de personas que desde tempranas horas del día se apostaron en el lugar, el Pontífice aseguró que es posible cambiar el mundo e hizo un llamado a la familia, la escuela, la Iglesia y la sociedad a trabajar para que puedan “recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones”. A continuación difundimos el texto completo del mensaje que ofreció el Papa. Queridos niños: Estoy contento de poderlos encontrar y ver sus rostros alegres llenando esta bella plaza. Ustedes ocupan un lugar muy importante en el corazón del Papa. Y en estos momentos quisiera que esto lo supieran todos los niños de México, particularmente los que soportan el peso del sufrimiento, el abandono, la violencia o el hambre, que en estos meses, a causa de la sequía, se ha dejado sentir fuertemente en algunas regiones. Gracias por este encuentro de fe, por la presencia festiva y el regocijo que han expresado con los cantos. Hoy estamos llenos de júbilo, y eso es importante. Dios quiere que seamos siempre felices. Él nos conoce y nos ama. Si dejamos que el amor de Cristo cambie nuestro corazón, entonces nosotros podremos cambiar el mundo. Ese es el secreto de la auténtica felicidad. Este lugar en el que nos hallamos tiene un nombre que expresa el anhelo presente en el corazón de todos los pueblos: «la paz», un don que proviene de lo alto. «La paz esté con ustedes» (Jn 20,21). Son las palabras del Señor resucitado. Las oímos en cada Misa, y hoy resuenan de nuevo aquí, con la esperanza de que cada uno se transforme en sembrador y mensajero de esa paz por la que Cristo entregó su vida. El discípulo de Jesús no responde al mal con el mal, sino que es siempre instrumento del bien, heraldo del perdón, portador de la alegría, servidor de la unidad. Él quiere escribir en cada una de sus vidas una historia de amistad. Ténganlo, pues, como el mejor de sus amigos. Él no se cansará de decirles que amen siempre a todos y hagan el bien. Esto lo escucharán, si procuran en todo momento un trato frecuente con él, que les ayudará aun en las situaciones más difíciles. He venido para que sientan mi afecto. Cada uno de ustedes es un regalo de Dios para México y para el mundo. Su familia, la Iglesia, la escuela y quienes tienen responsabilidad en la sociedad han de trabajar unidos para que ustedes puedan recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones. Por ello, deseo elevar mi voz invitando a todos a proteger y cuidar a los niños, para que nunca se apague su sonrisa, puedan vivir en paz y mirar al futuro con confianza. Ustedes, mis pequeños amigos, no están solos. Cuentan con la ayuda de Cristo y de su Iglesia para llevar un estilo de vida cristiano. Participen en la Misa del domingo, en la catequesis, en algún grupo de apostolado, buscando lugares de oración, fraternidad y caridad. Eso mismo vivieron los beatos Cristóbal, Antonio y Juan, los niños mártires de Tlaxcala, que conociendo a Jesús, en tiempos de la primera evangelización de México, descubrieron que no había tesoro más grande que él. Eran niños como ustedes, y de ellos podemos aprender que no hay edad para amar y servir. Quisiera quedarme más tiempo con ustedes, pero ya debo irme. En la oración seguiremos juntos. Los invito, pues, a rezar continuamente, también en casa; así experimentarán la alegría de hablar con Dios en familia. Recen por todos, también por mí. Yo rezaré por ustedes, para que México sea un hogar en el que todos sus hijos vivan con serenidad y armonía. Los bendigo de corazón y les pido que lleven el cariño y la bendición del Papa a sus padres y hermanos, así como a sus demás seres queridos. Que la Virgen les acompañe. Muchas gracias, mis pequeños amigos.

