La mayoría de ingresos ordinarios que percibió la Iglesia de Tarragona en 2008 fueron aportaciones de los fieles, ya sea mediante colectas, donativos, subscripciones o ingresos por servicios, con un total de 4,8 millones de euros.
Esta cifra es ligeramente inferior a la del año pasado pero "hay que destacar la importancia que la Iglesia se sostenga gracias a los fieles", explicó el vicario general, ecónomo del Arzobispado de Tarragona y coordinador de los ecónomos de los obispados con sede en Cataluña, Mon Joaquim Fortuny, quien afirmó que antes tenían "ayudas del Estado".
De la aportación de los fieles, el 12 por ciento proviene de la cruz marcada en la declaración de la Renta.
El total de ingresos del año pasado asciende a 8,1 millones de euros, donde a parte de lo recibido por parte de los fieles, se incluyen también rentas del patrimonio (736.000 euros), aportaciones por asignación tributaria y subvenciones por acciones corrientes (1,9 millones), y aportación de recursos propios (690.000 euros).
Las cuentas ordinarias de 2008 del Arzobispado de Tarragona quedan equilibradas al tener el mismo número exacto de ingresos que de gastos (8,1 millones). La mayoría de gastos de 2008 se produjeron por funcionamiento y actividades de equipamientos diocesanos (4,2 millones) y por retribuciones al personal (3,1 millones de euros).
Por lo que se refiere a ingresos extraordinarios, el Arzobispado de Tarragona recibió 6,02 millones de euros el pasado año, en temas de venta de patrimonio, subvenciones, recursos propios y préstamos; y gastó la misma cantidad exacta en construcción de nuevos centros y reformas de edificios y otros.
El Arzobispado prevé que los datos económicos de este año sean parecidos a los del anterior. Pese a acabar 2008 con un equilibrio entre gastos e ingresos, el Arzobispado pidió que la gente sea "sensible con la Iglesia en estos tiempos de dificultad".
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