El Papa ha afirmado en una carta, escrita con motivo del VII Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar del 30 de mayo al 3 de junio de 2012 en Milán (Italia), que en la actualidad, el trabajo y la fiesta contribuyen a la disgregación de la familia.
"Hoy en día, por desgracia, la organización del trabajo, diseñada y puesta en práctica en función de la competencia del mercado y de la ganancia máxima, y el concepto de la fiesta como oportunidad para la evasión y el consumo, contribuyen a la disgregación de la familia y la comunidad y a difundir un estilo de vida individualista", puntualiza.
En cualquier caso, el Pontífice señala que, en su origen, tanto el empleo como las celebraciones están "íntimamente relacionados con la vida de las familias: afectan las decisiones, tienen influencia en las relaciones entre los cónyuges y entre padres e hijos, inciden en la relación entre la familia y la sociedad y la Iglesia".
Por todo ello, Benedicto XVI insta a promover una reflexión y un compromiso para conciliar las exigencias y los tiempos del trabajo con los de la familia y para recuperar el "verdadero sentido de la fiesta", especialmente la del domingo, "pascua semanal, día del Señor y día del hombre, día de la familia, de la comunidad y de la solidaridad".
En esta línea, el Santo Padre apunta que el próximo Encuentro Mundial de las Familias, que se celebra en torno al tema 'La familia: el trabajo y la fiesta', es "una ocasión privilegiada para volver a plantear el trabajo y la fiesta en la perspectiva de una familia unida y abierta a la vida, bien integrada en la sociedad y en la Iglesia, atenta a la calidad de las relaciones y a la economía del núcleo familiar".
Además, en el escrito muestra su deseo de que "ya en el año 2011, XXX aniversario de la exhortación apostólica 'Familiaris consortio', 'carta magna' de la pastoral familiar, comience un itinerario con iniciativas a nivel parroquial, diocesano y nacional, con el fin de destacar las experiencias de trabajo y de fiesta en sus aspectos más reales y positivos, con especial hincapié en la incidencia sobre la experiencia de vida concreta de las familias".
El VII Encuentro Mundial durará cinco días y culminará el sábado por la noche con la 'Fiesta de los testimonios' y la mañana del domingo con la misa solemne. "En estas dos celebraciones, que presidiré, nos reuniremos como familia de familias", concluye el Papa.
El cardenal Ennio Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, ha presentado este mediodía en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el manuscrito del Pontífice.
Así, ha enumerado algunos problemas que afectan a la familia: "Se privatiza y se reduce a un lugar de afectos y de gratificación individual; y no recibe el adecuado apoyo cultural, jurídico, económico y político". Además, ha apuntado que en el ámbito familiar, "hay que promover la redistribución de las tareas domésticas y la posibilidad de trabajar fuera del hogar, de común acuerdo por parte de los cónyuges".
Finalmente, el obispo auxiliar de Milán, monseñor De Scalzi, ha aprovechado para expresar que "sería significativo conseguir acoger en Milán, sobre todo a las familias pobres del sur del mundo".
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