lunes, 15 de marzo de 2010

Más de mil catequistas reflexionan en Tenerife desde la creatividad sobre cómo "se nace a la fe"

La iniciación cristiana, es decir, cómo nace y se hace, aquí y ahora, un cristiano y se le acompaña para que alcance una básica madurez, fue el objetivo central del 'Encuentro Diocesano de Catequistas' que, ayer se clausuró en el municipio tinerfeño de El Sauzal y en el que participaron más de mil personas.
De este modo y según informó la Diócesis, catequistas procedentes de las cuatro islas de la provincia, partieron muy temprano de distintos enclaves de la Diócesis para, a las diez de la mañana, recibir el saludo del obispo, Bernardo Álvarez, y del equipo organizador que, de modo activo, invitaba a todos a prepararse para una jornada festiva y formativa.
Los más de mil participantes se dividieron en tres grandes grupos a fin de realizar un itinerario en donde irían redescubriendo, a través de una serie de dinámicas, el valor de la Eucaristía, la Confirmación y el Bautismo.
Cada punto significativo del recorrido tuvo un lema. Así, el primer acto se desarrolló en el templo de San Pedro bajo el título: "Jesucristo en Persona". Para el segundo acto se elaboró un original cartel en el que, haciendo un símil con la película "Avatar", se puede leer "AbbaTar" en donde el símbolo de la cruz hace de letra "T". En él un grupo de jóvenes de Taco --Santa Cruz de Tenerife-- escenificaba, en el auditorio municipal, la vida de un grupo de chicos cualquiera y el apoyo de una parroquia para su itinerario de recibir el sacramento del a confirmación.
Por último, el escenario natural de los lavaderos, con el Teide y el mar al fondo, fue el espacio elegido para el tercer acto. Allí también fueron protagonistas los jóvenes, esta vez los del grupo Savia Nueva, que mediante mimos y gestos y, con el lema "Lávate la cara y refresca tu fe", ayudaron a los catequistas a reflexionar sobre el bautismo.
Igualmente, en el Museo de la llamada Siervita se instaló una exposición sobre el tema que giró la iniciativa, es decir, la iniciación cristiana. Sobre este asunto el obispo destacó que "estamos ante la obra capital de la iglesia, la expresión más significativa de su misión y, por lo tanto, hemos de capacitarnos y ayudar a otros que sean y vivan como hijos de Dios".
El prelado, durante la homilía, dio las gracias a todos los catequistas por su servicio gratuito y generoso, recordó a los catequistas difuntos, e invitó a todos a dejarnos iluminar para poder iluminar a los demás, a tener luz para poder llevar luz, a ser de Cristo para poder compartirlo y proponerlo como camino de vida y esperanza.
Igualmente, Álvarez, entregó a los participantes la carta que había escrito con ocasión del Día del Seminario, a celebrar la próxima semana, y pidió a todos "que hiciéramos, siguiéramos haciendo algo por el seminario y los seminaristas".

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