miércoles, 29 de mayo de 2013

Cultura del bienestar adormece y no deja seguir a Jesús, alerta el Papa

                                           
En su habitual homilía de la Misa que celebró esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió que la cultura del bienestar, que adormece y hace perezosas a las personas, así como la fascinación por lo provisional, no permiten seguir a Jesús.

Meditando en el pasaje del joven rico, que se entristece porque Jesús le pide dejarlo todo, el Papa alentó a hacer un examen de consciencia sobre las "riquezas" que hoy en día impiden acercarse al Señor.

El Santo Padre dijo que "las riquezas son un obstáculo" que "no hace fácil el camino hacia el Reino de Dios". Por lo demás, advirtió, "Cada uno de nosotros tiene sus ‘riquezas’". Existe siempre, explicó, una riqueza que nos "impide acercarnos a Jesús". Y esto hay que detectarlo. Todos, continuó, "tenemos que hacer un examen de consciencia sobre cuáles son nuestras riquezas, porque nos impiden acercarnos Jesús en el camino de la vida".

Francisco se refirió a dos "riquezas culturales": ante todo la "cultura del bienestar, que nos hace poco valientes, nos hace perezosos, nos hace también egoístas". El bienestar, constató el Obispo de Roma, "nos adormece, es una anestesia":

"‘No, no, más de un hijo no, porque no podremos ir de vacaciones, no podremos ir a tal lugar, no podremos comprar la casa’. Está bien seguir al Señor, pero hasta un cierto punto. Esto es lo que hace el bienestar: todos sabemos bien cómo es el bienestar, pero esto nos destruye, nos despoja de aquel valor, de aquel coraje fuerte para acercarnos a Jesús. Esta es hoy la primera riqueza de nuestra cultura, la cultura del bienestar".

Existe además, agregó, "otra riqueza en nuestra cultura", una riqueza que nos "impide acercarnos a Jesús: es la fascinación de lo provisional". Nosotros, observó el Papa, estamos "enamorados de lo provisional". Las "propuestas definitivas" que nos hace Jesús, puntualizó, "no nos gustan". En cambio nos gusta lo pasajero, porque "tenemos miedo del tiempo de Dios" que es definitivo:

"Él es el Señor del tiempo, nosotros somos los señores del momento. ¿Por qué? Porque en ese instante somos los que mandan: hasta aquí sigo al Señor, después se verá… Una vez supe de uno que quería ser sacerdote, pero sólo por diez años, no más … Cuántas parejas, cuántas parejas se casan, sin decirlo, pero pensándolo con el corazón : ‘hasta que dure el amor y después se verá…’ La fascinación de lo provisional: ésta es una riqueza".

El Papa Francisco afirmó que "debemos convertirnos en dueños del tiempo, hacemos breve el tiempo reduciéndolo al momento. Estas dos riquezas son aquellas que en este momento nos impiden ir hacia adelante. Pienso en tantos, tantos hombres y mujeres que han dejado la propia tierra para ir como misioneros por toda la vida: ¡aquello es lo definitivo!".

"Pero también, aseguró, pienso en tantos hombres y mujeres que "han dejado la propia casa para hacer un matrimonio por toda la vida"; ¡aquello es "seguir a Jesús de cerca! ¡Es lo definitivo!". Lo provisional, repitió el Papa Francisco, "es no seguir a Jesús ", ese es "territorio nuestro":

"Ante la invitación de Jesús, ante estas dos riquezas culturales pensamos en los discípulos: estaban desconcertados. También nosotros podemos estar desconcertados por estas palabras de Jesús. Cuando Jesús explicaba alguna cosa estaban aún más desconcertados".

Para concluir el Santo Padre animó a pedirle "al Señor que nos dé el valor de ir adelante, despojándonos de esta cultura del bienestar, con la esperanza – al final del camino, donde Él nos espera - en el tiempo. No con la pequeña esperanza del momento que no sirve más. Así sea".

Cuando "todo es bello" algo no funciona en la vida cristiana, dice el Papa Francisco

                                        
En la homilía de laMisa que celebró esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco dijo que "cuando todo es bello", algo no funciona en la vida cristiana; y destacó que el anuncio de Jesús llega a los huesos, al corazón, y nos cambia; algo que el mundo no tolera y por lo cual empiezan las persecuciones contra los cristianos, que con esa cruz nunca están solos porque el Señor siempre acompaña.

El Santo Padre hizo esta reflexión meditando en el Evangelio en en el que San Pedro pregunta al Señor por la que recompensa que recibirá por seguirlo. Jesús, observó el Papa, responde que aquellos que lo seguirán tendrán "tantas cosas bellas" pero "con persecución".

El camino del Señor, continuó, "es un camino de ‘humillación’, un camino que termina en la Cruz". He aquí el por qué, agregó, "siempre habrá dificultades, las persecuciones". Existirán siempre, "porque Él tomó este camino antes" que nosotros.

El Santo Padre hizo notar que "cuando un cristiano no tiene dificultades en la vida –todo va bien, todo es bello– algo no funciona". Se puede pensar que sea "muy amigo del espíritu del mundo, de la mundanidad". y ésta, constató, "es la tentación propia de un cristiano".

"Seguir a Jesús sí, pero sólo hasta un cierto punto; seguir a Jesús como una forma cultural: soy cristiano, tengo esta cultura… Pero sin la exigencia del verdadero seguimiento de Jesús, la exigencia de ir sobre su camino. Si se sigue a Jesús como una propuesta cultural, se usa este camino para ascender cada vez más, para tener más poder. Y la historia de la Iglesia está llena de esto, comenzando por algunos emperadores y después tantos gobernantes y tantas otras personas, ¿no? Y también algunos -no quiero decir tantos sino algunos- sacerdotes, algunos obispos, ¿no? Algunos dicen que son bastantes… algunos que piensan que seguir a Jesús es hacer carrera".

El Papa recordó que había un tiempo, "en la literatura de hace dos siglos", en el que a veces se acostumbraba decir que uno "de niño tenía ganas de seguir la carrera eclesiástica". Y recalcó que "tantos cristianos, tentados por el espíritu del mundo, piensan que seguir a Jesús es bueno porque se puede hacer carrera, se puede ascender".

Pero este "no es el espíritu" y es, en cambio, la actitud de Pedro que habla de carrera y Jesús le responde: "Si, te daré todo con persecución". "No se puede sacar la Cruz del camino de Jesús: está siempre". Pero el Papa también precisó que esto no quiere decir que el cristiano debe hacerse daño. El cristiano "sigue a Jesús por amor y cuando se sigue a Jesús por amor, la envidia del diablo hace tantas cosas". El "espíritu del mundo no tolera esto, no tolera el testimonio":

"Piensen en la Madre Teresa: ¿qué cosa dice el espíritu del mundo sobre la Madre Teresa? ‘Ah, la Beata Teresa es una mujer buena, ha hecho tantas cosas buenas por los demás…’. El espíritu del mundo no dice jamás que la Beata Teresa, todos los días, por tantas horas, permanecía en adoración… ¡Jamás! Reduce la actividad cristiana a hacer el bien social. Como si la existencia cristiana fuese un barniz, una pátina de cristianismo".

"El anuncio de Jesús no es una pátina: el anuncio de Jesús llega a los huesos, al corazón, va hasta adentro y nos cambia. Y esto no lo tolera el espíritu del mundo, no lo tolera y por esto ocurren las persecuciones", resaltó.

Quien deja la propia casa, la propia familia para seguir a Jesús, notó el Obispo de Roma, recibe cien veces más "ya ahora en este tiempo". Cien veces junto a las persecuciones. Y esto no puede ser olvidado.