EVANGELIO DE FIN DE SEMANA

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68 
domingo 25 Marzo 2012 Domingo de la quinta semana de Cuaresma Fiesta de la Iglesia : Solemnidad de la Anunciacion. 
 Evangelio según San Juan 12,20-33. 
Entre los que habían subido para adorar durante la fiesta, había unos griegos que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: "Señor, queremos ver a Jesús". Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos se lo dijeron a Jesús. El les respondió: "Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre. Mi alma ahora está turbada, ¿Y qué diré: 'Padre, líbrame de esta hora'? ¡Si para eso he llegado a esta hora! ¡Padre, glorifica tu Nombre!". Entonces se oyó una voz del cielo: "Ya lo he glorificado y lo volveré a glorificar". La multitud que estaba presente y oyó estas palabras, pensaba que era un trueno. Otros decían: "Le ha hablado un ángel". Jesús respondió: "Esta voz no se oyó por mí, sino por ustedes. Ahora ha llegado el juicio de este mundo, ahora el Príncipe de este mundo será arrojado afuera; y cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí". Jesús decía esto para indicar cómo iba a morir. 
 Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
 Leer el comentario del Evangelio por : Proclo de Constantinopla(v. 390-446), obispo Sermón para el día de Ramos; PG 65, 772 
 Queremos ver a Jesús
 En Jerusalén la muchedumbre gritaba: "Hosanna en las alturas. Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel" (cf Mc 11,10). Está bien decir "el que viene", porque viene sin cesar, nunca nos deja: "el Señor está cerca de todos los que le invocan sinceramente. Bendito el que viene en nombre del Señor" (Sal. 144,18; 117,26). El Rey manso y pacífico está a la puerta... Los soldados aquí abajo, los ángeles en los cielos, los mortales y los inmortales... gritaban: "Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel". Pero los fariseos se ponían a un lado (Jn 12,19), y los sacerdotes estaban aún más lejos. Estas voces que cantaban la alabanza de Dios resonaban sin cesar: la creación estaba feliz... Por eso, aquel día, algunos griegos, empujados por esta magnífica aclamación que honra a Dios con fervor, se acercaron a un apóstol llamado Felipe y le dijeron: "Queremos ver a Jesús". Mira: es toda la muchedumbre quien ocupa el lugar del Heraldo e incita a estos griegos a que se conviertan. En seguida, éstos se dirigen a los discípulos de Cristo: "Queremos ver a Jesús". Estos paganos imitan a Zaqueo; no se suben a un sicómoro [para ver a Jesús], sino que se apresuran a elevarse en el conocimiento de Dios (Lc 19,3). "Queremos ver a Jesús": no tanto contemplar su rostro, sino llevar su cruz. Porque Jesús, que veía su deseo, anunció sin ambages a los que se encontraban allí: "llega la hora en que el Hijo del hombre será glorificado", llamando gloria a la conversión de los paganos. Y dio a la cruz el nombre de "gloria". Porque desde ese día hasta ahora, la cruz es glorificada; es la cruz, en efecto, lo que todavía ahora consagra a los reyes, unge a los sacerdotes, protege a las vírgenes, da firmeza a los ascetas, estrecha los lazos de los esposos, fortalece a las viudas. Es la cruz la que fecunda la Iglesia, ilumina los pueblos, guarda el desierto, abre el paraíso.

domingo, 18 de marzo de 2012

Benedicto XVI: El hombre encuentra verdadera paz al confesar sus culpas a Dios

El Papa Benedicto XVI, en su mensaje previo al rezo del Ángelus, en la Plaza de San Pedro, afirmó que es solamente cuando se confiesan “sinceramente las propias culpas a Dios, que se encuentra la verdadera paz y la verdadera alegría”. Benedicto XVI lamentó que, a pesar de ello, “a veces, el hombre ama más las tinieblas que la luz, porque está apegado a sus pecados”. En referencia al pasaje evangélico de hoy, en el que Jesús asegura que “es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna”, el Papa señala que “Jesús será alzado en la Cruz, para que cualquiera que está en peligro de muerte a causa del pecado, dirigiéndose a Él con fe, que ha muerto por nosotros, sea salvado”. “Es importante entonces acercarse regularmente al Sacramento de la penitencia, particularmente en Cuaresma, para recibir el perdón del Señor e intensificar nuestro camino de conversión”. El Santo Padre señaló que “si infinito es el amor misericordioso de Dios, que llegó al extremo de dar a su único Hijo para recate de nuestra vida, grande es también nuestra responsabilidad. Cada uno, en efecto, debe reconocer su propia enfermedad para poder ser curado”. “Cada uno tiene que confesar su propio pecado, para que el perdón de Dios, ya donado en la Cruz, pueda tener efecto en su corazón y en su vida”, afirmó el Papa.

