martes, 31 de agosto de 2010

Una nueva encuesta muestra a los neoyorquinos divididos por la construcción de una mezquita cerca de la Zona Cero

El 54 por ciento de los neoyorquinos encuestados en un nuevo sondeo cree que los musulmanes tienen derecho a construir un centro cultural y una mezquita cerca de la 'Zona Cero' ya que Estados Unidos disfruta de libertad religiosa, pero un 53 por ciento afirma que este derecho debería ser negado debido a los sentimientos de los familiares de los que murieron en los atentados del 11-S, según una encuesta publicada este martes.
La encuesta de la Universidad de Quinnipiac entrevistó a 1.497 votantes registrados del estado de Nueva York desde el 23 al 29 de agosto. El 45 por ciento tiene una opinión favorable del Islam, frente al 31 por ciento que no, y el 45 por ciento afirma que la corriente principal del Islam es una religión pacífica, en comparación con el 24 por ciento que afirma que anima a la violencia.
"El debate, en ocasiones furioso, sobre la propuesta para construir una mezquita a dos bloques de la 'Zona Cero' tiene a los votantes del estado de Nueva York divididos en grupos, con algunos de ellos tomando posiciones contradictorias dependiendo de la forma en que se pregunte", indicó en un comunicado el director del Instituto de Sondeo de la Universidad de Quinnipiac, Maurice Carroll.
El 54 por ciento señaló que los musulmanes tienen derecho a construir, con un 40 por ciento en desacuerdo, mientras que el 53 por ciento cree que se les debería negar este derecho, con el 39 por ciento que se opone.
Pero una gran mayoría, el 71 por ciento, señaló que la organización que está detrás de la construcción de la mezquita debería mover el lugar a otro sitio de manera voluntaria debido a los supervivientes del 11-S. Un 71 por ciento también señaló que el fiscal general debería investigar cómo se financia la mezquita, con un 22 por ciento en desacuerdo.
El edificio, de trece plantas y con un coste de 100 millones de dólares, incluirá una sala para rezar. Está impulsado por un imán musulmán sufí de origen kuwaití, Feisal Abdul Rauf, a quien el Departamento de Estado norteamericano ha enviado a Oriente Próximo como embajador de buena voluntad.
El grupo ha indicado que aún no ha iniciado una recaudación de fondos, pero los críticos con el proyecto han afirmado que temen que pueda ser financiado por extremistas islámicos.

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