Después de la tragedia, el religioso se desentendió de la situación y alegó que el niño “ahora se encuentra con Dios”.
Las autoridades de la República de Moldavia investigan el caso de un presunto homicidio cometido por un sacerdote que habría asfixiado a un bebé de seis semanas mientras lo bautizaba.
Según el relato familiar, el padre Valentín no cubrió la boca del menor mientras lo sumergía en la pila bautismal. “Todos lo vimos, el sacerdote no puso la mano en la boca del bebé como se hace habitualmente para evitar que el niño trague agua. No podíamos creer que sólo lo agarrase por la panza y por la cabeza para meterlo tres veces en el agua”, denunció el padre del bebé fallecido, Dumitru Gaidau, al periódico inglés The Sun.
Por su parte, la madre del bebé, cuya identidad no fue revelada, aseguró que el niño “no podía respirar, su rostro se volvió azul y comenzó a echar espuma por la boca”. Frente a la situación y a los pedidos de la familia por detener la ceremonia, el sacerdote argumentó que no se debía interrumpir el ritual y volvió a sumergirlo en dos ocasiones más.
Pese a la insistencia de los presentes, el sacerdote alegó que no era el primer bebé que bautizaba y que sabía perfectamente lo que hacía. Después de la tragedia, el religioso se desentendió de la situación y alegó que el niño “ahora se encuentra con Dios”.
Pese a que el padre Valentín asegura que cubrió la boca del menor y que el niño no falleció por su culpa, la autopsia reveló que había agua en los pulmones del bebé y que murió ahogado.
En caso de que las autoridades locales lo consideren culpable, el religioso deberá enfrentar una condena de tres años de cárcel.
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