EVANGELIO DE FIN DE SEMANA

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68 domingo 18 Marzo 2012 Domingo de la cuarta semana de Cuaresma Santo(s) del día : San Cirilo de Jerusalén Evangelio según San Juan 3,14-21. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna. Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios". Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. Leer el comentario del Evangelio por : Cardenal Ratzinger [Papa Benedicto XVI] Sermón Cuaresma 1981 "Es necesario que el Hijo del hombre sea elevado, a fin de que todo hombre que cree obtenga por Él la vida eterna " "Tened entre vosotros los mismos sentimientos de Cristo: el cual, siendo de condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se despojo de su rango y tomó la condición de esclavo, haciéndose semejante a los hombres. Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el nombre sobre todo nombre" (Fl 2,5-9)... Este texto extraordinariamente rico, se refiere claramente a la primera caída... Jesucristo vuelve sobre los pasos de Adán. Al contrario que Adán, verdaderamente es "como Dios" (cf Gn 3,5). Pero ser como Dios, ser igual a Dios, es «ser Hijo" y pues totalmente relación: "el Hijo no puede hacer nada por sí mismo"(Jn 5,19). Por eso el que es verdaderamente igual a Dios no se aferra a su autonomía, al carácter ilimitado de su poder y de su voluntad. Porque para recorrer el camino inverso, se hace el muy-dependiente, se hace el servidor. Porque no toma el camino del poder, sino el del amor, puede descender hasta la mentira de Adán, hasta la muerte, y allí, erigir la verdad, dar vida. Así, Cristo se hace el nuevo Adán por el que la vida humana toma un nuevo origen... La cruz, lugar de su obediencia, se convierte en el verdadero árbol de la vida. Cristo llega a ser la imagen opuesta a la serpiente, como dicho Juan en su evangelio. De este árbol no viene la palabra de la tentación, sino la palabra del amor salvador, la palabra de la obediencia, por la cual Dios mismo se hizo obediente, y nos ofrece así su obediencia como espacio de la libertad. La cruz es el árbol de la vida de nuevo accesible. En su Pasión, Cristo, por decirlo así, apartó la espada fulgurante (Gn 3,24), atravesó el fuego y levantó la cruz como eje verdadero del mundo, sobre el cual se sostiene el mundo. Por eso la Eucaristía, como presencia de la cruz, es el árbol de la vida que permanece siempre entre nosotros y nos invita a recibir los frutos de la vida verdadera.

domingo, 11 de marzo de 2012

Benedicto XVI: Violencia es contraria al Reino de Dios


El Papa Benedicto XVI calificó a la violencia como “contraria al Reino de Dios, es un instrumento del anticristo. La violencia no sirve nunca a la humanidad, sino que la deshumaniza”.
En su mensaje previo al tradicional rezo del Ángelus, frente a la multitud de fieles reunidos en la Plaza San Pedro, el Papa reflexionó sobre el pasaje evangélico en que Jesús expulsa a los vendedores de animales y los cambistas del Templo de Jerusalén.
Benedicto XVI señaló que ese acto fue interpretado de una forma política y revolucionaria por quienes esperaban un Mesías que librara a Israel del dominio de los romanos, de una forma violenta.
“Jesús decepcionó esta expectativa, tanto que algunos discípulos lo abandonaron y Judas Iscariote además lo traicionó. En realidad, es imposible interpretar a Jesús como un violento”.
El Papa remarcó que el celo de Jesús por el Padre y por su templo “lo conducirá hasta la cruz. El suyo es el celo del amor que paga de persona, no aquel que quisiera servir a Dios mediante la violencia”.
“Con la Pascua de Jesús inicia un nuevo culto, el culto del amor, y un nuevo templo que es Él mismo, Cristo resucitado mediante el cual todo creyente puede adorar a Dios Padre en espíritu y en verdad”.
El Santo Padre señaló que “el Espíritu Santo ha comenzado a construir este nuevo templo en el seno de la Virgen María. Por su intercesión, oramos para que cada cristiano se convierta en piedra viva de este edificio espiritual”.