El Papa Francisco concluyó asegurando que "el seguimiento de Jesús es justamente esto: ir con Él por amor, tras de Él: el mismo camino. Y el espíritu del mundo será aquel que no lo tolerará y nos hará sufrir, pero un sufrimiento como aquel de Jesús. Pidamos esta gracia: seguir a Jesús por el camino que Él nos ha hecho ver y que Él nos ha enseñado. Esto es bello, porque jamás nos deja solos. ¡Jamás! Está siempre con nosotros. Así sea".

La Iglesia nos lleva a Cristo, recuerda el Papa ante quienes dicen "Cristo sí, Iglesia no"

                                            
En medio de la lluvia que no impidió que saludara, como siempre hacer, a todos los asistentes a la audiencai general este miércoles en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco recordó que la Iglesia es la que nos lleva a Cristo, a Dios; ante quienes afirman "Cristo sí, Iglesia no" o ante quienes dicen no creer en los sacerdotes.

Inaugurando un nuevo ciclo de catequesis sobre la Iglesia, a la luz del Concilio Vaticano II, el Papa explicó que la Iglesia es la familia de Dios, cuyo proyecto es hacer "de todos nosotros una única familia de sus hijos, en los que cada uno se sienta cerca y amado por Él" como en la parábola del Hijo pródigo o del Padre misericordioso.

"¿Cuándo se manifiesta la Iglesia? Lo hemos celebrado hace dos domingos; se manifiesta cuando el don del Espíritu Santo, llena el corazón de los Apóstoles y los empuja a salir y a empezar el camino para anunciar el Evangelio, difundir el amor de Dios. Incluso hoy alguien dice: ‘Cristo sí, Iglesia no’. Aquellos que dicen: ‘Yo creo en Dios pero no en los sacerdotes’, ¡eh! Se dice así: ‘Cristo sí, Iglesia no’. Pero es precisamente la Iglesia la que nos lleva a Cristo y nos dirige a Dios: la Iglesia es la gran familia de los hijos de Dios".

El Papa dijo además que "la Iglesia nace de la voluntad de Dios de llamar a todos los hombres a la comunión con Él, a su amistad, es más a participar como sus hijos en su misma vida divina. La misma palabra ‘Iglesia’, del griego ekklesia, significa ‘convocatoria’: Dios nos convoca, nos invita a salir del individualismo, de la tendencia a encerrarse en sí mismos y nos llama a ser parte de su familia.

Y esta llamada tiene su origen en la creación misma. Dios nos creó para que vivamos en una relación de profunda amistad con él, e incluso cuando el pecado rompe esta relación con Él, con los demás y con la creación, Dios no nos abandona".

"Toda la historia de la salvación es la historia de Dios que busca al hombre, le ofrece su amor, lo acoge. Llamó a Abraham para ser el padre de una multitud; eligió al pueblo de Israel para forjar una alianza que abrazara a todas las naciones; y envió, en la plenitud de los tiempos, a su Hijo para que su designio de amor y de salvación se realizara en una nueva y eterna alianza con la humanidad entera".

A la pregunta "¿De dónde nace entonces la Iglesia?", Francisco dijo que "nace del gesto supremo de amor en la Cruz, del costado traspasado de Jesús, del que fluye sangre y agua, símbolos de los sacramentos de la Eucaristía y del Bautismo. En la familia de Dios, en la Iglesia, la savia vital es el amor de Dios que se realiza en amarlo a Él y a los demás, a todos, sin distinción ni medida"..

"Por supuesto, también tiene aspectos humanos; en los que forman parte de ella, pastores y fieles, hay defectos, imperfecciones, pecados: hasta el Papa los tiene, ¡eh! y ¡tiene tantos! Pero lo hermoso es que cuando nos damos cuenta de que somos pecadores nos encontramos con la misericordia de Dios: Dios siempre perdona. No olvidemos esto: ¡Dios siempre perdona! Y Él nos recibe en su amor de perdón y de misericordia".

El Santo Padre cuestionó "¿preguntémonos hoy: ¿cuánto amo a la Iglesia? ¿Rezo por ella? ¿Me siento parte de la familia de la Iglesia? ¿Qué hago para que sea una comunidad donde todos se sientan bienvenidos y comprendidos, para que se sienta la misericordia y el amor de Dios que renueva su vida? La fe es un don y un acto que nos afecta personalmente, pero Dios nos llama a vivir, juntos, nuestra fe, como una familia, como Iglesia".

Para concluir alentó a pedirle al Señor "de una manera especial en este Año de la Fe, que nuestras comunidades, toda la Iglesia, sean cada vez más verdaderas familias que viven y traen el calor de Dios. Gracias".

Cultura de diálogo y Nueva Evangelización: Intenciones del Papa para junio

                                             
El Vatican Information Service (VIS) dio a conocer hoy que en las intenciones del Papa Francisco para el mes de junio están la cultura del diálogo y la Nueva Evangelización.

La intención general del apostolado de la oración del Papa para el mes de junio es: "Que prevalezca entre los pueblos una cultura de diálogo, escucha y respeto mutuo".

Su intención misionera es: "Que allí donde más se nota la influencia de la secularización, las comunidades cristianas puedan promover con eficacia una nueva evangelización".

Tentación del triunfalismo detiene a la Iglesia, advierte el Papa

El Papa Francisco dijo esta mañana en la homilía de la Misa que presidió en la Casa Santa Marta que el triunfalismo es la tentación que detiene a la Iglesia, a los cristianos, y que la aleja del amor y de la Cruz, que es el amor hasta el extremo.
Así lo indicó el Santo Padre al meditar en el Evangelio en el que Jesús, de camino hacia Jerusalén anuncia a sus discípulos su pasión, muerte y resurrección. Los discípulos, dijo el Papa, piensan en otro proyecto, piensan hacer sólo la mitad del camino, que es mejor pararse" y "discuten entre sí sobre cómo arreglar la Iglesia, cómo solucionar la salvación".

Así, Juan y Santiago, le piden sentarse, en su gloria, uno a su derecha y el otro a su izquierda, lo que provoca una discusión entre los otros sobre quién era el más importante en la Iglesia.

"La tentación de los discípulos es la misma que la de Jesús en el desierto, cuando el demonio le propone otro camino": "hazlo todo rápidamente, haz un milagro, algo que todo el mundo vea. Ve al templo y haz el paracaidista sin dispositivo, así todo el mundo verá el milagro y así se hará la redención". Es la misma tentación de Pedro cuando en un primer momento no acepta la pasión de Jesús. "Es la tentación de un cristianismo sin la cruz, un cristianismo a medio camino".

"La tentación del cristianismo sin la cruz", una iglesia a medio camino" - que no quiere llegar a donde el Padre quiere ", es la tentación del triunfalismo. Queremos el triunfo de hoy, sin ir a la cruz, un triunfo mundano, un triunfo razonable".

El Papa aseguró luego que "el triunfalismo en la Iglesia, detiene a la Iglesia. El triunfalismo en los cristianos, frena a los cristianos. Una Iglesia triunfalista, es una Iglesia a mitad de camino, una Iglesia que es feliz así, bien equipada ¡bien arreglada! con todas las oficinas, todo muy bien, todo bonito ¿eh? Eficiente. Pero una iglesia que reniega a los mártires, porque no sabe que los mártires son necesarios a la Iglesia para el camino de la Cruz. Una Iglesia que sólo piensa en los triunfos, los éxitos, que no sabe aquella regla de Jesús: la regla del triunfo a través del fracaso, el fracaso humano, el fracaso de la Cruz. Y ésta es una tentación que todos tenemos".

Francisco recordó luego un momento de su vida: "recuerdo que una vez, en que atravesaba un momento oscuro de mi vida espiritual y le pedía una gracia al Señor, fui a predicar los ejercicios espirituales a unas monjas. Y el último día se confesaron. Vino a confesarse una religiosa anciana, de más de 80 años, pero con los ojos claros y muy luminosos: era una mujer de Dios".

