La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) no comparte la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León donde concluye que bastará la existencia de un solo alumno, cuya familia alegue que existe conflicto entre la presencia del crucifijo y sus propias convicciones, para desterrar del aula y de todos los espacios o lugares comunes del centro este símbolo religioso.
Así lo comunicó hoy en una nota de prensa la entidad, en la que afirmó que acatará esta sentencia aunque la calificó de "salomónica" y declaró que dicho tribunal "desconoce el respeto a la decisión adoptada por el Consejo Escolar del centro", que, según aseguró, quiso mantener este símbolo.
Concapa considera que en los centros públicos, el Consejo Escolar es el órgano soberano para tomar este tipo de decisiones "sin que la petición minoritaria" de retirada de un símbolo religioso pueda imponerse a la voluntad mayoritaria que este órgano representa, al que definió como "signo cultural de la tradición e historia europea" que no "atenta contra los derechos humanos" y cuya desaparición supone "renunciar a gran parte" de la "identidad histórica y cultural" de España.
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