lunes, 27 de septiembre de 2010

El Papa dice que Dios "ama a los pobres y los eleva de su humillación" e insta a practicar el "servicio a los demás"

El Papa Benedicto XVI ha defendido que Dios "ama a los pobres y los eleva de su humillación" cuando mueren y ha afirmado que el destino de los hombres está "condicionado" por su conducta, que debería basarse en el amor entendido como "servicio a los demás"
Durante el rezo dominical del Ángelus desde Castel Gandolfo (norte de Roma), el Santo Padre se ha referido a la parábola sobre el rico Epulón y el pobre Lázaro, en la que "el primero vive en el lujo y en el egoísmo y cuando muere acaba en el infierno", mientras que el segundo "es llevado por los ángeles a la morada eterna de Dios y de los santos".
"Estamos en este mundo, debemos escuchar al Señor, que nos habla mediante las sagradas escrituras, y debemos vivir según su voluntad pues, si no lo hacemos, después de la muerte será ya demasiado tarde para arrepentirse", ha explicado el Pontífice, al respecto de esta parábola
Por ello, ha recordado que corresponde a los hombres "seguir el camino que Dios ha mostrado para alcanzar la vida" y ha matizado que "esta senda es el amor, no entendido como sentimiento, sino como servicio a los demás".
"Invito a todos a que, guiados por la palabra de Dios, llevéis adelante vuestro compromiso cristiano sin desfallecer, fortaleciendo en vuestros corazones los sentimientos de confianza y misericordia.", ha añadido el Papa, en su saludo en español.
Por último, Benedicto XVI se ha despedido de la comunidad de Castel Gandolfo, donde ha pasado la mayor parte del verano, puesto que el próximo jueves regresará a Roma.

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