En un libro que ahora saldrá a la venta, Benedicto XVI dijo que el profiláctico no es la verdadera manera de combatir el sida.
El pronunciamiento fue llamativo y revolucionario. Benedicto XVI consideró que en algunos casos el uso del preservativo está justificado, pero insistió en que no es la “verdadera” manera de combatir el sida, ya que es necesaria una “humanización de la sexualidad”.
El Papa así lo manifestó en el libro-entrevista “La luz del mundo. El Papa, la iglesia y las señales del tiempo. Una conversación con el Santo Padre Benedicto XVI”, del escritor Peter Seewald, que saldrá a las librerías el martes y del que ayer publicó un resumen el diario vaticano L’Osservatore Romano.
En el libro, dividido en 18 capítulos y de 284 páginas, el papa Joseph Ratzinger también afirmó, en la batería de preguntas a las que fue sometido, que no lo tomaron del todo por sorpresa los escándalos de clérigos pederastas, pero la dimensión del escándalo fue “un shock enorme”.
Consultado sobre la sexualidad, el Papa expresó que “concentrarse sólo en el preservativo significa trivializar la sexualidad y esa trivialización hace que muchas personas no vean en la sexualidad la expresión del amor, sino sólo una especie de droga, que se suministran a sí mismos”.
“Puede haber algunos casos justificados (del uso del condón), por ejemplo cuando una prostituta utiliza un profiláctico. Ello puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad, consciente de que todo no está permitido y no se puede hacer todo lo que uno quiere”, definió.
Benedicto XVI agregó que, de todas formas, el uso del preservativo “no es la verdadera manera para combatir el sida, ya que es necesaria una humanización de la sexualidad”.
Un mal trago
Con estas palabras, el Papa reiteró lo que ya había dicho durante su viaje del pasado año a Africa, cuando había afirmado que el sida “no se combate sólo con dinero, ni con la distribución de preservativos, que, al contrario, aumentan el problema”.
El sida, según Benedicto XVI, se vence con “una humanización de la sexualidad y nuevas formas de conducta”. Sus palabras, en un continente donde 27 millones de personas están contagiadas por el virus del sida, fueron duramente retrucadas desde varios países occidentales, que subrayaron que el preservativo es un elemento fundamental para prevenir la transmisión de esta enfermedad.
En el libro también interrogan al Pontífice sobre los casos de curas pederastas y éste señaló que no lo tomaron “del todo” por sorpresa, ya que cuando estaba al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe se ocupó de los que habían ocurrido en Estados Unidos y después comenzaron a salir los de Irlanda.
Consultado por la presencia femenina en la Iglesia, el Papa dijo que no tiene facultad alguna para ordenar a mujeres sacerdotes.
El líder supremo de la Iglesia Católica afirmó que no lo tomó del todo por sorpresa el escándalo de los clérigos pederastas.
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