jueves, 2 de junio de 2011

El Papa pide a los políticos y empresarios que realicen "todos los esfuerzos" para superar la precarierdad laboral

Benedicto XVI ha pedido a los políticos "y al mundo empresarial" que realicen "todos los esfuerzos para superar la generalizada precariedad laboral", durante la oración del Santo Rosario celebrado este jueves en la Basílica de Santa Maria la Mayor de Roma, donde ha acudido para conmemorar el 150 aniversario de la unidad de Italia.
Después de rezar los misterios luminosos del Rosario, el Pontífice ha destacado en su discurso que "la dificultad de acceder a una plena y digna ocupación" compromete a los jóvenes y a "la serenidad de su proyecto de vida familiar", así como provoca "un grave daño para un desarrollo auténtico y armonioso de la sociedad".
Además, el Papa ha invitado a los obispos a "estimular" a los fieles a que "participen en primera persona en la vida pública" y ha pedido para que "quienes están llamados a responsabilidades políticas y administrativas no sean víctimas de la tentación de aprovechar su propia posición por intereses personales o sed de poder".
LAICIDAD DEL ESTADO
Por otra parte, Benedicto XVI ha recordado también que la Iglesia "respeta la legítima laicidad del Estado" y no pretende "sustituir las responsabilidades de las instituciones políticas".
La Iglesia, según ha declarado el Pontífice, no persigue "privilegios" sino que "intenta apoyar los derechos fundamentales del hombre" y ofrece "la propia contribución a la construcción del bien común". "Entre estos derechos existen también las instancias éticas y la apertura a la trascendencia, que constituyen valores previos a cualquier jurisdicción estatal, porque están inscritos en la naturaleza misma de la persona humana" ha añadido.
No obstante, Benedicto XVI ha pedido a los prelados italianos que continúen "cultivando un espíritu de sincera y leal colaboración con el Estado" y ha destacado que "tal relación es benéfica tanto para la Iglesia como para el país entero".
LA FE NO ES UNA ALIENACIÓN
Ante cientos de fieles congregados en la Basílica para rezar la oración del Rosario, el Pontífice ha destacado que "la fe no es una alienación, sino que son otras experiencias las que ensucian la dignidad del hombre y la calidad de la convivencia social".
En este sentido, Benedicto XVI ha recordado también que "en cada estación histórica, el encuentro con la palabra siempre nueva del Evangelio ha sido una fuente de civilización, ha construido puentes entre los pueblos y ha enriquecido el tejido de las ciudades, exprimiéndose en la cultura, en las artes, y en las miles formas de la caridad".
Por ello, el Papa ha recordado que cada persona tiene el deber "de promover y tutelar la vida humana en todas sus fases y sostener activamente la familia", en la cual "pueden crecer personas libres y responsables, formadas en los valores profundos". El Pontífice ha pedido a las fuerzas políticas italianas que vivan "el aniversario de la unidad como una ocasión para reforzar el vínculo nacional y superar cualquier contraposición perjudicial".
Benedicto XVI ha destacado también que la oración "es siempre dar un espacio a Dios" y ayuda a los fieles "a reconocer en Él el centro de nuestra vida", así como "a conformar nuestra voluntad a la suya". Con esta celebración, ha concluido también la Asamblea general de los obispos italianos, que ha tenido lugar durante esta semana, presidida por el Presidente de la Conferencia Episcopal italiana, el cardenal Angelo Bagnasco.





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