"Al final de la confesión viendo que era una verdadera mujer de Dios, le dije:'oiga, como penitencia, rece por mí, porque necesito una gracia, ¿eh? Si usted se la pide al Señor, seguro que me la dará’. Se detuvo un momento, como si rezara, y luego me dijo:"Claro que el Señor le dará la gracia, pero no se engañe: se la dará a su manera divina'. Esto me hizo muy bien. Sentir que el Señor siempre nos da lo que pedimos, pero a su manera divina. Y el modo divino es esto hasta el final. La forma divina consiste en la Cruz, no por masoquismo: no, no! Por amor. Por amor hasta el extremo".

Para concluir, el Papa alentó a pedirle a Dios "la gracia de no ser una Iglesia a mitad de camino, una Iglesia triunfalista, de grandes éxitos, sino de ser una Iglesia humilde, que camina con decisión, como Jesús. Adelante, adelante, adelante. Con el corazón abierto a la voluntad del Padre, como Jesús. Pidamos esta gracia".

En una reciente carta a sacerdote argentino El Papa Francisco explica por qué vive en Santa Marta

                                             
En una reciente carta enviada a un sacerdote argentino, el Papa Francisco explica por qué vive en la Casa Santa Marta, el lugar en donde decidió fijar su residencia luego de estar allí los días del Cónclave en marzo de este año en el que fue elegido Pontífice.

La carta escrita de puño y letra del Papa, dada a conocer por la agencia AICA, fue dirigida al Padre Enrique Martínez, párroco de la Anunciación del Señor, en el barrio Cochangasta, de la diócesis de La Rioja en Argentina.

A continuación el texto completo de la carta:

"Querido Quique: Hoy recibí la carta del pasado 1° de mayo. Me trajo mucha alegría, la descripción de la Fiesta Patronal me trajo aire fresco. Yo estoy bien y no he perdido la paz frente a un hecho totalmente sorpresivo, y esto lo considero un don de Dios. Procuro tener el mismo modo de ser y de actuar que tenía en Bs As, porque, si a mi edad cambio, seguro que hago el ridículo.

No quise ir al Palacio Apostólico a vivir, voy sólo a trabajar y a las audiencias. Me quedé a vivir en la Casa Santa Marta, que es una casa (donde nos alojábamos durante el Cónclave) de huéspedes para obispos, curas y laicos. Estoy a la vista de la gente y hago la vida normal: misa pública a la mañana, como en el comedor con todos, etc. Esto me hace bien y evita que quede aislado.

Quique, saludos a tus feligreses. Te pido, por favor, que reces y hagas rezar por mí. Saludos a Carlos y Miguel. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Fraternalmente, Francisco. Vaticano, 15 de mayo 2013".

El domingo pasado el Padre Martínez recibió un sobre con la carta del Papa Francisco, que pudo leer a sus fieles luego de la Misa, tras lo cual la gente estalló en aplausos como si el mismo Santo Padre estuviera presente, recordó

El sacerdote comentó que recibir la carta fue "como sentir la cercanía del Papa. A mí me pasó cuando lo vi a Juan Pablo II en Córdoba. Pensás en los dos mil años de historia de la Iglesia… es sentir que el Papa nos ha escrito a nosotros".

El sacerdote había escrito al Vaticano el 1 de mayo, luego de las fiestas patronales de la capilla San José Obrero, del barrio 4 de Junio. "Le contaba del calor popular de la fiesta, donde se había integrado toda la comunidad, incluso los enfermos. La procesión se paraba a cada rato y me esperaba a que caminara media cuadra o una cuadra para darle la unción a un enfermito; y no tenían problema de esperar. Y yo pensaba: le cuentan tantas cosas malas, que quería darle una linda alegría", relató.

El Padre dijo además que "también el Papa necesita esto. Hay problemas graves, que a nosotros nos tocan periféricamente, pero a él le van directo al corazón. Igual él también tendrá sus encuentros... no quepa la menor duda que se las rebuscará para ponerse una sotana negra y salir a confesar por ahí".

El Papa acabó empapado por la lluvia tras saludar a multitud en San Pedro

                                         
Pese a la amenaza de lluvia que había hoy en Roma, una multitud se congregó en la Plaza de San Pedro para la audiencia general de los miércoles que preside el Papa Francisco. Sin importarle haber terminado empapado, el Santo Padre saludó a los miles de fieles como siempre lo hace, sobre el papamóvil y sin ningún tipo de protección.

La lluvia fue de tal intensidad que obligó a los asistentes a desplegar sus paraguas, dándole un tono "colorido" a la Plaza en la que el Papa Francisco no escatimó saludos, besos a los niños y paradas para acercarse de manera personal a la gente.

Al concluir el recorrido, el Santo Padre bajó del papamóvil y caminó como de costumbre para ubicarse en medio del atrio de la Básilica de San Pedro desde donde imparte su catequesis.

Antes de hacerlo sacó su pañuelo, se secó el rostro y bromeó con algunos de los que lo rodeaban al ver que estaba empapado por la lluvia.

En italiano y con la sonrisa que lo caracteriza, el Santo Padre dijo: "¡felicitaciones por vuestro coraje bajo la lluvia. Son fuertes eh!

viernes, 24 de mayo de 2013

El Papa Francisco prepara dos encíclicas, revela Obispo italiano

                                       
El Obispo de Molfetta-Ruvo-Giovinazzo-Terlizzi (Italia), Mons. Luigi Martella, señaló que el Papa Francisco está preparando dos encíclicas: una sobre la fe y otra sobre los pobres. La segunda se titularía "Beati pauperes".

En una nota editorial de la publicación Luz y Vida de su diócesis, el Obispo recuerda el encuentro que sostuvo con el Papa, acompañado de otros obispos italianos durante su visita ad limina, el pasado 13 de mayo.

El Obispo cuenta que el Papa Francisco les narró algo de su encuentro conBenedicto XVI y dijo que cuando lo vio en Castel Gandolfo, notó "que tenía una memoria muy lúcida aunque está probado en lo físico. Ahora está definitivamente mejor".

El Prelado escribe luego que el Papa "ha querido hacer una confidencia, casi una revelación".

"Benedicto XVI está terminando de escribir la encíclica sobre la fe que será firmada por el Papa Francisco y luego él mismo afrontará su primera encíclica sobre los pobres: ¡Beati pauperes! La pobreza -ha precisado- entendida no en sentido ideológico o político sino en sentido evangélico".

El Obispo Martella dijo además que el Santo Padre Francisco es un hombre valiente y amable, pero consciente de su fragilidad y por ello se confía a nuestras oraciones. Dos veces me dijo: ‘¡reza por mí!’ Se sintió además muy gratificado cuando le dijimos que lo queremos mucho y que nuestra gente está admirada por su persona, que está rodeada de tanto afecto".

El Prelado comentó asimismo que el Papa "no dejó de mostrar su agudo humor ante la pregunta: ‘¿Santidad, cómo está? ¿Cómo se encuentra aquí (en Santa Marta)? Él con su sonrisa en los labios dijo: ‘Cuando veía que los votos en el cónclave salían, no perdí la paz. Por eso duermo bien aquí’ y agregó: ‘pero hay mucho por hacer’. Lo hemos alentado a proseguir en esta línea y estamos con él".

Fiesta de María Auxiliadora: El Papa anima a soportar con paciencia las dificultades y a vencer con el amor

                                          
En el día en que la Iglesia celebra a María Auxiliadora, el Papa Francisco animó a todos los fieles a soportar con paciencia las dificultades y a vencerlas con el amor, y rezando por los enemigos. También exhortó a rezar por los católicos de China.

El Papa dijo en su homilía de la Misa que celebró esta mañana en la Casa Santa Marta que "¡soportar con paciencia no es fácil! No es fácil, cuando vienen las dificultades de fuera o cuando vienen los problemas en el corazón, en el alma, los problemas internos".