Benedicto XVI reza en Roma junto al primado de la Iglesia anglicana


 El Papa Benedicto XVI juntoal Arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana de Inglaterra,Rowan Williams, visitaron ayer el Monasterio de San Gregorio en el Celioconsiderado el lugar de nacimiento de la relación entre el cristianismo y las tierrasbritánicas y la Iglesia de Roma.
El Papa señaló que “portercera vez, hoy el Obispo de Roma encuentra al arzobispo de Canterbury, en lacasa de San Gregorio Magno. Y es de justicia que así sea, porque precisamentedesde este monasterio el Papa Gregorio eligió a Agustín y sus 40 monjes paraenviarlos a llevar el Evangelio a losanglosajones, hace poco más de mil cuatrocientos años”.
Benedicto XVI y RowanWilliams también inauguraron la Capilla de San Gregorio, que servirá como lugarde oración para los peregrinos anglicanos que visiten Roma. Williams donó unacruz que será albergada en ese templo.
El Santo Padre expresó,durante este encuentro ecuménico, su intención de que tanto los fielescatólicos como anglicanos, al visitar en Roma “las tumbas gloriosas de lossantos Apóstoles y Mártires, renueven el compromisode orar constantemente y de trabajar por la unidad”.

Benedicto XVI hace llamado a solidaridad con damnificados de Madagascar


 El Papa Benedicto XVI hizo un llamado urgente de ayuda para los más de 70 000 damnificados de la isla africana de Madagascar, víctimas de la furia de la tormenta tropical “Irina”.
Tras concluir el rezo del Ángelus, el Santo Padre indicó que su pensamiento se dirige principalmente “a las queridas poblaciones de Madagascar, que recientemente han sido azotadas por violentas calamidades naturales, con graves daños a las personas, a las estructuras y a los cultivos”.
Benedicto XVI aseguró sus oraciones por las víctimas y las familias “duramente probadas” y pidió el pronto y generoso “socorro de la comunidad internacional”.

Nueva evangelización también comienza en el confesionario, dice el Papa Benedicto XVI


