El Papa Benedicto XVI ha señalado que el órgano de la Conferencia Episcopal está para servir a los obispos y no para sustituirlos, en un discurso a los obispos de Brasil, que se encuentran en visita 'ad limina' en el Vaticano.
En este sentido, el Pontífice ha apuntado que la Conferencia Episcopal debe evitar constituirse como una realidad paralela al ministerio episcopal y no puede cambiar su relación con la Iglesia particular y con el colegio de los obispos, ni hacerse intermediaria entre el obispo y "la Sede de Pedro".
Por el contrario, Benedicto XVI ha destacado que las conferencias episcopales promueven la unidad de esfuerzos e intenciones de los obispos, convirtiéndose en "un instrumento para que puedan compartir sus fatigas".
Además, ha explicado que esta institución "permite ejercitar de modo conjunto algunas funciones pastorales para el bien de los fieles y de los ciudadanos de un determinado territorio". Según ha indicado, la Conferencia Episcopal debe actuar como "órgano propulsor de la solicitud pastoral de los obispos".
Sin embargo, Benedicto XVI ha insistido en que los obispos tienen la responsabilidad principal de gobernar "como pastor individual, ordinario e inmediato de su Iglesia particular" y ha subrayado que su misión principal es "la salvación de las almas, que es también la misión fundamental de la Iglesia".
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