"Soportar es tomar la dificultad y tomarla sobre uno, con fuerza, para que las dificultades no nos abajen. Portar con fuerza es una virtud cristiana. San Pablo habla de ella en varias ocasiones. Esto significa no dejarse vencer por las dificultades. Esto quiere decir además que el cristiano tiene la fuerza de no dejar caer los brazos. No es fácil porque puede venir el desaliento y uno puede querer bajar los brazos y decir: ‘bueno, sigamos adelante y hagamos lo que se pueda, nada más’. Pero no, soportar es una gracia, debemos pedirla en las dificultades".

Sobre la gracia de "vencer con el amor", el Papa dijo que "se puede vencer de muchas maneras, pero la gracia que pedimos hoy es la gracia de la victoria con el amor, por medio del amor y esto no es fácil. Cuando tenemos enemigos afuera que nos hacen sufrir mucho: no es fácil vencer con elamor".

"Puede venir la idea de vengarnos, de hacer algo en su contra.... El amor, aquella suavidad que Jesús nos ha enseñado es la victoria. El Apóstol Juan nos dice, en la primera Carta: ‘esta es nuestra victoria, nuestra fe’. Nuestra fe es este creer en Jesús que nos ha enseñado el amor y nos ha enseñado a amar a todos. La prueba de que estamos en el amor es cuando rezamos por nuestros enemigos".

El Papa alentó a que "pidamos a la Virgen que nos de esta gracia de soportar con paciencia y vencer con amor. ¡Cuántas personas -tantos ancianos y ancianas- han recorrido este camino! Y es bello verlos: tienen una mirada bella, una felicidad serena. No hablan mucho pero tienen un corazón paciente y lleno de amor. Saben qué es perdonar a los enemigos, saben qué es rezar por ellos".

En las peticiones el Santo Padre elevó sus oraciones "por el noble pueblo chino: que el Señor lo bendiga y la Virgen lo custodie". La Misa concluyó con un canto mariano en chino.

Trata de personas es una vergüenza para la sociedad civilizada, dice el Papa

"¡La trata de personas es una actividad innoble, una vergüenza para nuestras sociedades que se llaman civilizadas! Los explotadores y los clientes, en todos los ámbitos, deben hacer un serio examen de conciencia ante sí mismos y ante Dios", dijo el Papa Francisco esta mañana.

Así lo indicó el Santo Padre en su discurso a los participantes en la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes reunidos en Roma para discutir del tema "La solicitud pastoral de la Iglesia en el contexto de las migraciones forzadas".

La asamblea coincide con la publicación del documento "Acoger a Cristo en los refugiados y las personas desplazadas por la fuerza" que llama la atención sobre los millones de refugiados, desplazados y apátridas, y aborda también el flagelo de la trata de personas.

El Papa dijo que "la Iglesia renueva hoy su firme llamamiento para que sean siempre tuteladas la dignidad y la centralidad de cada persona, en el respeto de los derechos fundamentales... unos derechos que por sí mismos necesitan ser ampliados allí donde no se reconocen a millones de hombres y mujeres en todos los continentes".

"En un mundo donde se habla mucho de derechos ¡cuántas veces, en realidad la dignidad humana es pisoteada. En un mundo donde se habla tanto de derechos parece que el único que los tenga sea el dinero... Vivimos en un mundo, en una cultura donde impera el fetichismo del dinero".

En este contexto el Papa ha recordado que el dicasterio responsable de la pastoral de los Emigrantes e Itinerantes se preocupa mucho por "las situaciones en las que la familia de las naciones está llamada a intervenir en un espíritu de solidaridad fraterna, con programas de protección, a menudo con el telón de fondo de acontecimientos dramáticos que tocan, casi todos los días, las vidas de muchas personas. Les expreso mi aprecio y mi gratitud, y os aliento a continuar en el camino de servicio a los hermanos pobres y marginados".

La atención de la Iglesia, que es "madre" se manifiesta "con especial ternura y cercanía a quien se ve obligado a huir de su país y vive entre la erradicación y la integración. Esta tensión destruye a las personas. La compasión cristiana -este "sufrir con- pasión"- se expresa ante todo en el compromiso de conocer los eventos que empujan a dejar por fuerza la patria, y donde sea necesario, a dar voz a los que no pueden hacer oír el grito de dolor y de la opresión".

"En este sentido llevan a cabo una tarea importante, también a la hora de sensibilizar a las comunidades cristianas hacia tantos hermanos marcados por heridas que jalonan su existencia: la violencia, el abuso de poder, la distancia de la familia, eventos traumáticos, la fuga de sus hogares, la incertidumbre sobre el futuro en el campo de refugiados. Son elementos que deshumanizan y tienen que empujar a cada cristiano y a toda la comunidad a una atención concreta".

El Santo Padre dijo que ante este panorama es necesario ver "la luz de la esperanza. Una esperanza que se expresa en las expectativas para el futuro, el deseo de relaciones de amistad, de participar en la sociedad de acogida, en particular mediante el aprendizaje del idioma, el acceso al empleo y la educación para los niños. Admiro la valentía de los que esperan reanudar paulatinamente la vida normal, esperando que la alegría y el amor vuelven a alegrar su existencia. ¡Todos podemos y debemos alimentar esa esperanza!"

El Papa animó a los gobernantes y legisladores y a toda la comunidad internacional para que hagan frente a la realidad de las personas desarraigadas por la fuerza "con iniciativas eficaces y nuevos enfoques para proteger su dignidad, mejorar su calidad de vida y enfrentar los desafíos que surgen de formas modernas de persecución, opresión y esclavitud. Se trata, insisto, de seres humanos, que apelan a la solidaridad y el apoyo, que necesitan acciones urgentes, pero también y sobre todo comprensión y bondad. Su condición no puede dejarnos indiferentes".

"Y nosotros, como Iglesia recordemos que curando las heridas de los refugiados, de los prófugos, de las víctimas de la trata, ponemos en práctica el mandamiento del amor que Jesús nos ha dejado, cuando se identificó con el extranjero, con quien sufre, con todas las víctimas inocentes de la violencia y la explotación".

"Y aquí también me gustaría llamar la atención que todo pastor y comunidad cristiana debe tener para el camino de fe de los refugiados cristianos y arrancados por fuerza de su realidad, así como para los emigrantes cristianos. Requieren una atención pastoral especial que respete sus tradiciones y les acompañe en una integración armoniosa en la realidad eclesial en la que viven. No olvidéis la carne de Cristo, que está en la carne de los refugiados; su carne es la de Cristo", concluyó.

jueves, 23 de mayo de 2013

Pope's General Audience

El Papa protagoniza entrañable momento con dos palomas en San Pedro

En la audiencia general de este miércoles el Papa Francisco recibió como obsequio dos palomas que liberó ante la alegría de los miles de fieles presentes. Una de ellas se resistió a dejarlo durante unos momentos, lo que generó aún mayor algarabía entre los asistentes.

Mientras el Papa recorría la Plaza de San Pedro en su papamóvil abierto durante su audiencia general de los miércoles, alguien entre la multitud en donde estaba un grupo de misioneras claretianas, le ofreció una jaula blanca con dos palomas en su interior que los guardias de seguridad hicieron llegar al Santo Padre.

El Papa abrió la puerta de la jaula, extrajo una y la lanzó al aire. Cuando hizo lo mismo con la segunda la historia fue un poco distinta, ya que estuvo unos momentos sobre su mano izquierda para luego salir volando.


En el video que acompaña esta nota, puede ver al Papa con las palomas entre los minutos 8:10 y el 9:40.

Amar a Dios y al prójimo es ver en cada uno el rostro de Jesús y servirlo, dice el Papa

                                              
El Papa Francisco visitó ayer por la tarde la Casa Dono di María en Roma, confiada a las hermanas misioneras de la Caridad, fundadas por la Beata Madre Teresa de Calcuta, y explicó en su discurso que amar a Dios y al prójimo es ver en cada persona el rostro de Jesús para servirlo.