El Papa Benedicto XVI explicó que en confesionario, en el sacramento de la reconciliación, también comienza la Nueva Evangelización. Así lo indicó en su discurso a los 1.300 sacerdotes y diáconos que participan en el "Curso sobre el fuero interno" que organiza anualmente la Penitenciaría Apostólica en el Vaticano.
En sus palabras de ayer a los sacerdotes, el Santo Padre subrayó la importancia de una adecuada preparación teológica, espiritual y canónica para ser confesor, dado que el sacramento de la Reconciliación es esencial para lavida de fe y está estrechamente ligado al anuncio del Evangelio.
"Los sacramentos y el anuncio de la Palabra no deben concebirse como separados, sino todo lo contrario (…) El sacerdote representa a Cristo, el enviado del Padre, y continúa su misión mediante la 'palabra' y el 'sacramento' en una totalidad de cuerpo y alma, de signo y palabra".
"La conversión real de los corazones, que significa abrirse a la acción transformadora y renovadora de Dios, es el 'motor' de toda reforma, y se traduce en una verdadera fuerza evangelizadora".
En la confesión, dijo el Papa, "el pecador arrepentido es justificado, perdonado y santificado por la acción gratuita de la misericordia divina (…). Sólo quien se deja renovar profundamente por la Gracia divina puede llevar en sí mismo la novedad del Evangelio y, por tanto, anunciarla".
"Todos los santos de la historia testimonian esta estrecha relación entre la santidad y el sacramento de la reconciliación. Y la nueva evangelización extrae la linfa vital de la santidad de los hijos de la Iglesia, del camino cotidiano de conversión personal y comunitaria para conformarse cada vez más profundamente con Cristo".
El Papa ha recordado que, cuando administran el sacramento de la reconciliación, los sacerdotes son instrumentos para el encuentro de los hombres con Dios. El pecador arrepentido siente un profundo deseo de cambio y de misericordia, de volver a experimentar, mediante el Sacramento, "el encuentro y el abrazo con Cristo".
"Por ello (los sacerdotes) sois colaboradores y protagonistas de numerosos 'nuevos comienzos', tantos cuantos sean los penitentes que se os acerquen. (…) La nueva evangelización, entonces, comienza también en el confesionario; parte del misterioso encuentro entre la inagotable pregunta del hombre (…) y la misericordia de Dios, única respuesta adecuada a la necesidad humana de infinito".
Si los fieles experimentan realmente la misericordia de Cristo en el sacramento, "se convertirán en testigos creíbles de esa santidad que es la finalidad de la nueva evangelización".
"Todo ello adquiere una relevancia aún mayor cuando se refiere a los propios sacerdotes, que, para colaborar en la nueva evangelización, han de ser los primeros en renovar la conciencia de ser ellos mismos penitentes, y de lanecesidad de acercarse al perdón sacramental para renovar el encuentro con Cristo".
Al finalizar el Papa alentó a los sacerdotes a que "la novedad de Cristo sea siempre el centro y la razón de vuestra existencia sacerdotal, para que quien os encuentra pueda, mediante vuestro ministerio, proclamar como Andrés y Juan: 'Hemos encontrado al Mesías'. De este modo, cada confesión, de la que cada cristiano saldrá renovado, representará un paso adelante en la nueva evangelización".

