El obispo de Bilbao y arzobispo electo de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez, aseguró hoy que tiene "deseo, esperanza, presentimiento o convicción" de que "ETA pronto va a renunciar" a su actividad terrorista.
En una entrevista en ETB-2, Blázquez también se refirió a los casos de corrupción política, porque los representantes de la ciudadanía tienen "la obligación particular de ser limpios" al administrar los bienes públicos.
Además, destacó que el "problema de la violencia terrorista, de las víctimas, de los esfuerzos por la paz", ha sido una cuestión "muy importante" para su actuación ministerial en Bilbao.
"No tengo noticias específicas pero la impresión que yo tengo, no sé si es un deseo, que ciertamente lo es, o una esperanza o también un presentimiento, o una convicción de que ETA pronto va definitivamente a renunciar. Mejor hoy que mañana, esta impresión yo tengo", explicó.
Según recordó, durante su obispado en Bilbao "los esfuerzos por la paz y por la erradicación del terrorismo han sido muy importantes" y han sido desarrollados junto con los otros responsables de las diócesis vascas, de forma que los actos terroristas "siempre han sido condenados" de forma "clara e inequívoca".
De igual forma, aseguró que en Navidad de 1998 se pidió "perdón" a las familias de las víctimas del terrorismo si "en algo" la Iglesia "no había estado a la altura" con ellas, a lo que se sumó su decisión de oficiar siempre los funerales por las víctimas.
"Hemos estado cerca lo mejor que hemos podido. A veces nos preguntan: ¿la Iglesia ha llegado pronto, ha llegado tarde? Yo preguntaría: ¿quién ha llegado pronto en esta cuestión?", dijo.
Por otro lado, en relación con la carta que firmó en 2002 mostrándose contrario a la ilegalización de Batasuna, explicó que la firmó "en conciencia" aunque reconoció que, "en algún aspecto", deberían haber precisado "mejor" su posicionamiento. "La reacción que se produjo a aquel escrito fue desmesurada", agregó.
GÜRTEL
Sobre la trama 'Gürtel', que afecta a varios dirigentes del PP, advirtió hoy de que la corrupción es una "inmoralidad" que no debe tener cabida "en ninguno de nosotros" y ante la que, además, en el caso de los políticos, tienen la "obligación particular de ser limpios en la administración de lo que a toda la sociedad pertenece".
"En este sentido, mi rechazo absoluto, inequívoco a cualquier tipo de corrupción venga de donde venga, proceda del partido político que proceda. Tenemos que tener todos las manos limpias", insistió.
ABUSOS DE MENORES
El obispo de la capital vizcaína también se refirió a los casos de abusos a menores ocurridos en el seno de la Iglesia católica y destacó la carta del Papa, Benedicto XVI, dirigida a los fieles de Irlanda.
"Es una carta realmente admirable. Admirable por la humildad, pidiendo perdón, sintiendo vergüenza; admirable por el valor, de exigencia que pone a todos los que tienen responsabilidad en la solución de estos casos; la cordialidad con la que se dirige a quienes han sido víctimas, comprendiendo la penosísima situación que han padecido y, además, poniendo las bases para que, en el futuro, esto no ocurra", explicó.
Blázquez añadió que "éste es el punto de referencia" de la Iglesia católica para todos los asuntos relacionados con pederastia y advirtió de que señalar que el Papa podría verse deslegitimado o afectado por estos casos supone "una acusación absolutamente desmedida".
Asimismo, puntualizó que estos casos deben ser analizados también desde "un punto de vista estadístico" para comprobar que son pocos los que afectan a la institución católica. "La pederastia es un problema no de la Iglesia sólo, es un problema de la sociedad", añadió.
En este sentido, advirtió de que "se queja" de que "da la impresión de que sólo la Iglesia católica tiene débitos, ha sido culpable en este campo... y no es verdad".
Pese a todo, añadió que estos casos de pederastia son contrarios al derecho de los niños y a la sociedad, pero también "a la moral cristiana".
Para Blázquez, pensar que el nombramiento de José Ignacio Munilla como obispo de San Sebastián y el posible nombramiento de Mario Iceta como obispo de Bilbao servirían para reconducir la línea pastoral de la Iglesia católica vasca es "una elucubración".
A su juicio, "en cada momento" se decide qué persona puede afrontar la tarea de dirigir cada obispado "de la forma más satisfactoria posible". Además, señaló que ha conocido "tres perfiles de obispo": el que llegó al Concilio Vaticano II, el que se configuró tras este concilio y el que llegó con Juan Pablo II, que es "la etapa en que nos encontramos ahora".
Preguntado por la Ley del Aborto, defendió los derechos del "ser humano en gestación" y señaló que dicha ley "se atiende a convertir el aborto en un derecho", lo que es "una contradicción desde el punto de vista ético" porque "nadie tiene autoridad para sustraer a otra persona el derecho fundamental a la vida".
BILBAO
Sobre su llegada a Bilbao, recordó que, tras su toma de posesión como obispo, "pronto fueron bastantes" de los que habían criticado su nombramiento los que expresaron sus "disculpas" y los que, actualmente, le despiden "con pena".
En cuanto a su traslado para ser arzobispo de Valladolid, explicó que la designación de obispos es una potestad del Papa y que supone su cuarto nombramiento como obispo en su vida eclesiástica, tras ser obispo auxiliar en Santiago de Compostela, obispo de Palencia y obispo de Bilbao. Sin embargo, reconoció que si la decisión hubiera sido estrictamente suya, él hubiera optado por quedarse en la capital vizcaína.
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