En el lugar, que celebra 25 años de fundación desde que el Beato Juan Pablo II se lo diera a las hermanas de la Caridad, el Papa dijo a las religiosas que "con vuestro servicio cotidiano son la mano de Dios que sacia el hambre de todo viviente".

La Casa alberga a 25 mujeres y da de comer a 60 hombres. "Ustedes -dijo el Papa a las hermanas- hacen visible el amor de la Iglesia por los pobres". "En estos años, cuántas veces se han acercado a quien tiene necesidad, como el buen samaritano", "¡cuántas heridas, especialmente espirituales, han sanado!"

En un clima de alegría con cantos y con una guirnalda sobre el cuello, al estilo de la India en donde se fundó la congregación, el Papa saludó uno a uno a los presentes, comenzando por quienes son atendidos allí. Esto es algo "entre beatos" y la "santidad que pasa", dijo el Pontífice en relación a la inauguración hecha por Juan Pablo II y la Madre Teresa.

El Santo Padre dijo a los huéspedes que si bien ellos reciben atención en la Casa, "ustedes también son un don para esta casa y para la Iglesia. Ustedes nos dicen que amar a Dios y al prójimo no es algo abstracto, sino profundamente concreto: quiere decir ver en toda persona el rostro del Señor a quien se debe servir y servirlo concretamente. Y ustedes son, queridos hermanos y hermanas, el rostro de Jesús".

"Ustedes dan la posibilidad, a cuantos operan en este lugar, de servir a Jesús en quien está en dificultad, en quien necesita ayuda", añadió el Papa.

"Debemos recuperar el sentido del don" con la solidaridad y la gratuidad; y alertó que "un capitalismo salvaje ha enseñado la lógica del provecho a todo costo, sin mirar a las personas. Los resultados son la crisis que estamos viviendo", dijo Francisco.

"Esta Casa es un lugar que educa en la caridad, una ‘escuela’ de caridad, que enseña a andar al encuentro de toda persona, no por provecho, sino por amor. La música -digámoslo así- de esta Casa es el amor".

El Papa dijo además, recordando el nombre del lugar, que María hizo de suvida un incesante don de Dios porque amaba al Señor. Esto es un estímulo "para vivir la caridad hacia el prójimo no por una especie de deber social, sino partiendo del amor de Dios".

"Para nosotros los cristianos el amor por el prójimo nace del amor de Dios y es su más límpida expresión. Aquí se busca amar al prójimo, pero también dejarse amar por el prójimo", agregó.

Sin la sal de Jesús somos insípidos y nos volvemos cristianos de museo, dice el Papa

                               
En su homilía de laMisa celebrada hoy en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco dijo que cuando el cristiano no es sal de fe, esperanza y caridad para los demás, cuando no es la sal de Jesús, se hace insípido y se convierte en un "cristiano de museo" que no hace nada.

El Santo Padre recordó que con su Resurrección para salvarnos, Jesús nos ha dado la sal para dar "sabor" a la vida de los demás, pero hay que estar atentos para que esta sal "no se haga insípìda, no pierda su fuerza". Esta sal "no es para conservarla, porque la sal que se mantiene en el salero no hace nada, no sirve".

"La sal tiene sentido si le da sabor a las cosas. También creo que la sal que se guarda en el salero con la humedad, pierde fuerza y no sirve. La sal que hemos recibido es para darla, para saborizar, para ofrecerla. De otro modo se hace insípida y no sirve. Debemos pedirle al Señor no convertirnos en cristianos con sal insípida, con la sal guardada en el salero".

El Papa dijo luego que "la sal tiene también otra particularidad: cuando la sal se usa bien, no se siente el gusto de la sal, su sabor... ¡No se siente! Se siente el sabor de cada plato: la sal ayuda a que el sabor del plato sea mejor, se conserve mejor, más sabroso. ¡Esta es la originalidad cristiana!"

"Cuando anunciamos la fe con esta sal los que reciben el anuncio lo reciben según su propia peculiaridad, como los platos de comida y así cada uno, con su propia peculiaridad recibe la sal y se hace más bueno".

El Papa destacó que "¡la originalidad cristiana no es una uniformidad! Toma a cada uno como es, con su personalidad, con sus características, con su cultura y lo deja con eso, porque es una riqueza. ¡Pero le da más para tener sabor! Esta originalidad cristiana es tan bella que cuando se quiere a todos uniformes -todos salados de la misma forma- las cosas se vuelven como cuando se echa demasiada sal y se siente solo ese gusto y no el gusto del plato. La originalidad cristiana es justamente esto: cada uno es como es, con los dones que el Señor le ha dado".

Dar esta sal a los demás, continuó, significa "salir con el mensaje, salir con esta riqueza que nosotros tenemos la sal y darlo a los otros".

"Así la sal se conserva, no pierde su sabor. Con la adoración del Señor trasciendo de mí mismo al Señor y con el anuncio evangélico salgo de mí mismo para dar el mensaje. Pero si no hacemos esto la sal se quedará en el salero y nos convertiremos en cristianos de museo".

"Podemos hacer ver la sal: esta es mi sal. ¡Qué bella que es!. Esta es la sal que recibí en el Bautismo, esta es la que recibí en la Confirmación, esta es la que recibi en la catequesis... pero cuidado: ¡no sean cristianos de museo! Una sal sin sabor, una sal que no hace nada!"

domingo, 19 de mayo de 2013

Movimientos eclesiales son don y riqueza para la Iglesia, dice el Papa

En sus palabras previas al rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, al culminar la Misapor la Solemnidad de Pentecostés, el Papa Francisco agradeció a los movimientos, asociaciones y comunidades eclesiales que participaron, asegurando que “son un don y una riqueza para la Iglesia”.

El Santo Padre aseguró que se trató de “un renovado Pentecostés que ha transformado la Plaza de San Pedro en un Cenáculo a cielo abierto. Hemos revivido la experiencia de la Iglesia naciente, unidos en oración con María, la Madre de Jesús”.

“También nosotros, en la variedad de los carismas, hemos experimentado la belleza de la unidad, de ser una sola cosa. Y esto es obra del Espíritu Santo, que crea siempre nuevamente la unidad en la Iglesia”.

Francisco agradeció a quienes llegaron a Roma de distintas partes del mundo, y le exhortó a que “¡lleven siempre la fuerza del Evangelio!”.

“¡Tengan siempre el gozo y la pasión por la comunión en la Iglesia! ¡El Señor resucitado esté siempre con ustedes y la Virgen los proteja!”, exclamó.

El Santo Padre recordó en la oración también a los pobladores “de Emilia Romaña, que el 20 de mayo del año pasado fueron azotadas por un terremoto”, y también a “la Federación Italiana de las Asociaciones de Voluntariado en Oncología”.

El Papa: La Iglesia nos trae y lleva a Cristo, los caminos paralelos son peligrosos

Al celebrar esta mañana la Misa en la Solemnidad de Pentecostés junto a los movimientos eclesiales de los cinco continentes en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco afirmó que “la Iglesia es quien me trae a Cristo y me lleva a Cristo; los caminos paralelos son peligrosos”.

Ante los más de 200 mil fieles presentes, el Santo Padre advirtió que “cuando nos aventuramos a ir más allá (proagon) de la doctrina y de la Comunidad eclesial, y no permanecemos en ellas, no estamos unidos al Dios de Jesucristo. Así, pues, preguntémonos: ¿Estoy abierto a la armonía del Espíritu Santo, superando todo exclusivismo? ¿Me dejo guiar por Él viviendo en la Iglesia y con la Iglesia?”.

El Papa indicó que “la novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos, planificamos nuestra vida, según nuestros esquemas, seguridades, gustos”.


Esto, advirtió Francisco, “nos sucede también con Dios”.


