viernes, 15 de octubre de 2010

Cuatro obispos del Sínodo de Medio Oriente piden mayor libertad religiosa en la región

Cuatro obispos presentes en el Sínodo de Medio Oriente, que se celebra en el Vaticano en estos días, han pedido a los gobiernos de sus países una mayor libertad religiosa y de culto para los cristianos.
Entre ellos, el vicario apostólico de los Emiratos Árabes Unidos, el obispo Paul Hinder, ha destacado que en los países en los que el Islam es la religión del estado "la libertad religiosa es limitada o no existe" al mismo tiempo que las leyes de inmigración son "restrictivas", de tal forma que "se limita la llegada de nuevos sacerdotes". Por otro lado, ha resaltado que, en estos países, la libertad de culto "se ha restringido a lugares designados específicamente por los gobernantes".
Además, el arzobispo de Sidón de los greco-melquitas,monseñor Elie Béchara Haddad, ha manifestado que "la venta de terrenos que son propiedad de los cristianos" en Líbano es un fenómeno "peligroso" que "amenaza la presencia cristiana en el territorio" que puede llegar a ser inexistente en los próximos años.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Etíope, el arzobispo Berhaneyesus Demerew Souraphiel, ha explicado que los cristianos en Etiopía "cambian sus nombres cristianos en nombres musulmanes y se visten como tales en sus desplazamientos para que el proceso de obtención del visado sea más rápido". El arzobispo ha puntualizado que, de este modo, se obliga indirectamente a los cristianos "a negar sus raíces y su herencia cristiana".
Además, el vicario apostólico de Kuwait, el obispo Camillo Ballin, ha pedido a los musulmanes que concedan a los cristianos "los espacios necesarios para rezar de forma conveniente". El prelado ha explicado que en la tradición musulmana, el Golfo es "la tierra sagrada del profeta del Islam" y que, según ésta tradición, "ninguna otra religión debería existir en ella".
EL CONFLICTO PALESTINO-ISRAELÍ
Por su parte, el rabino David Rosen, director de los Asuntos Interreligiosos del "American Jewish Committee" y consultor del Gran Rabinato de Israel, ha señalado en el Sínodo que "el bienestar de las comunidades cristianas de Oriente Medio es nada menos que una especie de barómetro de la condición moral de nuestros países".
Asimismo, ha señalado en Oriente Próximo "la grave situación de los palestinos debería ser de gran preocupación para los judíos, tanto de Israel como de la diáspora, sobre todo porque el judaísmo hizo reconocer al mundo entero que cada persona es creada a imagen divina".
En la misma línea, el patriarca de Antioquía y arzobispo de Damasco en Siria, Gregorios III Laham, ha declarado que "una de las consecuencias más peligrosas del conflicto israelí-palestino es la emigración de los cristianos". Si los cristianos abandonasen Oriente Próximo, según ha puntualizado, la sociedad árabe sería "de un sólo color, únicamente musulmana, frente a una sociedad europea llamada cristiana", lo cual podría producir "un choque destructivo entre el Oriente árabe-musulmán y el Occidente cristiano".
Por otra parte, el exarca patriarcal en Jerusalén, Palestina y Jordania, el arzobispo Paul Nabil El-Sayah, ha destacado que la iglesia católica en Oriente Próximo debe esforzarse por hacer avanzar el proyecto ecuménico, ya que el testimonio "no puede llevarse a cabo si nuestras iglesias no trabajan juntas".

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