El Papa Benedicto XVI invitó hoy a Irán a mostrar "una mayor apertura" con la comunidad internacional, según declaró durante la presentación de las cartas credenciales por parte del nuevo embajador de este país cerca de la Santa Sede, Ali Akbar Naseri.
El Papa afirmó que Irán es una "gran nación" y, en particular, elogió la "sensibilidad religiosa profunda" que caracteriza a sus habitantes, la cual "puede ser un motivo de esperanza para alcanzar una "mayor apertura y colaboración". "Por su parte, la Santa Sede está siempre dispuesta a trabajar en armonía con los que sirven a la causa de la paz y promueven la dignidad" del ser humano, destacó el Pontífice.
Asimismo, manifestó su esperanza en el inicio de una "nueva fase de cooperación internacional" que esté "más sólidamente fundada en los principios humanitarios y en la ayuda efectiva a quienes sufren" y sea "menos dependiente de cálculos fríos de intercambios y de beneficios técnicos y económicos".
En su discurso, Benedicto XVI también subrayó que "la fe en el único Dios debe acercar a todos los creyentes e impulsarlos a trabajar juntos por la defensa y la promoción de los valores humanos fundamentales".
En este contexto, recordó que "entre los derechos universales, la libertad religiosa y la libertad de conciencia ocupan un lugar fundamental, porque son el origen de las demás libertades" y destacó la "urgente" necesidad de establecer "relaciones cordiales entre los creyentes de las diferentes religiones" para poder construir "un mundo más humano".
Por último, lanzó un mensaje a las autoridades iraníes para que "refuercen y garanticen a los cristianos la libertad de profesar su fe y aseguren a la comunidad católica las condiciones esenciales para su existencia".

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