jueves, 23 de septiembre de 2010

El Papa dice que en su visita "histórica" vivió un momento "intenso y conmovedor" al encontrarse con víctimas de abusos

El Papa Benedicto XVI ha calificado su visita a Londres de "histórica" y ha afirmado que vivió un momento "intenso, conmovedor y de oración" al encontrarse en la nunciatura apostólica con víctimas de abusos sexuales por parte de representantes del clero.
En este sentido, el Pontífice ha relatado, durante la audiencia general de este miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro, que dio las gracias al grupo de profesionales y voluntarios encargados de la protección de los niños y jóvenes en los ambientes eclesiales. "Les di las gracias y les animé a continuar su trabajo", ha indicado.
Además, ha asegurado que este acontecimiento "histórico" ha marcado "una nueva fase importante en la historia larga y compleja de las relaciones entre esas poblaciones y la Santa Sede".
En referencia a la primera cita del viaje, el encuentro con la Reina Isabel II en Edimburgo, el Santo Padre ha subrayado que fue "muy cordial". "Se caracterizó por el intercambio de pareceres sobre algunas profundas preocupaciones para el bienestar de los pueblos del mundo y el papel de los valores cristianos en la sociedad", ha apuntado.
Por otra parte, ha señalado que la visita "fraterna" al arzobispo de Canterbury fue la oportunidad para reiterar su compromiso de dar testimonio del mensaje cristiano que une a católicos y anglicanos. Posteriormente tuvo lugar uno de los momentos "más significativos" para el Papa: el encuentro en el gran salón del Parlamento británico.
Igualmente, ha declarado que otro momento "importante" fue el rezo de las vísperas junto a las distintas comunidades cristianas del Reino Unido en la Abadía de Westminster, por su relevancia para las relaciones entre la Iglesia católica y la comunión anglicana.
En cuanto a la celebración eucarística en la Catedral de Westminster el Pontífice ha recordado su emoción: "Me alegró mucho encontrar a un gran número de jóvenes, (...) que con su presencia llena de entusiasmo (...) demostraron querer ser los protagonistas de una nueva era de valiente testimonio, de solidaridad activa y de compromiso generoso al servicio del Evangelio".
En cualquier caso, ha reconocido que "el punto culminante" de su viaje a Reino Unido fue la beatificación del cardenal John Henry Newman, "un hijo ilustre de Inglaterra".
"Este viaje apostólico ha confirmado en mí una profunda convicción: que las antiguas naciones de Europa tienen un alma cristiana, que forman una unidad con el genio y la historia de sus respectivos pueblos, y que la Iglesia no cesa de trabajar para mantener despierta continuamente esta tradición espiritual y cultural", ha concluido.

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