miércoles, 23 de diciembre de 2009

El arzobispo de Pamplona aboga en su mensaje de felicitación navideño por el respeto a la vida desde su concepción


El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, envió ayer a los diocesanos un mensaje de felicitación navideña en el que asegura que "no hay Navidad si no se respeta la vida desde el momento de su concepción hasta el final de la existencia" y asegura que en estas fechas "nos sentimos más amparados humanamente".

A través de una carta dirigida a los diocesanos, el arzobispo de Pamplona indicó que la Navidad "no es adornar las casas y alegrar la vida con un poco más de comida exquisita ni es derramar añoranzas en nuestros corazones" ya que "ésa Navidad se cae por sí misma y no llega a dar el sentido más auténtico de lo que ella significa".
Asimismo, apeló a que cada uno construya su Navidad "abriendo las puertas para dejar que sea el amor de Dios, manifestado en Jesucristo, quien dé vida a todo el ser de la persona humana y de la misma creación".
Al respecto, el prelado consideró que la Navidad "ilumina el caminar e impulsa a poner la mirada en el Niño Dios, que es la única esperanza de la humanidad. Dios es la única esperanza del hombre y todo lo demás tiene verdadero sentido, si se apoya en él", subrayó.
"No hay Navidad si no dejamos lugar a Dios en nuestro interior, no hay Navidad en el corazón humano si no hay amor, no hay Navidad si no acogemos a los pobres y demás seres humanos como hermanos, no hay Navidad si vivimos de espaldas a la leyes de Dios, no hay Navidad si no nos amamos los unos a los otros como Cristo nos ama y no hay Navidad si nos hacemos dueños y propietarios de la creación", sostuvo Pérez.
Finalmente, el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela concluyó lanzando un mensaje de felicitación deseando a los diocesanos "la paz en vuestras vidas y en vuestras familias que es el fruto maduro de la Navidad. Sin ella, no existe alegría, canto y amor. Recibamos con alegría al Niño Dios".

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