“Con frecuencia lo seguimos, lo acogemos, pero hasta un cierto punto; nos resulta difícil abandonarnos a Él con total confianza, dejando que el Espíritu Santo anime, guíe nuestra vida, en todas las decisiones; tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, nos saque de nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados, egoístas, para abrirnos a los suyos”.

Cuando Dios se revela, en toda la historia de la salvación, “aparece su novedad, trasforma y pide confianza total en Él: Noé, del que todos se ríen, construye un arca y se salva; Abrahán abandona su tierra, aferrado únicamente a una promesa; Moisés se enfrenta al poder del faraón y conduce al pueblo a la libertad; los Apóstoles, de temerosos y encerrados en el cenáculo, salen con valentía para anunciar el Evangelio”.

Sin embargo, el Santo Padre señaló que “no es la novedad por la novedad, la búsqueda de lo nuevo para salir del aburrimiento, como sucede con frecuencia en nuestro tiempo. La novedad que Dios trae a nuestra vida es lo que verdaderamente nos realiza, lo que nos da la verdadera alegría, la verdadera serenidad, porque Dios nos ama y siempre quiere nuestro bien”.


“Preguntémonos: ¿Estamos abiertos a las “sorpresas de Dios”? ¿O nos encerramos, con miedo, a la novedad del Espíritu Santo? ¿Estamos decididos a recorrer los caminos nuevos que la novedad de Dios nos presenta o nos atrincheramos en estructuras caducas, que han perdido la capacidad de respuesta?”.


El Papa también señaló que “el Espíritu Santo, aparentemente, crea desorden en el Iglesia, porque produce diversidad de carismas, de dones; sin embargo, bajo su acción, todo esto es una gran riqueza, porque el Espíritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad, sino reconducir todo a la armonía”.


“En la Iglesia, la armonía la hace el Espíritu Santo”, indicó el Santo Padre, pues “sólo Él puede suscitar la diversidad, la pluralidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, realizar la unidad”.


“En cambio, cuando somos nosotros los que pretendemos la diversidad y nos encerramos en nuestros particularismos, en nuestros exclusivismos, provocamos la división; y cuando somos nosotros los que queremos construir la unidad con nuestros planes humanos, terminamos por imponer la uniformidad, la homologación”.


Si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, dijo Francisco, “la riqueza, la variedad, la diversidad nunca provocan conflicto, porque Él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia”.


“Caminar juntos en la Iglesia, guiados por los Pastores, que tienen un especial carisma y ministerio, es signo de la acción del Espíritu Santo; la eclesialidad es una característica fundamental para los cristianos, para cada comunidad, para todo movimiento”.


El Santo Padre señaló que “el Espíritu Santo nos introduce en el misterio del Dios vivo, y nos salvaguarda del peligro de una Iglesia gnóstica y de una Iglesia autorreferencial, cerrada en su recinto; nos impulsa a abrir las puertas para salir, para anunciar y dar testimonio de la bondad del Evangelio, para comunicar el gozo de la fe, del encuentro con Cristo”.


“El Espíritu Santo es el alma de la misión. Lo que sucedió en Jerusalén hace casi dos mil años no es un hecho lejano, es algo que llega hasta nosotros, que cada uno de nosotros podemos experimentar”.


Francisco indicó que “el Pentecostés del cenáculo de Jerusalén es el inicio, un inicio que se prolonga. El Espíritu Santo es el don por excelencia de Cristo resucitado a sus Apóstoles, pero Él quiere que llegue a todos”.


“Jesús, como hemos escuchado en el Evangelio, dice: ‘Yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros’. Es el Espíritu Paráclito, el ‘Consolador’, que da el valor para recorrer los caminos del mundo llevando el Evangelio”.


Francisco aseguró que “el Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa a las periferias existenciales para anunciar la vida de Jesucristo. Preguntémonos si tenemos la tendencia a cerrarnos en nosotros mismos, en nuestro grupo, o si dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca a la misión”.


“La liturgia de hoy es una gran oración, que la Iglesia con Jesús eleva al Padre, para que renueve la efusión del Espíritu Santo. Que cada uno de nosotros, cada grupo, cada movimiento, en la armonía de la Iglesia, se dirija al Padre para pedirle este don”.


“También hoy, como en su nacimiento, junto con María, la Iglesia invoca: ‘Veni Sancte Spiritus! – Ven, Espíritu Santo, llena el corazón de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor’. Amén”, concluyó.

martes, 7 de mayo de 2013

Emprendida por Benedicto XVI Francisco seguirá "operación limpieza" ante abusos sexuales, aseguran expertos


                                    
Expertos han señalado que la lucha del Papa Francisco contra los casos de abusos sexuales a menores seguirá la misma línea que la introducida por Benedicto XVI y que continuará así con la "operación limpieza".

Por el momento, el Papa Francisco ya ha condenado en dos ocasiones los abusos sexuales a menores, una el pasado 5 de abril cuando solicitó a la Congregación para la Doctrina de la Fe "actuar con decisión" ante estos casos y otra este domingo al pedir un compromiso "con claridad y coraje".

En declaraciones a Europa Press, el profesor de Teología de la Universidad de Navarra, Pablo Blanco, ha señalado que, al igual que Benedicto XVI fue "muy proactivo" en la lucha contra los abusos sexuales, -"quizá lo más urgente y lo que más clamaba al cielo"-, el Papa Francisco seguirá probablemente "en la misma dirección" de "purificación" en la Iglesia.

"Se ha creado una cultura de tolerancia cero con estos temas, se han creado también unos instrumentos jurídicos para erradicarlo; yo no se si ahora es más o menos urgente pero el Papa Francisco quiere recordar que no podemos cantar victoria aunque se hayan tomado muchas medidas en este sentido, que la necesaria purificación tiene que seguir adelante, aclarar de modo definitivo estos temas y acabar con ellos", ha indicado, al tiempo que ha precisado que es un problema urgente no solo en la Iglesia sino también "en otros ámbitos".

Entre los pasos que deben darse ante estos casos, Blanco ha apuntado que la medida número uno es siempre "atender a las víctimas que han sido ultrajadas e incluso traumatizadas" para después "seguir con el procedimiento jurídico que es bastante inexorable". De hecho, ha recordado que "el Parlamento Inglés tomó como modelo y ejemplo las medidas que había asumido la Iglesia católica en este ámbito".

Por su parte, el profesor de Historia de la Iglesia de la Universidad de San Dámaso, Andrés Martínez, se ha mostrado convencido de que el Papa Francisco seguirá la línea de "tolerancia cero" marcada por su predecesor, algo que se observa no solo en sus últimas declaraciones como Papa sino también en sus pronunciamientos sobre este asunto "en las congregaciones generales" diciendo "que era un escándalo para la Iglesia".

Sobre el hecho de que Benedicto XVI tardara más de un año en pronunciarse públicamente sobre los abusos sexuales frente a la rapidez de Francisco, Martínez ha explicado que se trata de "dos momentos distintos" pues cuando fue elegido Benedicto XVI se estaba iniciando el proceso y era necesario un "tiempo de prudencia hasta saber qué es lo que había" mientras que en la actualidad ya se han realizado todas las investigaciones.

Martínez ha apuntado que las medidas que han de adoptarse ante estos casos han de ser "siempre preventivas para no llegar a lo que se ha llegado" y, por ello, confía en que se cuidará mucho más la formación en los seminarios y se tendrá "un cuidado extremo" en todo lo referido a la vida sacerdotal.

En la misma línea, la catedrática de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad de La Rioja, Ana Vega, considera que, con sus condenas públicas, el Papa Francisco está trasladando al mundo gracias a su "marketing mediático" que todo lo que ha hecho en este sentido Benedicto XVI "va en serio".

