El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, urge en su carta de esta semana a "defender la cultura de la vida, ante los fúnebres dilemas actuales de autodestrucción". Con motivo de la Jornada por la Vida que hoy celebra la Iglesia, el prelado centra su carta en los "atentados que con respecto a la vida naciente y terminal se están dando en nuestra sociedad".
Según informó el Arzobispado en un comunicado, monseñor Osoro advierte de que estos "atentados" presentan "unas características absolutamente nuevas, pues tienden a perder en la conciencia colectiva el carácter de delito, de atentado antisocial, y asumirse como si fuera un derecho". De esta manera, señala que adquieren "hasta un reconocimiento legal, que golpea a la vida humana, cuando ésta se vive en situaciones de más precariedad, ya que está privada de toda capacidad de defensa".
El Arzobispo se pregunta "¿cómo hemos podido llegar a esto?; ¿cómo hemos podido cambiar la cultura de la vida que es lo más natural, lo que quiere y desea todo hombre y entrar en la cultura de la muerte que es lo más antinatural?; ¿cómo hemos podido asumir actitudes, comportamientos, instituciones y hasta leyes que favorecen y provocan no la vida, sino la muerte?" y advierte de que "se está instaurando una cultura que no pertenece a nuestra identidad".
Monseñor Osoro, que titula su carta '¿Con la vida o con la muerte?', subraya que la defensa de la vida "no es cosa sólo de cristianos", si bien "para los cristianos es tan importante que negaríamos nuestra identidad si, por algún resquicio de nuestra existencia, entrase la no defensa clara de la vida".
Además, en el reconocimiento del derecho a la vida, según el prelado, "se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política". Por el contrario, "negado este derecho podemos hacer de cualquier persona algo utilizable a mi capricho, cuando me convenga y tomar decisiones sobre su vida a mi antojo y parecer".
Según monseñor Osoro, entre la "cultura de la vida" y la "cultura de la muerte" hay una "lucha real y dramática" en la sociedad actual. "Es la lucha entre el bien y el mal en la que estamos en medio y nos sentimos obligados a participar con toda claridad a favor de la vida", asevera.
En este sentido, el Arzobispo invita a "mantener la alegría" porque "tenemos la seguridad de que siempre triunfa la vida" y añade: "con todas mis fuerzas os digo que el mal nunca podrá tener la fuerza suficiente para vencer al bien".
Al término de su carta, el titular de la archidiócesis de Valencia llama a "vivir la fe con coraje y valentía" y afirma que "es fundamental, y no secundario, anunciar sin ambigüedades a Jesucristo, que es la Vida". De esta manera, dice, "estaremos haciendo el mejor servicio que se puede realizar al hombre y a la sociedad".
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