Benedicto XVI exhorta a defender matrimonio y recuperar aprecio por la castidad


El Papa Benedicto XVI alentó a defender el matrimonio y la familia en la sociedad actual, yexhortó también a recuperar el aprecio por la virtud de la castidad en el marco de la perspectiva cristiana de la sexualidad, en su discurso a un grupo de obispos de Estados Unidos.
En sus palabras a los prelados de las regiones VII-IX de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, el Santo Padre advirtió que en estos días "es cada vez más evidente que el deprecio de la indisolubilidad de la alianza matrimonial, y el rechazo generalizado de una ética sexual responsable y madura basada en la práctica de la castidad, han dado lugar a graves problemas sociales que acarrean un inmenso costo humano y económico".
Tras asegurar que "poderosas corrientes políticas y culturales buscan modificar la definición legal del matrimonio", el Papa señaló que "los concienzudos esfuerzos de la Iglesia para resistir esta presión requieren unadefensa razonada del matrimonio como institución natural, que consiste en la comunión específica de personas, esencialmente enraizada en la complementariedad de los sexos y orientada a la procreación".
"Las diferencias sexuales no pueden descartarse como irrelevantes para la definición de matrimonio. La defensa de la institución del matrimonio como una realidad social es, en última instancia, una cuestión de justicia, ya que implica salvaguardar el bien de toda la comunidad humana y los derechos de los padres y niños por igual", afirmó.
"En nuestras conversaciones, han señalado con preocupación las dificultades crecientes en la comunicación de la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia en su integridad, y la disminución en el número de jóvenes que se acercan al sacramento del matrimonio".
Ciertamente, prosiguió Benedicto XVI, "debemos reconocer las deficiencias en la catequesis de las últimas décadas, que en algunas ocasiones no han logrado comunicar el rico patrimonio de la doctrina católica sobre el matrimonio como institución natural, elevada por Cristo a la dignidad de sacramento, la vocación de los esposos cristianos en la sociedad y en la Iglesia, y la práctica de la castidad conyugal".
El Papa consideró necesario revisar "los programas de preparación para el matrimonio deben ser revisados cuidadosamente para asegurar más énfasis en su componente catequética y en la presentación de las responsabilidades sociales y eclesiales que conlleva el matrimonio cristiano".
"En este contexto no podemos olvidar el grave problema pastoral que presenta la práctica generalizada de la convivencia, a menudo por parejas que parecen no darse cuenta de que es un pecado grave, por no hablar de sus perjuicios para la estabilidad de la sociedad".
Por ello el Santo Padre alentó los esfuerzos de los obispos "para establecer normas claras, pastorales y litúrgicas, para la celebración digna del matrimonio, que encarnen un testimonio inequívoco de las exigencias objetivas de la moral cristiana, demostrando al mismo tiempo sensibilidad y preocupación por las parejas jóvenes".
"En este gran esfuerzo pastoral hay una necesidad urgente de que toda la comunidad cristiana recupere el aprecio de la virtud de la castidad", subrayó.
El Santo Padre resaltó que "no es simplemente una cuestión de presentar argumentos, sino de apelar a una visión integral, coherente y estimulante de la sexualidad humana. La riqueza de esta visión es más sólida y atractiva que la de las ideologías permisivas exaltadas en algunos sectores que, de hecho, constituye una forma poderosa y destructiva de anti-catequesis para los jóvenes".
"La castidad, como enseña el Catecismo: 'implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humana'. En una sociedad que cada vez mas tiende a malinterpretar e incluso ridiculizar esta dimensión esencial de la doctrina cristiana, los jóvenes necesitan estar seguros de que 'si dejamos entrar a Cristo en nuestras vidas no perdemos nada, absolutamente nada, de lo que hace la vida libre, bella y grande'".
El Papa recordó además que "todos nuestros esfuerzos en este sector apuntan, en última instancia al bien de los niños, que tienen un derecho fundamental a crecer con una sana comprensión de la sexualidad y de su lugar apropiado en las relaciones humanas".
"Los niños –aseguró el Papa Benedicto– son el tesoro más grande y el futuro de toda sociedad: preocuparse por ellos significa reconocer nuestra responsabilidad de enseñar, defender y vivir las virtudes morales que son la clave de la realización humana".
Para concluir el Papa expresó su esperanza de que "la Iglesia en los Estados Unidos, no obstante su pesadumbre por los acontecimientos de la última década, persevere en su misión histórica de educar a los jóvenescontribuyendo así a la consolidación de esa sana vida familiar, que representa la garantía más segura de la solidaridad inter-generacional y de la salud de la sociedad en su conjunto".

El Papa Benedicto XVI y arzobispo de Canterbury rezarán juntos en Roma


 El sábado por la tarde el Papa Benedicto XVI presidirá las primeras vísperas del tercer Domingo de Cuaresma en la antigua iglesia romana de los santos Andrés y Gregorio, en el monte Celio, donde también estará presente Rowan Williams, líder anglicano y Arzobispo de Canterbury.
"Será la tercera vez que un Papa y un arzobispo de Canterbury acudan juntos al histórico lugar del Celio, donde se encuentra el monasterio entre cuyos monjes San Gregorio Magno eligió al que iba a ser san Agustín de Canterbury y a los otros cuarenta camaldulenses, para que llevaran el Evangelio a los anglosajones", informó Radio Vaticana.
La emisora explicó que el motivo es la celebración del milenario de la fundación de la Casa Madre de los Camaldulenses y la memoria del tránsito de San Gregorio Magno.
En un comunicado, el prior del monasterio de San Gregorio expresó su deseo de que este nuevo "sea un impulso más para todos los fieles, católicos romanos y anglicanos, con el fin de que visitando las tumbas de los Apóstoles, afiancen también su compromiso en el testimonio de la fe y en la caridad, con el anhelo de alcanzar la unidad plena de los cristianos".
"La celebración del próximo sábado de Benedicto XVI con el arzobispo Rowan Williams, del milenario de la fundación de la ermita de Camaldoli significa un nuevo e importante paso en el camino ecuménico, tan arraigado también en el espíritu camaldulense contemporáneo", indicó.

Evangelio de fin de semana



¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68

domingo 11 Marzo 2012

Tercer Domingo de Cuaresma. Santo(s) del día : San Eulogio de Córdoba

Evangelio según San Juan 2,13-25.



Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. 
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas 
y dijo a los vendedores de palomas: "Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio". Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá. 
Entonces los judíos le preguntaron: "¿Qué signo nos das para obrar así?". 
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar". 
Los judíos le dijeron: "Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?". Pero él se refería al templo de su cuerpo. 
Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado. 
Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de Pascua, muchos creyeron en su Nombre al ver los signos que realizaba. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos 
y no necesitaba que lo informaran acerca de nadie: él sabía lo que hay en el interior del hombre. Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 
Leer el comentario del Evangelio por : Orígenes (v. 185-253), sacerdote y teólogo 
Comentario al Evangelio de Juan, 10 
Al tercer día resucitaré
Es grande, el misterio de nuestra resurrección, y extremadamente difícil de sondear. Es anunciado en muchos textos de la Escritura, pero sobre todo en Ezequiél: "El Espíritu del Señor me depositó en un valle lleno de huesos humanos...; estaban completamente secos. El Señor me dijo: Hijo de hombre, ¿estos huesos vivirán? Respondí: Señor, tú lo sabes. Me dijo: profetiza sobre estos huesos. Les dirás: Huesos secos, escuchad la palabra del Señor" (Ez 37,1-4)..
 Entonces, cuáles son estos huesos a los que les dice: "Escuchad la palabra del Señor" si no el Cuerpo de Cristo, sobre el que el Señor decía: "Todos mis huesos están dislocados" (Sal. 21,15)... Y así como se efectuó la resurrección del cuerpo verdadero y perfecto de Cristo, un día los miembros de Cristo... serán reunidos, hueso con hueso, juntura con juntura. Nadie privado de esta juntura, alcanzará "el hombre perfecto, a la medida del cuerpo de Cristo en su plenitud" (Ef 4,13). Entonces "todos los miembros del cuerpo, aunque muchos, formarán un solo cuerpo" (1Co 12,12)...
Digo esto a propósito del Templo sobre el que el Señor dijo: "El celo por tu casa me devora" (Sal. 68,10), y a propósito de los judíos que le pedían les mostrase un signo, y en fin a propósito de su respuesta:... "Destruyan este Templo, y en tres días lo levantaré". Porque hace falta que sea expulsado de este templo, que es el Cuerpo de Cristo, todo lo que niega la razón y lo que depende del comercio, para que de ahora en adelante este templo no sea más una casa de vendedores
 Hace falta además... que después de su destrucción, por los que niegan la palabra de Dios, sea levantado al tercer día... Gracias a la purificación de Jesús, sus discípulos, habiendo abandonado todo lo que no es razonable y toda forma de comercio y a causa del celo del Verbo, la Palabra de Dios, que está presente en ellos, sus discípulos "serán destruidos" para "ser levantados" por Jesús en tres días... Porque hacen falta tres días enteros para que esta reconstrucción se termine. Por eso, podemos decir de una parte, que la resurrección se efectuó y por otra parte, que tiene que venir: verdaderamente "hemos sido sepultados con Cristo " y " con Él nos levantaremos " (cf Rm 6,4)... «Todos serán vivificados en Cristo, pero cada uno en su puesto: primero, Cristo, como primicia, después, todos los que son de Cristo en su venida" (1Co 15,22s).



lunes, 5 de marzo de 2012

Evangelio de fin de semana


¿ SEÑOR, A QUIÉN IREMOS?. TÚ TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA. JN 6, 68

DOMINGO 04 MARZO 2012

DOMINGO DE LA SEGUNDA SEMANA DE CUARESMASANTO(S) DEL DÍA : SAN CASIMIRO 

Evangelio según San Marcos 9,2-10.

