La visita oficial que el líder libio Muammar Gaddafi está realizando a Italia se ha visto marcada por la polémica, no sólo a causa de las continuas extravagancias del coronel, que ha impartido ya dos clases de Islam a cientos de chicas jóvenes, sino también por sus repetidas invitaciones a Occidente a convertirse a la religión musulmana.
El motivo de su visita es celebrar junto a Silvio Berlusconi el aniversario de los tratados de amistad que Libia e Italia firmaron hace dos años con el ánimo de dejar atrás las enemistades ligadas al colonialismo. Precisamente, el desarrollo de estos acuerdos estuvo en el centro de la reunión que Gaddafi e 'Il Cavaliere' celebraron esta tarde en la tienda beduina que el líder libio ha ordenado instalar en los jardines de la residencia romana del embajador de su país.
Entre los temas tratados por ambos líderes estuvieron la inmigración, las infraestructuras y la energía, así como la necesidad de impulsar juntos proyectos de colaboración a nivel económico, lo que podría suponer la apertura de nuevos mercados para las empresas italianas.
Sin embargo, lo que más ha dado de que hablar en Italia son algunas de las excentricidades de Gaddafi, que esta mañana impartió otra clase de Corán a un grupo de 200 mujeres italianas.
El encuentro se añadió al que el líder libio organizó ayer con otras 500 chicas, ante quienes dijo que "el Islam debería convertirse en la religión de toda Europa", no sin antes invitarlas a la conversión. De hecho, según los testigos, tres de ellas lo hicieron en el acto escenificando un breve rito ante las demás.
En la charla de hoy, en cambio, Gaddafi aseguró que las mujeres musulmanas son mucho más respetadas que las estadounidenses o las occidentales. A éstas últimas se les permite realizar empleos que requieren cierta constitución física, como conducir un tranvía o trabajar en una mina, algo que "en Libia no se toleraría", aseguró.
Tanto las chicas de ayer como las de hoy han sido reclutadas por una agencia de azafatas italiana que les ha pagado a cada una un mínimo de 80 euros. Aunque ésta no es la primera vez que Gaddafi organiza un evento de este tipo, la celebración de estas conferencias ha sido fuertemente criticada tanto entre los partidos de la oposición como por algunos socios de Gobierno del propio Berlusconi.
Como era de esperar, los llamamientos a la conversión de Gadafi han generado la inmediata reacción del principal aliado del 'Cavaliere', la Liga Norte, partido que ve con malos ojos la creciente expansión de la religión musulmana en Europa.
BERLUSCONI: ES SÓLO "FOLCLORE".
Otro de los aspectos que más ha molestado es la utilización por parte del líder libio de cientos de mujeres guapas para darse publicidad a sí mismo. Por esto, el principal partido de la oposición, el Partido Demócrata (PD), criticó a Berlusconi por avalar el comportamiento de su invitado, que no ha hecho otra cosa que "mercantilizar el cuerpo de la mujer".
Ante todas estas reacciones, Berlusconi intentó quitar hierro al asunto, asegurando que el modo de proceder de su amigo es mero "folclore" y destacando las importantes repercusiones que han tenido para Italia la firma de los tratados de amistad con Libia.
Entre éstas figura la reducción de la inmigración clandestina por vía marítima, ya que en uno de los puntos del tratado, Libia se compromete a evitar que los inmigrantes que parten de sus puertos alcancen aguas maltesas o italianas.
Pero precisamente éste es otro de los aspectos más criticado del convenio, ya que supone la violación de los derechos humanos de numerosos inmigrantes, muchos de los cuales son abandonados por Libia en pleno desierto.
Gran parte de los inmigrantes proceden de los países del Cuerno de África, lo que significa que escapan de guerras o de situaciones de persecución religiosa o política. Esto hace que muchos de ellos puedan ser potenciales solicitantes de asilo, pero la aplicación del tratado libio-italiano vulnera directamente este derecho, ya que al quedarse en Libia se les priva del derecho de pedir ayuda a Europa.
AMNISTÍA INTERNACIONAL ESCRIBE A BERLUSCONI.
Por esta razón, Amnistía Internacional ha mandado una carta a Silvio Berlusconi en la que le pide afrontar con Gaddafi el incómodo tema de los derechos humanos, recordándole las "graves violaciones" de las leyes internacionales que cada día se cometen en Libia.
Sin embargo, ninguno de estos debates impidió que Gadaffi y Berlusconi celebraran esta noche la firma de su acuerdo, algo que hicieron por todo lo alto, con una espectacular exhibición ecuestre y una cena de gala para 800 invitados.