A su juicio, el Papa Emérito dio "una respuesta rotunda jurídicamente" y ha demostrado "una voluntad clara de transparencia" con intervenciones "más rápidas, más incisivas y más eficaces". Igualmente, tiene constancia de que el Papa Francisco, ya como cardenal, ha sido "duro" con estas conductas apoyando todas las reformas introducidas por su predecesor.

Entre las reformas que se han adoptado, Vega ha destacado el hecho de que se pueda juzgar a cardenales, patriarcas y obispos que incurran en estas conductas directamente, la ampliación hasta 20 años del plazo para la prescripción de estas acciones y el hecho de que puedan formar parte de los tribunales no solo sacerdotes sino también laicos.

Para la catedrática, la falta de información en el pasado puede haberse debido a la forma "tan descentralizada" de organizar la Curia, algo que hacía que "la información pudiera quedar atascada en cualquiera de los peldaños --la parroquia, la diócesis--" pero ha indicado que las reformas harán que ahora estos casos "salten directamente a Roma".

Soportar la cruz con paciencia y en silencio sin lamentarse, exhorta el Papa


                                    
En la habitual homilía de la Misa que presidió esta mañana en la Casa Santa Marta en el Vaticano, el Papa Francisco alentó a los cristianos a vivir el camino de la paciencia, a llevar la cruz en silencio y sin convertirse en el "señor o la señora lamento".

En la Eucaristía concelebrada con el cardenal Angelo Comastri y el cardenal Jorge María Mejía, el Santo Padre acentuó el gozo de Pablo y Silas, llamados a enfrentar prisión y persecución por testimoniar el Evangelio. Estaban llenos de gozo, dijo el Papa, porque seguían a Jesús en el camino de su Pasión. Un camino que el Señor recorre con paciencia.

"Entrar en paciencia: ese es el camino que Jesús nos enseña también a nosotros cristianos. Entrar en paciencia… Esto no quiere decir estar tristes. No, no, ¡es otra cosa! Esto quiere decir soportar, portar sobre la espalda el peso de las dificultades, el peso de las contradicciones, el peso de las tribulaciones. Esta actitud cristiana de soportar: entrar en paciencia".

"Aquello que en la Biblia se dice con una palabra griega, tan plena, la Hypomoné, soportar en la vida el trabajo de todos los días: las contradicciones, las tribulaciones, todo esto. Ellos -Pablo y Silas- soportan las tribulaciones, soportan las humillaciones: Jesús las ha soportado, ha entrado en paciencia. Este es un proceso -me permito la palabra 'un proceso'- un proceso de maduración cristiana, a través del camino de la paciencia. Un proceso que requiere tiempo, que no se hace de un día para otro: se realiza durante toda la vida para llegar a la madurez cristiana. Es como el buen vino".

El Papa dijo que tantos mártires estaban llenos de gozo, como por ejemplo los mártires de Nagasaki que se ayudaban unos a otros, "esperando el momento de la muerte". De algunos mártires, recordó, se decía que "iban al martirio" como a una "fiesta nupcial".

Esta actitud del soportar, agregó, es la actitud normal del cristiano, pero no es una actitud masoquista. Es en cambio una actitud que lo lleva "por el camino de Jesús":

"Cuando llegan las dificultades, llegan también las tentaciones. Por ejemplo el lamentarse: ‘Pero mira lo que me pasa'... un lamento. Y un cristiano que se lamenta continuamente, deja de ser un buen cristiano: es el Señor o la Señora Lamento, ¿no? Porque siempre se lamenta de todo, ¿no? El silencio en el soportar, el silencio en la paciencia. Aquel silencio de Jesús: Jesús en su Pasión no dijo más de dos o tres palabras necesarias…"

"Pero tampoco es un silencio triste: el silencio del soportar la Cruz no es un silencio triste. Es doloroso, muchas veces muy doloroso, pero no es triste. El corazón está en paz. Pablo y Silas rezaban en paz. Tenían dolores, porque se dice que luego de la cárcel el carcelero lavó las llagas - tenían llagas - pero soportaban en paz. Este camino de soportar nos hace profundizar la paz cristiana, nos hace fuerte en Jesús".

He aquí que el cristiano está llamado a soportar como hizo Jesús, "sin lamentarse, soportar en paz". El Papa Francisco agregó que este "entrar en paciencia, renueva nuestra juventud y nos hace más jóvenes":

"El paciente es aquel que, a la larga, ¡es el más joven! Pensamos a aquellos ancianos y ancianas en los asilos, aquellos que han soportado tanto en la vida: Miramos sus ojos, ojos jóvenes, tienen un espíritu joven y una renovada juventud".

El Papa dijo luego que "a esto nos invita el Señor: a esta renovada juventud pascual por el camino del amor, de la paciencia, del soportar las tribulaciones y también - me permito decirlo - de soportarnos el uno al otro. Porque también debemos hacer esto con caridad y con amor, porque si yo debo soportarte, estoy seguro que tú me soportas y así vamos adelante por la senda del camino de Jesús".

"Pidamos al Señor la gracia de este soportar cristiano que nos da la paz, de este soportar con el corazón, de este soportar gozoso para volvernos cada vez más jóvenes, como el buen vino: más jóvenes con esta renovada juventud pascual del espíritu. Así sea", concluyó.

JMJ Río 2013 El Papa estará en Via Crucis, confesará a jóvenes y visitará favela en Brasil


                                      
Hoy se dio a conocer el programa oficial del viaje del Papa Francisco que realizará, del 22 al 29 de julio, a Río de Janeiro en Brasil con motivo de la 27º Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) durante la cual visitará una favela, recibirá a jóvenes reclusos y confesará a cinco jóvenes.

El Papa saldrá del aeropuerto romano de Ciampino a las 8:45 a.m. del 22 de julio y llegará a Río de Janeiro a las 4:00 p.m. (hora local). La ceremonia de bienvenida tendrá lugar una hora más tarde en los jardines del Palacio Guanabara de Río de Janeiro donde será recibido por la Presidenta de la República, Dilma Rousseff.

Hasta el miércoles, 24 de julio, el Santo Padre estará en la Residencia Sumaré de Río de Janeiro. Ese mismo día por la mañana se trasladará en helicóptero al santuario de Nuestra Señora de Aparecida donde celebrará la Santa Misa. Luego almorzará con los obispos y los seminaristas de la provincia en el Seminario del Buen Jesús de Aparecida. Por la tarde regresará a Río de Janeiro para visitar el hospital de San Francisco de Asís de la Providencia.

El jueves, 25, el Papa recibirá las llaves de la ciudad de Río de Janeiro y bendecirá las banderas olímpicas en el Palacio de la Ciudad. Esa misma mañana visitará la comunidad de Varginha (Manguinhos), una favela "pacificada" en donde visitará una casa de una familia local y dará un discurso. Luego de un momento de oración en la parroquia local el Santo Padre bendecirá el altar y dejará un presente.

Por la tarde, a las 18,00, en el paseo marítimo de Copacabana tendrá lugar la fiesta de acogida de los jóvenes al Santo Padre.

El 26 de julio, a las 10,00, el Papa confesará a cinco jóvenes de la JMJ en el parque de la Quinta de Boa Vista. A las 11,30 encontrará a algunos jóvenes reclusos en el palacio arzobispal de San Joaquín desde cuyo balcón rezará el ángelus a mediodía.

A las 12,15 saludará al Comité organizador de la JMJ y a sus benefactores y a las 13,00 almorzará, siempre en el palacio arzobispal con un grupo de jóvenes. A las 18,00 tendrá lugar el Via Crucis con los jóvenes en el paseo marítimo de Copacabana.

El sábado, 27 de julio, se abrirá con la Santa Misa celebrada con los obispos de la JMJ, con los sacerdotes, religiosos y seminaristas en la catedral de San Sebastián de Río de Janeiro.

