lunes, 14 de diciembre de 2009

Benedicto XVI dice que para alcanzar la felicidad hay que vivir todos los días "el amor de Cristo" y no sólo en Navidad


Benedicto XVI instó ayer, durante el rezo dominical del Ángelus, a vivir "todos los días" y no sólo en Navidad lo que el pesebre representa, "el amor de Cristo, su humildad y pobreza", puesto que la felicidad no está en las cosas materiales.

Además de los miles de fieles que cada domingo se congregan en la Plaza de San Pedro, en esta ocasión acudieron al rezo del Ángelus cerca de dos mil niños romanos con el Niño Jesús que presidirá el Belén de sus casas, escuelas o parroquias, para que éste recibiera la conocida como bendición del 'Bambinello'.
Con motivo de esta celebración, el Pontífice invitó a prolongar este "gesto tradicional" que es el Belén y que ejemplifica "el amor de Cristo, su humildad y su pobreza". "Procurar vivir en la realidad de todos los días lo que el Belén representa", propuso el Papa.
A su juicio, se puede aprender del Belén "el secreto de la verdadera alegría" pues en él se refleja a los miembros de una familia que ha tenido a su primer hijo "en medio de grandes incomodidades" y, a pesar de ello, están "llenos de íntimo gozo". Benedicto recordó que esto es así porque la alegría "no consiste en tener muchas cosas", sino "en sentirse amados por el Señor, en hacerse don para los demás y en quererse".
Al concluir el rezo del Ángelus, el Papa expresó su profundo dolor por los tres sacerdotes y la religiosa que en la última semana fueron asesinados en distintos países de África. De ellos destacó que poniendo en riesgo "su propia vida" fueron "fieles testimonios del Evangelio".

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