martes, 17 de noviembre de 2009

El gobierno salvadoreño condecora a jesuitas 20 años después de su asesinato


Los seis sacerdotes asesinados hace 20 años por efectivos del ejército fueron condecorados por el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, en un hecho sin precedentes, que borra la imagen de rechazo a honrar la memoria de las víctimas que mantuvieron los precedentes gobiernos conservadores.

Las condecoraciones fueron impuestas durante un solemne acto celebrado en el salón de honor de la casa de gobierno, en el sector oeste de la capital, al que asistieron el gabinete en pleno, el cuerpo diplomático, rectores de universidades y familiares de las fallecidos sacerdotes llegados de España.
Los sacerdotes asesinados el 16 de noviembre de 1989 por el batallón Atlacatl y que este lunes fueron condecorados eran Ignacio Ellacuría, que a la hora de su muerte era el rector de la Universidad Centroamericana (UCA), Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López, Juan Ramón Moreno y Joaquín López.
Funes, tras declararse "discípulo" de los homenajeados, dijo que "veinte años después de su cruel asesinato", el acto de condecoración "significa para mí, retirar un velo espeso de oscuridad y mentiras, para dejar entrar la luz de la justicia y la verdad". Además, señaló que "significa levantar la alfombra polvosa de la hipocresía y empezar a limpiar la casa de nuestra historia reciente. Porque no es posible entender nuestro país y conocernos como comunidad, si no conocemos el pasado común, y nuestros mártires, sus dolores y alegrías". El mandatario sostuvo además que el acto es realizado con el corazón y desde "el convencimiento profundo" de que "ayudará a sanar heridas, que llevan demasiado tiempo abiertas".
En tanto, el rector de la UCA, sacerdote José María Tojeira, destacó el gesto de Funes al consignar que "es la primera vez que un gobierno de nuestro país reconoce pública y oficialmente el valor, la dignidad y los servicios que este grupo de académicos y hombres de fe prestaron a El Salvador".
Durante veinte años sucesivos, los gobiernos de derecha se negaron a reconocer la memoria de los jesuitas.
Al agradecer las "señales simbólicas de reconocimiento", Tojeira dijo que los ahora honrados fueron "hombres generosos que en épocas trágicas de convulsión social pusieron su recio pensamiento y su generosidad al servicio de la paz con justicia en nuestra tierra". "Pensamos que la paz se la debemos en grado mayor a las víctimas inocentes y a los mártires que los representan que a quienes firmaron los acuerdos de paz, aunque a estos últimos haya también que agradecerles sus esfuerzos", enfatizó. "Señor presidente, honrando a todas las víctimas del pasado, sepultadas hasta hace poco en la maliciosa consigna del perdón y olvido recibe usted también honor", resumió Tojeira.
Juan Ellacuría, hermano del fallecido rector de la UCA, declaró a la AFP que el acto de este lunes "reivindica" la memoria de los mártires y haber esperado 20 años "fue muy largo". "Las cosas han cambiado. La verdad ya saldrá, tenemos la confianza que las cosas se van aclarando y por parte del gobierno hay muy buena voluntad", destacó Ellacuría.
Por su parte, el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, dijo a la AFP que el homenaje fue esperado "durante mucho tiempo" y ahora "abre una ventana de luz y de esperanza" que con "un buen manejo" se puede llegar a un reencuentro de la sociedad.
El ministro de la Defensa, general Davíd Munguía, comentó que ya no se puede cambiar el pasado para corregir. "No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos construir juntos el futuro. Yo me pliego al llamado de reconciliación y unidad que ha hecho el presidente (Funes)", enfatizó Munguía.

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