A continuación el Papa encontrará a la clase dirigente del país en el Teatro Municipal. Finalizado el encuentro, almorzará con los cardenales de Brasil, la presidencia de la Conferencia nacional de los Obispos de Brasil, los obispos de la región y el séquito papal en el refectorio del Centro de Estudios de Sumaré. A las 19,30, tendrá lugar la vigilia de oración con los jóvenes en el Campus fidei de Guaratiba.

El domingo, 28, a las 9,00, el Papa celebrará la Santa Misa para la Jornada Mundial de la Juventud en el Campus fidei de Guaratiba. Esa tarde se encontrará con el Comité de coordinación del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) en el Centro de Estudios de Sumaré.

El Santo Padre se despedirá de Sumaré poco antes de las 17,00 para encontrarse con los voluntarios de la MJ y a las 18,30 tendrá lugar la ceremonia de despedida del pontífice en el aeropuerto Galeao/Antonio Carlos Jobim. El Papa saldrá de Río de Janeiro a las 19,00 y su avión aterrizará en Roma el lunes 29 de julio a las 11,30.

La Guardia Suiza es una señal de que Cristo siempre llama a los jóvenes, afirma el Papa


- El Papa Francisco dirigió un discurso a los 35 jóvenes que este lunes se incorporaron como miembros de la Guardia Suiza y afirmó que la presencia de estos nuevos reclutas “es una señal de la fuerza y de la belleza del Evangelio, que en todas las épocas llama a los jóvenes a seguirlo”.

Francisco recibió a los jóvenes y sus familias en el marco de la conmemoración de la muerte de 147 soldados suizos, caídos mientras defendían al Papa Clemente VII durante el Saqueo de Roma del 6 de mayo de 1527.

En recuerdo a los guardias muertos, los nuevos reclutas juramentan cada 6 de mayo. Este año los 35 nuevos miembros juramentaron en el Patio de San Dámaso ante el representante del Santo Padre, el Arzobispo Giovanni Angelo Becciu, Substituto de la Secretaría de Estado. También participaron en el actocardenales, obispos, miembros de la Curia y representantes de las delegaciones diplomáticas ante la Santa Sede, así como el presidente de la Confederación Suiza, Ueli Maurer.

“En este día conmemoran el sacrificio de los Guardias Suizos que defendieron sin tregua al Papa durante el ‘Saqueo de Roma’. Hoy no están llamados a ese gesto heroico sino a otra forma de sacrificio, que también es dura: poner vuestras energías juveniles al servicio de la Iglesia y del Papa”, afirmó Francisco durante el discurso que dio a los nuevos reclutas horas antes de su juramentación.

El Santo Padre señaló que para poder cumplir con su servicio “hay que ser fuertes, animados por el amor y sostenidos por la fe en Cristo ... Estoy convencido de que la decisión de poner años de su vida al servicio del Papa no es ajena a su fe. Al contrario, creo que los motivos más profundos que los han traído aquí, a Roma, tienen origen en ella. Una fe que han aprendido en sus familias, cultivado en sus parroquias y que manifiesta también el apego de los católicos suizos a la Iglesia”.

“Durante su estancia en Roma están llamados a atestiguar su fe con alegría y con la amabilidad del trato. ¡Que importante es ésto para tantas personas que pasan por la Ciudad del Vaticano!. ¡Pero también es importante para los que trabajan aquí, en la Santa Sede, y para mí!. Su presencia es una señal de la fuerza y de la belleza del Evangelio, que en todas las épocas llama a los jóvenes a seguirlo. Y quisiera también, invitarlos a vivir el período que transcurren en la Ciudad Eterna con espíritu de hermandad sincera, ayudándose unos a otros a llevar una vida cristiana que corresponda a su fe y a la misión en la Iglesia”.

finalmente, dijo que su específica experiencia eclesial en el Cuerpo de la Guardia Suiza representa “una ocasión privilegiada para profundizar el conocimiento de Cristo y de su Evangelio y para caminar siguiéndolos; casi respirando, aquí en Roma, la catolicidad de la Iglesia. Cuando algunos de ustedes jurarán cumplir fielmente el servicio en la Guardia y otros renovarán este juramento en su corazón, piensen que también su servicio es un testimonio de Cristo, que los llama a ser auténticos hombres y verdaderos cristianos, protagonistas de la propia existencia”.

El Saqueo de Roma

Durante el conflicto político entre Carlos V de Alemania y Francisco I de Francia, por quién el Papa Clemente VII (1523-1534) tenía preferencias, se produjo un gran enfrentamiento bélico que concluyó con el "Saqueo de Roma".

El día 6 de mayo de 1527, el ejército Imperial de Carlos V, del que formaban parte unos dieciocho mil lansquenetes, muchos de ellos luteranos, toman al asalto Roma y durante semanas sometieron a saqueo la Ciudad Eterna.

El terrible episodio, que se inscribe en la segunda guerra entre el emperador Carlos V y el rey francés Francisco I, marcó el fin del papado renacentista en Italia. El Pontífice Clemente VII salvó su vida al refugiarse en el castillo Sant´Angelo, pero 147 de sus guardias suizos perecieron en su defensa, mostrando al mundo el valor y la fidelidad de los suizos para con el Papa.

domingo, 5 de mayo de 2013

La Iglesia debe tener coraje y no debe ser de tibios, dice el Papa


         
Al presidir la habitual Misa esta mañana en la Casa de Santa Marta, el Papa Francisco señaló que la Iglesia debe tener coraje, el coraje de la oración para poder anunciar el Evangelio; y no debe ser de cristianos tibios ya que esto "hace tanto mal a la Iglesia".

En la Eucaristía que concelebró el Arzobispo Claudio María Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, estuvo presente la Guardia Suiza Pontificia que estuvo presente con su comandante Daniel Rudolf Anrig.

El Santo Padre dijo que "cuando la Iglesia pierde el coraje, entra en la Iglesia la atmósfera de la tibieza. Los tibios, los cristianos tibios, sin coraje… eso hace tanto mal a la Iglesia, porque el temor te lleva adentro y comienzan los problemas entre nosotros: no tenemos horizonte, no tenemos coraje, ni el coraje de la oración hacia el cielo ni el coraje de anunciar el Evangelio. Somos tibios".

"Y debemos tener el coraje de meternos con nuestras pequeñas cosas, con nuestros celos, nuestras envidias, con el arribismo, con el avanzar egoístamente… En todas estas cosas porque esto no hace bien a la Iglesia: ¡La Iglesia debe ser corajuda! ¡Todos nosotros debemos ser corajudos en la oración, confiando en Jesús!"

El Papa dijo que todos los cristianos, los que han recibido la fe "debemos transmitirla, debemos proclamarla con nuestra vida, con nuestra palabra" para que más personas conozcan la "fe en Jesús Resucitado, en Jesús que ha perdonado los pecados con su muerte y nos ha reconciliado con el Padre".

"Y transmitir esto nos pide a nosotros ser corajudos: el coraje de transmitir la fe. Un coraje, algunas veces, simple. Recuerdo –discúlpenme– una historia personal: de niño mi abuela cada Viernes Santo nos llevaba a la procesión de las velas y al final de la procesión llegaba el Cristo yacente y la abuela nos hacía arrodillar y nos decía a los niños: ‘Vean que está muerto, ¡pero mañana estará resucitado! La fe entra así: la fe en Cristo muerto y resucitado. En la historia de la Iglesia han sido tantos que han querido esfumar esta certeza fuerte y hablan de una resurrección espiritual. ¡No, Cristo está vivo!

"Cristo está vivo y está vivo entre nosotros", dijo luego el Papa que reiteró su exhortación a tener el coraje de anunciar su Resurrección, la Buena Noticia.

"Jesús –por decirlo un poco fuertemente– nos desafía en la oración y nos dice así. ‘Cualquier cosa que pidan en mi nombre lo haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo’. Si me piden cualquier cosa en mi nombre, yo la haré… ¡Qué fuerte es esto! (…) ¿Tenemos este coraje en la oración?"