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. 
Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. 
Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. 
Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". 
Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor. 
Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo". 
De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos. 
Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. 
Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría "resucitar de entre los muertos". Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 

Leer el comentario del Evangelio por : Anastasio de Sinaí (?-después 700), monje Homilía en la fiesta de la Transfiguración  (trad.  breviario 06/08) 
"Se preguntaban entre ellos lo que quería decir: «resucitar de los muertos» "
        Sobre el monte Tabor, Jesús les mostró a sus discípulos una manifestación maravillosa y divina, como una imagen prefigurativa del Reino de los cielos. Exactamente es como si les dijera: "Para que la espera no engendre en vosotros incredulidad, desde ahora, inmediatamente y verdaderamente os digo que entre los que están aquí hay algunos que no conocerán la muerte, antes de haber visto al Hijo del hombre venir en la gloria de su padre" (Mt 16,28)...
        Tales son las maravillas divinas de esta fiesta... Ya que es al mismo tiempo la muerte y la fiesta de Cristo lo que nos reúne. Con el fin de penetrar en estos misterios con los que han sido escogidos entre los discípulos, escuchemos la voz divina y santa que, como desde lo alto..., nos convoca de modo urgente: "Venid, gritad hacia la montaña del Señor, al día del Señor, hacia el lugar del Señor y en la casa de vuestro Dios". Escuchemos, con el fin de que iluminados por esta visión, transformados, transportados..., invoquemos esta luz diciendo: «Qué terrible es este lugar; es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo" (Gn 28,17).
        Es pues hacia la montaña donde hay que apresurarse, como lo hizo Jesús que, allí como en el cielo, es nuestro guía y nuestro precursor. Con él brillaremos con mirada espiritual, seremos renovados y divinizados en la esencia de nuestra alma; configurados a su imagen, como él, seremos transfigurados - divinizados para siempre y transportados a las alturas...
        Acudamos pues, con confianza y alegría, y penetremos en la nube, como Moisés y Elías, como Santiago y Juan. Como Pedro, sé llevado a esta contemplación y esta manifestación divina, sé transformado magníficamente, transportado fuera del mundo, por encima de esta tierra. Deja aquí la carne, deja la creación y vuélvete hacia el Creador al que Pedro mismo decía, arrebatado: "¡Señor, qué bien se está aquí!"  Sí, Pedro, es verdaderamente bueno estar aquí con Jesús, y estar aquí para siempre.

jueves, 1 de marzo de 2012

Vaticano: América Latina necesita personas que muestren a Dios


Con motivo de conmemorarse el Día de Hispanoamérica el próximo 4 de marzo en las diócesis de España, la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) envió un mensaje expresando que América Latina necesita de personas que muestren a Dios en su vida.
"Se necesitan personas que muestren a Dios presente en su propia vida, en todas las dimensiones de su existencia y convivencia, e inviten a compartir una vida nueva más humana", indica el mensaje de la CAL titulado "Comprometidos con América en la Nueva Evangelización", y firmado por su presidente, Cardenal Marc Ouellet.
El texto resalta también la necesidad de revitalizar la tradición católica, "arraigándola más en el corazón de las personas, la vida familiar y en la cultura de los pueblos".
Asimismo, señala que actualmente la Iglesia en América como en España enfrenta desafíos similares: "su rica tradición católica (…) corre riesgo. La secularización y las hostilidades contra la presencia de la Iglesia y su mensaje avanzan; y el hedonismo y el relativismo de la sociedad consumista tiende a desplazar la cultura cristiana de los pueblos".
En ese sentido, el mensaje afirma que "tanto América como Europa necesitan una nueva evangelización", y recuerda que este llamado ha sido un pedido tanto de Juan Pablo II como del Papa Benedicto XVI.
Por ello, con el propósito de fortalecer el compromiso misionero de la nueva evangelización, la CAL recomienda acoger a las familias y comunidades de latinoamericanos inmigrantes, en especial en estos tiempos de crisis, y a los sacerdotes que realizan sus servicios pastorales en las diócesis extranjeras.
Se aconseja también contar con los jóvenes en la nueva evangelización y "seguir el camino iniciado en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid, en una peregrinación espiritual, educativa y misionera hacia la próxima Jornada de Río de Janeiro".
El mensaje exhorta también a "que no falte la oración en todas las diócesis, para que la Providencia divina suscite nuevas vocaciones misioneras".